Central Eléctrica Privada
Fox inauguró, el 9 de enero, en Hermosillo la primera central eléctrica privada. Es de ciclo combinado, propiedad de Unión FENOSA, empresa española encargada de su construcción y operación. Gobierno, charros y empresarios aplaudieron este hecho que los trabajadores repudiamos.
Instalada en Hermosillo-Sonora, es la primera
central eléctrica privada en México. Unión FENOSA, empresa
española fue la encargada de la construcción y, ahora, lo
será de la operación y mantenimiento. La desnacionalización
de la industria eléctrica de México se concreta a la luz
pública y en la impunidad total.
“Esta planta se une al
esfuerzo del gobierno del presidente Fox por dotar a México de la
infraestructura necesaria para el desarrollo del país, donde la
iniciativa privada nacional y extranjera hemos utilizado la última
tecnología existente en el campo, que además de obtener alta
eficiencia en su operación, tiene un especial cuidado del medio
ambiente”. Este rollo no resiste un análisis profundo porque la
privatización eléctrica no sirve para el desarrollo del
país, la tecnología no es la mejor, ni existe cuidado especial por
el medio ambiente. Ese discurso desgastado ha sido refutado en múltiples
foros, lo que pasa es que gobierno y empresarios hacen caso omiso de las razones
e imponen a conveniencia decisiones contra la Nación.
La planta de
Hermosillo, según información de la misma Unión FENOSA, es
de ciclo combinado a base de gas natural, tiene una capacidad instalada de 250
Mwe que dará servicio a los estados de Sonora, Sinaloa, Chihuahua y Baja
California. Esta central fue licitada por la Comisión Federal de
Electricidad (CFE) en octubre de 1998. El contrato para la adjudicación
al capital extranjero es mediante la compra-venta de energía
eléctrica a la CFE por un período de 25 años.
La
operación comercial de la planta eléctrica de Unión FENOSA
se inició desde octubre de 2001, previas pruebas pre-operacionales,
arranque y puesta en marcha. La planta eléctrica privada ya fue
sincronizada a la red eléctrica nacional, por la cual Unión FENOSA
distribuye la energía que genera y vende a la CFE. Esta, se ha iniciado
ya como empresa revendedora de energía eléctrica.
Júbilo, expresó Fox y vendepatrias que le acompañan, al
igual que los empresarios privatizadores. Se muestran felices al apropiarse de
un patrimonio que no es suyo, sino de la Nación.
“México
se ha convertido en un país estratégico de nuestras inversiones,
dijo el presidente de Unión FENOSA, ya que además de la central de
Hermosillo, tenemos en desarrollo los proyectos de Naco-Nogales, al norte del
estado de Sonora, con una potencia de 300 Mw, y las centrales de Tuxpan II y IV
en Veracruz, con una potencia de 1000 Mw. Así, tan solo en estos primeros
proyectos, Unión FENOSA tendría en propiedad 1 mil 500 Mw de
capacidad efectiva en operación para el 2003.
El empresario
español, agradecido con su compadre dijo, “gracias a la confianza
generada por el gobierno del presidente Fox, estamos comprometidos a seguir
invirtiendo en proyectos de energía y otras infraestructuras
públicas como aeropuertos, gas natural y agua”.
Después,
estos mismos privatizadores al igual que el gobierno declararon que todo esto NO
es privatización. ¡Claro!, es un sueño, largamente acariciado
por las transnacionales que, en 1960, al nacionalizarse la industria
eléctrica de México amenazaron con regresar. Es lo que
están haciendo, regresando por la puerta grande, en la completa
ilegalidad, en forma prácticamente gratuita, con un amplio mercado
cautivo, con plenas garantías económicas de largo plazo y las
facilidades gubernamentales más infames otorgadas a los españoles,
tal vez, desde la anterior guerra de conquista que hicieron hace 500
años.
Son varias las empresas privadas extranjeras que reciben los
favores del gobierno foxista. A la fecha, hay más de 100 empresas
eléctricas privadas en el país, y serán más con los
permisos que otorga la Comisión Reguladora de Energía.
Aprovechando el evento de Hermosillo, fue inaugurado el complejo gestionado
por Unión FENOSA, las centrales de Tuxpan 2 operada por Mitsubishi,
Rosarito III operada por Alsthom, Saltillo y Tres Vírgenes, operadas por
Electricitè de France, y San Carlos operada por la empresa
española Abengoa.
La privatización eléctrica furtiva es
una vergonzosa realidad, que el FTE repudia.
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