Volumen 11, Número 183, marzo 18 de 2011 |
DECLARACION FINAL, XVI
Foro de Energía, MEXICO
La reforma contra energética de 2008, que
modificó regresivamente diversas leyes secundarias en materia
eléctrica y petrolera, está siendo lesiva para la nación
mexicana.
En esa ocasión, se reformó a la Ley Reglamentaria
del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo y a la Ley
de Petróleos Mexicanos (Pemex). En ambas leyes se autoriza el
otorgamiento de todo tipo de contratos a los particulares, incluyendo la
exploración y producción de hidrocarburos. Con esas bases,
está en práctica un nuevo régimen de contratación en
Pemex para licitar próximamente 3 campos maduros en el sureste mexicano,
para continuar luego con el paleocanal de Chicontepec y, después, con las
aguas profundas del Golfo de México.
La pretensión oficial
es continuar con una extracción excesiva de petróleo crudo para
destinarlo en su mayor parte a la exportación, al tiempo que se importan
cuantiosos volúmenes de gasolinas a un ritmo creciente.
En materia
eléctrica, la Comisión Reguladora de Energía (CRE)
continúa otorgando permisos privados de generación
eléctrica. A la fecha, casi el 50 por ciento de la generación
eléctrica total a nivel nacional ya es privada. Esla
desnacionalización de la industria eléctrica. De manera especial,
está creciendo la intervención del capital nacional y extranjero
en el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía,
comprometiendo seriamente los recursos naturales del viento, la tierra y el
agua.
Al 31 de diciembre de 2010, la CRE había mantenía
vigentes a 685 permisos privados de generación eléctrica en las
diversas modalidades. Se trata de una capacidad de generación privada de
175, 044 gigawatts-hora (GWh), de los cuales, 101224 GWh corresponden a la
modalidad de Producción Independiente de Energía, con 28 proyectos
de potencia a cargo de las transnacionales.
En el 73 aniversario de la
Expropiación Petrolera, el gobierno federal ha puesto en marcha un
proceso de Expropiación Energética Extranjera. En este marco, no
solamente está hipotecando las reservas de hidrocarburos en operaciones
fraudulentas en “paraísos fiscales”; se está
comprometiendo el futuro energético de la
nación.
México posee importantes recursos naturales
energéticos que deben aprovecharse racionalmente para satisfacer las
necesidades nacionales. Reiteramos que la política energética
oficial es contraria al interés general de los mexicanos. Proponemos una
Política Energética Independiente que implica la
re-nacionalización de la energía, el agua y demás recursos
naturales.
La política energética de los trabajadores se
ubica en las condiciones del contexto geopolítico y en interés de
clase de los pueblos y naciones. El imperialismo insiste en apoderarse de los
recursos energéticos dónde estén y como sea, sin detenerse
en la ilegalidad o la guerra de agresión.
Pero la crisis
energética capitalista atenta contra la humanidad. Consternados
observamos con atención los eventos ocurridos en Japón, con motivo
del reciente tsunami que ha desembocado en la emergencia nuclear que tiene en
alerta y en tensión al mundo.
De acuerdo a la información
disponible, cuatro reactores nucleares de potencia, ubicados en la central
Fukushima-Daiichi, están averiados como consecuencia de las fallas
múltiple de los sistemas de emergencia. Está evolucionado un
accidente nuclear que podría ser severo. Se trata de un accidente por
pérdida de refrigerante. Esto implica que fallaron los sistemas de
emergencia para el enfriamiento del núcleo de los reactores, al parecer
por fallas en la generación remota de energía
eléctrica.
La pérdida de refrigerante en estos reactores,
del tipo agua hirviente, podría llevar a una elevación de
temperatura tal que, llegado a cierto límite, podría fundir al
núcleo del reactor, liberando parte del inventario de material radiativo
a la atmósfera. La situación se complica porque ya en estos
momentos, debido a una explosión de vapor, se ha afectado al edificio de
uno de los reactores, que constituye el contenedor secundario.
La
situación se complica porque en el sitio, dentro del edificio del
reactor, se encuentran piscinas que almacenan temporalmente al combustible
irradiado o gastado. Al faltar el enfriamiento, ese inventario radiativo de alto
nivel, constituido por varios núcleos equivalentes que han sido
reemplazados a lo largo de más de varios años, también
podría ser afectado.
Las centrales nucleares de potencia basan su
filosofía de seguridad en un conjunto de sistemas redundantes y barreras
múltiples que ahora no ha funcionado adecuadamente. Los trabajadores de
las centrales nucleoeléctricas son las primeras víctimas pero
también la población y el medio ambiente.
Las medidas
tomadas por el gobierno japonés y la Agencia Internacional de
Energía Atómica han sido deficientes en la información a la
comunidad nacional e internacional, y en las acciones para evitar una posible
catástrofe. Lamentamos que se privilegie el interés de las
empresas privadas y gobiernos locales.
La utilización de la
energía nuclear implica riesgos no solo tecnológicos sino contra
la salud humana. Las radiaciones nucleares son ionizantes y, al interaccionar
con la materia viva, ocasiona efectos biológicos dañinos, los
cuales pueden afectar a las actuales y/o próximas generaciones,
comprometiendo el patrimonio genético de la humanidad.
Como ha
ocurrido en otras ocasiones, la población local y mundial no han sido
debidamente informadas por los responsables nucleares. Respecto a los
trabajadores que atienden la emergencia, reconocemos su extraordinaria labor,
realizada en condiciones infames pues, varios de ellos son trabajadores
subcontratados, cuyas condiciones laborales son precarias. Condenamos a los
gobiernos y empresas privadas que, con base en la codicia, para obtener
ganancias fáciles, rápidas y exageradas someten a los trabajadores
en acciones suicidas para atender la emergencia.
La serie de eventos de
accidentes graves en las centrales nucleares japonesas revela la brutalidad de
la lucha de clases, en un sector de alta concentración de capital, mismo
que no se detiene al atentar contra la humanidad misma y su
sobrevivencia.
Llamamos a los trabajadores de la energía del mundo
a intervenir organizada, crítica y activamente en la definición y
concreción de una Política Energética Independiente
orientada a la satisfacción de las necesidades humanas y al
aprovechamiento racional de los recursos naturales, bajo el control obrero de
los procesos de trabajo desde el interior de nuestro movimiento.
Llamamos
a la comunidad internacional a considerar seriamente la cancelación de
todos los proyectos nucleares de potencia militares y/o civiles. No es necesario
que ocurra la catástrofe para tomar decisiones.
En México y
en el mundo, la solidaridad internacional tiene expresiones concretas, sobre
todo ente una emergencia que podía ocasionar daños irreversibles a
la vida, la salud y bienestar de amplios sectores de la población. Por
encima de los intereses gremiales, los trabajadores mexicanos de la
energía, enfatizamos los intereses de clase.
En materia
energética, la geopolítica de los pueblos y naciones plantea la
necesidad de un nuevo modelo económico, político y social. La
crisis energética capitalista no tiene salida. Hay que impedir la
barbarie del imperialismo. La clase obrera tiene fe en el futuro y
vencerá.
¡Trabajadores
y pueblos del mundo, Uníos!
Frente de
Trabajadores de la
Energía, de
México
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