Volumen 10, Número 151, enero 30 de 2010 |
Violencia entre electricistas
Encabezados personalmente por Esparza,
Amezcua y Montes de Oca, el grupo “verde” del SME agredió
violentamente al grupo “naranja” del propio sindicato. La
utilización de la fuerza pública, por parte del Estado, para
resolver los problemas sociales es inaceptable. El uso de la violencia, para
resolver los problemas sindicales internos, también es inaceptable. Se
están creando, deliberadamente, condiciones políticas más
desfavorables para los electricistas.
Esparza encabeza la agresión
El conflicto electricista pasó a otro
nivel. Mediante el enfrentamiento interno, la situación se complica
más.
El 6 de enero, el grupo de Martín Esparza
agredió violentamente al de Alejandro Muñoz. Al filo del
mediodía, llegaron los “verdes” al Pentatlón donde los
“naranjas” se encontraban en reunión semanal. Los primeros
intentaron ingresar al local pero los segundos cerraron las puertas. Entonces,
los “verdes” lanzaron petardos y piedras al interior del lugar y con
piedras y palos dañaron 13 vehículos particulares estacionados
sobre la calle de Sadi Carnot, en la colonia San Rafael, de la ciudad de
México. Hubo varios lesionados pero ningún detenido. La
policía del Distrito Federal no intervino, se dedicó solamente a
observar. Propietarios de vehículos presentaron denuncias. La
Procuraduría de Justicia (PGJ) del Distrito Federal (DF) inició
tres averiguaciones previas.
Según las declaraciones de
Muñoz a los medios, “llegó el grupo de Martín por
ambos lados de la calle. Quitaron una lona, aventaron piedras, tronaron
petardos, destrozaron coches y golpearon a la gente” (Staff, en Reforma, 7
ene 2010). “Amezcua encabezaba a unos, Montes de Oca a otros.
Martín estuvo parado en la esquina”, dijo.
Más tarde,
en declaraciones a los medios, Amezcua se deslindó de las acusaciones:
“deslindo de cualquier acto (sic) que se quiera responsabilizar al
sindicato o a cualquier miembro de la dirección”, declaró y
pidió pruebas a quienes lo acusan de provocador. En un boletín de
prensa, enviado a los medios y a diversas organizaciones sociales, los biombos
de Amezcua escribieron: “advertimos que nuestras filas han sido
acompañadas e infiltradas de esquiroles y provocadores”. Asimismo,
hicieron un llamado a Gobernación “para retomar (sic) el
diálogo y la negociación a la brevedad”. También
dijeron que Esparza y sus seguidores han resistido “dentro de sus
libertades democráticas” la campaña de provocación
que el gobierno federal ha creado a través de la Policía Federal
(PF).
El gobierno, respondió de inmediato. Fernando Gómez
Mont, secretario de gobernación, declaró: “Es inaceptable
que se pueda inaugurar (sic) un diálogo en las condiciones de
beligerancia”.
Muñoz calificó a las acciones de
Esparza de “actos desesperados ante el fracaso de su estrategia frente al
conflicto por la extinción de Luz y Fuerza” (Otero-Briz M., en
Milenio, 7 ene 2010). Comentó que la mayoría de las personas que
integraban al grupo agresor no son agremiados del SME, ya que se trata de
personas que fueron contratadas para amedrentar a los trabajadores que ya se
liquidaron. “Traían gente que no es electricista, pues tratan de
intimidar a las personas para que no asistan a nuestras reuniones”,
dijo.
Los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública
del Distrito Federal que acudieron al lugar para intentar restablecer el orden
no lograron contener el enardecimiento de los electricistas que, luego del
enfrentamiento, tomaron la decisión de bloquear Insurgentes, a la altura
de la calle Antonio Caso, donde se encuentra el recinto sindical del
SME.
Luego, se dirigieron a la sede nacional del PRI. “Cuando
llegaron lanzaron al menos tres petardos hacia la explanada del inmueble”,
realizaron pintas y agredieron verbalmente a un contingente de la
Confederación Nacional Campesina.
Enseguida, intentaron llegar
hasta la subestación de Nonoalco, fuertemente resguardada por cientos de
policías federales. Entonces, se internaron por los pasillos y corredores
de la unidad habitacional de Tlatelolco; a su paso, pedían a los
habitantes no pagar la luz. En la Plaza de Tlatelolco, hicieron un mitin, desde
las ventanas del edificio Chihuahua algunos vecinos les lanzaron una lluvia de
huevos y trozos de ladrillos. ¡Qué pena!
La provocación fue del gobierno, dice Esparza
Al siguiente día, 7 de enero, se
suscitó un conato de violencia entre la Policía Federal y
electricistas el SME cuando éstos se apostaron frente al edificio de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, en cuyo interior electricistas al
servicio de la CFE hacían reparaciones.
En la subestación
Santa Julia, en Pachuca, Hidalgo, hubo intercambio de golpes, patadas y
empujones entre electricistas y elementos de la Policía Federal que
ocupan la instalación. Al mediodía, cuando una camioneta de la CFE
trató de ingresar a la subestación los electricistas trataron de
impedirle el paso colocando piedras en el acceso principal. La PF replegó
a los inconformes.
Con relación a la agresión del
día anterior al grupo de Muñoz, Esparza acusó a la
secretaría de gobernación y a la de seguridad pública de
provocar actos de violencia. “La provocación es de la PF en los
centros de trabajo. Si hay problemas que se hayan golpeado o el deceso (sic) de
algún compañero, los responsables son los Secretarios de
Gobernación y de Seguridad Pública” (Staff, en Reforma, 8
ene 2010).
También señaló como responsable de los
enfrentamientos a Alejandro Muñoz e informó que el SME
presentará denuncias penales ante la PGJ del DF “contra quienes
resulten responsables de las lesiones a personas y los destrozos a
vehículos” (Mendoza C., en Crónica, 8 ene 2010).
Reiteró que “su lucha es pacífica y la intención de
las autoridades es “criminalizar” al movimiento del
SME”.
En la conferencia de prensa dijo que “los electricistas
no provocaron ninguna agresión” y agregó que “desde
que inició el conflicto hay gente infiltrada, entre ellos gente del mismo
gobierno, como el Estado Mayor Presidencial, de la Secretaría de
Gobernación y de la Policía Federal”. Responsabilizó
a Fernando Gómez Mont, a Genaro García Luna y al exsecretario
general del sindicato, Jorge Sánchez, “de haber enviado
provocadores para iniciar la gresca entre los electricistas, y reiteró
que la fracción que él representa es “víctima de un
linchamiento mediático”.
Destrozos en vehículos de particulares
Agresión a electricistas y a particulares
Martín Esparza ha perdido completamente el piso, tira la
piedra, esconde la mano, se deslinda y acusa al agredido. Eso es algo serio. No
se puede dirigir un movimiento como el electricista con esa locura (de la mala)
en la cabeza.
Los medios, especialmente, la televisión privada, le
dieron vuelo a la nota roja. ¿A quién beneficia la
provocación? ¿A los electricistas?
Las “cooperativas” que promueve Muñoz
Muñoz
insiste en una salida poco decorosa para los electricistas. Primero,
promovió que se liquidaran; sobre esa base, entró en
pláticas con el gobierno para que le otorgaran la concesión de
empresas que darían servicio a la CFE.
Al momento se habla de
tres “cooperativas”: de construcción, de
comercialización y de distribución (sic). Se trata de opciones muy
inferiores para los trabajadores de la industria eléctrica, contrarias a
sus propias banderas históricas y destinadas al fracaso.
Ligerezas intelectualosas
Luís Javier Garrido (en La Jornada, 8 ene
2010) escribió que “el SME y su líder (sic) Martín
Esparza, están defendiendo no solo a sus 44 mil afiliados (sic), sino a
la totalidad de los mexicanos que tienen derecho a recibir la energía
eléctrica con un precio moderado (sic), y al destino de la nación
(sic)”. Garrido, además, repite el mismo discurso de Esparza contra
la CFE. Concluye señalando que “10. El pueblo de México ...
señalará en estos meses decisivos por venir el derrotero de los
próximos años, y la lucha de los electricistas del SME constituye
hoy el mejor de los ejemplos”.
Garrido no sabe lo que dice. Esparza
no defiende ni a sus representados. ¿Cuál es el precio
“moderado” de la energía eléctrica? ¿Esparza
defiende “al destino de la nación”? ¡Que
exageración! Con esos “análisis” estamos perdidos, la
intelectualidad mexicana está verdaderamente colapsada. Garrido no es el
único intelectual, ni siquiera ejemplo, pero tiene un espacio a su
servicio en los medios y con los obradoristas.
Tampoco es el único
caso, otro es el economista Andrés Barreda, quién mira en Esparza
a un adalid, sobre la base de mentiras y patanerías expresadas en las
conferencias-lumpen que ofrece en la UNAM. También hay críticos de
arte que no cantan mal las rancheras y han escrito “en defensa de la
legítima dirigencia de Martín” que ni es dirigencia ni menos
legítima.
La agresión se veía venir
En los hechos de Sadi Carnot,
hubo dos altercados. Primero, llegó Amezcua con 80 gentes y se
retiró. A la media hora, regresó Esparza y Montes de Oca con 300
personas. Empezaron a agredir, rompieron parabrisas, afectaron vehículos,
lanzaron piedras.
Todo empezó cuando un grupo de electricistas
llegó al edificio sindical de regreso del Zócalo donde
habían quemado recibos de luz de la CFE. En el local había una
asamblea de jubilados y uno (Rubén Pérez Pineda) dijo que si no se
detenía a los de Sadi Carnot “esto quedaría en
ruinas”, azuzando a los activos presentes. Entonces, varios activistas
salieron a golpearlos.
Atrás del contingente que encabezaba
Esparza y Montes de Oca venía la policía del Distrito Federal que,
durante los hechos, se dedicaron solamente a observar. Con el contingente de
agresores venía Mario Benítez, uno de los principales del
golpeteo.
Evidentemente, el grupo de Esparza fue a provocar. El
enfrentamiento se venía auspiciando desde semanas atrás. Antes de
iniciar la huelga de hambre de las electricistas hubo una asamblea de jubilados
en la cual una compañera exigía que la asamblea fuera a sacar al
grupo de Muñoz. En esa ocasión otros jubilados dijeron que no
había que dejarse llevar por el hígado.
Hace 4 semanas,
Antonio Durán, representante de jubilados, andaba haciendo
gestoría ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social
(STPS) y la Secretaría de Energía (Sener). Como Durán
simpatiza con Muñoz, y sigue la misma política equivocada, los
esparzistas lo golpearon porque desde hace rato están propiciando la
violencia.
Antes, se presentaron dos enfrentamiento con los
“verdes” y los compañeros de la Coalición de
Electricistas de Base, primero en el Monumento a la Revolución y, luego,
en Atizapán de Zaragoza. En el primer caso, la agresión la
encabezó Hugo Comesaña, supuesto juez a quien nadie eligió
ni reconoce pues fue designado por Esparza. Ese “juez chacal”, como
lo conocen abajo, junto con otros sujetos en notorio estado de ebriedad,
quisieron golpear a los compañeros que únicamente leían un
Manifiesto. En Atizapán, el intento de golpes se debió a que los
compañeros organizaron un concierto de rock en solidaridad con el SME,
cuestión que no gustó al “juez” y encimó una
kermés. La situación no pasó a mayores.
En los
días de diciembre, el ambiente interno era de tensión,
había voces que sugerían acciones mayores. Se configuraba una
combinación de enojo, desesperación y negación a aceptar
una realidad desfavorable y políticamente errática.
El sindicato está colapsado
Los hechos de provocación y violencia
innecesaria son muy graves, pues, se crea un clima de enfrentamiento directo
entre electricistas y se le dan pretextos gratuitos al gobierno para que siga
golpeando.
La violencia y provocación de Esparza expresa la
pérdida de toda visión razonable del conflicto, durante el cual,
no ha tenido política racional coherente.
La
“estrategia” seguida con Néstor de Buen, abogado patronal
abusivo, falló. Ni hubo Controversia constitucional ni han prosperado los
amparos. Hasta el momento, esa “estrategia” no conduce a ninguna
salida.
Es obvio que el alargamiento del problema lleva a la
provocación y a la violencia. Hay compañeros aferrados a hacer lo
que diga Esparza, ésa es su única defensa. Así, sin
razonamiento alguno, se va a profundizar la violencia. Otros, especialmente
jubilados, todavía le creen a Jorge Sánchez, el liquidador (junto
con Salinas de Gortari) de la nacionalización
eléctrica.
Ahora, con el enfrentamiento entre electricistas se
cayó otro mito: ¿qué pasó con la “familia”
electricista? ¿No que muy hermanitos “para sacarle a la empresa todo
lo que se pueda”, según decían?
La estrategia del
gobierno estaba configurada para dividir a los electricistas mediante las
liquidaciones. De inmediato, se creo la división entre jubilados y
activos; luego, de los que están en resistencia y los liquidados.
Pero, el enfrentamiento se preparó desde el fraudulento proceso
electoral interno. Los esparzistas califican a los demás de traidores,
nadie puede ni siquiera preguntar, menos opinar, sobre algo que disguste a los
hegemónicos, porque eso basta para excluirlos y satanizarlos. La
mayoría de compañeros carece de la información
mínima que deliberadamente se les niega. La situación es
escandalosa, los intelectualosos no la imaginan pero al interior del sindicato
existe profunda ignorancia, un verdadero analfabetismo sindical funcional.
Cuando estalló el conflicto, los edificios sindicales estuvieron
cerrados dos semanas, sin posibilidad de que los trabajadores se organizaran.
Hoy están abiertos pero, a las asambleas solo asisten representantes,
como varios se liquidaron fueron sustituidos por el dedo de Esparza. Las
asambleas no son del sindicato sino del grupo “verde” pero las
decisiones (unilaterales) se toman en nombre de todo el sindicato.
En el
nuevo edificio apenas caben un poco más de 500 (quinientos).
¿Dónde está el resto de los 44 mil electricistas, ó 16
mil? En el mejor de los casos, en la calle, viendo por una pantalla (sin
sonido). ¿Cuándo puede haber opiniones democráticas si los
trabajadores ni siquiera pueden entrar a su auditorio? pues, además de
ridículamente pequeño, los “verdes” siempre lo llenan
con antelación para que ya nadie entre. Ese escenario
“apantalla” a ciertos reporteros (y articulistas) que se la creen
porque viven en la superficialidad.
Agresión de “electricistas” en Sadi Carnot
¿Qué festeja compañero?
Manejo político primitivo y arcaico
Al agredir a todos los que no comparten su fe
ciega y supersticiosa se sigue una “política” primitiva.
Entonces, se promueve la figura del “chivo expiatorio” para desviar
los objetivos del conflicto, como sucedía en las sociedades primitivas.
Esa figura desencadena violencia porque rompe con el proceso de
racionalización. Eso ha ocurrido al interior del sindicato, dónde
es sabido que, tanto el grupo de Esparza como el de Muñoz, se han
sostenido por la corrupción.
En los actuales momentos, el grupo de
Esparza está planteando la fe y la esperanza como algo ciego pero, ni una
ni otra lo son. El ofuscamiento, la falta de línea política y de
racionalización los está llevando a la descomposición que
se agudiza.
Reiteradamente, se está recurriendo a figuras que
utilizaban las sociedades arcaicas. Por eso, el razonamiento se hace borroso
recurriendo al “chivo” y a la fe ciega. Se está cayendo en la
superstición; la descomposición es grave. NO se debe esperar
más para hacer un lado a los provocadores. Tenemos la violencia encima y
el tiempo también.
Los “rudos” están en minoría
El grupo que
participa en acciones provocadoras es reducido, Amezcua les llama
“rudos”, no llegan a 500. Por supuesto, no representan a los
electricistas, la mayoría están completamente ajenos. Sin embargo,
esa minoría forma al grupo que impide la normalidad
sindical.
La recomposición democrática de las fuerzas sindicales
Compañeros cercanos al grupo de Esparza han
expresado su preocupación por el curso que sigue el conflicto. Han dicho
que el único objetivo es regresar al trabajo y que, para ello, se deben
unificar las fuerzas internas. Reconocen que el sindicato está dividido
“sin culpar a nadie” como si se hubiera dividido solito. Hasta han
intentado un ejercicio para tomar decisiones ante una estructura sindical
resquebrajada.
¿Con los recientes acontecimientos, podrán
reunificarse “democráticamente” las fuerzas? No lo creemos.
Por el contrario, los hechos violentos de smeítas contra smeítas
alejan más a la indispensable unidad. ¿Cómo se podría
concertar? ¿Mediante la palabra o los golpes? La primera fue descartada,
solo queda la segunda. ¿Será posible una “democracia” a
golpes? Se peca internamente de lo mismo que se critica al gobierno.
En
ese contexto, ¿hay condiciones para reponer el proceso electoral interno
varias veces cuestionado? Para el grupo de Esparza sí, todo
consistiría en que una “asamblea” levante la mano por
él. Según Montes de Oca, ya se emitió la convocatoria
electoral que NADIE conoce. Dijo que se abrió el registro de planillas y,
solamente, hay una registrada: la de Esparza. Pronto va a decir que, en una
reunión (“asamblea”) se volvió a reelegir a
Martín.
Lo que hay al interior del sindicato es la
alteración de la normalidad sindical y, reponerla, está previsto
en la Ley y en los propios Estatutos. Pero deben seguirse cuidadosamente los
procedimientos. Nada de esto, que debió hacerse 6 meses ha, se
está haciendo correctamente sino con deshigiene y explícita
manipulación.
De seguir así, esa maniobra
fracasará. O, ¿acaso existen posibilidades mínimas para que
los electricistas participen democráticamente en el presunto proceso
electoral interno? ¡Ninguna!
Restablecer la normalidad sindical es
una condición para la solución del conflicto, habida cuenta que el
sindicato NO tiene secretario general, nadie tiene acreditada la personalidad
jurídica como tal. Ni siquiera hay capacidad legal para convocar a
elecciones internas, porque no se reúne ni la mitad del Comité
Central con Toma de Nota. Tampoco existe padrón de trabajadores
sindicalizados actualizado. De acuerdo a la Ley, los sindicatos están
obligados a notificar a la Secretaría del Trabajo y Previsión
Social (STPS) las “altas y bajas” de sus agremiados. ¿Lo han
hecho?
A punto de perderse las opciones
Independientemente del escalamiento de la violencia, las
posibilidades de solución política se están cerrando.
Teniendo, desde antes del conflicto, la opción de invocar la figura de
“patrón sustituto”, en este caso a cargo de la CFE, a tres
meses de la ocupación de LFC ni siquiera se ha presentado como propuesta,
solamente se ha “manoseado”, comentado pero nada más,
dejándola “para el último” como haciéndole un
favor a la CFE. A estas alturas, con el nuevo escenario político, si
Esparza invocara la figura del “patrón sustituto”, la
podría perder.
Esparza sigue teniendo el control
burocrático de muchos trabajadores en resistencia pero no tiene la
mínima intención de que el conflicto se resuelva favorablemente
para todos. A Esparza, Amezcua y Montes de Oca (que jamás han trabajado
pues llevan décadas en el aparato) solamente les interesa su propio
beneficio. Por eso tienen al sindicato en el horizonte de eventos que conduce al
colapso.
Sin embargo, aún hay opciones. Cuando empezó el
conflicto se podía haber dicho que había 3 soluciones, 1-
controversia constitucional, 2-amparos, 3- patrón sustituto. El FTE
planteó que esta era la única, las otras no tenían
posibilidad de progresar.
Se fue cumpliendo lo que preveíamos,
todo se ha alargado y sin salida. Desde aquel momento, estuvimos convencidos del
patrón sustituto. Nadie dirá, a la primera, que procede pero es la
opción que tiene más posibilidades legales, en el marco de la
integración industrial. El camino avanzó, solo faltaba que se
extinguiera LFC para que quedara una sola empresa en el sector. Por eso, la
propuesta de sustitución es la más sólida pues cumple con
el objetivo histórico de los electricistas. También, tiene todas
las posibilidades porque la figura se ha utilizado en varias ocasiones, incluso,
con LFC. Así debió de haber ocurrido ahora, y desde 1994, si no se
hubieran atravesado Salinas y Sánchez.
Si se ve a la industria
eléctrica, como una industria en manos de la nación, no privada
(desintegrada), la CFE es la mejor opción. Caso Unión Fenosa y sus
17 unidades estratégicas de negocios hubiera sido peor. Además, si
se sigue luchando por la integración y la no privatización, la
mejor opción es estar dentro de la industria, con todos los derechos, no
como contratistas. Como tales, sería darle armas al gobierno para que
siga privatizando. ¿Cómo oponerse siendo contratistas?
La
sustitución del patrón es la única solución y
está a punto de perderse. Cada vez es más claro, la controversia
se vino abajo, los amparos también. ¿Qué queda a los
“verdes”? La desesperación. La huelga nacional está
formulada como una esperanza sin sustento. En la reunión de
subestaciones, varios plantearon cómo ir construyendo los consensos para
llegar a una huelga nacional. Eso no tiene nada de solidez. Van años que
se ha planteado la idea y no se ha hecho. ¿Cómo, ahora, un grupito
lo hará? Para que ocurra van a pasar años de trabajo social, de
momento está muy lejos, solo queda una posibilidad: la del patrón
sustituto.
Pero no hay solución mágica, tenemos que asumir
la responsabilidad. La organización no camina, los “verdes”
están perdidos en la idea de un grupo mártir, maltratado por el
Estado, porque organiza la huelga nacional y revoca el mandato a
Calderón. ¡Infantilismo! No tienen capacidad para resolver el
conflicto de electricistas, menos para algo que requiere la fuerza de todo el
país organizado.
La trampa de los “notables” que no lo son
Esparza y los
medios les dicen “notables” pero ninguno lo es, los cinco son
políticos de medio pelo ligados al poder del Estado, varios de ellos son
conocidos mafiosos. En reacción a los acontecimientos de violencia, los
“mediadores” que no han mediado nada, se aparecieron a los medios
para dar un ultimátum al gobierno y al sindicato. “Si no aceptan la
propuesta, nos retiramos”, dijeron.
¿Qué propuesta? La
que formularon esos burócratas a partir de la indicada por Esparza. Esto
es, que se pague el aguinaldo, y que se permita a los trabajadores sacar sus
pertenencias dejadas en LFC. ¿Qué agregaron los
“notables”? Que las partes asuman el compromiso de “acatar lo
que determinen las instancias legales”.
Se trata, primero, de una
enorme pobreza del programa político de Esparza. Lo fundamental es
regresar al trabajo, mediante la figura de patrón sustituto a cargo de la
CFE, en el marco de la integración de la industria eléctrica
nacionalizada. Sin embargo, esta propuesta NO está en la agenda. Segundo,
se pretende “amarrar” al sindicato para que acate lo que resuelvan
los tribunales, esto equivale a ponerle la soga en el cuello al SME.
¿Por qué? 1- la Controversia constitucional ya falló,
2- los amparos de Néstor han venido fallando y van por un callejón
sin salida, 3- el laudo que tiene preparado la JFCA es desfavorable para los
electricistas. Acatar esas “resoluciones” demoledoras NO es ninguna
mediación favorable. He allí la trampa de los
“mediadores”.
No obstante, todavía falta que la
“mediación” prospere porque Esparza sigue bravucón.
Dio al gobierno una “tregua” de tres días. Al señor,
que ya se llevó entre las patas a 28 mil electricistas y tiene en la
calle a 16 mil más, parece que le divierten los video juegos. Y, ¿la
fórmula eléctrica de solución? ¡Esa, no le
interesa!
Esparza anda buscando que la sangre llegue al río. Se ha
venido cerrando todas las puertas políticas. Con este individuo NO hay ya
ninguna salida favorable. Es hora todavía de que los compañeros
hagan valer sus derechos. La condición es que tomen decisiones propias y
rescaten democráticamente a su sindicato. ¿Lo harán? El
tiempo político sigue contrayéndose.
2010 elektron 10
(10) 1-8, 10 ene 2010.
Plantón del SME frente a las oficinas de la CFE
Movilización de electricistas
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