Volumen 11, Número 177, enero 15 de 2011 |
18. El agua y los trabajadores
RESUMEN:
El agua, como recurso natural, está gravemente amenazada en el mundo. El
manejo de este recurso es fundamental, se trata del energético vital. Las
privatizaciones del agua, su mercantilización e irracional uso, deben
impedirse y revertirse. El agua implica un derecho
social.
1. Introducción
El 35 % de la población vive en
precarias condiciones de abasto de agua y de saneamiento, y se prevé que
para 2025 esta cifra se duplicará.
El 40 % del agua disponible se
concentra en seis países, mientras otros que ocupan 40 % de la superficie
terrestre sólo disponen de 2 % del total del
agua.
Fenómenos como la desertización, la
salinización, las pérdidas de suelo y de la biodiversidad animal y
vegetal, la sequía, el aumento de la temperatura, la inseguridad
alimentaria, la pobreza, las enfermedades y la muerte, entre otros, están
asociados a la falta cuantitativa y cualitativa de agua.
2. Desarrollo
La información acerca del agua es pobre y las estadísticas son
inciertas. Según el Reporte 3 sobre el Desarrollo Mundial del Agua
(WWDR-3 2009), de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el uso
mundial del agua se estima en 40,000 kilómetros cúbicos
(km3) al año. Otros 6,400 km3 de agua de lluvia se
utilizan en la agricultura. Se estima que 70,000 km3 de agua se
evaporan de los bosques, vegetación natural y humedales. La
evaporación a partir de actividades humanas se estima en 200
km3.
Los 10 mayores usuarios de agua (en volumen) son India,
China, Estados Unidos, Pakistán, Japón, Tailandia, Indonesia,
Bangladesh, México y Rusia. El nivel de uso del agua va de 646
km3 por año en India, a menos de 30 millones de metros
cúbicos en algunas regiones de Africa.
El agua retirada por
persona va de 20 m3 en Uganda a más de 5,000 m3 en
Turkmenistán, con un promedio mundial de 600 m3. Por sectores,
el mayor consumo de agua es en la agricultura, la industria y el consumo
doméstico. La agricultura de irrigación representa más del
70% del agua retirada, la industria (incluyendo la energía) el 20% y el
consumo de uso doméstico el 10%. El uso del agua para la
generación hidroeléctrica y el enfriamiento térmico
están en ascenso.
En 2000, los recursos renovables de agua se
estimaban en 43,659 km3/año, siendo el total de agua retirada
de 3,829 km3/año. El 20.5% de los recursos renovables
extraídos correspondió a Asia y el 14% y el 8.4% a
Norteamérica.
Casi 4,000 km3 del agua para la
irrigación, usos domésticos, industria y energía se
obtienen de fuentes renovables, tanto superficiales (73.4%) como
subterráneas (18.3%). Menos del 1% procede de acuíferos no
renovables. Casi 20% del agua total es de fuentes
subterráneas.
Para su uso como agua potable, el 48.2% proviene de
aguas superficiales y el 45.67% de aguas subterráneas. En el caso de la
agricultura el 71% procede de aguas superficiales y, en la industria y
energía, el 87.3%.
Datos de la ONU indican que en 2006, el 54% de
la población mundial tenía agua entubada en sus viviendas y el
13.6% (884 millones) tenían fuentes de agua improvisadas. Asimismo, 2,400
millones de personas carecían de saneamiento con el aumento de problemas
de contaminación del agua por arsénico y fluor.
Desde los
1990s, los servicios de agua y saneamiento han sido parte de severos procesos de
privatización. Esto ha implicado la formación de miles de empresas
privadas, filiales de transnacionales.
En los últimos 50
años la extracción de agua se ha triplicado por la demanda de
alimentos. La agricultura representa más del 70% del agua fresca
extraída de ríos, lagos y acuíferos.
La
producción de bioetanol o biodiesel, afecta a la agricultura.
Actualmente, el 10% del suministro total proviene de la biomasa tradicional
(madera, estiércol, residuos de cosechas). En la bioenergía
“moderna”, dos tercios se producen a partir de vegetales y residuos
orgánicos. La producción de bioetanol a partir de la caña
de azúcar, maíz, remolacha y sorgo se ha triplicado entre 2000 y
2007.
Brasil (caña de azúcar) y los Estados Unidos
(maíz) proporcionan el 77% del total mundial. La producción de
biodiesel derivada de girasoles, frijol, palma de aceite, cocos o jatrofa se ha
incrementado, produciendo la Unión Europea el 67%.
En 2007, el 23%
de la producción de maíz en los Estados Unidos y el 54% de la
cosecha de caña de azúcar en Brasil, se utilizó para
producir bioetanol. En la Unión Europea el 47% del aceite vegetal fue
usado en la producción de biodiesel. Se proyecta incrementar la
producción de etanol en Estados Unidos, Brasil, Unión Europea y
China.
Sin embargo, el potencial mundial de producción de
agrocombustibles está limitado por la disponibilidad de tierras y agua.
El impacto en las fuentes de agua fresca es mayor en la agricultura de
irrigación. El agua de irrigación destinada a la producción
de biodiesel representa un promedio de 2,500 litros de agua (en algunos lugares
hasta 3,500 litros) para producir 1 (uno) litro de biocombustible
líquido, la misma cantidad para producir, diariamente, los alimentos de
una persona.
El agua y la producción de energía
están ligadas. La producción de energía requiere agua para
el enfriamiento térmoeléctrico (convencional y nuclear),
generación hidroeléctrica, minería y producción de
combustibles.
La hidroelectricidad proporciona el 20% de la electricidad
mundial, con grandes instalaciones en Noruega, Suecia, Suiza, Estados Unidos,
Australia y Nueva Zelanda.
3. Conclusiones
El volumen de agua disponible es menos de 50 % del
que existía hace cien años. La crisis se duplicará en 2025
por la creciente demanda de agua por la agricultura, la industria y el consumo
humano, el uso dispendioso del agua y con baja eficiencia, y el incremento
sostenido de la contaminación.
En los países del Sur esa
crisis es hoy responsable de 80 % de las enfermedades, 70% de las consultas
médicas, 65 % de los internamientos en los hospitales, la muerte de un
niño cada diez segundos y de diez millones de personas cada año
(la mitad con menos de 18 años de edad).
PROPUESTAS
El FTE de México presenta al 16º Congreso Sindical Mundial las
siguientes propuestas:
- La FSM llama a los trabajadores del mundo a luchar por la defensa de
todas las fuentes de agua. El agua es un derecho social de la
humanidad.
- La FSM llama a luchar contra las privatizaciones del agua,
así como la producción de agrocombustibles.
Frente de Trabajadores de la Energía,
de México
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