¡NO a la huelga de hambre!
Compañeras (os) electricistas han
instalado algunos campamentos donde llevan a cabo una huelga de hambre. Con toda
camaradería y afecto, el FTE llama a levantar de inmediato esa medida
porque no contribuye políticamente a una solución favorable para
el movimiento.
Instalan campamentos
Este lunes 23 de noviembre, “once mujeres
electricistas iniciaron finalmente un platón a fuera de las oficinas de
la Comisión Federal de Electricidad, ubicadas en Paseo de la Reforma e
Insurgentes, donde llevaran acabo una huelga de hambre para demandar la
derogación (sic) del Decreto de extinción de Luz y Fuerza del
Centro” (Sánchez J., en El Universal, 23 de nov
2009).
Paralelamente, Martín Esparza, dijo que otros
compañeros iniciarán otro plantón afuera de la
Cámara de Diputados cuando la secretaria de Energía, Georgina
Kessel, esté compareciendo ante integrantes de ese órgano
legislativo.
Se anunció que, en el transcurso de la semana, se
irían poniendo otros tres plantones con electricistas que
comenzarán ayunos y huelgas de hambre afuera de la sede de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación y el Museo de la Comisión Federal
de Electricidad (CFE), en Chapultepec.
Otros compañeros iniciaron
una huelga de hambre en la ciudad de Pachuca para exigir a las autoridades dar
marcha atrás (sic) al decreto de extinción de Luz y Fuerza del
Centro (LFC). Los electricistas instalaron casas de campaña frente al
Hospital número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde
reprocharon a los “dirigentes” del Sindicato Nacional de
Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) por su nulo apoyo durante las
movilizaciones.
¿Para qué?
La huelga de hambre la llevan a cabo las
“Mujeres electricistas en resistencia”. En su representación,
Mónica Jiménez, declaró: "Ya nos quitaron todo, nos
quitaron nuestro trabajo y nuestro futuro, ya no tenemos nada que
perder":
En conferencia de prensa Martín Esparza insistió
en que “detrás de la extinción de Luz y Fuerza del Centro
está el interés del gobierno Federal por privatizar esa empresa
(sic) a empresas (sic) extranjeras y obtener grandes ganancias”.
Martín Esparza, manifestó hoy viernes 27 “que el
gremio mantendrá el plantón que efectúa frente a las
oficinas de la Comisión Federal de Electricidad ubicadas en Paseo de la
Reforma hasta que haya una negociación directa con el titular de esa
dependencia, Alfredo Elías Ayub”.
En la conferencia de
prensa Esparza expuso que “en esa mesa de negociaciones se
determinarían los mecanismos para que quienes trabajaban (sic) en Luz y
Fuerza del Centro (LFC) puedan recoger sus pertenencias (sic) que se quedaron en
las instalaciones”, según difundió Notimex.
¡No!
La negociación no debe ser para “recoger las pertenencias”
olvidadas sino para REGRESAR al trabajo TODOS.
Esparza
“agregó que en esa mesa también deberán estar la
titular de la secretaría de Energía, Georgina Kessel, y el ex
director de LFC, Jorge Gutiérrez Vera”. Además,
“explicó que esta protesta es para denunciar de manera
pública la corrupción que -acusó- impera en la
CFE".
La medida NO es proletaria
La huelga de hambre instalada frente a las oficinas nacionales de la CFE ha tenido
el hostigamiento de cientos de policías federales. Hay un evidente riesgo
de que el plantón sea levantado por la fuerza, como ya ha ocurrido en
otras ocasiones.
El FTE ha analizado la situación desde antes que
la medida fuera decidida. Estimamos que se trata de una propuesta INCORRECTA.
Hay varias razones políticas para sustentar lo que decimos. En primer
lugar, la huelga de hambre NO moviliza, tampoco organiza y menos resuelve.
Más aún, se ha decidido de manera unilateral.
El fin de
semana anterior, en una reunión de los jubilados, una compañera
dijo que la huelga de hambre no era conveniente. Otras se lanzaron contra ella y
señalaron que la propuesta no era de Esparza sino de ellas mismas.
Además, “nuestro general (sic) nos apoya, ya dijo que nos
enviará un doctor, está cuidando nuestra salud”,
expresó.
Esos señalamientos no corresponden a una
política adecuada. ¿Acaso, un grupo de compañeras, con muy
buena voluntad, dirigen al movimiento? Esparza incurre en irresponsabilidad, no
solo por el detrimento a la salud que ocasionará la medida sino, ante
todo, políticamente. La iniciativa no fue decidida en ninguna asamblea ni
siquiera en una reunión. Es una medida unilateral que no contribuye a
fortalecer al movimiento sino al revés.
La huelga de hambre es una
acción defensiva que hace retroceder al movimiento y lo encajona. Ahora,
el sindicato se dedica a proteger la huelga de hambre y evitar un desalojo, los
objetivos principales del movimiento han pasado a un plano inferior y se ha
olvidado formular colectivamente una propuesta favorable de
solución.
Las acciones desesperadas no son adecuadas para un
conflicto tan serio. Si se pretende conmover al Rey (o a la Reina) no se
logrará ningún objetivo político. Eso no ocurría ni
durante el feudalismo, cuando las limosnas o migajas de los señores
feudales les servían para que la iglesia les retribuyera bonos para la
salvación de sus almas. En esa época, las huelgas de hambre
tenían algún “sentido” porque NO existía el
proletariado como clase social, la lucha era individual e individualista, los
trabajadores no tenían instrumentos sociales para su defensa. Fue en el
seno del capitalismo que se formaron los sindicatos como instrumentos de
resistencia colectiva frente al capital.
Hoy, el capitalismo salvaje ha
destruido prácticamente al sindicalismo pero los sindicatos siguen
existiendo, son vigentes y son necesarios, no solamente para la defensa de los
intereses laborales comunes sino, para tareas adicionales más importantes
orientadas a la transformación social.
¡NO está perdido todo!
La compañera que encabeza a las demás ha
declarado reiteradamente que "Ya nos quitaron todo, nos quitaron nuestro trabajo
y nuestro futuro, ya no tenemos nada que perder": NO ES ASI. NO nos han quitado
todo, menos el futuro. Eso de “ya no tenemos nada que perder” es
completamente equivocado. Ni siquiera se ha perdido el trabajo; los
electricistas están fuera de sus centros de trabajo pero el conflicto NO
ha terminado.
En la forma en que ha transcurrido el movimiento, se han
tenido fuertes pérdidas, principalmente de aquellos trabajadores que han
optado por la liquidación. Políticamente, la conducción
oficial del sindicato se ha mostrado reiteradamente errática, sin
estrategia y sin política. Pero, la batalla no ha terminado y aún
no se ha perdido. Aún cuando se perdiera, eso no significa perder la
guerra ni el futuro habida cuenta que la lucha de clases
continúa.
Decir que “ya no tenemos nada que perder” es
una expresión desafortunada para justificar una medida equivocada. Con la
huelga de hambre SÍ tenemos mucho que perder y NADA por ganar. Con esa
acción unilateral y poco analizada se contribuye a que el movimiento
desvíe sus objetivos fundamentales que, consisten, en encontrar una
salida favorable y colectiva.
En estos momentos, en vez de paralizarse
con huelgas de hambre, el sindicato necesita de dos acciones fundamentales: 1-
movilizarse organizadamente para concitar una mayor solidaridad de la
población, promoviendo desde abajo, la formación de Comités
de Solidaridad con el SME tendientes a extender el movimiento a todos los
rincones de la patria; en este sentido, el sindicato podría vertebrar una
gran movilización nacional e internacional que organice el descontento
general; 2- formular colectivamente una propuesta de solución, enmarcada
en una “política eléctrica independiente”, que permita
salvaguardar los derechos fundamentales de: fuente de trabajo, contrato
colectivo y organización sindical.
Con huelga o sin huelga de
hambre, los anteriores aspectos han sido desdeñados por la
“dirigencia” del sindicato. En vez de ello, se insiste en promover
la intensificación del enfrentamiento inútil con el Estado, en una
situación de clara desproporción de fuerzas.
La CFE: blanco de los ataques
La “representación”, encabezada por
Esparza, NO ha presentado NINGUNA propuesta ELECTRICA de solución, se
sigue con una total y absoluta carencia de alternativas eléctricas. La
apuesta a la Controversia Constitucional fracasó, ni siquiera se
reunió el número mínimo de diputados para interponer el
recurso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Si esa meta no se
logró, ¿la huelga de hambre lo hará?
La
“estrategia” de la Controversia tenía como objetivo echar
atrás el decreto de Calderón del 11 de octubre que
extinguió a Luz y Fuerza del Centro (LFC). Eso motivó que el
centro de la política de Esparza fuera “regrésenos a nuestra
(sic) empresa”.
Al no prosperar la Controversia, menos aún
podrán regresarnos a “nuestra” empresa, misma que no es de
Esparza ni siquiera de los electricistas, tampoco es del gobierno ni del Estado,
es de la nación, y no se trata de nuestra empresa sino de nuestra
industria (eléctrica nacionalizada).
Tan existe carencia de
política eléctrica que, en vez de promover la culminación
de la nacionalización, se procede a la inversa. El grupo
Banamex-Citigroup, desde el principio de la ocupación de LFC, se
sintió insatisfecho con esa medida y propuso que la acción se
extendiera contra la CFE, “que no es de clase mundial sino
corrupta”, dijeron.
Exacta, literal, textualmente es lo que ha
dicho Esparza a los medios. Más aún, en los últimos
días, ha arreciado la campaña contra la CFE acusándola de
ser un “cartel”, corrupta e ineficiente, centrando los ataques en
Alfredo Elías Ayub.
Es cierto que en la CFE hay corrupción
(y no de ahora), contratismo (desde siempre), privatización furtiva
(desde 1992). De la CFE se puede decir lo peor pero sería más
preciso hacer los señalamientos a las administraciones y gobiernos en
turno, no a la institución.
La CFE es el organismo que representa
a la industria eléctrica nacionalizada. Así se acordó en
1960 cuando se expidió el decreto nacionalizador. El nombre de
“Comisión” no es apropiado, proviene de su fundación
en 1937 y se ha mantenido indebidamente por costumbre. Debido a que
nacionalización eléctrica se interrumpió violentamente, la
CFE es una empresa nacional cuyas actividades corresponden a las funciones
indicadas constitucionalmente referentes a la industria eléctrica
nacionalizada.
Es un hecho muy desafortunado que Esparza coincida con los
banqueros privados y las transnacionales. Estas se han venido apoderando de las
funciones de la CFE y pretenden privatizar el 100% de la generación
eléctrica, así como, las redes eléctricas nacionales de
transmisión y distribución.
La CFE no es el centro del
problema y menos Elías Ayub. Este tiene evidente responsabilidad por
seguir una política eléctrica antinacional pero forma parte de la
periferia no del centro. Además, la CFE (no Elías Ayub)
podría ser el patrón de los electricistas del SME, por lo que, es
un desacierto de táctica política “patear al pesebre”
desde antes de entrar.
PROPUESTA: ¡Integración industrial!
En la propuesta de
integración de la industria eléctrica nacionalizada, que proponen
el FTE y la Coalición de Electricistas de Base, la CFE debe ser el
“patrón sustituto” mismo que, de acuerdo a la Ley Federal del
Trabajo y la Cláusula 115 del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT)
LFC-SME, debe asumir solidariamente las responsabilidades del caso, al
extinguirse LFC y estar operando actualmente al Sistema Eléctrico
Nacional en la región central del país.
La figura de
“patrón sustituto” corresponde a la CFE, precisamente, porque
ésta realiza las funciones constitucionales relacionadas con el servicio
público de energía eléctrica en el centro del país.
En ningún caso se han interrumpido, y menos suspendido, tales funciones.
Consecuentemente, la materia de trabajo subsiste y ni siquiera se necesita
probar el hecho pues es del dominio público. De esa materia de trabajo
son titulares los electricistas del SME.
La propuesta de
integración eléctrica implica el regreso de TODOS los
electricistas a sus puestos de trabajo, con plenitud de los derechos vigentes
establecidos en el CCT (incluyendo a los jubilados) y organizados en su propio
sindicato (SME).
¿Por qué no se acepta la propuesta?
Pareciera que NO se está interesado en llegar a ningún arreglo
favorable para el conjunto de sus “representados”. La huelga de
hambre NO es iniciativa de las compañeras, corresponde a la continuidad
de una política que NO es la de los electricistas y NO conviene a los
intereses de éstos.
¿Qué hacer? Algo relativamente
sencillo: reflexionar colectivamente sobre el fondo del asunto, convencerse de
la propuesta de integración de la industria eléctrica
nacionalizada y proceder en consecuencia, luchando por ésta alternativa
favorable para todos en sus múltiples aspectos. 2009 elektron 9 (317)
1-4, 27 nov 2009.