Volumen 11, Número 177, enero 15 de 2011 |
9. Los trabajadores migrantes
RESUMEN:
En defensa de sus derechos laborales, sociales y políticos, los
trabajadores migrantes no son invisibles ni inexistentes. Con una tasa creciente
de la migración mundial, tienen derecho a la vida y al reconocimiento
internacional de sus
derechos.
1. Introducción
La migración ocurre en todo el mundo
por razones económicas, sociales y políticas. La migración
forzada forma parte del movimiento de la fuerza de trabajo. Este fenómeno
de desplazamiento ocurre, principalmente, por la necesidad de vender la fuerza
de trabajo, generalmente, a cambio de condiciones mínimas de
sobrevivencia.
Los migrantes son el grupo que en general padece
más la intolerancia por razones de idioma, acceso al sistema de justicia,
a la educación, y a la integración política y cultural de
los países a donde emigran.
Laboralmente, los trabajadores
migrantes participan en varios sectores de la producción, el comercio y
los servicios, generalmente mediante el trabajo poco calificado y mal pagado, en
ocasiones precario, especialmente entre los trabajadores agrícolas y los
grupos étnicos. Sin embargo, la expulsión migratoria se ha
intensificado y diversificado, incluye cada vez más a jóvenes con
estudios universitarios, mujeres e incluso niños. La migración es,
además, multicultural y multiétnica.
Muchos migrantes
carecen de documentos y son reprimidos constantemente por los gobiernos y
Estados. Una característica común es la falta de derechos
laborales, sindicales y políticos. La migración es sinónimo
de discriminación y explotación. No obstante, hay lucha en
condiciones tan
difíciles.
2. El fenómeno de la migración y la respuesta de los migrantes
2.1
Migración en aumento
La Organización Internacional
para las Migraciones considera que el número de migrantes internacionales
va en aumento y, en estos momentos, sería de 214 millones de personas, es
decir, el 3.1% de la población mundial, siendo mujeres el 49%.
Seis de cada 10 residen en naciones desarrolladas y casi todos salen de
países pobres y atrasados. El mayor flujo humano del globo tiene como
punto de partida algún lugar de América Latina y El Caribe y el
objetivo final es llegar a Estados Unidos, en tanto que el segundo ocurre desde
África hacia Europa. El común denominador en todos los casos es un
intento de escapar a la miseria y la exclusión en su lugar de
origen.
Las remesas enviadas por los migrantes en 2009 ascendieron a 414
millones de dólares. Hay, también, 27.1 millones de desplazados
internos en el mundo y 15.2 millones de refugiados.
El capital y las
políticas seguidas por los Estados neoliberales son expulsores de
personas. El Banco Mundial estima que, durante 2011, México será
el país con mayor emigración del mundo con 11.9 millones (el 10.7%
de la población mexicana total), de los cuales 11.6 millones tienen como
destino a los Estados Unidos; seguido de India con 11.4 millones, Rusia con 11.1
millones y China con 8.3
millones.
2.2 Derechos de los
migrantes
En su tránsito hacia el norte, miles de migrantes
enfrentan secuestros, extorsiones y hasta la muerte. Bandas criminales de
tráfico y contrabando someten con violencia a hombres, mujeres y
niños, reclutándolos en zonas de extrema pobreza. Al mismo tiempo,
los migrantes enfrentan a la policía y soldados en los Estados receptores
que también los expulsan y reprimen.
En tan difíciles
condiciones, los trabajadores migrantes llevan consigo sus raíces
culturales. A través de la organización social comunitaria, clubes
y redes se crean soportes emocionales y solidarios entre los migrantes, que no
solamente son indocumentados sino criminalizados por esa condición. Esas
formas de organización son garantía para la subsistencia fuera de
sus lugares de origen pero también para la defensa de sus
derechos.
En plena crisis, los migrantes también son
partícipes de la lucha de clases. En 2006, en Estados Unidos, los
migrantes latinos declararon la huelga el 1º de mayo, rescatando la
emblemática fecha de lucha proletaria.
Millones de migrantes en
más de cien ciudades norteamericanas pusieron de pie un gran potencial,
revelando al mundo que la lucha de clases está presente en las mismas
entrañas del monstruo. En Europa, el descontento y protesta de los
migrantes también ha salido a la luz pública.
Con enormes
problemas organizativos y políticos, carentes en su mayoría de los
derechos sociales fundamentales, los trabajadores migrantes constituyen un
sector de la clase obrera que forma parte de los desafíos
contemporáneos.
El movimiento de los migrantes trasciende la
identidad nacional, concita la unidad de los sectores marginados y el
surgimiento de una lucha social que debe ser
apoyada.
3. Conclusiones
Las políticas públicas y tratados
internacionales sobre la migración son formas no excluyentes. Pero lo
fundamental es la organización social y la lucha. De otra manera los
derechos no se conquistan ni se respetan por ningún Estado. Menos
aún, cuando los gobiernos prefieren combatir a la migración,
mediante muros fronterizos militarizados y la complacencia con el tráfico
de personas.
El primer derecho de los migrantes es el derecho a la vida
expresado en el trabajo, la salud, educación, vivienda y seguridad
social, sin discriminación, ni xenofobia, ni servidumbre ni
criminalización. Es decir, el derecho a la dignidad humana de los
migrantes y sus familias, los derechos laborales internacionalmente reconocidos
y los derechos para la población exiliada y
refugiada.
PROPUESTA
El FTE de México presenta al 16º Congreso Sindical Mundial la siguiente
propuesta:
- La FSM llama a sus afiliados a luchar por los derechos
sindicales, sociales y políticos de los trabajadores migrantes del mundo,
apoyando solidariamente sus protestas y huelgas, en lucha por la dignidad
humana.
Frente de Trabajadores de la Energía,
de México
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