Volumen 10, Número 159, abril 21 de 2010 |
“Estrategia” energética antinacional
A propuesta de la
Secretaria de Energía, los legisladores aprobaron la llamada
“Estrategia Nacional de Energía”. Es la continuación
de la contra-reforma de 2008. Planteada hacia el 2024, se reiteran propuestas
explícitamente privatizadoras, todas perniciosas para la
nación.
“Estrategia” diseñada por privatizadores
Con
base en la legislación energética secundaria inconstitucional,
aprobada en 2008 por todos los partidos políticos, el gobierno federal,
las Cámaras de Diputados y Senadores aprobaron, el 15 de abril de 2009,
la llamada “Estrategia” Nacional de Energía, elaborada por la
transnacional McKinsey, consultora internacional encargada de desmantelar a
Pemex.
La Secretaría de Energía (Sener)
señaló en la propuesta que el fundamento jurídico es el
último párrafo de la fracción VI del artículo 33 de
la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. Se
trata de las reformas relacionadas con las facultades de la Sener que le
permiten otorgar permisos y contratos a los particulares en materia
energética, hecho explícitamente prohibido por la
Constitución política del país.
La Sener
realizó la propuesta con la participación del Consejo Nacional de
Energía (CNE) y el llamado Foro Consultivo. La “Estrategia”
surgió en 2008 como propuesta del ex-Frente Amplio Progresista (FAP),
cuyos “expertos” plantearon originalmente la necesidad de un
Programa Nacional de Energía.
La propuesta inicial era correcta
pues desde hace ya varios sexenios tal programa es inexistente, en algunos casos
se ha preferido establecer programas anuales sectoriales y, en otros, solamente
Prospectivas, de las cuales, existe para el caso eléctrico no así
para los sectores petroleros, del gas o la petroquímica.
Sin
embargo, en la contra-reforma energética de 2008, el Programa
quedó en “Estrategia”. Lo peor es que se facultó al
CNE para que interviniera. Dicho Consejo está integrado por los
directores generales de los organismos e institutos del sector, todos
representados por individuos proclives a la
privatización.
Consecuentemente, la “Estrategia”
propuesta y aprobada se caracteriza por seguir avalando a la Política
Energética oficial caracterizada, precisamente, por ser
privatizadora.
La visión 2024 de la ultraderecha
Se dice que la “Estrategia” es
para un horizonte de 15 años pero “tiene como base la visión
2024”, es decir, la visión pretenciosa e hipotética del
gobierno de la ultraderecha para seguir gobernando más allá del
actual desastroso sexenio. Entre los objetivos propuestos
están:
1- Restituir reservas, revertir la declinación de producción
de petróleo crudo y mantener la producción de gas natural.
2- Diversificar las fuentes de energía, incrementando la
participación de energías limpias.
3- Ejecutar oportunamente las inversiones necesarias en capacidad de
procesamiento para reducir el costo de suministro de energéticos.
4- Fortalecer la red de transporte, almacenamiento y distribución de
gas y petrolíferos.
5- Promover el desarrollo tecnológico y de capital humano para el
sector de energía.
Estos objetivos, así enunciados, son
solamente declarativos. En todos los casos, subyace una política
antinacional. Por supuesto, la “Estrategia” no dice en ninguna parte
cómo se hará para lograr los objetivos. Por obvias razones
políticas, en ningún momento se aclara que las acciones
serán mediante la continuación de la privatización
energética furtiva. Los legisladores, coautores de esta
privatización ni siquiera se tomaron la molestia de preguntar al
respecto, menos de impedirla.
Uno de los Ejes rectores de la
“Estrategia” es la “Seguridad energética” que
incluye:
• Producción de petróleo crudo: 3.3 millones de
barriles diarios.
• Restitución de reservas probadas 1P: 100%.
• Margen de reserva para suministro de gasolina: 15%.
Otro eje sobre “eficiencia económica y productiva” plantea:
• Eficiencia del Sistema Nacional de Refinación.
• Margen de reserva de electricidad: 22%
En cuanto el aje
“Sustentabilidad ambiental” se propone:
• Aprovechamiento de gas natural: 99.4%
• Capacidad de generación eléctrica con
tecnologías limpias: 35%.
Estos planteamientos corroboran lo
antes señalado. Se trata de continuar la nociva política de la
extracción cuantiosa de petróleo crudo, destinada en su mayor
proporción a la exportación, al tiempo que se continuará
con la importación de gasolinas y productos petroquímicos.
El margen de reserva de electricidad es muy superior a la experiencia
internacional lo que supone continuar generando en exceso en favor de los
generadores privados.
La contribución propuesta de las
energías limpias es inviable pero, lo grave, es que desde ahora ya
están en manos de las corporaciones
imperialistas.
Diagnósticos sectoriales de la Sener
Al gobierno federal le preocupa que en
exploración y producción de crudo hay una evidente
declinación, según dice, “por la madurez de algunos de los
yacimientos más importantes del país”.
Eso es
cierto, pero no solamente por la “madurez” sino, ante todo, por la
irracional explotación de los yacimientos, desde la década de los
70´s. Cantarell, el principal productor de crudo, pasó de 2.2
millones de barriles diarios a 70 mil barriles diarios en el período
2004-2009.
Otros yacimientos están en franco declive y pronto lo
estará Ku-Maloob-Zaap.
En el mismo lapso, la inversión en
exploración y producción fue del 89.7% de la inversión
total de Pemex, la mayor parte, destinada a la producción de crudo,
siendo la mayor proporción de crudos pesados.
Visión privatizadora del gobierno en turno
En cuanto a las reservas de hidrocarburos, dice “que gran
parte de ellas se encuentra en yacimientos con mayores complejidades
técnicas y de comercialización”. Obviamente, las reservas
probadas disponibles han sido dilapidadas por los gobiernos en turno sin que
haya una reposición adecuada y, especialmente, sin que haya habido
descubrimientos relevantes recientes.
Se argumenta que la
“participación de energías limpias en la matriz
energética nacional es aún relativamente baja”. No
podía ser de otra manera cuando los gobiernos en turno han despreciado
éstas fuentes. Lo grave es que pretenden desarrollarlas a través
de su entrega al capital privado, como lo propone la
“Estrategia”.
Se dice que “el consumo de energía
en el sector transporte está creciendo aceleradamente”. Esta
situación dista de ser nueva y corresponde al modelo económico
seguido durante décadas.
Se indica que Petróleos Mexicanos
(Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) “existen
brechas operativas con respecto a las mejores prácticas
internacionales”. Esa “prácticas”, adornadas
discursivamente, se refieren a la privatización total de las
paraestatales.
“Existen áreas de oportunidad para reducir el
costo de suministro de energéticos, por medio de inversiones en capacidad
de proceso y para expandir la red de transporte y distribución”.
Sin decirlo explícitamente, la referencia es a la privatización
pues, el transporte y distribución de gas natural y gas LP,
petrolíferos y petroquímicos, ya lo realizan los privados y, en
2008, los legisladores los ampliaron a los productos petrolíferos y
petroquímicos.
Señala la Sener que “los
requerimientos de investigación y desarrollo tecnológico, y de
recursos humanos para satisfacer las necesidades del sector energético
son significativos”. En efecto, así es. Pero, se trata de vulgar
demagogia, ya que, los gobiernos en turno han desmantelado la
investigación y desarrollo, en Pemex, la CFE y los institutos del
sector.
Como lo dice el documento en cuestión, la
“Estrategia” se basa en diagnósticos sectoriales y quienes
contribuyeron (el CNE y el Foro Consultivo) son los mismos burócratas y
políticos proclives a la privatización
energética.
Extraer más petróleo, el objetivo principal
En la
“Estrategia” se indica que “un gran número de proyectos
en el portafolio de Pemex Exploración y Producción (PEP) incluye
campos en etapa de declinación”. Además, hay campos que no
han alcanzado su producción máxima “y podrían
aumentar sus reservas”. Estos incluyen Chicontepec, Ku-Maloob-Zaap, Crudo
Ligero Marino y Burgos. Se agrega que “es previsible que, en el futuro, la
producción de crudo provenga de campos de menor tamaño que los
grandes yacimientos de las cuencas terrestres y marinas del Sureste.
Sin
embargo, de 2000 a 2008, se dice que el volumen total de reservas ha disminuido
un 23%. Pero, se agrega que la tasa de restitución de reservas probadas
1P” alcanzó 72% de la producción en 2008 y “con el fin
de mantener una plataforma de producción de largo plazo, se debe alcanzar
y mantener una tasa de restitución de reservas 1P de al menos
100%”.
Esto es, la preocupación central del gobierno federal
es continuar con una alta plataforma de producción, política que
ha tenido como consecuencia el abatimiento de las reservas probadas,
literalmente despilfarradas al destinar a la exportación la mayor parte
de la producción.
La política de producir petróleo
crudo para su exportación no es negocio para ningún país
pues, solamente contribuye al reciclaje de petrodólares, pues, en vez de
elaborar productos (petrolíferos y petroquímicos) con valor
agregado se prefiere importarlos cada vez en mayor
cuantía.
Según el “diagnóstico” de la
Sener “más de la mitad de las reservas probables y posibles ... se
encuentran en Chicontepec”. El planteamiento es muy débil.
Chicontepec fue sobreexplotado en la década de los 70´s, en la
voracidad por extraer crudo rápida y fácilmente, habiendo
“quebrado” a muchos pozos. Ahora, dicen, “enfrenta
complejidades tecnológicas”. Por el momento ha sido un proyecto
fracasado que, entre sus múltiples problemas, está la
bajísima recuperabilidad, apenas del 2%.
No obstante, la Sener
insiste en señalar que “México cuenta con 52.3 miles de
millones de petróleo crudo equivalente de recursos prospectivos”.
Estos son recursos NO descubiertos. “El 56% se encuentra en aguas
profundas del Golfo de México, con tirante de agua mayor a 500
metros”. El gobierno del PAN dice que “este recurso puede
convertirse en reserva a través de la actividad exploratoria
exitosa”. ¿Quién hará la exploración? La Sener
no lo explica pero esa actividad NO la hará Pemex, misma que NO realiza
ya la exploración. Serán, entonces, las
transnacionales.
Entre las “Líneas de acción”
propuestas por la “Estrategia” están: “Evaluar el
potencial de hidrocarburos en cuencas del país que no han sido
exploradas, especialmente aguas profundas, adoptando y desarrollando
tecnologías necesarias para resolver las complejidades de las
mismas”. ¿Pemex dispone de esas tecnologías de Punta? No,
porque ha destruido la infraestructura correspondiente. Entonces, el gobierno
seguirá argumentando para que el trabajo lo hagan las transnacionales.
Para ello, se propone “Asegurar la mejor aplicación de los recursos
físicos y financieros en la exploración”. Tales recursos se
destinarán a las corporaciones.
Tecnologías “limpias” privatizadas
Por tecnologías
“limpias”, el gobierno y sus expertos consideran a las
energías renovables, grandes hidroeléctricas y energía
nuclear. Estas “serán un factor clave de la Seguridad
Energética y Sustentabilidad Ambiental”, dicen, que
permitirá diversificar las fuentes de energía.
Sí,
podría haber diversificación de fuentes pero no precisamente
limpias. Entre las renovables se incluye a los agrocombustibles que significan
arrasar tierras y aguas. Las grandes hidroeléctricas implican arrasar
poblaciones enteras, degradar la biodiversidad y acrecentar conflictos sociales.
La energía nuclear, a base de uranio, tiene importantes problemas no
resueltos y no representa ninguna alternativa para ninguna
nación.
Sin embargo, para la Sener “será necesario
promover tecnologías limpias de generación eléctrica y
facilitar el desarrollo del mercado de bioenergéticos ... protegiendo la
seguridad alimentaria y la sustentabilidad ambiental”. Se trata de
expresiones demagógicas. Actualmente, todas las nuevas centrales
eléctricas de alta potencia son privadas, de tipo ciclo combinado, a base
de gas natural; de acuerdo a la prospectiva eléctrica 2009-2024, las
futuras plantas serán de la misma tecnología. Solo las restantes
plantas, de menor potencia, serían a partir de otras fuentes, incluyendo
a los “bioenergéticos”, sin importar la seguridad alimentaria
ni la preservación del medio ambiente.
En 2008, el petróleo
contribuyó con el 62% a la producción de energía primaria y
el gas natural con el 27%. Ese año, la generación eléctrica
destinada al servicio público fue de 235,831 GWh, de los cuales, el 65.5%
fue a base de hidrocarburos (combustóleo, gas natural y diesel). El dato
es engañoso e incluye como generación para el “servicio
público” a la efectuada por la CFE (157,160 GWh) y a la
generación privada (74,230 GWh) en la modalidad de Productor Privado
Independiente (PIE).
Según la Sener, en 2008 había una
capacidad de generación eléctrica a base de fuentes renovables de
1,984 MW sin incluir a las grandes hidroeléctricas, lo que representa el
3.3% de la capacidad instalada para el “servicio público” y
autoabastecimiento remoto (sic).
De acuerdo al Programa Especial para el
Aprovechamiento de Energías Renovables (2009) se plantea alcanzar una
capacidad instalada del 7.6% en 2012, siendo privados todos los
proyectos.
Otra tecnología “limpia que deberá ser
evaluada es la nuclear”, dice la Sener. Actualmente, la generación
nucleoelectrica en México contribuye con el 4.5% y, conforme al Programa
Sectorial de Energía se está analizando la conveniencia de
incrementar la generación a partir de esta fuente. Cuando el gobierno
habla de energía “limpia” se refiere a las emisiones de gases
de invernadero, lo cual no es suficiente. En el caso nuclear, omite los graves
problemas derivados de los desechos radiativos, de bajo, mediano y alto
nivel.
La “Estrategia” estima que en 2009 la
cogeneración representó el 6.5% de capacidad instalada, y que se
cuenta con un potencial cercano a los 11,000 MW, pero que su desarrollo se ha
limitado “por la falta de un marco regulatorio más adecuado”.
Actualmente, la cogeneración es una de las figuras jurídicas
inventadas por el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Norteamérica,
sujeta a la privatización furtiva. Aún así, el gobierno
argumenta que “falta” más regulación
(privatización). De un total actual de 3,290 MW, corresponden a Pemex
1,789 MW de capacidad instalada de cogeneración.
En cuanto a los
“bioenergéticos”, se reconoce que hay situaciones en que se
utiliza más energía para producir los bioenergéticos que la
que generan éstos y, en materia de emisiones, el balance es negativo. Sin
embargo, se plantea la introducción paulatina del etanol anhidro en las
gasolinas en las principales zonas metropolitanas del país. El biodiesel
se introducirá a partir de 2011. Contradictoriamente, se dice que se
promoverá el desarrollo rural sin explicar que la producción de
agrocombustibles requiere de grandes extensiones de terreno cultivable y enormes
volúmenes de agua. En una segunda generación se considera a los
agrocombustibles a partir de plantas no comestibles.
Consecuentemente, en
las líneas de acción, se propone promover las tecnologías
“limpias” para la generación de electricidad instrumentando
los “mecanismos que manden las señales deseadas” para el
desarrollo de esas tecnologías. ¿A qué señales se
refiere el gobierno de manera tan vaga y general? Se trata de expresiones
tendientes a profundizar la privatización de estas fuentes, de acuerdo a
la contra-reforma energética de 2008 que generalizó la
privatización de TODAS las fuentes, renovables y no renovables de
energía.
También se propone aprovechar el potencial de
cogeneración, por parte de Pemex y los ingenios azucareros, así
como, facilitar el desarrollo de los bioenergéticos.
Más privatización, tarifas más elevadas
En 2008, el
sector transporte representó más del 50% del consumo total de
energía, seguido del industrial, con una tasa anual de crecimiento del
4.7%.
La “Estrategia” señala que “México
tiene la oportunidad de seguir una trayectoria eficiente en el consumo de
energía, alcanzado niveles de países desarrollados como
Japón o Dinamarca”. Son expresiones declarativas carentes de
sentido, esos países tienen un PIB/per cápita, nueve y siete veces
mayor al mexicano, con casi el doble del consumo energético per
cápita.
Los recursos prospectivos según Pemex
Para el gobierno del PAN, los subsidios al consumo de
energéticos representan montos significativos y desincentivan al consumo
eficiente. En el período 2004-2009, los subsidios habrían sido de
200.4 miles de millones de pesos. El 63% de dichos subsidios está
concentrado en la electricidad, 31% en la gasolina y el diesel, y el resto en
gas LP. En la “Estrategia” se dice que, en los últimos seis
años, los subsidios a la electricidad representan una diferencia de 29%
entre la tarifa cobrada y el costo contable (sic). Estos subsidios se concentran
en los sectores agrícola y doméstico, “desincentivando el
consumo y producción eficiente de electricidad” (sic).
En
ningún momento se explica que, debido a la privatización
eléctrica furtiva, existe un paralelismo entre el aumento a las tarifas y
el nivel creciente de privatización. Se habla de un “costo
contable” pero no del verdadero costo de producción. El subsidio no
es a los consumidores sino a los generadores privados, mismos que incluyen la
correspondiente ganancia creciente pagada por los consumidores. Lo que sugiere
la “Estrategia” es seguir aumentando esas ganancias privadas por la
vía de tarifas más elevadas y así será, en la medida
en que se propone incrementar la privatización eléctrica que, a
diciembre de 2009, llegó al 49.54% de la capacidad de generación
total a nivel nacional. Algo similar ocurre con el gas natural y el gas
LP.
Una de las líneas de acción que se propone es
“aprovechar tecnologías de punta para administrar la demanda
eléctrica (redes y medidores inteligentes)”. Esa medida implica el
aumento generalizado y extendido de las tarifas eléctricas. Otra medida
consiste en “instrumentar, de manera gradual, esquemas tarifarios que
reflejen los costos de oportunidad (sic) de todos los energéticos e
incentiven el uso eficiente de la energía, protegiendo a la
población de escasos recursos mediante programas de subsidios
localizados”. Esto es, se están anunciando incrementos a las
actuales tarifas, de suyo elevadas, así como la supresión de los
subsidios, mismos que prácticamente están eliminados con cada
aumento de tarifas que ha ocurrido desde 1997.
Demagogia ambiental
Las emisiones de CO2 están en
creciente incremento, especialmente, en los sectores transporte y
generación eléctrica. La “Estrategia” plantea reducir
al 50% la emisión de gases de efecto invernadero en el año 2050
(sic), en relación con las emitidas en el año 2000 (sic). Se trata
de endebles planes hipotéticos a muy largo plazo.
En la
producción de hidrocarburos también se han incrementado las
emisiones debido a la quema y venteo de gas.
El sector energético
tiene una alta proporción de consumo de agua fresca,
específicamente, por parte de Pemex y de la CFE. En 2009, el consumo de
agua fresca de Pemex fue del 83% y el de agua tratada de 17%; en la CFE, el 68%
del consumo de agua es fresca y el 32% es agua tratada.
La
“Estrategia” propone como líneas de acción:
“alinear (sic) prácticas de aprovechamiento de gas natural con los
mejores estándares de la industria (quema y venteo)”. Esta medida
tan general se contrapone con la creciente quema de gas natural en la
atmósfera derivada de la irracional explotación petrolera.
También se propone “Promover el uso sustentable de recursos
naturales en los procesos del sector energético” y “Reducir
gradualmente el pasivo ambiental”, es decir, puras
generalidades.
Exceso de generación eléctrica privada
Se dice que los
procesos de transformación del sector de hidrocarburos “presentan
brechas en desempeño operativo” respecto a estándares
internacionales. Es el caso del Sistema Nacional de Refinación (SNR) y la
operación del sistema de ductos.
En el caso eléctrico, el
reto más importante es la reducción de las pérdidas
técnicas y no técnicas, y mejorar los indicadores de
productividad, “sobre todo los del área de extinción de la
extinta (sic) Luz y Fuerza del Centro (LFC)”.
De entrada, para la
“Estrategia”, LFC ya no existe. Sin embargo, la toma en cuenta en
sus aspectos operativos más negativos para compararla con el resto del
sector.
¿Que propone la “Estrategia” como líneas
de acción? “Desarrollar e instrumentar programas de mejora
operativa, ... profundizar programas de eficiencia energética, ...
redefinir prácticas y asegurar la disponibilidad multianual de recursos
para programas de mantenimiento ...”, es decir, obviedades.
Para
reducir las pérdidas en transporte y distribución de
energéticos se propone: instrumentar las redes y medidores inteligentes,
“identificar y ejecutar inversiones necesarias para reducir
pérdidas a niveles costo-eficientes (principalmente en la zona de
atención de la extinta LFC)”, “promover la
modificación del marco legal para tipificar el robo de energía
eléctrica y de combustible como delito federal grave”. En suma, una
política “diablera”.
Seguirá la importación de gasolinas
Tratándose del
suministro de energéticos, la “estrategia” se limita a
señalar que “el crecimiento de la demanda de gasolinas ha cambiado
el esquema de suministro y llevado al límite las capacidades del
sistema”. Eso se pudo haber dicho hace 31 años, cuando se
construyó la última de las refinerías existentes. Hoy el
señalamiento es débil cuando todas las refinerías han
agotado su vida útil y operan a un nivel bajísimo de su
capacidad.
En vez de haber construido más refinerías la
política oficial sigue el camino de aumentar las importaciones. En 2009,
la producción fue de 450 mil barriles diarios del total requerido y 350
mil fueron importados, con una tendencia creciente a las importaciones
netas.
En 2009, el 54% de la demanda de petrolíferos estuvo
representada por gasolinas, el 25% por diesel y turbosina y el 21% por
combustóleo. Entre tanto, la nueva refinería que se proyecta
construir en Tula, no ha empezado a construirse.
En el sector
eléctrico, la capacidad efectiva instalada ha tenido un crecimiento
promedio anual de 3.8% entre 1998 y 2008, con un incremento cada vez mayor de la
capacidad instalada privada. En 2009, el margen de reserva del Sistema
Interconectado Nacional alcanzó el 47.3%, con un margen de reserva
operativo del 20.3%. La “Estrategia” dice que “este elevado
margen de reserva es el resultado de niveles de demanda inferiores a lo
programado”.
Ocupación policíaca y militar de Luz y Fuerza del Centro el 11 de octubre de 2009.
Para el Estado, LFC ya no existe
La “Estrategia” no lo dice pero eso corresponde
a la política seguida de privatización furtiva acelerada que ha
llevado a un exceso de generación para favorecer a las transnacionales.
Eso es deliberado y no se plantea corregir la situación sino agravarla
con mayor privatización pues, en los planes próximos del gobierno,
casi todos los proyectos eléctricos adicionales se proponen como
privados.
En el caso de los petroquímicos, la
“Estrategia” sugiere que Pemex “debe enfocarse en las cadenas
más rentables”. Esta es pura demagogia habida cuenta que el TLC, y
la contra-reforma energética de 2008, ratificó la
privatización de la falsamente llamada petroquímica secundaria,
aprobada desde 1995, cuya rentabilidad es inobjetable pero está en manos
privadas.
Entre las “Líneas de acción” se
propone: “Reducir la proporción de productos de bajo valor y
enfocar el desarrollo en mayor eficiencia económica ... instrumentar
esquemas de contratación (sic) para grandes proyectos de infraestructura
de hidrocarburos ... promover el desarrollo petroquímico de las cadenas
rentables y fomentar alianzas ...”.
Como Pemex NO realiza ya tales
funciones, se propone promoverlas con las transnacionales, a las que no se
menciona pero son las que se encargan inconstitucionalmente de dichas
actividades. Eso está expresamente prohibido por la Constitución
pero se plantea realizarlas mediante el otorgamiento de contratos de todo
tipo.
Para el sector eléctrico pues se plantea “mantener un
margen de reserva consistente con una metodología que considere la
composición del parque de generación, el perfil de demanda y
restricciones de transmisión”. Es mucho ornato sabiendo que a nivel
internacional el margen de reserva es del 15% y el margen de reserva operativo
es de 6% en promedio. Lo que pretende la “Estrategia” es seguir con
el exceso de generación, a cargo de las transnacionales, actualmente y en
el futuro.
También se propone “promover estructuras
tarifarias en función de una operación eficiente” ¿De
quién? De las transnacionales eléctricas y del gas, como ocurre
actualmente.
Adicionalmente, se propone “optimizar las operaciones
del Sistema Nacional de Refinación, incluyendo la importación de
crudos para proceso y mezclado, ... consolidar terminales de importación
de gas LP, ... identificar fuentes de suministro de energéticos
importados y asegurar continuidad del suministro por medio de contratos de largo
plazo ...”. En suma, no obstante la urgencia de procesar internamente el
petróleo crudo y producir gasolinas, se pretende seguir
importándolas.
Se propone privatizar las redes nacionales de ductos
La “Estrategia” indica que, la utilización de la red de
gasoductos se ha incrementado y, la red de ductos, para el transporte de
petrolíferos está llegando a la saturación en puntos
críticos. La adición a la red de gasoductos tuvo un incremento
después de 1995 pero, luego, disminuyó. Hasta 2002 hubo un
crecimiento en el número de consumidores, mismo que ha disminuido
drásticamente, consecuencia del incremento en los precios de gas natural
y gas LP.
En cuanto al almacenamiento, dos terminales (privadas) de gas
natural licuado están en operación: Altamira y Ensenada, y
está una en construcción (Manzanillo). Se trata de permisos
privados otorgados por la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Esta comisión otorgó en 2007 un permiso para el almacenamiento
subterráneo, en un domo salino ubicado en Tuzandépetl,
Veracruz.
El Sistema Nacional de Gasoductos (SNG) cuenta con 9,343 km de
longitud, cubriendo 18 estados, y el sistema aislado de Naco-Hermosillo tiene
una longitud de 340 km conectado con Arizona, en Estados Unidos. Existen 10
estados (Baja California Sur, Colima, Guerrero, Morelos, Nayarit, Quintana Roo,
Zacatecas, Oaxaca y Chiapas) que no están cubiertos por ductos de gas
natural.
¿Que se propone? ¡Más privatización!
Entre las líneas de acción de la “Estrategia” se
indica “Separar, de manera clara y transparente, la venta de primera mano
del gas natural de los servicios de transporte que presta Petróleos
Mexicanos” (Pemex). A la fecha, el transporte (público, y usos
propios) de gas natural lo realizan los privados, mediante inconstitucionales
permisos otorgados por la CRE. Ahora, se propone “separar” a la red
de gasoductos de Pemex, es decir, privatizarlos. Eso se refuerza en la siguiente
“línea”, al proponer “instrumentar, de manera gradual,
el acceso abierto al Sistema Nacional de Gasoductos”, o sea, poner al
servicio del sector privado transnacional la red nacional de ductos, hecho que
ya ocurre actualmente, pero la pretensión es generalizarlo de manera
total.
También se propone “promover el desarrollo de una
infraestructura de almacenamiento subterráneo de gas natural” e
“instrumentar el acceso abierto en la infraestructura de almacenamiento de
gas natural y gas LP”. Todo, por supuesto, privado.
Para mayor
claridad privatizadora, se propone “Fomentar la inversión eficiente
en infraestructura de transporte, almacenamiento y distribución de
energéticos” (en general), así como, “Impulsar un
suministro de energéticos oportuno que envíe las señales
necesarias al mercado para atraer inversiones”. Actualmente, la
privatización eléctrica furtiva se apoya en la construcción
y operación de plantas de ciclo combinado a base de gas natural. Como la
producción nacional de este energético es insuficiente, la CFE lo
importa y suministra a las transnacionales en condiciones ventajosas. Ese es el
tipo de “señales” que propone la
“Estrategia”.
33% del consuno energético a partir de la leña
El 33% del consumo total de energía es a partir de leña y carbón
vegetal, en el centro y sur del país, especialmente, en los municipios
más pobres.
El 97.3% de mexicanos tiene cobertura de electricidad
y, para el restante, se propone “la autogeneración con
energías
limpias”.
Investigación y desarrollo en destrucción
El desarrollo y adopción
de tecnologías de punta y recursos técnicos especializados, se
mencionan como “aspectos de vital importancia” para la
ejecución de la “Estrategia”. Se “mencionan”,
específicamente: la exploración y desarrollo de recursos de
hidrocarburos en cuencas de mayor complejidad técnica y comercial”,
así como, “la diversificación de fuentes de energía
primaria hacia energías limpias”.
Se dice que el personal
ha venido envejeciendo, tanto en Pemex y la CFE, como en los institutos de
investigación del sector, especialmente, el Instituto Nacional de
Investigaciones Nucleares (ININ). Los institutos tienen cada vez una plantilla
más reducida de trabajadores y, en su mayoría, mayores de 50
años. Se dice, solo se dice, que “el principal reto para estos
organismos es atraer y retener al capital humano especializado”. En la
práctica ocurre lo contrario, esos organismos son verdaderas mafias
impenetrables, alejadas de sus deberes esenciales, dedicados a los servicios, y
sometidos a una destrucción gradual y
sistemática.
Elementos privatizadores
Los elementos “facilitadores” que
propone la “Estrategia” son explícitamente privatizadores.
Por ello, entre las líneas de acción, se propone: “Continuar
el desarrollo institucional de los órganos de regulación”,
mismos que están dedicados al otorgamiento de permisos, concesiones y
contratos a las transnacionales en las actividades constitucionalmente
estratégicas.
Luego, se propone “Orientar los esfuerzos en
materia de regulación hacia monopolios naturales y mercados
eficientes”. ¿Cuáles son los monopolios
“naturales”? Pemex y la CFE. Cómo al gobierno federal no le
es posible reformar al artículo 27 constitucional para privatizar
plenamente a las industrias eléctrica y petrolera, se proponen mecanismos
basados en la legislación secundaria, apoyados en la contra-reforma
energética de 2008 y en vaciladas como la “Estrategia”.
También se propone “Alcanzar la autonomía financiera
de los órganos de regulación”, mismos que, actualmente,
llevan a cabo sus actividades de manera unilateral y mafiosa, siempre de acuerdo
a los dictados de las transnacionales.
En materia de recursos se propone
“Mantener permanente colaboración y participación con
organismos financieros internacionales para la atracción de recursos en
apoyo a la transición energética”. También,
“Identificar mecanismos de financiamiento que lleven a una mayor
inversión privada en la cartera de proyectos del sector
energía”. Esto es plenamente
anticonstitucional.
Refinería de Salina Cruz FOTO: J.A. López
Central nucleoeléctrica Laguna Verde
Metas antinacionales
Entre las metas de la “Estrategia”
están: alcanzar en 2024 un nivel de producción de petróleo
crudo de 3.3 millones de barriles diarios; incrementar y mantener un nivel de
restitución de reservas probadas 1P de al menos 100%, considerando el
crecimiento de la plataforma de producción; y, mantener un margen de
reserva para el suministro de gasolina del 15%. Este sería el rubro de
“Seguridad energética”.
En “Eficiencia
económica y productiva” se indican: llevar al SNR del cuarto al
segundo cuartil de desempeño operativo respecto a los estándares
internacionales y disminuir, hacia 2024 (sic), el margen de reserva de capacidad
de generación eléctrica a un nivel de 22%.
En
“Sustentabilidad ambiental”: incrementar el aprovechamiento de gas
natural al 99.4%, incrementar la participación de las tecnologías
limpias en el parque de generación al 35% (sic).
Conclusiones
Las conclusiones de la “Estrategia” están perforadas por la
incertidumbre. Se dice que, es un acuerdo del Estado, con una visión de
largo plazo y un plan para hacerla realidad.
Sí, es un acuerdo del
Estado, con sus tres poderes, pero lo se necesita es un acuerdo de la
nación. Los energéticos no son propiedad del Estado y menos de los
gobiernos en turno. Para 2024, el actual Estado debe estar quebrado y, los
gobiernos antinacionales, eliminados. Sería una desgracia para la
nación aguantarlos más de cien años.
La
“Estrategia”, sin embargo, aún cuando se plantea con una
“visión” hacia el 2024, no constituye una verdadera
visión porque está formulada improvisadamente, en algunos casos,
se hacen estimaciones ligeras como “para no dejar”, sin sustento ni
fundamento. En cuanto al “plan” para concretarla no hay tal, todo se
deja a los avatares del mercado de capital pues, el desarrollo se propone,
mediante la fe supersticiosa en la privatización generalizada.
En
estas condiciones no es posible ninguna seguridad energética ni menos
sustentabilidad ambiental.
El gobierno, y sus partidos políticos,
consideran que esta primera “Estrategia” es la oportunidad para
crear consensos”. Entre las cúpulas estatales no hay problema,
todos están de acuerdo. Los legisladores, coautores de la contra-reforma
energética de 2008 no tuvieron ninguna objeción en aprobar las
propuestas de la “Estrategia” privatizadora, ellos mismos las
propusieron y aprobaron con anterioridad.
La situación es
diferente, respecto al resto de la nación. Los trabajadores concientes y
el pueblo en lucha NO estamos de acuerdo con esa “Estrategia”,
basada en una Política Energética Antinacional y
Proimperialista.
Lo que México necesita es un Programa Nacional de
Energía, basado en una Política Energética Independiente.
Esta incluye, la propiedad colectiva de la infraestructura industrial y de los
recursos naturales energéticos, una política basada en la
transformación de los energéticos y no en la simple
extracción y exportación de los mismos, así como, la
integración de la industria energética nacionalizada, bajo el
control obrero de la producción e investigación.
Nada de
esto se indica en la “estrategia” del Estado sino al revés.
Todas las propuestas están encaminadas a continuar la
privatización energética.
La nación está
ante una sistemática ofensiva del Estado para desnacionalizar sus
industrias eléctrica, petrolera y del agua. Las reformas a la
legislación secundaria y demás instrumentos, como la
“Estrategia”, son atentados directos a la soberanía,
seguridad e independencia de la nación en su conjunto. Por lo tanto, son
plenamente inaceptables por ser técnicamente improvisadas y
políticamente perniciosas.
Referencia: FTE de México
2010, elektron 10 (121) 1-12, 21 abril 2010.
Complejo termoeléctrico de Tuxpan en manos de transnacionales
De Ku-Maloob-Zaap se obtiene actualmente la mayor producción de
crudo
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