Los Desafíos del 2002
Cien años ha (1902) que fue derrotada la socialdemocracia. Hoy, nuevamente se quiere volver atrás, pero las tesis obreras siguen vigentes. En 2002, se requiere de definiciones políticas para defender a la Nación, su patrimonio y recursos naturales, así como nuestros legítimos intereses de clase. La democracia sindical es el punto crucial para el verdadero cambio democrático en México. Este año será de lucha contra el charrismo sindical y contra los privatizadores de la industria energética.
¿Que hacer?
Precisamente, desarrollar la organización y conciencia obreras para
enfrentar la lucha. Nuestras banderas: la lucha contra el neoliberalismo y por
la democracia sindical, en otro nivel, la reorganización del movimiento
obrero y la organización política de la clase obrera.
En el
sector de la energía, el 2002 será de lucha democrática
para detener la privatización furtiva en materia petrolera y
eléctrica.
No basta solamente oponerse, es necesario enarbolar
banderas de más alcance. Nuestras propuestas básicas están
expresadas en la Política Energética Independiente y en la
Declaración de Guadalajara, ambos programas aprobados por la I Asamblea
del FTE, realizada en 2001.
No hay manera de impedir la privatización
en la industria energética sin la integración industrial y sin la
unidad sindical democrática. Pero esta política hay que llevarla a
la práctica y, lo primero que se requiere, son los acuerdos sindicales
respectivos para organizar un movimiento en las bases sindicales que potencie la
discusión colectiva y la movilización consecuente en torno a estos
asuntos cruciales para los trabajadores.
En materia energética, hay
que definirse. La tesis, sostenidas por varios sectores, que implica oponerse a
la privatización pero apoyar a la inversión privada en las
industrias petrolera y eléctrica, es insostenible. ¡Hay que detener
la privatización! ¿Cómo? Que se revoquen los permisos
unilateralmente otorgados por la Comisión Reguladora de Energía
(CRE) en materia de generación eléctrica y de gas natural. Esto no
se puede hacer únicamente con razones técnico-políticas, se
precisa de la movilización nacional.
Laboralmente, los trabajadores
de las empresas eléctricas privadas deben ser contratados por los
sindicatos titulares, disputándole la titularidad a los charros. Estos no
tienen ningún derecho previo, en ninguna parte del país, porque se
trata de otras empresas distintas a la Comisión Federal de Electricidad
(CFE) y a Luz y Fuerza del Centro (LFC). Esta lucha se complementa con la
propuesta de integración industrial, unidad sindical y
contratación colectiva única en la industria eléctrica
nacional.
Las revisiones contractuales en el SME, SUTIN y SUTERM son motivo
para la movilización, en defensa de la materia de trabajo, los derechos
obreros plenos y un aumento salarial decoroso. Pero, esta lucha no se puede
quedar en el estrecho marco gremial. Es importante poner a la discusión
los problemas esenciales como clase y debatir las propuestas de los trabajadores
con relación a la industria y a la organización de los
trabajadores del sector.
En materia sindical, es necesario organizar
coherentemente la lucha contra el charrismo. Este año, habrá
elecciones en casi todas las secciones del SUTERM. En las 205 secciones,
habrá que proponer planillas democráticas y, desde ahora,
prepararse para ganarlas por el mecanismo que más convenga. Es previsible
que los charros serán apoyados por el gobierno y los demás
privatizadores, que habrá fraudes y, en muchos casos, imposiciones
violentando la voluntad de los trabajadores electricistas.
También
habrá elecciones en el SME y en el SUTIN. En ambos casos, habrá
que considerar propuestas democráticas de planillas alternativas con un
programa de lucha clasista.
En el caso del STPRM, es necesario avanzar hacia
al organización nacional para impugnar a los charros nacionales
ilegalmente reelectos por ellos mismos, al tiempo que se defienden los derechos
laborales que se pretenden conculcar por Pemex como resultado de la
revisión contractual charra pactada en 2001.
En este contexto, el FTE
estará presente con plena solidaridad y alta resolución
política. El 2002, será un año de lucha combativa junto a
otros sectores obreros y el pueblo de México.
¡Unidos Venceremos!
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