Volumen 10, Número 156, marzo 18 de 2010 |
XIV FORO DE ENERGIA
Declaración final
La defensa de los recursos naturales es una de las tareas
políticas de la clase obrera en la presente época. Junto con la
infraestructura física de los sectores estratégicos, los recursos
naturales son un patrimonio colectivo de las naciones.
El capitalismo no
puede funcionar sin la explotación de las materias primas básicas
y la fuerza de trabajo de los humanos. En la fase neoliberal, apropiarse de
todos los recursos naturales es el objetivo central del capital. En el
reordenamiento económico imperialista, el modelo consiste en generalizar
el régimen de propiedad privada.
Para llevar adelante sus planes,
el neoliberalismo ha diseñado una política basada en las
siguientes características principales: 1- cambiar de propiedad estatal
al régimen privado, 2. transferir las funciones constitucionales
estratégicas al capital privado, 3- desintegrar los procesos de trabajo
fragmentándolos, 4- transferir la renta económica de la
nación al capital privado por la vía del otorgamiento de contratos
de todo tipo, y 5- afectar las condiciones laborales y sindicales de los
trabajadores.
La industria energética mexicana, especialmente, la
petrolera y la eléctrica, son una conquista del pueblo de México.
En inolvidables jornadas de lucha, el patrimonio energético fue rescatado
para la nación.
Hoy, sin embargo, los recursos energéticos
y la nueva infraestructura industrial son objeto de un acelerado proceso de
privatización furtiva. Esto implica, la desnacionalización de la
industria energética. Los trabajadores de la energía estamos en
desacuerdo con tal proyecto antinacional.
Esta situación ha
ocurrido debido a la antinacional política energética seguida por
los sucesivos gobiernos en turno. Durante décadas se han dilapidado los
recursos naturales energéticos. La cuantiosa extracción de
petróleo crudo ha servido para exportarlo a los Estados Unidos, al tiempo
que se ha abandonado la producción interna de productos
petrolíferos y petroquímicos.
Con base en la
contra-reforma energética de 2008, aprobada por todos los partidos
políticos, la privatización petrolera, basada en el contratismo,
ahonda la destrucción de Pemex. Las nuevas reglas de contratación
de Pemex son inconstitucionales, por violatorias de la Constitución
política del país y de las propias leyes secundarias ilegales.
Más aún, transnacionales, gobierno y partidos políticos
promueven una nueva generación de contra-reformas, tanto petroleras como
eléctricas, con la pretensión de una privatización
energética total.
También están sujetos a la
privatización: el viento, el agua, los mares, la geotermia, los
agrocombustibles y la radiación solar. Entre tanto, las actividades de
investigación y desarrollo, así como la ingeniería, siguen
estancadas, sujetas a serias restricciones seculares e, incluso, suprimidas de
los planes nacionales del sector.
El dominio de las corporaciones
transnacionales se extiende ya por todo el territorio nacional. Las
transnacionales se han apoderado de la tierra, el agua, el aire y el mar. Esta
situación es inaceptable para la nación.
El capital y sus
gobiernos hacen todo lo posible para borra la memoria histórica. Pero los
mexicanos no podemos olvidar a nuestra propia historia. Fueron los petroleros,
unificados en un solo sindicato nacional de industria, quienes potenciaron a la
Expropiación Petrolera. Los electricistas, por su parte, movilizados en
todo el país fueron los autores de la Nacionalización
Eléctrica.
Las condiciones actuales son desfavorables para los
mexicanos porque el Estado está enfrentando a la nación.
En
este contexto es que se ha producido la agresión al Sindicato Mexicano de
Electricistas, mediante la ocupación policíaca y militar de las
instalaciones eléctricas en el Valle de México. La acción
del Estado, enmarcada en la doctrina del shock, pervierte contradictoriamente la
historia, la legalidad constitucional y los derechos sociales.
El FTE de
México expresa su solidaridad con los electricistas del SME y estima que
es preciso enarbolar con bríos las banderas de los electricistas
democráticos. La integración de la industria eléctrica
nacionalizada fue la principal conclusión de los electricistas ante la
nacionalización. Hoy esta bandera está plenamente
vigente.
Defender a las industrias eléctrica y petrolera
nacionalizadas, culminar la integración de los procesos de trabajo y
preservar los derechos laborales vigentes, está en el interés de
los trabajadores y de la nación.
Llamamos a los trabajadores y
pueblo de México a ser partícipes activos de la defensa de los
recursos energéticos que es una de las causas más nobles de la
nación mexicana viviente.
El FTE en lucha por la defensa de la industria energética nacionalizada
Combatividad y alegría en la marcha electricista de Toluca
Electricistas de Toluca colocando banderas rojinegras simbólicas
Electricistas de Toluca frente a las instalaciones eléctricas
Marcha de los electricistas de la División Toluca del SME
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