Volumen 11, Número 198, septiembre 27 de 2011 |
17 Foro de Energía
DECLARACION FINAL
¡Luchamos por la re-nacionalización energética!
Casi
se ha llegado al 50% de privatización eléctrica furtiva. En 1885,
el Banco Mundial recomendó a Ernesto Zedillo privatizar el 100% de la
generación eléctrica. Fox y Calderón han acelerado ese
proceso antinacional. La industria eléctrica nacionalizada, conquista de
los electricistas democráticos y pueblo de México, sigue siendo
destruida por los gobiernos en turno.
Con 666 permisos privados de
generación, ilegales por inconstitucionales, la Comisión Federal
de Electricidad tiende a ser estrangulada. La mayoría de los permisos
privados son en la modalidad de Autoabastecimiento que, en buena medida son
falsos e, incluso, fraudulentos pues no se trata de la generación para el
consumo propio sino para abastecer a carteras de clientes privados.
De
los permisos privados, los llamados de Producción Independiente de
Energía son más relevantes pues se trata de proyectos de alta y
muy alta potencia, que venden la energía generada a la CFE mediante
contratos a 25 años prorrogables. Las 28 centrales eléctricas
privadas, en operación y en construcción, son propiedad de
corporaciones transnacionales, del tipo ciclo combinado a base de gas natural,
combustible suministrado por la propia CFE y adquirido del extranjero a
través de la transnacional española Repsol-YPF.
Las
transnacionales participan también de la privatización de las
fuentes renovables de energía, principalmente, a base del viento, cuya
energía venden a la propia CFE y a clientes privados. Esto ocurre porque
a la fecha hay 297 permisos, aparentemente “renunciados”, a base de
diesel que tienden a ser sustituidos por generación eoloeléctrica.
Tal es el caso de 96 permisos otorgados a Wal-Mart, así como otros a
Bimbo, Telmex y otras empresas privadas.
Esto es, hay una
restructuración de los permisos particulares que volverán a ser
reactivados incrementando la capacidad privada de generación. Más
grave es que los planes oficiales indican que la casi totalidad de la capacidad
eléctrica adicional será también privada.
El anuncio
de nuevas centrales privadas en el Valle de México y los nuevos parques
eólicos en Oaxaca, Baja California, Puebla, Querétaro y Zacatecas,
revela que la privatización furtiva será incrementada.
La
situación es muy seria e incluye al energético vital: el agua. En
este caso, casi todos los gobiernos estatales y municipales, gobernados por
todos los partidos políticos, han entregado la gestión del agua
potable a organismos operadores privados, representados por
transnacionales.
Lo anterior tiene consecuencias tangibles, expresadas en
el incremento a las tarifas eléctricas y del agua. Pero estos son los
efectos, cuyas causas están en la privatización furtiva. Son ya 28
entidades federativas donde avanza la privatización del agua y,
prácticamente, todo el territorio nacional en el caso
eléctrico.
Es necesario atender las causas profundas del problema
pues, de otra manera, no hay salida para la colectividad.
El FTE de
México ha propuesto a la discusión la necesidad de reorganizar la
insurgencia obrera y popular para hacer posible, más temprano que tarde,
re-nacionalizar a la industria eléctrica de México y nacionalizar
a los sistemas de agua.
La re-nacionalización no es una consigna,
es parte del programa de lucha de los trabajadores y pueblo de México,
que proponemos concretar con base en las siguientes banderas:
1- Propiedad colectiva de los recursos naturales energéticos e
infraestructura industrial.
2- Una Política energética Independiente que aproveche
racionalmente los recursos naturales, mediante administración directa,
orientada a satisfacer las necesidades sociales de la nación.
3- La integración del proceso de trabajo energético, mediante
el control obrero de la producción e investigación, y la
vigilancia social organizada.
Para ello, proponemos:
4- Potenciar la organización social, estructurada en Consejos, en
todo el territorio nacional.
5- Orientar la lucha con base en la independencia de
clase.
Sobre estas bases, planteamos la recuperación del
servicio público de energía eléctrica, incluyendo al agua,
entendido como, el derecho social sobre todas las actividades que constituyen al
proceso de trabajo eléctrico, orientado a la satisfacción de las
necesidades energéticas de la nación, en condiciones de
accesibilidad, continuidad, estabilidad y calidad.
Ya es la hora del
pueblo, incluso, nos estamos tardando. Esta justa causa del pueblo de
México requiere del concurso de todos los mexicanos (as) concientes. No
debemos esperar a que la desnacionalización energética sea mayor.
Los planes antinacionales del Estado y gobiernos en turno solamente
podrán detenerse con la acción dinámica de los sectores
agraviados.
Manos a la obra, todos. La causa del pueblo de México
tiene que vencer y vencerá.
¡Proletarios del mundo, Uníos!
28 de noviembre de 2011, 100 años del Plan de Ayala, Ejército Libertador del Sur
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