El manejo oficial de las aguas nacionales es un desastre debido a la ineptitud, negligencia y corrupción de las administraciones en turno. Esto ha vuelto a demostrares con las recientes inundaciones en el Valle de México. Pero, en la capital e interior del país, los gobiernos continúan con una necia política de privatización del agua. Exigimos la cancelación de todos los contratos y concesiones otorgadas a las transnacionales.

Las lluvias “fuera de temporada” que azotaron al Valle de México, y estados de Hidalgo y Michoacán, los días 2, 3, y 4 de febrero, dejaron al descubierto la red de complicidades que mantienen los neoliberales de la ultraderecha y los neoliberales de la “izquierda moderna”.

En dichos días se registraron lluvias constantes tanto en la zona noroeste de la ciudad, como en municipios conurbados, tales como Ecatepec, Netzahualcóyotl, y Chalco, en el Estado de México (Edomex). Las pérdidas humanas más cuantiosas fueron en Angangeo, Michoacán, donde se cuentan más de 30 muertos.

En la presa El Bosque, de la Comisión Nacional del Agua (Conagua, CNA) perdieron la vida 3 trabajadores de base y uno más resultó seriamente lesionado, al ser obligados por las autoridades, con todo el mal tiempo y el alto riesgo que implicaba, a realizar maniobras riesgosas para colocar una malla en la obra de toma y evitar que se taponara con basura. Los 4 trabajadores de la CNA, nunca se negaron a realizar el peligroso trabajo pero argumentaron que carecían de los elementos para tener la mínima seguridad. Aún así fueron obligados a realizar dicha tarea perdiendo la vida.

Existió negligencia en todos los casos porque los tres niveles de gobierno [federal, estatal, municipal y el propio Gobierno del Distrito Federal (GDF)] sabían de la contingencia por el mal tiempo. Es cierto que las precipitaciones fueron atípicas pero, también es cierto, que no fueron mayores a las que ocurren en verano. Lo que hubo fue una total y absurda falta de comunicación entre las instancias involucradas.

La negligencia y mala comunicación costó daños materiales a los hogares de más de cien mil habitantes del valle de México. Es probable que los daños materiales se recuperen a largo plazo pero las vidas humanas serán irrecuperables.

Angangeo, Michoacán, es un pueblo arrasado por la furia de la naturaleza pero, también, por la negligencia de no parar la destrucción de las zonas boscosas y por los efectos de la explotación minera.

Pero, nadie asume la responsabilidad de las inundaciones que, en algunas zonas, fueron de más de 2 metros de altura. Calderón es culpable en primera instancia porque, consecuencia de la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC), el día de los hechos, no había energía eléctrica para mover las compuertas eléctricas. Los contratistas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no atendieron y no pudieron restablecer a tiempo el servicio de energía eléctrica.

Después de la catástrofe, la CNA y su director, Losé Luís Luege Tamargo, culparon a Marcelo Ebrard, Jefe del GDF; y al director del Sistema de Aguas del Distrito Federal. Estos, a su vez, reviraron señalando que los avisos de alerta de la CNA por lluvias extraordinarias nunca llegaron con la precisión ni con el tiempo adecuado para tomar medidas preventivas.

La ciudad de México y su zona conurbada utilizan tres sistemas principales de desalojo de aguas pluviales:

1. El drenaje profundo con 17.3 millones de m³ por día con sus interceptores

2. El Gran Canal con 3.5 millones de m³ por día

3. El emisor poniente con 2.6 millones de m³ por día

Esto da un total de 23.4 millones de m³ por día pero, según la Conagua, es de solo 14.3 m³ millones por día.

Luege Tamargo y Calderón reiteradamente insisten en que el drenaje profundo se puede colapsar. Pero, lo que se colapsó, fue toda la red de drenaje de la ciudad por su absurda guerra política en contra de Ebrard, quien también se cree presidenciable para el 2012.

En noviembre de 2009, Luege Tamargo en reunión con Marcelo Ebrard y Enrique Peña Nieto, gobernador del Edomex, habían acordado que más de 120 millones de pesos destinados a la construcción del emisor oriente, una de las obras más costosas y más inflada en las cifras del gobierno federal, serían utilizados para darle mantenimiento a los ríos y canales superficiales de la ciudad y la zona metropolitana.

Así, serían rehabilitados el Gran Canal, el río de Los Remedios, el río de La Compañía y otros más de suma importancia, y que, los trabajos arrancarían a mediados del mismo mes de noviembre. Preguntamos: ¿Cuándo se realizaron los trabajos, donde están los 120 millones de pesos invertidos? ¡Exigimos las cuentas claras de su mal proceder!

En Tabasco, en mayo de 2009, según lo dio a conocer el Heraldo de Tabasco el día 14, la Secretaria de la Función Pública detectó un desvío de recursos por más de 75 millones de pesos en la ejecución de obras de protección, contempladas en el Plan Hídrico Integral. El director estatal de la Conagua, Omar Celin Komukai Puga, aceptó las irregularidades y se comprometió a subsanarlas para evitar responsabilidades administrativas y de carácter penal.

De acuerdo al documento de más de 800 hojas, en poder del Heraldo de Tabasco, la corrupción y las irregularidades se observan en las obras públicas de los siguientes expedientes: SGIH-OCFS-TAB-08-035-FN-D, y la empresa implicada es CM del Golfo, con un fraude de más de 2 millones de pesos; la empresa Armadora Tabasqueña está involucrada en un fraude de más de 4 millones y medio de pesos con el expediente SGIH-OCFS-TAB-08-036-FN-D; y, la empresa Napoleón ligada al expediente SGIH-OCFS-TAB-08-033-FN-D que tiene que aclarar las observaciones por un monto superior a los 21 millones de pesos. Estos son algunos ejemplos del equipo que Luege Tamargo protege.

La administración de la CNA ha traído gente de diversos estados de la República para colocarla en puntos estratégicos. Tal es el caso del director de la dirección Técnica del Organismo de Cuenca del Valle de México, Martín Ortiz Montes, quien presume de compadrazgo con José Luís Luege, quien lo trajo de Chiapas.

La población está cansada de que, “a río revuelto ganancia de pescadores” puesto que, la habilidad que han demostrado los neoliberales de la ultraderecha para hacer negocios con el erario público es notoria. Además, en cada desgracia salen a flote fraudes y trabajos no concluidos.

Deben investigarse las estrechas relaciones que Luege Tamargo sostiene con la compañía Sub Marelher, S.A. de C.V., proveedora constante de la Conagua, ya que, antes de ser director de ésta era fuerte promotor de dicha compañía, la que, a su vez, ha “ganado” diversas licitaciones para la instalación de “tapices de concreto”.

Son ya muchos muertos y varias inundaciones como la de Tabasco. Son ya muchos errores, como los subejercicios al presupuesto. Tan solo en el 2009 se invirtieron 1,800 millones de pesos en proyectos de inversión, de un presupuesto de 8,640.9 millones de pesos. Es decir, solo se ejerció el 20%. Adicionalmente, existen muchas pifias en la negra gestión de quien dice que la política es de “lana y poder”. ¿Hasta cuando se le aguantará como director de la Conagua?

Antes de la fundación de la CNA o Conagua, Miguel de la Madrid dio los golpes más certeros a la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH), y redujo su presupuesto drásticamente para hacerla inoperante ante los ojos de los ciudadanos. Con estas medidas, le puso a Carlos Salinas de Gortari la mesa para la privatización de los servicios del agua en todo el país. Esa política siguió su curso con Ernesto Zedillo, luego Vicente Fox y ahora Calderón, individuo auto-nombrado presidente de México y del empleo.

Junto a esa política de deterioro y desmantelamiento, disminuye la plantilla laboral de trabajadores sindicalizados, se escatiman recursos económicos para el mantenimiento preventivo y correctivo que como consecuencia trae inundaciones, se reducen o se niegan prestaciones laborales y sociales a los trabajadores de base, se contrata personal por medio del OUT-SOURCING fuera de la ley para no pagarles sus respectivas prestaciones laborales, cubriendo interinatos, contratos eventuales o por honorarios de 3 o 6 meses, en algunos casos hasta de un año, renunciando a la institución el mismo día que ingresan a laborar, y se niegan los implementos indispensables para el desarrollo del trabajo.

En la ciudad de México se esperaba que los contratos con las transnacionales del agua, que vencían en mayo de 2009, no se refrendaran porque no se materializaron las promesas hechas por las corporaciones.

Las inundaciones continúan, el desabasto del agua potable es constante, nadie puede negar que lo que menos le interesa a esas empresas es la prestación de un buen servicio, lo que buscan sus dueños es la ganancia fácil sin invertir un solo peso, ya que, se vienen apropiando de la infraestructura hidráulica que hoy existe en este estratégico sector.

Las consecuencias en lo laboral están en el desplazamiento de la mano de obra calificada y el ataque a la materia de trabajo, esto es, un ataque frontal a los trabajadores.

Marcelo Ebrard, “izquierdista moderno”, es corresponsable de la inundación del 4 de febrero porque, al haber firmado los nuevos contratos con las transnacionales Veolia (Proactiva Medio Ambiente), Suez (Bal-Ondeo) de capital francés y la gringa Bechtel, avaló toda una serie de trabajos no cumplidos por estas compañías que, en cualquier país medianamente democrático, ya hubieran sido clasificados como fraudes que perjudican a los habitantes de la ciudad de México y se le hubiera dado curso legal para que: o regresan el dinero o hacen bien el trabajo, o bien, cárcel por incumplimiento.

A cambio, en este 2010, el GDF aumentó las tarifas de los servicios del agua, dándoles todavía más un mayor margen de ganancia a las compañías extranjeras, seguirán los pésimos servicios, los tandeos y la mala calidad del agua potable.

Ante este negro panorama los trabajadores y población en general exigimos la cancelación de todos los contratos otorgados por los gobiernos a las compañías particulares. No debemos tolerar que se nos exija el pago puntual del agua y otros servicios cuando, lo que se recibe, no es precisamente agua potable ni buenos servicios.

Es necesario que los trabajos de desazolve, mantenimiento a la red hidráulica y todos los demás servicios regresen a los trabajadores del Sistema de Aguas la Ciudad de México, ya que, por un lado tenemos a las compañías privadas cobrando un dineral por malos y pésimos trabajos y, por otro lado, hay trabajadores parados que no tienen qué hacer porque han sido desplazados por personal ajeno a las instituciones.


2010, elektron 10 (48) 1-4, 18 feb 2010.

El canal de aguas negras que desemboca en el río de los Remedios
desbordado el día 4 de febrero de 2010. FOTO: MEGA.

En 2007, las inundaciones en el sureste mexicano ocasionaron un desastre social