Volumen 10, Número 157, marzo 25 de 2010 |
Desalojan plantones de electricistas
En varios lugares del Valle de
México, la Policía Federal que ocupa las instalaciones de Luz y
Fuerza del Centro desalojó a los electricistas del SME que las
custodiaban.
Violentos desalojos
La Policía Federal (PF) desató la
violencia contra los electricistas. Este 18 de marzo, desalojó varios
campamentos que habían instalado los electricistas frente a diversas
instalaciones eléctricas en el Valle de México. Los hechos
más lamentables ocurrieron en Toluca.
A toletazos y con bombas de
gas lacrimógeno, los compañeros fueron desalojados de la
Subestación eléctrica “Estadio”, en una de las
principales avenidas de la capital mexiquense, con saldo de seis lesionados,
siete detenidos y varios vehículos dañados. Desde el martes 16,
los electricistas mantenían un plantón pacífico. Pero,
ayer, llegó más de dos centenares de Policías Federales y
se produjo el enfrentamiento.
La PF había recibido la orden de un
agente del Ministerio Público Federal de que “a como diera lugar
abrieran la puerta de esa Subestación”. En la Subestación
“Tenango”, del mismo municipio, los trabajadores en plantón
también fueron goleados con toletes, a patadas y con gas
lacrimógeno.
Otro enfrentamiento se registró en la
Subestación “Cerro Gordo”, en Ecatepec, donde la PF
desmanteló dos campamentos instalados previamente por los trabajadores.
En la subestación “Jorge Luke”, de Tultitlán,
también hubo desalojo sin que ocurriera enfrentamiento.
En la
Subestación “Teopanzolco”, del Estado de Morelos, trescientos
elementos antimotines de la PF se enfrentaron con los electricistas, quienes
impidieron la entrada de cuatro camiones de la PF y tres patrullas. Los
policías retiraron las banderas de huelga y procedieron a colocar vallas
metálicas en la entrada de la subestación.
Estos hechos
violentos se suman a los acaecidos el 16 de marzo en
“Juandhó”, Estado de Hidalgo.
Fase riesgosa
Los enfrentamientos con la PF se produjeron ante la
presunta intención de los electricistas de impedir el acceso a las
instalaciones eléctricas de los contratistas, que indebidamente utiliza
la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para realizar diversos
servicios de reparaciones la zona de distribución eléctrica en el
Valle de México.
No obstante, la agresión policial
también ocurrió simultáneamente en lugares donde no se
obstaculizaba ningún acceso.
Se trata de la aplicación de
medidas unilaterales por parte de la fuerza pública. El 16 de marzo, los
electricistas del SME habían “estallado” una “huelga
simbólica” en las instalaciones que operaba Luz y Fuerza del Centro
(LFC). Ese día se llevó a cabo una jornada de protesta,
principalmente por los electricistas y algunas organizaciones solidarias, en el
Distrito Federal y los estados de Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Jalisco y
otras partes más.
La Jornada fue importante, especialmente en la
capital del país, con la limitación de una pobrísima
participación de organizaciones sindicales, las que se limitaron a ver la
tele. Ni siquiera las huestes de Napoléon Gómez Urrutia fueron
movilizadas, salvo los mineros huelguistas de Cananea, los demás
permanecieron inactivos, luego de un movimiento desgastante y sin salida
decorosa.
La “huelga” se realizó como una
acción política simbólica. En varias partes, como
Iztapalapa, los compañeros realizaron marchas. En otros casos, hubo
bloqueos temporales de calles y avenidas y, en casi todos los centros de
trabajo, se colocaron banderas rojinegras.
Las
“instrucciones” de la conducción oficial del movimiento
fueron mantener la “huelga” de manera “indefinida” pues
se trataba de “la cita con la historia”.
Los electricistas
militantes del FTE, activos y jubilados en resistencia, no compartimos esa
“línea” de “todo o nada”. Una
“huelga” INDEFINIDA tiene serias debilidades
políticas.
Fraternalmente, ponemos a consideración de todos
los electricistas del SME la propuesta de retirar todos los plantones. La
acción simbólica del 16 de marzo ya cumplió su papel.
“Levantar” la huelga, entre innecesarios enfrentamientos con la
fuerza pública, no contribuye a ninguna solución favorable al
conflicto.
El movimiento ha entrado en una fase riesgosa y debe darse
respuesta con acciones políticas, debidamente planeadas y previamente
discutidas por la colectividad de electricistas y organizaciones solidarias
auténticas.
Se está en una situación de resistencia
por intereses laborales inmediatos. En situaciones extremas el sindicato tiende
a jugar el papel de partido político pero lo hace solamente de manera
limitada. El enfrentamiento con el Estado requiere de una fuerza social mayor
que, por ahora, es inexistente. No estamos en una situación
pre-revolucionaria ni mucho menos.
Marcha del SME
Los medios han informado que la Suprema Corte de Justicia de
la Nación (SCJN) ha atraído el caso del amparo en revisión
ante un Tribunal Colegiado. La instancia superior no tiene un plazo para
resolver. En cualquier caso, la incertidumbre de la “estrategia” del
abogado patronal español sigue incierta.
Todavía hay
tiempo de cambiar el rumbo pero se requiere coherencia política. La CFE
no es el enemigo principal, es el patrón sustituto natural. Pero no basta
aludirlo, mencionarlo como “última opción”, a
posteriori de un fallo desfavorable de la Corte. Esperar hasta ese momento,
cuando el Estado podría desatar una avalancha de acciones, entre otras,
poniendo firme el laudo para la terminación de las relaciones laborales
de todos, podría implicar perder todas las opciones, especialmente el
derecho a la sustitución patronal.
Este sábado 20 de marzo,
el SME llevará a cabo una marcha en la capital del país. Con justa
razón, los electricistas mostraremos la indignación y el enojo
ante las acciones represivas del Estado. Pero no se debe retroceder. La defensa
de los “derechos humanos” es importante pero los objetivos centrales
están en la formulación de una solución favorable para
todos los electricistas, enmarcada en la necesaria integración de la
industria eléctrica nacionalizada.
Policías en Teotihuacan FOTOS: J. Salinas
Fuente: 2010, elektron 10 (89), 20 mar 2010.
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