Volumen 11, Número 186, abril 20 de 2011
 



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En general, el 16º Congreso Sindical Mundial (CSM) avanzaba bien. Pero no todo fue miel sobre hojuelas. El propio Mavrikos fue protagonista de un hecho bochornoso al agredir, en pleno CSM, al secretario general del FTE de México.

Lamentamos referirnos a tan deleznable suceso. Lo hacemos por sus implicaciones y con la autoridad política de varias décadas al lado de la FSM, siempre con lealtad a toda prueba, incluyendo los momentos más difíciles.

El segundo día del 16º Congreso, los compañeros del FTE de México abordaron a George Mavrikos, secretario general de la FSM, lo saludaron y le entregaron nuestros materiales, digitales e impresos (en español e inglés), conteniendo las 100 propuestas. Se portó muy amable y hasta se tomó una foto con los compañeros. Luego, preguntó por David y se le dijo que estaba en la sesión.

Un compañero llamó al secretario general del FTE de México, quien acudió a saludar a Mavrikos. Antes de decir algo, éste lo recibió de manera insultante. “¡Pídele perdón!” (a la señora intérprete), gritó. “Si fuera entre nosotros lo podríamos resolver como hombres (sic), pero la has ofendido, ¡pídele perdón!”, insistió. El señor parecía fuera de sí. Por un momento pensamos que bromeaba pero insistía.

Mavrikos se refería a dos comunicaciones previas que David había enviado a la FSM con las propuestas digitales del FTE solicitando que pudieran ponerse en la página Web de la FSM. Mavrikos contestó que no.

La página de la FSM es muy sencilla, reducida a la publicación de pequeñas notas; no obstante, ha publicado envíos de otras personas y organizaciones, incluyendo los eventos de la FSM que el FTE ha organizado. Esta vez, era natural que en dicha página se publicaran nuestras propuestas a un evento tan importante como el 16º Congreso. Eso es de sentido común.

En una segunda comunicación David insistió. Enseguida Mavrikos contestó que la página no era para la “promoción personal” (sic). Esa fue una expresión desafortunada e insultante de parte de Marvrikos. Se le explicó que la petición que se hacía era para que se conocieran nuestras propuestas, de las cuales, NINGUNA se presenta a título personal sino (todas) a nombre de nuestra organización. En todo caso, si alguien estuviere en desacuerdo que lo argumente, se dijo. También se le informó que su respuesta era inaceptable por grosera e insolente. La intérprete, a quien ni siquiera conocíamos, es ajena al asunto, si bien, incurrió en un error al firmar, en su propio nombre, los dictados de Mavrikos.

En Atenas, David volvió a explicarle al susodicho los motivos de nuestra petición. Sin cuidar las formas, fuera de sí, el señor gritaba. Se le escuchó y contestó apropiadamente. Luego, Mavrikos dijo que las propuestas del FTE habían sido incluidas en un CD que hizo la FSM. La noche anterior habíamos leído el contenido de ese disco. Nuestras propuestas fueron incluidas parcialmente, se le dijo, pues solo se incluyó la versión en español pero no en inglés (cuya traducción enviamos a Atenas desde el 30 de noviembre de 2010), de manera, que solamente la mitad o menos de los delegados se enteraría. En ese momento, Mavrikos llamó a una compañera del PAME y en griego parece que le pidió explicaciones. La compañera no sabía que estaba pasando. El caso es que Mavrikos no supo explicar la situación. Acto seguido se retiró a la sesión del Congreso.

El incidente fue presenciado por los delegados del FTE y un delegado colombiano. Volvimos a la sesión y seguimos con nuestras actividades “como si nada hubiera pasado”.

Pero la cosa no quedó allí. No obstante haber solicitado el uso de la palabra, desde el 30 de noviembre de 2010, en términos de las instrucciones escritas del propio Mavrikos y habiendo recibido la confirmación aprobatoria de Atenas, se nos negó la participación. Antes de empezar el Congreso se volvió a reiterar la solicitud y, al inicio de éste se llenaron las solicitudes que se circularon por los organizadores, volviendo a insistir dos veces más. Cuatro veces se solicitó formalmente la palabra y siempre nos fue negada. Nadie del FTE habló en el 16º Congreso.

Lo peor es el significado político de la actitud pedestre de Mavrikos. David es, tal vez, el trabajador más calificado afiliado a la FSM, con una trayectoria obrera de 43 años y autor de una alternativa obrera internacional. David ha estado con la FSM antes, durante y después del colapso del socialismo en Europa oriental, sobre todo, cuando muchos abandonaron, incluyendo a quienes oficialmente se decían “revolucionarios”.

En los momentos más difíciles para la FSM no supimos de Mavrikos. ¿Dónde estaba? Según Wikipedia y el Parlamento Griego, durante muchos años fue el director de la Asociación de Empleados del Sector Privado de Atenas. De 1993 a 1997 fue Secretario General de la Confederación General del Trabajo de Grecia (afiliada a la CIOSL, hoy CSI). De 1999 a 2008 estuvo al frente de PAME. Su organización se fundó el 3 de abril de 1999 y, en 2000, se afilió a la FSM.

En 2000, Mavrikos fue nombrado Vicepresidente de la FSM en el 14º Congreso de Nueva Delhi, India. De 2000 a 2005 fue el coordinador de la Oficina Regional Europea de la FSM. En el 15º Congreso de La Habana, Cuba (2005), fue electo Secretario General.

En las elecciones generales de Grecia de 2007 y 2009, fue electo diputado del Parlamento Griego, sin que los afiliados fueran informados. Allí, como en otras partes, el poder legislativo es parte del Estado. ¿Cómo se pueden atender las enormes responsabilidades de la FSM y, al mismo tiempo, las funciones estatales? ¿Dónde está la independencia de clase? Esa política socialdemócrata ya fue derrotada desde 1902 por ser ajena a la clase obrera.

La actitud del diputado es deplorable e indignante. Si a un secretario general afiliado, con quién no tiene punto de comparación en ningún aspecto ni técnico ni político ni cultural, lo trata a gritos e insultos y sin razón, esa es la expresión de una política degradada por desclasada.

Mavrikos se equivocó y su principal error es no leer lo qué proponen los afiliados. En el discurso, insiste en solicitar críticas y propuestas pero no las toma en cuenta. El “liderazgo” político de Mavrikos es “empírico” y con sus hechos muestra una práctica política antidemocrática.

El asunto no es personal sino político, y el hecho rebasa a la anécdota. El FTE de México NO tiene elevada jerarquía pero SÍ gran significación política. En tal virtud, Mavrikos le ha faltado el respeto a nuestra organización. Si el diputado tiene argumentos para rechazar nuestras propuestas que las presente para debatirlas. Más aún, como secretario general de la FSM está obligado a poner en conocimiento de sus representados las propuestas de los afiliados. Por lo menos, debiera ser respetuoso del trabajo de los demás. Sin embargo, con sus hechos, bloqueó nuestras propuestas, mismas que no aspiramos a que se aprueben, simplemente, deseamos que se conozcan y se analicen, para decidir colectivamente en su momento, previa discusión.

El FTE de México desaprueba los exabruptos del diputado. Esperaríamos de Mavrikos una disculpa formal a nuestra organización; y, ante todo, que informe y pongan a la discusión de los afiliados las propuestas presentadas.



Discusión con el diputado Mavrikos; ¡Somos afiliados, no somos sus empleados!





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