Volumen 10, Número 153, febrero 28 de 2010 |
Desinformación e “intereses” electricistas
El grupo del
SME promotor de la creación de empresas contratistas sigue con una
política equivocada. Pero el grupo se escindió, la mayoría
ahora propone invocar la sustitución del patrón. La medida es
correcta pero debe hacerse siguiendo los procedimientos adecuados. La mejor
opción reside en la invocación formal del derecho por el conjunto
del sindicato.
Desacuerdo basado en “intereses”
En la “asamblea” o
reunión del 24 de febrero realizada en el Salón Los Angeles, Jorge
Sánchez, exsecretario general del SME volvió a insistir en
demandar la figura de patrón sustituto, a cargo de la Comisión
Federal de Electricidad (CFE), para algunos electricistas de Luz y Fuerza del
Centro (LFC).
Ramón Mera, exsecretario del trabajo del sindicato,
reviró su desacuerdo. Insistió en que, desde el principio, se
había propuesto la constitución de empresas para los trabajadores
liquidados. En efecto, eso fue lo que plantearon, tanto Sánchez, como
Alejando Muñoz, Mera y otros exrepresentantes sindicales. Esa propuesta
llevó a que varios de estos últimos, entre ellos, Rosendo Flores,
exsecretario general, se apartaran. Pero otros continuaron con la misma
“política”.
Hace apenas unos días, Jorge
Sánchez, señaló que ese no era el camino y propuso que se
invocara la sustitución del patrón. Ahora, al haber desacuerdo con
Muñoz, se produjo una nueva ruptura en la llamada Coalición de
Miembros del Sindicato Mexicano de
Electricistas.
¿Defender la materia de trabajo?
Mera argumentó que debía
seguirse con las empresas (contratistas) porque “hay riesgo de que la
materia de trabajo sea arrebata por ajenos”, dijo. Agregó que
“no podemos permitir que otros contratistas (sic) absorban la materia de
trabajo”.
La argumentación no es solamente borrosa sino
totalmente equivocada. La materia de trabajo, de la cual son titulares los
electricistas del SME, efectivamente existe. Pero, defenderla implica volver a
sus centros de trabajo a realizar, precisamente, las funciones que les
corresponden en sus respectivos puestos de trabajo.
La materia de trabajo
existe porque jamás se ha interrumpido y la relación laboral NO se
ha disuelto. En la región central del país, el Sistema
Eléctrico Nacional (SEN) está funcionando debido a que hay un
Sistema Interconectado Nacional (SIN).
Pero la defensa de la materia de
trabajo solamente puede hacerse, dentro del SEN, haciéndose cargo los
electricistas de las diversas funciones del proceso de trabajo eléctrico
que les corresponden, esto es, la generación, transmisión,
distribución y comercialización de la energía
eléctrica. Esto solamente puede ocurrir, mediante la sustitución
del patrón, cuyas pruebas son públicas, reales y documentales. El
patrón sustituto natural es la Comisión Federal de Electricidad
(CFE).
A su modo, la nueva propuesta de Sánchez es correcta y, la
de Muñoz es incorrecta.
¿Materia o migajas de trabajo?
Las empresas (empresitas) que promovieron
Sánchez, Muñoz y otros, NO significa la defensa de ninguna materia
de trabajo. Se trata, en todo caso, de la defensa de migajas de
trabajo.
Esto es así porque, las empresas que defienden
Muñoz y Mera NO están referidas a las funciones constitucionales
estratégicas que constituyen al proceso de trabajo eléctrico en
términos de lo dispuesto por el artículo 27
constitucional.
Las empresas contratistas, llamadas
“cooperativas”, son simples sociedades anónimas (S.A.),
constituidas por un puñado de socios que emplearán a otro
puñado de extrabajadores. Eso, tan solo en el aspecto numérico,
está lejos de la defensa de la materia de trabajo. Unos cuantos, los
“líderes” pasarán a volverse “empresarios”
y serán los nuevos “patrones” de sus propios
compañeros. ¿Bajo qué condiciones laborales, qué
derechos tendrán?
Lo grave es que tales empresas o sociedades
anónimas NO atenderán absolutamente nada de las funciones
eléctricas fundamentales. Por ejemplo, ¿van a generar
energía? ¡No! ¿Van a transmitir energía? ¡No!,
¿Van a controlar el SEN en la región? ¡No! ¿Harán
la distribución eléctrica? ¡No! ¿Comercializarán
la energía? ¡No!
¿Qué harán, entonces?
Atender funciones secundarias o conexas. El llamado “call center”
para la atención de quejas de los usuarios, la fabricación de
postes, el mantenimiento automotriz, etc. no constituyen la materia de trabajo
fundamental y estratégica, sino actividades relacionadas.
Consecuentemente, los contratos serán contratitos enrolando a los
compañeros que acepten a laborar en condiciones precarias y renunciando a
la defensa de la industria eléctrica (y su materia de trabajo
asociada).
Estos argumentos, por supuesto, no le dicen NADA a
Muñoz y Mera, empecinados en seguir un camino desfavorable para los
electricistas.
Ante la actitud de Mera, abajo se desató un primer
enfrentamiento. Empezó con empujones y gritos, luego, empezaron a volar
las botellas y hasta las sillas.
Revientan a la “asamblea”
“Calmados los
ánimos”, tomó la palabra Jorge Tapia, exsecretario general
del SME durante la huelga de 1987. Fue su reaparición, porque estuvo al
principio y después se ocultó. Ahora, dijo que había que
sentarse a negociar y que la propuesta de Sánchez era la mejor.
Agregó que, “los trabajos temporales” no garantizaban
“nada”.
Apenas terminó su intervención y abajo
volvieron los golpes. El enfrentamiento, físico y verbal, terminó
“reventando” a la “asamblea” que duró menos de 45
minutos
Obviamente, Muñoz y Mera se negaron al debate sobre las
“cooperativas”. Al “tronar” la asamblea, no hubo manera
de que informaran sobre las empresas ni a que aclararan los datos. Se advierte
que los “compromisos” con el gobierno son muy fuertes.
Entre
tanto, siguen los “amarres”. Ahora, César Rodríguez
(alias “El Chihuahua”) está del lado de Mera, no obstante la
impugnación de varios compañeros de base. Para éstos la
cuestión es muy sencilla: Bajo los conceptos del contratismo se anula la
lucha en defensa de la industria eléctrica nacionalizada. Eso representa
un retroceso de 100 años.
Sánchez sigue adelante
Jorge Sánchez anunció que
continuaría con la propuesta, citó a una asamblea en el Centro de
Convenciones de Tlatelolco y dijo que para el martes 2 de marzo
presentará la demanda en cuestión invocando la figura de
patrón sustituto.
No obstante la postura dura de Muñoz, se
nota que han bajado mucho sus bonos. En los escenarios que se comentan, de cada
diez asistentes a la “asamblea”, siete u ocho apoyan la propuesta de
Sánchez. Entre ellos se incluye a electricistas liquidados que se
encuentran en la situación más difícil.
Carencia de política e información
Muchos de los
exrepresentantes del SME han jugado un papel lamentable, la mayoría de
éstos prefirió hacerse a un lado, otros, sostienen planteamientos
erróneos. Casi nadie se ha atrevido a “arriesgar” el supuesto
prestigio que alguna vez tuvieron pero, con su silencio, asumen
cómplicemente la situación de severa agresión a todos los
electricistas.
Algunos dan pena. Para negar la invocación de la
sustitución del patrón “argumentan” que “no se
aplica la figura de patrón sustituto porque no hay, el Decreto no
menciona que la CFE se encargue. Tan es así, que la CFE contrata a
contratistas porque no respeta el convenio de zonas”, dicen.
La CFE es el patrón sustituto
Esos señalamientos no se
sostienen. Precisamente, el Decreto calderoniano del 11 de octubre para la
extinción de LFC dice, en el párrafo tercero del artículo
2, que
“El Servicio de
Administración y Enajenación de Bienes tomará de inmediato
las medidas necesarias para que los bienes del organismo que se extingue que
estén afectos a la prestación del servicio público de
energía eléctrica en el área geográfica en la que
hasta antes de la expedición del presente decreto venía
prestándolo Luz y Fuerza del Centro, así como los demás que
sean necesarios para dicho servicio, sean utilizados para tal fin conforme a lo
dispuesto en la Ley del Servicio Público de Energía
Eléctrica”.
La Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica señala
ARTÍCULO 7o.- La
prestación del servicio público de energía eléctrica
que corresponde a la Nación, estará a cargo de la Comisión
Federal de Electricidad, la cual asumirá la responsabilidad de realizar
todas las actividades a que se refiere el artículo
4o.
El artículo 4º. se refiere a la
prestación del servicio público de energía
eléctrica
ARTÍCULO 4o.-Para los efectos de
esta Ley, la prestación del servicio público de energía
eléctrica comprende:
I.- La planeación del sistema eléctrico nacional;
II.- La generación, conducción, transformación, distribución y venta de
energía eléctrica, y;
III.- La realización de todas las obras, instalaciones y trabajos que requieran la planeación,
ejecución, operación y mantenimiento del sistema eléctrico
nacional.
Esto es, el organismo encargado de la
prestación del servicio público a nivel nacional es la CFE,
incluyendo a la región central del país. Se incluye al área
de influencia de LFC porque esta paraestatal NO era ajena al SEN sino parte de
éste máxime que el sistema está interconectado.
La
“contratación (sic) de contratistas”, por parte de la CFE, NO
se debe a ningún “convenio de zonas” sino a una
política errónea antinacional seguida por el gobierno y
administraciones de la CFE en turno. Todas las funciones, de todas las fases del
proceso de trabajo eléctrico, corresponde realizarlas a la CFE por
administración directa, en correspondencia con lo dispuesto por el
párrafo sexto del artículo 27 constitucional. Allí se
indica, expresamente, que en materia de energía eléctrica NO se
otorgarán concesiones ni contratos.
De manera que, la CFE es el
patrón sustituto de los electricistas. Obviamente, el gobierno se niega a
acatar la Ley pero resulta peor que el SME se niegue, incluso, a solicitar el
ejercicio del derecho.
Integrar a la industria eléctrica nacionalizada
Esta es la bandera
de los electricistas democráticos, formulada como una de las conclusiones
de la nacionalización. El proceso avanzó considerablemente hasta
1976 pero se interrumpió violentamente por el Estado al reprimirnos
política y militarmente a quienes formamos a la Tendencia
Democrática del SUTERM. En 1992, Salinas de Gortari, apoyado por Jorge
Sánchez, procedió a desnacionalizar la industria con base en las
reformas regresivas a la LSPEE:
Pero la propuesta de integración
industrial sigue vigente. Cuando Calderón emitió el Decreto de
extinción de LFC, configuró un golpe demoledor que
conmocionó a los electricistas y a la nación. Aparte la
discusión de inconstitucionalidad y demás argumentos
débiles de los abogados comandados por Néstor de Buen y
Raúl Carrancá, el Decreto tiene una contradicción para
revertirlo.
Calderón tuvo que poner al sistema eléctrico de
la región central del país a cargo de la CFE. No podía ser
de otra manera, ese es el mandato de la Constitución y de la LSPEE. Por
supuesto, Calderón NO lo quería, nunca lo razonó y
jamás pensó en las implicaciones. Por ello, es que desde el primer
momento, el FTE propuso revirar la agresión invocando la figura de
patrón sustituto a cargo de la CFE, en el marco de la integración
de la industria eléctrica nacionalizada.
El gran problema es que
se eluden estas acciones ante la carencia de política eléctrica.
La situación llega al absurdo. Toda la nación sabe que: la CFE se
está encargando de la operación del sistema eléctrico en la
región central, el Valle de México está iluminado, el
servicio público de energía eléctrica (aún con las
fallas en las colonias populares) se está suministrando y que, incluso,
la propia CFE está comercializando el servicio que proporciona.
A
pesar de ello, la mayoría de electricistas siguen dudando que la CFE sea
su nuevo patrón y se niegan a invocar la sustitución establecida
por la propia Ley laboral. Sabido es que el gobierno NO respeta las leyes pero
menos las va a respetar si ni siquiera se toman las acciones (formales) para
ejercer los derechos. Eso es lo pretende el juego político del gobierno:
evitar que se ejerzan los derechos por omisión (deliberada o no) de los
propios afectados.
2010, elektron 10 (54) 1-4, 24 feb 2010.
El contratismo NO defiende la a materia de trabajo. FOTOS: M. Peláez,
V. Camacho
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