Volumen 11, Número 177, enero 15 de 2011 |
14. Lucha obrera contra privatizaciones
RESUMEN:
Las privatizaciones representan la transferencia de bienes y funciones del
sector público al privado. Abarca actividades como la venta de empresas
bajo control del Estado y la contratación de servicios públicos
con contratistas. Las privatizaciones no producen crecimiento económico
pero sí aumentan la explotación obrera y el encarecimiento de los
servicios a la
población.
1. Introducción
El proceso de privatizaciones a escala mundial
es la tendencia política que reduce la intervención del Estado en
las economías nacionales, mediante el traspaso de empresas e industrias
bajo control estatal al sector privado. La idea de privatización, para
algunos autores, es la de devolver al sector privado las industrias,
actividades, empresas y servicios que fueron en su tiempo expropiados,
intervenidos y/o nacionalizados.
Las privatizaciones tienen dos
consecuencias principales que afectan directamente el producto nacional: 1-
transfieren activos financieros del sector privado al sector público; y
2- transfieren la propiedad de las empresas del sector público al sector
privado.
En la coyuntura actual, el proceso de
privatizaciones adquiere nuevas connotaciones, derivadas de los cambios en los
mecanismos de comercio internacional y la caída del socialismo en Europa
oriental, que ha llevado a una economía capitalista de libre
mercado.
Los procesos de privatizaciones que se dan en la mayoría
de las regiones, subregiones y países del mundo contemporáneo,
obedecen a una supuesta intencionalidad de hacer más racional la
acción de los gobiernos y más eficaz el funcionamiento de los
mecanismos de los Estados.
En este contexto, en muchos países,
están en marcha procesos de venta y desincorporación de empresas
públicas, así como la decisión de entregar funciones
controladas por el Estado. Esto reduce la actividad estatal en la
producción de bienes y servicios, en particular, de las empresas
industriales públicas.
2. Privatizar para aumentar la acumulación de capital y la explotación obrera
Las privatizaciones tienen una intencionalidad de dominación y mantenimiento
de las formas de dependencia sobre la base de un nuevo modelo de
acumulación, en el cual tiene mayor participación el capital
privado, nacional y extranjero (transnacional). El Fondo Monetario Internacional
(FMI), el Banco Mundial (BM), y la Banca internacional recomiendan y defienden
este enfoque.
Las privatizaciones de entidades paraestatales, y la
entrega al capital de actividades económicas no prioritarias,
prioritarias e, incluso, estratégicas, responden a un comportamiento
inducido desde los centros financieros internacionales. La tendencia está
dirigida a la reducción del sector público para fortalecer al
capital de grupos nacionales y de de empresas transnacionales.
Las
privatizaciones tienen un transfondo político e ideológico,
relacionado con la supuesta racionalidad en el uso de los recursos productivos y
con la supuesta eficacia política y la eficiencia en el manejo de las
unidades económicas, así como de su comportamiento en los mercados
donde concurren las empresas, complejos industriales, holdings, monopolios y
oligopolios que conforman el sector privado.
El proceso de
privatización es político y económico e incluye actividades
estratégicas, como los hidrocarburos, energía eléctrica, el
agua, los mares, las telecomunicaciones y el espectro radioeléctrico de
las naciones. También a otros sectores como la aviación, puertos y
aeropuertos, la minería, metalurgia y siderurgia, la banca y finanzas, y
todos los recursos naturales. El propósito es cubrir todo, incluyendo la
educación, la salud y seguridad social, y la cultura.
Las
privatizaciones implican la transferencia de propiedad y funciones mediante la
desincorporación, liberalización, desregulación,
contratación o subcontratación y redimensionamiento del sector
estatal de la economía, hasta la desnacionalización de los
sectores estratégicos.
Estos mecanismos, generalmente, son
precedidos por la privatización pasiva, que tiene dos manifestaciones: 1-
el debilitamiento paulatino de los servicios y organismos, 2- la
transición gradual, transferencia de funciones y propiedad al sector
privado.
En la discusión, empresas transnacionales y Estados
argumentan dogmáticamente supuestos beneficios. Entre otros, hablan del
aumento en la calidad de las mercancías y servicios disponibles,
reducciones en el déficit fiscal de los gobiernos, empleos y salarios
más altos, así como reducción de precios y
tarifas.
Se trata de falsedades. Las privatizaciones no producen
crecimiento económico en ninguna parte, trasladan sus ganancias a sus
matrices, crean poco empleo en condiciones precarias, sin estabilidad ni
seguridad social, y no reinvierten en los países donde se establecen.
Por el contrario, las transnacionales y sus filiales se apoderan de la
propiedad nacional, incluyendo el territorio, el agua y otros recursos
naturales, contaminan el ambiente, deterioran la salud, despojan a poblaciones
enteras, aumentan las tarifas de los servicios públicos y su
accesibilidad convirtiéndolos en mercancías, y deciden sobre la
economía y la política de las naciones, sin detenerse en el
crimen.
3. Conclusiones
Las privatizaciones son la piedra de toque del
neoliberalismo, intensificadas con la caída del socialismo europeo. No es
solamente la “retirada del Estado” sino la apropiación
privada del capital de los medios fundamentales y estratégicos de la
producción, cuya propiedad es de las naciones vivientes, no de los
gobiernos ni de los Estados.
Con la acumulación furtiva del
capital los Estados quedan sometidos a las corporaciones transnacionales. No es
solamente el problema de los empleos y los salarios. Las privatizaciones
implican la pérdida de derechos laborales y sociales pero, además,
la afectación, despojo y explotación de naciones enteras,
sometiéndolas a la dependencia y sumisión de las metrópolis
imperialistas.
PROPUESTAS
El
FTE de México presenta al 16º Congreso Sindical Mundial las
siguientes propuestas:
- La FSM llama a los trabajadores del mundo a luchar contra las
privatizaciones, en todos los sectores estratégicos de la
producción y los servicios, promoviendo procesos de
nacionalización y re-nacionalización.
- La FSM llama a los
trabajadores a ser partícipes de la lucha por la integración de
los procesos de trabajo fundamentales, así como el ejercicio del control
obrero de la producción.
Frente de Trabajadores de la Energía,
de México
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