Volumen 11, Número 177, enero 15 de 2011 |
10. La juventud trabajadora
RESUMEN:
El capitalismo no tiene política para la juventud ni puede dar
respuestas, ni siquiera tiene definido el concepto de juventud, y menos las
responsabilidades sociales hacia ésta. Es preciso, redefinir las tareas
políticas para enfrentar el problema en sus múltiples
vertientes.
1. Introducción
No se puede abordar el problema de la juventud
sin considerar el conjunto de relaciones sociales. ¿Qué significa
ser joven? Una transición al trabajo, se dice, implicando al mercado
laboral, fuente de discriminación social, segmentación y
jerarquización de la fuerza de trabajo.
La diversidad
empírica del hecho de trabajar lleva a una pérdida de la
significación precisa para la identidad de los propios trabajadores,
incluso, para su comportamiento social y político.
No obstante el
descenso en la absorción del mercado de trabajo y el creciente aumento
del desempleo, el trabajo sigue jugando un papel decisivo para las personas y
sociedades, y sigue actuando como categoría central, estructurando y
determinando las experiencias vitales más
esenciales.
2. Encanto y desencanto juvenil
Las estadísticas son imprecisas. Para
algunos, en 2005, el número de jóvenes de 10 a 24 años en
el mundo era de 1,773 millones, esto es, el 27% de la población total de
habitantes. De la población económicamente activa, de 15 a 19
años a nivel mundial, el 37% eran mujeres y el 49% correspondía a
hombres.
Según el World Youth Report, en 2007 había 1,200
millones de jóvenes entre 15 y 24 años, que era el 18% de la
población mundial, y constituían el 25% en edad laboral.
El
mercado laboral está formado por trabajadores centrales, aquellos que
tienen puestos fijos y relativamente estables; trabajadores periféricos,
ubicados en actividades secundarias, temporales y mal pagadas, principalmente
mujeres; y, trabajadores externos al servicios de empresas contratistas, sujetos
a condiciones laborales precarias.
Como los demás trabajadores,
los jóvenes enfrentan reducción en las condiciones de trabajo y de
salud laboral, empleo y salarios. El cambio tecnológico empuja al
desempleo, la flexibilización y precarización laboral. Ante la
carencia de empleo estable y seguro, la juventud ingresa al llamado sector
informal, pasando allí largas jornadas, ganando poco y sin
protección social, o al desempleo abierto.
Según el
informe, “Tendencias mundiales de empleo juvenil”, el desempleo
juvenil alrededor del mundo se situaba, en 2009, en 81 millones de
jóvenes. Esa cifra representa un aumento de 7.8 millones de personas, es
decir, casi 10%, respecto a lo registrado a fines de 2007. En términos
porcentuales, el desempleo juvenil mundial pasó de 11.9% a 13% durante
ese período, incremento al que el informe califica de “más
agudo que nunca”. Tan solo en 2009 el número de jóvenes sin
empleo alrededor del globo tuvo un aumento de 6.6 millones.
Para muchos
jóvenes, incluso universitarios, la migración es un escape que los
lleva a enfrentar peores situaciones, por la discriminación y la
violencia.
Además del desempleo, la prostitución infantil
y juvenil, el tráfico de jóvenes y niños, y las drogas, se
han vuelto una calamidad para la juventud.
Esto lleva a la pérdida
de identidad social: violencia juvenil, estrés adolescente, que afecta
las actitudes, valores y participación política. El panorama
también es serio en este sector de la población en materia de
educación y salud, ya que 130 millones de jóvenes son analfabetos,
y otros 10 millones han sido afectados por el SIDA.
La pobreza es el
principal problema. En el Informe Mundial de la Juventud 2005: Jóvenes de
hoy y en 2015, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), casi la
mitad de la población joven del mundo vive en la pobreza y 130 millones
son analfabetos. En 2009, la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)
reveló que unos 200 millones, 18% de toda la población de
15 a 24 años, vive con menos de 1 dólar al día y 515
millones con menos de 2 diariamente.
Según la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), más de 240 millones de niños de
todo el mundo trabajan y de ellos 170 millones lo hacen en condiciones de
explotación laboral despiadada.
En México, 7.5 millones de
jóvenes de entre 12 y 29 años no estudian ni trabajan. De acuerdo
con el reporte anual 2010 sobre la infancia, de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa
el primer lugar en violencia física, abuso sexual y homicidios de menores
de 14 años entre los países del organismo. De 2006 a 2008 se
registraron en el país 23 mil homicidios de niños y niñas
de cero a 17 años de
edad.
3. Conclusiones
Parte de la juventud del mundo vive en la
marginación, en un ámbito de subcultura, y con una gran
vulnerabilidad. El capitalismo y sus gobiernos no tienen política para la
juventud. Los estudios sociológicos son muy pocos. Hay descontrol en los
Estados con visiones burocráticas limitadas.
La
restructuración del trabajo tradicional, con jornada y horario, ascensos
y salarios fijos está cambiando desfavorablemente. Simplemente, no hay
trabajo para todos.
Hay visiones malthusianas que atribuyen los problemas
a la presión demográfica y concluyen justificando al darwinismo
laboral, según el cual, el trabajo es para los más aptos. Pero el
capitalismo no está en condiciones de garantizar empleo a los
jóvenes. ¿Eso implicaría que ya no necesita del trabajo
asalariado? O, ¿hay que trabajar menos para trabajar todos?
Una
alternativa es reducir la jornada normal de trabajo y el trabajo nocturno,
así como establecer la jornada de trabajo juvenil para que los
jóvenes combinen el trabajo y el estudio. Lo más importante es
redistribuir el trabajo y la riqueza social. Esto plantea la
reorganización social del trabajo, para tener empleo y más tiempo
libre.
PROPUESTAS
El FTE de México presenta al 16º Congreso Sindical Mundial las
siguientes propuestas:
- Para la FSM la juventud implica un conjunto de relaciones psicosociales
necesarias para la transformación del mundo asalariado. En la presente
época, el capitalismo degrada la vida y margina a la
juventud.
- La FSM llama a la juventud trabajadora a
incorporarse a la lucha obrera y crear organizaciones, nacionales e
internacionales, unificadas y en movilización.
Frente de Trabajadores de la Energía,
de México
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