Plantas Privadas + Aumento de Tarifas = Privatización
El fantasma de ENRON tras la
reducción del subsidio eléctrico. La decisión del Gobierno Federal de
reducir el subsidio a las tarifas eléctricas es en realidad un intento
para aumentar el presupuesto de egresos por encima del autorizado por el
legislativo, toda vez que incentiva a los inversionistas. Cuatro las seis
plantas inauguradas recientemente se benefician de la compactación de
rangos realizada por Hacienda y que afecta únicamente los precios de la
tarifa doméstica, no su subsidio, con graves implicaciones para las
variantes estacionales de ésta, y el consabido efecto inflacionario. Los
aumentos continuarán, porque es la estrategia diseñada por
transnacionales como la tristemente célebre ENRON, para lograr la
privatización total de la industria eléctrica nacionalizada de
México.
La decisión del Gobierno
Federal de reducir el subsidio a las tarifas eléctricas del sector
residencial “para los hogares con consumos mensuales mayores a 125
kWh”, medida que afectará “únicamente al 30% de la
población” es, en realidad, un aumento de precios en
beneficio de los productores privados de energía
eléctrica.
El anuncio, hecho por los secretarios de Hacienda y de
Energía, Francisco Gil y Ernesto Martens, sostiene que “... con
la disminución a las subvenciones, el fisco se ahorrará diez mil
millones de pesos en el presente año, los cuales se invertirán
para dar al público un servicio más eficiente.” Si esto
es así, implica que los servicios de los grandes consumidores no
mejorarán, dado que continuarán subsidiados, lo cuál no es
cierto. La verdad es que ni siquiera hay forma de garantizar que el dinero
recaudado por el recorte será destinado a financiar al sector
eléctrico.
La maniobra consiste más bien en canalizar la
inconformidad de la ciudadanía -afectada ya por las medidas fiscales
adoptadas en diciembre pasado-en una mayor tolerancia a la apertura del
sector eléctrico. Al mismo tiempo, esta disposición es congruente
con la estrategia de inducir en los consumidores a la idea de que se
otorgan enormes subsidios en energía eléctrica y que estos
son obstáculo para la eficiencia.
Por supuesto que esto no es
más que un aumento disimulado de tarifas eléctricas cuyo fin
más evidente es el de aumentar el presupuesto de egresos más
allá del autorizado por el legislativo y, como tal, debe rechazarse.
Es fácil especular que los 10 mil millones que Hacienda prevee no recibir
como resultado de los amparos contra la reciente reforma tributaria,
corresponden con lo que esta dependencia pretende cobrarse a lo chino con
los usuarios de energía eléctrica.
Pero la medida tiene otro
origen menos evidente pero más delicado. Cabe recordar que apenas el 9
de enero Fox inauguró seis plantas privadas de
energía eléctrica en ceremonia que, significativamente, se
realizó desde Hermosillo, sede de la empresa Fuerza y Energía
de Hermosillo, SA de CV, filial de la transnacional UNION FENOSA asentada en
España.
Tres de las plantas inauguradas ese día son
totalmente privadas y el resto mantendrán en la práctica ese
régimen, en tanto no se terminen de amortizar. Con ello, los compromisos
adquiridos por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para el pago la
energía generada por estos nuevos señores de la luz
deberán ser saldados por los consumidores.
Las cuatro principales
plantas del lote inaugurado por Fox, con alrededor de 1,500 Mw de
capacidad instalada, representan enormes costos de operación, a precios
de producción muy variables.
Estas plantas eléctricas son
Hermosillo (250 Mw), Saltillo (247.5 Mw), Tuxpan II (495 Mw) y Rosarito III (541
Mw). Las empresas privadas extranjeras que operarán a dichas unidades son
Unión Fenosa, Electricitè de France International, Mitsubishi
Corp. y ABB Energy.
Productor Externo de
Energía (PEE)
|
HERMOSILLO 250
Mw
CFE reporta 131.89 MW
efectivos
|
FUERZA Y ENERGIA DE HERMOSILLO,
SA de CV
(UNION FENOSA)
|
SALTILLO 247.5
Mw
CFE no reporta
generación efectiva
|
CENTRAL SALTILLO, SA de
CV
(EDF
INTERNATIONAL)
|
TUXPAN II 495
Mw
CFE no reporta
generación efectiva
|
ELECTRICIDAD AGUILA DE TUXPAN,
S de RL de CV
(MITSUBISHI
CORPORATION)
|
Construir Arrendar y
Transferir (CAT)
|
ROSARITO III 541
Mw
CFE reporta 496 MW
efectivos
|
ROSARITO POWER SA de
CV
(ABB ENERGY
V/NISSHO–IWAI)
|
Las dos plantas restantes no tienen una aportación
energética significativa a nivel nacional: TRES VÍRGENES es una
planta Geotérmica de 10 Mw, y SAN CARLOS II, es una planta de Diesel con
39.4 Mw de capacidad total (que por cierto CFE reporta generando 63 Mw
efectivos)
Si a lo anterior añadimos otros importantes proyectos CAT
ya en servicio, como MONTERREY II (436.9Mw), SAMALAYUCA II (506 Mw) y CHIHUAHUA
(434.7 Mw) veremos que la carga financiera para CFE ya es enorme, dado lo
ventajoso de las garantías ofrecidas a los inversionistas en esos
contratos de larguísimo plazo. Solo para el año 2002, CFE
está autorizada a endeudarse hasta por otros 41 mil 414 millones de
pesos, mediante los llamados proyectos de inversión financiada
(PIDIREGAS), con lo que es de esperar mayores aumentos de tarifas para saldar
estos compromisos. La CRE ha otorgado además, y seguirá
haciéndolo mientras no se la detenga, otras licencias de
generación a particulares en distintas modalidades, que presagian un
futuro devastador para los consumidores finales.
Por lo visto, el
multicitado caso ENRON no hace mella en la política energética del
ejecutivo y su partido: ENRON dicen, no asesoró el plan
energético panista, sin embargo tanto el Partido Acción Nacional
(PAN) como el ejecutivo siguen puntualmente las mismas estrategias empleadas por
esta empresa, aquellas que crearon la mayor crisis energética de EU. La
señal enviada por el presidente Fox al respaldar las inversiones de
FENOSA en México, también deberá tomarse en cuenta a la
hora de considerar la propuesta de reforma constitucional para garantizar la
apertura.
Por otra parte. El Gobierno Federal da a entender que la
reducción del subsidio es una forma de incentivar el ahorro de
energía, mecanismo que ya está presente hace años en la
estructura tarifaria actual, mediante el cobro por rangos de precios que
aumentan proporcionalmente al consumo.
Lo que hizo Hacienda en realidad
fue compactar los rangos existentes para la tarifa doméstica:
Básico, Intermedio y Excedente, para dejar
únicamente dos, según se entiende: el Básico y el
Excedente, desapareciendo el Intermedio. Por ello se dice que todo
consumo en exceso de 125 kWh se cobrará al precio máximo. Esto
es claramente un aumento directo de precios, que superará
incluso el 50% tomando en cuenta el ajuste mensual, que nada tiene que ver con
el subsidio al consumo.
En todo caso la medida requiere la
aprobación del Legislativo, ya que tiene implicaciones
discriminatorias muy fuertes para ciertas regiones del
país.
La tarifa 1 (de uso doméstico ó
residencial) tiene las variantes estacionales que son aplicadas
durante los seis meses más cálidos del año en localidades
con determinada temperatura media mínima en el verano: 1A
(25°), 1B (28°); 1C (30°) y 1D (32°).
Tal estructura, establece combinaciones de rangos de precios que Hacienda no
especifica cómo se atenderán.
Lo peor es que este aumento
de tarifas continuará, entre más plantas privadas se
incorporen al sistema eléctrico nacional, a pesar de que no se
privaticen los activos de CFE y LyFC, para impulsar la política de
apertura del Sector Eléctrico Mexicano del actual régimen,
con la estrategia diseñada, entre otros privatizadores, por el
tristemente célebre ex-gigante ENRON, orientada a la
privatización total de la industria eléctrica.
El aumento
es, además, preludio de las tarifas competitivas no subsidiadas
que promete el mercado eléctrico, mismo que mediante precios
artificiales manipularon las empresas generadoras californianas como ENRON y
que le permitieron acogerse a la Ley de Quiebras en EU para eludir su
responsabilidad.
La reestructuración del sector eléctrico
mexicano requiere, por supuesto, de la revisión del esquema tarifario,
pero dado su impacto social y el efecto multiplicador que tiene, sobre todo en
la inflación, su revisión debe ser materia de un acuerdo nacional
bajo el concierto del legislativo y, sobre todo, la movilización
popular porque el gobierno privatizador foxista no entiende de razones ni
argumentos de ningún tipo.
Central Termoeléctrica Samalayuca II. FOTO: tygerpress
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