Volumen 11, Número 177, enero 15 de 2011 |
12. La educación de los trabajadores
RESUMEN:
La educación es una de las actividades humanas más importantes. En
el capitalismo el derecho social tiende a convertir en negocio, desvirtuando a
la enseñanza y el aprendizaje. Para los trabajadores, la educación
incluye la capacitación, el entrenamiento y la
especialización.
1. Introducción
Toda persona tiene derecho a la
educación y ésta no es cuestión de edad, sexo o
religión. Todos los trabajadores tenemos derecho a aprender a leer y
escribir, comprensivamente, y acceder a la cultura escrita en general. El
derecho a la educación debe abarcar y realzar todos los ámbitos de
aprendizaje que son necesarios en la vida de las personas.
El derecho a
la educación incluye el derecho a la información, la
comunicación y el conocimiento, y la posibilidad de acceder y aprovechar
los diversos medios y tecnologías disponibles, tanto tradicionales como
modernos.
La educación no es solamente escolar o formal, el
aprendizaje se confunde con el rendimiento escolar y las calificaciones. La
prueba y la calificación miden información más que
aprendizaje, memoria más que comprensión. Aprendizaje implica
comprensión activa del conocimiento y es eminentemente activo.
El
capitalismo considera a la educación como un negocio y no como un derecho
social. Los Estados orientan las políticas al respecto en términos
patronales definidos por los organismos internacionales del imperialismo. La
evaluación está alejada del nivel formativo para ubicarse solo
como la emisión de juicios con un claro sentido punitivo e, incluso,
corrupto. La medición trastoca el derecho para todos, incluso, de los
propios trabajadores docentes. Por supuesto, en ningún momento son
sujetos de evaluación ni el Estado, empresarios, ni sus instancias
burocráticas.
La educación capitalista exacerba la
competencia y el individualismo, ahogando las tendencias colectivas y
convirtiendo a los estudiantes en masas amorfas, intimidadas y acríticas.
Para los maestros, es un mecanismo para escamotearles sus derechos laborales y
sociales, mediante la flexibilización y el empleo
temporal.
2. Educación crítica y activa
Se estima que más de 850 millones
de jóvenes y adultos en el mundo, no saben leer ni escribir, y en
cuestión de género las dos terceras partes son mujeres. La
tristeza es más grande cuando se divulgan cifras que informan que existen
aproximadamente 120 millones de niños sin oportunidad escolar
básica y que, de igual forma, las dos terceras partes son niñas.
En México hay 5.9 millones de mexicanos que no saben leer ni
escribir.
El aumento de la competencia a partir de la liberación
normativa y comercial entre países y sectores productivos ha originado
una rebaja sustancial de los derechos de los trabajadores, subsumidos ahora en
una lógica global cuyo objetivo básico es la acumulación
intensiva de capital, sin tomar en consideración el deterioro ambiental y
el incremento de la pobreza y desempleo.
La automatización
modifica sustancialmente los requisitos para el desempeño laboral. La
elevación del nivel de complejidad de las actividades genera la
creación de puestos de trabajo que requieren más
capacitación para realizar operaciones de nuevo tipo con las nuevas
tecnologías. Al mismo tiempo, tienden a disminuir tanto los puestos de
trabajo no calificados y semi calificados, como aquellos que tradicionalmente se
calificaban a través de la experiencia laboral.
Los procesos
tecnológicos tienden a generar una demanda de mano de obra altamente
calificada.
Las nuevas formas de organización del trabajo avanzan
hacia una mayor versatilidad de las tareas específicas, hacia la
desaparición de los puestos de trabajo fijos y de las ocupaciones
estables ligadas a una serie de tareas permanentes. Es cada vez más
frecuente la rotación permanente de trabajadores por diferentes puestos
de trabajo.
De esta manera se abre la posibilidad de integración
en un solo trabajador, de un amplio espectro de tareas en conexión con
contenidos heterogéneos. Las características básicas del
nuevo tipo de formación deben ser, entonces, la polivalencia,
polifuncionalidad y flexibilidad. Eso conduce a la pérdida de derechos o,
al menos, a su reducción incrementando la competencia entre los propios
trabajadores.
En la lucha de clases la educación no es todo pero
es muy importante para el desarrollo humano y la conciencia. No basta saber
ejecutar las actividades propias de los procesos de trabajo, que el capital
tiende a fragmentar, sino comprender la epistemología del trabajo mismo,
con una visión integral.
Al interior de los centros de trabajo es
donde se potencian las posibilidades para que los trabajadores ejerzan el saber
obrero, asumiendo una dualidad, no solamente como asalariados sino como
productores. La lucha en el espacio del saber es parte fundamental de la lucha
de clases.
3. Conclusiones
La educación no es tal sin salud,
alimentación y nutrición. Se necesitan condiciones sociales
apropiadas. En la perspectiva de la transformación social, la
educación integral de los trabajadores es necesaria, desde el nivel
básico hasta el universitario.
Esta lucha implica la
educación de los actuales trabajadores y de las nuevas generaciones. No
se trata únicamente de disponer de mano de obra calificada, sino de
hombres y mujeres con una visión de conjunto del mundo, sus ideas y
problemas de todo tipo.
Para los trabajadores, la educación debe
mirarse como parte del desarrollo cultural, orientado con una componente de
clase a partir del conocimiento acumulado de la
humanidad.
PROPUESTAS
EL
FTE de México presenta al 16º Congreso Sindical Mundial las
siguientes propuestas:
- La FSM reivindica el derecho universal a la educación
crítica y activa, pública y gratuita, para todos los hombres y
mujeres sin distinción.
- La FSM llama a los trabajadores a combatir el analfabetismo, la
privatización de la educación, el dogmatismo y la
parcelación del conocimiento.
- La FSM llama a los trabajadores de la educación a luchar
organizadamente por una política educativa para la libertad, lo que
incluye derechos laborales y sociales dignos.
- La FSM llama a los
trabajadores a promover la capacitación, entrenamiento y
especialización, en el marco de la lucha en el espacio del saber
obrero.
Frente de Trabajadores de la Energía,
de México
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