Liquidaciones de electricistas
El 14 de noviembre el gobierno federal
concluyó la entrega de liquidaciones “voluntarias” a los
electricistas de LFC. Según el gobierno, 27 mil 407 (61.57%)
electricistas aceptaron la liquidación. “Lozano fue
derrotado”, declaró Esparza; es “guerra
sicológica”, dijeron otros. Mientras, el conflicto no tiene
solución. “Calderón está en un callejón sin
salida”, dice Almazán.
¿Hay o no hay liquidaciones?
La respuesta parece obvia y lo es, aunque
hay quienes siguen sin querer verlo. Las cifras pueden cuestionarse porque la
fuente es el gobierno mismo pero, basta recorrer los centros de trabajo de Luz y
Fuerza, o las supuestas asambleas, para darse cuenta que cada día hay
menos electricistas.
Salvo casos excepcionales, como Toluca, Cuernavaca o
Necaxa, en el resto ha una disminución apreciable de compañeros
que, según, los “verdes” pasaron a ser traidores. Entre los
liquidados hay muchos “naranjas” que fueron públicamente
alentados con la promesa de recontratarlos “por los contratistas” de
la CFE.
¿Qué ha impulsado a los electricistas a aceptar las
liquidaciones? Uno de los aspectos a considerar es la necesidad
económica, derivada de un contexto de crisis muy desfavorable para los
trabajadores. Entre la baja conciencia y la realidad económica,
ésta es determinante. Otro aspecto crucial es la falta de una perspectiva
política que mantenga cohesionados a los trabajadores sobre la base de
alguna fórmula coherente de solución favorable. Esa propuesta no
existe oficialmente, todo se ha reducido a amparos y controversias, ambas con
alta incertidumbre. Entre la baja conciencia y la falta de perspectiva,
ésta tiende a imponerse.
¿Los que se liquidaron son
traidores? Esa sería una apreciación superficial y fácil.
Los electricistas son electricistas por azar, porque allí encontraron la
posibilidad de contratarse, no porque eligieron ese lugar. La clase obrera no
está formada solamente por electricistas y, el SME no es el único
actor en el escenario de la lucha de clases. Ese fue, precisamente, uno de los
errores catastróficos del sindicato al asumir la idea de que eran
“el ombligo del mundo” y tenían a su disposición a una
“empresa-isla” a la que había que sacarle “todo lo que
se pudiera” según decían ellos mismos.
Niveles de responsabilidad
El conflicto en LFC fue provocado desde fuera y
desde adentro. Al interior del sindicato, todos lo sabemos, no decirlo es
pretender ocultar lo inoculable. Existen, por supuesto, varios niveles de
responsabilidad.
El primer nivel de responsabilidad corresponde al Estado
y su gobierno en turno. Anteriores gobiernos también tuvieron
responsabilidad, especialmente, Carlos Salinas de Gortari pero, también,
Ernesto Zedillo y Vicente Fox.
Este trío incumplió los
acuerdos nacionalizadores de 1960. Desde la época de Luís
Echeverría y Porfirio Muñoz Ledo (entonces Secretario del Trabajo)
se había interrumpido violentamente la integración de la industria
eléctrica nacionalizada con la represión político-militar a
la Tendencia Democrática del SUTERM. En 1992, las reformas regresivas a
la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE),
en el marco de lo dispuesto por el Tratado de Libre Comercio con
Norteamérica, terminaron con la nacionalización
eléctrica.
En ambos casos, la representación sindical en
turno del SME jugó el papel más lamentable y antiobrero. Como
resultado, en 1994, se creó a Luz y Fuerza del Centro (LFC), como una
empresa aparte de la propia industria eléctrica nacionalizada. Con ello,
el gobierno contravino flagrantemente al decreto nacionalizador metiendo al SME
en una trampa. Hoy, las consecuencias están a la vista.
Lo que
ahora ocurre en LFC se sabía. La empresa surgió sin capacidad de
generación eléctrica, obligada a comprarle a la CFE la
energía “en bloque” que luego distribuía. LFC siempre
estuvo endeudada y cada vez más. En 2006, la propia Auditoría
Superior de la Federación, dependiente de la Cámara de Diputados,
propuso extinguir a LFC. En 2008, en plena revisión contractual, el
gobierno discutió la situación con el SME. Casi a punto de
culminar la revisión, el gobierno le impuso al sindicato un
“convenio de productividad” que Esparza mantuvo oculto mucho tiempo,
la Comisión Legislativa de Contrato ni siquiera se enteró. El 16
de marzo de 2008, el mismo Calderón publicó en el Diario Oficial
un “decreto de expropiación de LFC”, según el cual,
todas las instalaciones eléctricas serían ocupadas por la fuerza
pública. La agresión estaba en marcha pero las representaciones
sindicales no quisieron verla. En 2009, el gobierno aplicó lo que ya
había anunciado dándole la correspondiente forma
jurídica.
El resultado: todos los electricistas del SME fuera de
los centros de trabajo y, ahora, más de la mitad liquidados.
¿Cuál es la respuesta de Esparza ante esta evidente responsabilidad?
“Lozano fue derrotado”, dijo.
Sin embargo, esa
fracción sindical del SME no puede eludir su responsabilidad. A sabiendas
de lo que estaba pasando al interior del sector, privilegiaron su interés
de grupo y procedieron provocadoramente con reiteradas invitaciones al
enfrentamiento con el Estado. Este los enfrentó y ahora dicen, en la voz
del exdiputado José Antonio Almazán que “el gobierno
está en un callejón sin salida” siendo al
revés.
Ambiente interno infectado
En vez de asumir la responsabilidad, de grupo de Esparza
culpa a sus oponentes. Alejandro Muñoz está vivo de milagro porque
han intentado lincharlo. Desafortunadamente, Muñoz carece de la
mínima visión política, no tiene ningún proyecto
político y menos industrial.
A los “naranjas”, los
“verdes” les llaman traidores. Todo el que se atreve a opinar en los
pasillos o en la calle, asambleas no hay, es calificado de traidor.
Si
de hecho, los trabajadores ignoran los aspectos de la política
eléctrica que nunca ha tenido el sindicato, y desconocen el manejo de la
política general, es muy difícil articular una propuesta de
conjunto en una situación crítica.
Opción seria
Pero no todo es grilla, también hay alternativas. Tal es el caso de la
Coalición de Electricistas de Base que ha puesto a la discusión de
los electricistas una propuesta nacionalizadora de integración
industrial. Esta es la propuesta del FTE, la diferencia es que quienes la
promueven son electricistas, activos y jubilados, en resistencia, si bien, su
promoción democrática es difícil.
El día 2 de
noviembre, los compañeros electricistas de base acordaron realizar una
asamblea en el Monumento a la Revolución como continuación de la
realizada la semana anterior. Apenas estaban leyendo el Manifiesto cuando fueron
enfrentados por disque “compas” de cables y de líneas
aéreas, éste en notorio estado de ebriedad y, el primero, supuesto
juez que no fue electo sino designado por Esparza y no tiene personalidad
jurídica acreditada.
Hugo Comesaña increpó a los
compañeros pidiéndoles que hablaran en una asamblea, de las que no
hay y en las que no se puede hablar. El otro “compa” lo que hizo fue
lanzar golpes sin éxito. La cordura de los compañeros
impidió que se produjera una batalla campal.
El 7 de noviembre,
electricistas de base promovieron un evento musical de solidaridad con el SME,
“Protest-tour”, al que se invitó a 10 bandas para que tocaran
en el kiosko de Atizapán, Edomex. Se solicitó el permiso a las
autoridades municipales y se hizo la promoción. A la hora en que
iniciaría el evento de solidaridad se presentó un grupo de
jubilados, y a la vez colonos, para impedir el acto, en su lugar habían
encimado una “kermes” animada con grupos musicales contratados.
Otra vez apareció el “juez chacal”, como lo conocen
los electricistas. Comesaña volvió a increpar a los
compañeros y Juan Talavera, electricista jubilado, amenazó con los
golpes que nuevamente estuvieron a punto. Una vez más, la cordura de los
electricistas activos y jubilados se impuso.
La solidaridad del FTE
Entre las múltiples acciones que hemos desplegado en la
prensa, universidades, colonias populares, pueblos, a nivel nacional e
internacional, la solidaridad del FTE de México con el SME se expresa en
nuestra firme voluntad de lucha.
Al 14 de noviembre de 2009, NINGUN
electricista activo del FTE se ha liquidado, NINGUN electricista jubilado del
FTE ha cobrado su bisemana. Los electricistas, miembros del SME, pertenecientes
al FTE estamos en resistencia activa y digna, movilizados a nivel
internacional.
Con la excepción del maestro Fabio Barbosa,
investigador de la UNAM y de una señora de Atizapán que un
día guisó para el Frente, éste no ha recibido la
solidaridad material de nadie. Políticamente, sí hemos recibido
solidaridad misma que pedimos se exprese al SME en su conjunto.
Con esta
autoridad moral y política es que hacemos al conjunto de electricistas
del SME una propuesta de solución favorable y viable para todos los
electricistas y para la nación. La propuesta nacionalizadora implica que
la CFE se asuma como patrón sustituto, con la responsabilidad de las
relaciones laborales previamente pactadas.
Esta propuesta es conveniente
y es necesaria. En todo caso, está a discusión. Desde el punto de
vista técnico-industrial es la propuesta lógica, desde el punto de
vista laboral es la más conveniente y atractiva, desde el punto de vista
político es la más acertada.
Esta propuesta está
prevista, incluso, en el propio Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) pactado
entre LFC y el SME. En la cláusula 115, se indica en el caso de
extinción de LFC se invocará la figura de “patrón
sustituto”. ¿Porqué no se ha hecho, no lo sabe Esparza ni sus
abogados? ¡Lo saben pero se niegan absurdamente!
Entonces, solamente
hay una vía: la firme decisión de los trabajadores para asumir
directamente la defensa de sus propios intereses inmediatos e históricos.
Aún hay tiempo de salir airosos pero debemos darnos prisa. Hay que tomar
decisiones de inmediato y llevarlas a la práctica enseguida. No hay
más tiempo que perder, es ahora o nunca. Mañana podría ser
tarde.
El callejón sin salida
El otro “camino”, el de los amparos y
controversias podría llevar al SME al callejón sin salida. A estos
momentos, la Suprema Corte de Justicia ha rechazado dos (2) intentos de
controversia, uno interpuesto por la Asamblea Legislativa del DF y, otro, por el
propio sindicato. La Cámara de Diputados ha permanecido en el
“diversionismo” y el día 24 de noviembre, fecha límite
para interponer el recurso, NO lo hará.
Ese mismo día, la
juez federal que otorgó al sindicato la “suspensión”
del amparo contra la terminación de las relaciones laborales
anunciará su fallo, en realidad se realizará la audiencia
constitucional pudiendo haber fallo o no. Cualesquiera sean los términos,
el conflicto no terminará allí porque la parte que pierda se
amparará y, luego, si vuelve a perder, interpondrá un recurso de
queja. El conflicto seguiría alargándose y sin
perspectiva.
Ante tal situación, la propuesta de Esparza para
realizar una “Peregrinación” a la Villa de Guadalupe y la
realización de una Huelga de Hambre, serían las únicas
opciones; esas medidas no son obreras ni tienen sustento
político.
En tales condiciones, la propuesta nacionalizadora de
integración industrial es la mejor opción y la única. Pero,
se deben tomar las medidas correspondientes desde YA, mañana
podría ser tarde, porque el Estado trabaja intensamente para seguir
pervirtiendo una salida contra el interés de los trabajadores y de la
nación.
Fuente: 2009 elektron 9 (310) 1-4, 20 nov
2009.
Apoyamos la propuesta nacionalizadora de integración de la industria eléctrica
El FTE mantiene en alto las banderas de la Tendencia Democrática