Propuestas eléctricas privatizadoras
El gobierno federal, que decretó
la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC) y ha procedido en los
hechos a liquidar miles de electricistas, no ha presentado al momento ninguna
propuesta para resolver el conflicto industrial. Algunos proponen la
formación de una empresa privada o mixta, la misma o una nueva LFC,
constituir una cooperativa o que les cedan la vieja empresa a los trabajadores
para que la administren. El gobierno podría revivir una versión de
la propuesta privatizadora de Unión Fenosa. Todas esas propuestas son
inconvenientes para la nación.
¿Regresar a LFC?
“Regrésenos a Luz y Fuerza”, dijo Esparza
en la Cámara de Diputados durante la fallida comparecencia de Javier
Lozano, secretario del trabajo de Calderón, el 22 de octubre. Se trata de
otra expresión desafortunada. El “ayer” ya no puede regresar
aunque Esparza quiera seguir viviendo en el pasado. La expresión
esparziana revela una estrategia equivocada ante hechos inocultables que a estos
momentos ya significan la liquidación de 12 mil electricistas.
No
es a LFC, “igualita” como estaba, a la que hay que defender. En las
condiciones previas, LFC ¡no tiene defensa! y hay que asumir
autocríticamente las causas de quiebra y corrupción bien conocidas
por los propios electricistas.
Lo que debe defenderse es la fuente de
trabajo, misma que se sustenta en la MATERIA DE TRABAJO, la cual NO ha
desaparecido. Pero, la materia de trabajo NO es sinónimo de LFC y
sería erróneo confundirla.
LFC “como estaba” no
es conveniente para nadie y menos para la nación. Por lo demás,
LFC no “es” de los electricistas. Esa confusión fue
lamentable y se cometieron varios errores, siendo el último
catastrófico.
¿Para qué quieren “los
verdes” que les regresen a LFC si, primero, NO es suya y, segundo,
sería inconveniente? LFC no generaba energía propia tenía
una capacidad insignificante, el endeudamiento de la empresa le fue siempre
crónico y, lo más importante, la existencia de LFC contradice al
decreto de nacionalización eléctrica de 1960, LFC nunca
debió existir. Fue la INDUSTRIA eléctrica la que se
nacionalizó en todo el país; LFC “era” apenas una
empresa regional, endeblemente creada por el sucio pacto de 1994 entre Carlos
Salinas de Gortari y Jorge Sánchez, secretario general en turno del SME.
A cambio de “nuestra empresa”, como decían
erróneamente muchos, el SME aceptó dócilmente que Salinas
reformara regresivamente en 1992 la Ley del Servicio Público de
Energía Eléctrica (LSPEE), que los electricistas de la Tendencia
Democrática habíamos conquistado en 1975. De acuerdo a las nuevas
reformas, la LSPEE fue ajustada a lo dispuesto por el Tratado de Libre Comercio
(TLC) con Norteamérica y se introdujeron seis figuras privatizadoras que
contravienen al párrafo sexto del artículo 27
constitucional.
Con esas reformas se inició el proceso de
privatización eléctrica furtiva que, a la fecha, representa la
privatización del 49.4% de la capacidad de generación
eléctrica total a nivel nacional (incluyendo la región central del
país). Es decir, no solamente se ha perdido a LFC sino a la mitad de la
INDUSTRIA eléctrica nacionalizada.
En los presentes momentos,
críticos y complejos, no es a LFC a la que hay que defender sino a la
industria eléctrica nacionalizada, incluyendo la región central
del país, en tanto subsiste la materia de trabajo relacionada con el
cumplimiento de las funciones constitucionales estratégicas en materia de
energía eléctrica.
Cooperativa, empresa social: propuesta inviable y errónea
La solidaridad del
pueblo de México con el SME se manifiesta de diversas formas pero las
cúpulas burocráticas sindicales desdeñan el apoyo e,
incluso, lo revientan. Así ocurrió el sábado 24 de octubre
cuando, mediante el clásico “caballazo”, Esparza, Amezcua y
Montes evitaron que se acordara un posible paro nacional de
solidaridad.
Eso no es correcto y vuelve a revelar una trágica
carencia de dirección política. El pueblo solidario tiene derecho
a ser informado y a tomar decisiones en favor de SU industria eléctrica.
NO ocurre así, el Estado excluye a la sociedad y el SME quiere la
solidaridad de los mexicanos solamente en calidad de “apoyadores”
incondicionales y acríticos. Este es otro error.
En tales
circunstancias, a varios compañeros se les han ocurrido algunas ideas que
promueven a través de internet. Una de estas consiste en crear una
“empresa social” tipo cooperativa poniendo como ejemplo a Refrescos
Pascual.
Se trata de buenas intenciones carentes de información.
En México, el sector social se refiere a una definición
jurídica laxa que incluye a personas físicas o morales que
actúan en el nivel privado. El concepto ha llegado a la
degeneración. Durante cierto tiempo, los charros sindicales promovieron
la idea e instalaron empresas (sociales) de bicicletas o de pantalones. Todo se
convirtió en negocios privados. Otros charros tienen sus “empresas
sociales” y se dedican al contratismo, en las industrias de la
construcción, manufactura y petrolera.
Pato Pascual es el ejemplo
que gusta mucho a cierta izquierda pero NO es aplicable a la industria
eléctrica. Esta es más compleja, con amplios requerimientos
financieros y un proceso de trabajo que no es convencional. En el caso
eléctrico, se trata de realizar las funciones constitucionales
estratégicas que solamente puede realizar el Estado de manera EXCLUSIVA.
Nadie puede constituir ninguna empresa social o cooperativa eléctrica. En
México hubo una nacionalización eléctrica que representa un
enorme triunfo del pueblo mexicano y no se puede TIRAR a la basura a cambio de
una empresa o cooperativa inviable.
Somos 100 millones y si cada uno
pusiéramos 1 peso, tendríamos 100 millones (sic), dicen los
promotores de la cooperativa. Esa cantidad sería ínfima. Eso si,
agregan, sería sin contrato y sin sindicato. Obviamente, la propuesta
carece de viabilidad pero, lo más grave, es que es errónea y, por
tanto, inaceptable.
¿Generación de LFC usando combustóleo?
Otros privatizadores furtivos,
partidarios del uso de las fuentes renovables (privadas), individuos que navegan
con bandera de izquierda, hasta “expertos” son de AMLO, los mismos
que se enriquecieron excesivamente con Salinas de Gortari y que, luego, Fox los
hizo empresarios eléctricos privados, en artículos de prensa
siempre acríticos y sin proponer ninguna propuesta de solución al
conflicto de LFC, han deslizado “opciones”.
Entre estas,
dicen que cualesquiera sea el desenlace (sic) se debe proponer que en LFC (sic),
sujeta a la extinción, “genere energía
eléctrica”. Pareciera que esos “expertos” no conocen a
la industria eléctrica, en un tiempo se la dieron de
“nacionalistas” pero fueron los mismos provocadores internos que
ahora simulan defender a la empresa para “tronarla”.
En la
región central del país NO hay posibilidades de incrementar la
generación porque NO hay proyectos ni debe haberlos. Las centrales
eléctricas convencionales son muy contaminantes y, por lo mismo,
improcedentes en una zona densamente poblada.
No son plantas de ciclo
combinado a base de gas natural las que se proponen, aclaró el
“experto”, y pasó a explicar de qué se trata. Propone,
nada menos que plantas eléctricas a base de combustóleo, es decir,
las más contaminantes a nivel mundial.
Aparte de serios errores
técnicos del “experto” la propuesta es, políticamente,
errónea y falsa. En la región central del país NO se
necesita instalar plantas generadoras, éstas se encuentran distribuidas
en diversos sitios del interior del país y suministran la energía
eléctrica por las redes nacionales de transmisión y
distribución, incluyendo la capital del país. Esto es así,
porque el Sistema Eléctrico Nacional, incluyendo la región
central, está INTERCONECTADO. Este fue el gran logro de la Tendencia
Democrática.
Hoy, NO hace falta generar energía
eléctrica en el valle de México sino culminar la
integración industrial cuyos pendientes ni siquiera son técnicos
sino administrativos y políticos.
¿Por qué se propone
que LFC debe generar energía eléctrica a sabiendas que está
en extinción? Para favorecer que una nueva empresa (¿privada?)
instale plantas eléctricas en el valle de México, tal como ya lo
están haciendo las transnacionales y sus
filiales.
Empresa privada: propuesta inaceptable
En los días posteriores al fatídico 11
de octubre, Georgina Kessel, secretaria de energía de Calderón
señaló que estaban “estudiando” como sería
sustituida LFC. Al momento no han dicho nada porque NO saben que hacer en una
propuesta lógica y coherente. La intención del gobierno de
Calderón consiste en favorecer la privatización eléctrica
compulsiva.
El sector privado mexicano, subordinado al transnacional,
hubiera querido una privatización “tersa” pero los hechos se
precipitaron. Ahora, todas las declaraciones de los sectores empresariales se
refieren a la ineficiencia, improductividad e ineficiencia de LFC y sugieren
“recetas”.
En su campaña propagandística, el
gobierno reitera que “no se privatizará” lo que era LFC,
más aún, los medios han acusado a Esparza de privatizarla y, para
ello, han exhibido el documental de la basuroeléctrica.
Para el
Estado, la formación de una nueva empresa en la zona de LFC sería
inconveniente en múltiples aspectos. De entrada, formar una
“nueva” empresa es indebido porque se contradice a la
nacionalización eléctrica. Además, es inconveniente porque
la “nueva” empresa estaría obligada a compararle la
energía que distribuya a la Comisión Federal de Electricidad
(CFE); sería compra de energía en bloque a precios elevados porque
la propia CFE “revende” la energía que generan las
transnacionales.
Se ha dicho que, en un nuevo escenario no habría
molesto sindicato ni oneroso contrato. Se equivocan, porque los electricistas
del SME tienen derechos adquiridos que NO se eliminan con la desaparición
de LFC.
Lo más importante es que los costos de operación de
la “nueva empresa” serían muy altos y NO derivados del
contrato y/o sindicato. Los aspectos económicos laborales, en LFC o
cualquier empresa, contribuyen MUY poco, si acaso el 15%, la contribución
principal está formada por los medios de producción y las materias
primas, básicas y auxiliares.
Para el Estado, una nueva
“empresa” no sería adecuada porque repetiría,
exactamente, lo que ahora dice combatir. Esa propuesta tampoco serviría a
los trabajadores, no solamente por contravenir a la nacionalización, sino
a sus propios intereses individuales egoístas.
Por supuesto, los
empresarios transnacionales sí estarían dispuestos a encargarse de
LFC mediante una nueva empresa. Para ello, pondrían condiciones, p.e.,
recibir la energía eléctrica en bloque a precios privilegiados
para distribuirla a precios elevados que pagarían los consumidores.
Así ocurre con el gas natural que la CFE suministra a los generadores
privados aún teniendo que importar caro al gas y vendérselos
barato.
El capital transnacional es voraz. En estos momentos, no
está satisfecho con que LFC haya desaparecido, quiere que se le entreguen
TODAS las funciones constitucionales estratégicas. Los banqueros de
Banamex-Citigroup quieren a la CFE, a la que califican de falsa “clase
mundial” y, asimismo, ineficiente sugiriendo que privada sería
mejor. Al momento, la mitad de la industria eléctrica nacionalizada ya
está privatizada pero las transnacionales quieren más hasta que se
alcance la meta del 100% de privatización determinada en 1995 por el
Banco Mundial y Zedillo.
¿Qué otra “propuesta”
tendría el gobierno neoliberal? Propuesta coherente, ninguna, su
política sigue siendo privatizadora. Desde hace casi diez años, se
venían haciendo planes en LFC. Un funesto caso es el de Unión
Fenosa, transnacional que trajo la propia representación sindical en
turno luego de haber viajado a España.
El plan de
re-estructuración de LFC fue un fracaso pero UF cobró una
millonada. La base electricista se opuso al proyecto de Fenosa y exigió
su salida pero la cúpula sindical siempre fue complaciente con la
transnacional española.
El gobierno, ante la carencia de
política y propuestas coherentes, ¿podría revivir al proyecto
de Fenosa, en las nuevas condiciones? Es probable. Hasta ahora, todas las
iniciativas de le han dejado al Estado, la cúpula sindical ha incumplido
sus deberes fundamentales. ¿Dónde está la Comisión de
Trabajo, dónde la Comisión Técnica?
Sin alternativas
serias, las declaraciones de Esparza o las payasadas de Noroña, hacen
más daño que
beneficio.
La propuesta de Unión Fenosa
a) Unidades de
negocios
Hace años, tanto la administración de Luz y
Fuerza del Centro (LFC) como la representación del Sindicato Mexicano de
Electricistas (SME) estaban presionando por la implantación de la
estructura y modo de operar ideada por "Unión FENOSA", en base a estudios
previos.
Para ello, el primer paso fue hacer corresponder el llamado
"Proyecto Integral de Reestructuración y Modernización de LFC"
(PIROLFC) a la estructura y organización con que fue creado el organismo
(plasmado en Estatuto Orgánico de LFC), que fue puesto a discusión
solo a nivel de la Comisión de Trabajo del sindicato.
En esa
ocasión, varios electricistas dijimos que se había omitido
considerar que, de llevarse a cabo tal proyecto, LFC quedaría organizada
en el marco de la "Propuesta de Cambio Estructural de la Industria
Eléctrica en México", presentada por la Secretaría de
Energía (Sener). En esta propuesta quedaba establecido que la
reestructuración del sector se hacía para: "transformar a LFC y
CFE en diversas empresas de participación estatal especializadas, con
autonomía de presupuesto, de administración y financiera"....
administradas con criterio empresarial ... para la creación de unidades
estratégicas de negocios (UEN’s) .... donde el gobierno
estará en condiciones de llevar a cabo la desincorporación de
empresas públicas (UEN’s) a partir de diciembre del año
2000".
En dicha propuesta se enfatizaba la regionalización de la
distribución de energía eléctrica, omitiendo que tal
función ya está "regionalizada" en términos de industria,
mediante la atención al público en sucursales y agencias
foráneas, de las que, en todo caso, no se han agregado las suficientes,
según crece la demanda.
Subestación eléctrica Atenco, Edomex, tomada por soldados y
policías
La ubicación de dichas unidades de atención,
decíamos, corresponde a su cercanía al consumidor y respecto a los
circuitos eléctricos, lo que no ocurre con la regionalización
planteada en el proyecto, que se limita a la división geográfica
relacionada a la división política en delegaciones.
El
proyecto se trató de imponer en 1996. Aunque no se logró, la
representación sindical en turno aceptó parte de "la nueva
estructura" de la empresa. Para FENOSA (según declaraciones de la
época del gerente general de Ibersis-Chile) el objetivo de la
reestructuración era fraccionar LFC en 17 "unidades de negocio" que
puedan ser manejadas de manera independiente, en al menos cuatro empresas
distintas.
Entonces dijimos que ello obedecía no nada más a
la incapacidad de LFC para manejar los 5 millones de usuarios en conjunto, sino
que la división de la empresa les permitía "apartar" áreas
geográficas de su interés (sectores populares, no
representarán negocio, de los que permiten una rápida
recuperación de la inversión).
Cuando se aceptó la
regionalización de LFC se convalidaron los argumentos mercantilistas,
como el balance de las regiones en función del número de
consumidores por región (por km2), o por transformador o por trabajador,
entre otros. En esta división no se tomó en cuenta ni la capacidad
de los transformadores, ni las concentraciones de carga, ni las condiciones en
que se encuentra el equipo, ni la localización de los alimentadores, ni
la ubicación de las subestaciones en la zona, ni demás
consideraciones técnicas; seguramente porque una análisis a fondo
habría demostrado que la regionalización no era realmente
necesaria para el mejor servicio.
La representación sindical hizo
entonces sus propias observaciones concluyendo que era un error regionalizar por
regionalizar, pero terminó aceptándola; y, además,
acordaron con la empresa que otra parte importante del PIROLFC como era la
sistematización, entrara en servicio a través de los sistemas
informáticos adquiridos a la propia FENOSA, convirtiéndose desde
aquel momento, en los hechos, en promotores de los españoles.
Esta
estrategia correspondió al compromiso establecido por el SME con el
Estado en 1992 (e incluso antes, en 1989), por Jorge Sánchez, entonces
Secretario General, cuando se optó por aceptar la modernización
del sector eléctrico, a cambio de preservar el Contrato Colectivo y las
fuentes de trabajo. La respuesta sindical desde entonces fue proteger a los
trabajadores aceptando la reubicación del personal afectado hacia las
áreas donde fuera necesario (el convenio de hace dos años no hizo
más que ratificar y, en todo caso, establecer plazos para ello).
El aumento de la productividad y la rentabilidad de la nueva empresa
fueron desde entonces el objetivo principal de la representación
sindical. Todo esto, pese que fue hasta 1994 cuando finalmente se creó el
nuevo organismo, sin retirar la deuda de LFC, que supuestamente se
cancelaría mediante un convenio de asunción de Pasivos, previa
amenaza de despidos.
b)
Regionalización de la distribución
eléctrica
El Proyecto Integral de Reestructuración y
Modernización de LFC fue presentado en 1999 por la administración
de la empresa a través de su entonces director, Alfonso Caso
Aguilar.
En la presentación, Caso estableció el marco en lo
pactado en los convenios del 14 de marzo de 1989, del 1º de febrero de 1994
y del 14 de marzo de 1998, así como, en las reestructuraciones
administrativas ya autorizadas por la Junta de Gobierno del organismo (al amparo
de dichos convenios), del 5 de septiembre de 1996 y del 1º de enero de
1999.
De las tres áreas donde se enfocó el proyecto:
Estructura, Regionalización, Sistematización, la primera solo
tenía pendiente el reconocimiento de la parte sindical, porque, a partir
de entonces, la empresa la consideró “dinámica”,
“esto es, no definitiva y, por tanto, susceptible de ser
modificada”. Se planteó completar su implantación por la
vía de la revisión de convenios departamentales.
En cuanto
a la Regionalización se propuso “integrar” divisiones,
incluidas las foráneas tomando como base a Pachuca y Toluca-Cuernavaca,
para quedar “equiparadas” a las divisiones metropolitanas. Se
formaron un total de 5 divisiones, que serían responsables de las 17
regiones propuestas como sigue:
DIVISIONES |
METROPOLITANAS |
REGIONES |
NORTE |
Cuautitlán |
Ecatepec |
Tlalnepantla |
PONIENTE |
Cuajimalpa |
Naucalpan |
Pedregal |
Vértiz |
ORIENTE |
Bolívar |
Chalco |
Chapingo |
Iztapalapa |
|
|
FORANEAS? |
REGIONES |
PACHUCA |
Pachuca |
Tula |
Tulancingo |
TOLUCA – CUERNAVACA |
Toluca |
Tenango |
Cuernavaca |
(¿) El original no lo aclara.
El
documento plantea que las divisiones (metropolitanas) presentan equilibrio en
los indicadores como número de clientes, de trabajadores, de clientes por
transformador, por unidad comercial y trabajador, por energía distribuida
y por productos de venta de energía, reconociendo que las divisiones
“foráneas”, siendo similares entre ellas por sus indicadores
generales, difieren en cuanto a superficie territorial (Pachuca sería el
doble de extensa que Toluca-Cuernavaca).
Las 17 regiones serían la
“unidad básica” de servicio de las funciones de
distribución y comercialización de la nueva
organización.
c) Las
áreas operativas de LFC
Las áreas operativas
fundamentales de LFC fueron las que aún figuran en el CCT. Desde el punto
de vista técnico, en primer lugar estaría Construcción
(desaparecida a fines de los 80). Cuando esa área existió, LFC
pudo construir incluso plantas de generación propias (con su sistema de
Transmisión y Subtransmisión asociado).
Las otras
áreas de importancia técnica serían Producción
(operación y mantenimiento del parque de generación) y
Distribución (operación y mantenimiento de la infraestructura de
distribución).
Adicionalmente estaban las ingenierías
(Planeación e Ingeniería) donde se elaboraban proyectos de toda
índole (no solo eléctricos, del sistema de potencia, sino para
comunicación, mecánica y por supuesto civil). Para apoyo de
éstos existía el Laboratorio (un área que nunca tuvo lugar
fijo en el organigrama), que realizaba pruebas de toda índole para
asegurar que las condiciones del servicio fueran adecuadas.
Desde el
punto de vista de atención al público, estaba fundamentalmente la
Comercial en términos de manejo de cuenta y atención de quejas, y
diversos departamentos "de servicio" que realizaban funciones de apoyo
específicas (por ejemplo Medidores, Pruebas, que como Laboratorio --junto
con él--, fueron reacomodados continuamente).
La creación
del nuevo organismo tuvo como finalidad convertir a LFC en una empresa de
distribución, por lo que se crearon las áreas necesarias
para ello.
CCT |
ESTATUTO ORGANICO |
DIRECCIÓN GENERAL |
Publicado originalmente en el DOF el 21 de
marzo de 2000. Reformado y adicionado (DOF): 11 de abril de 2005; 13 de
septiembre de 2006 y el 28 de diciembre de 2007.
Luego de diversos cambios --decididos
unilateralmente por la Junta de Gobierno--, queda según cuadro anexo
(Última versión disponible en Sener, donde se registra la
separación de Distribución y Comercialización) |
SUBDIRECCIÓN GENERAL |
CONTRALORÍA GENERAL |
GERENCIA ADMINISTRATIVA |
GERENCIA COMERCIAL |
GERENCIA DE PERSONAL |
GERENCIA TÉCNICA |
GERENCIA DE CONSTRUCCION |
GERENCIA DE DISTRIBUCIÓN Y
TRANSMISIÓN |
GERENCIA DE PLANEACION E
INGENIERIA |
GERENCIA DE PRODUCCIÓN |
A la estructura existente de gerencias se superimpuso la de
subdirecciones (siendo de nivel superior, la representación del SME
consideró que no le afectaba). La administración se
aprovechó entonces para imponer la regionalización del proyecto
Unión Fenosa.
SUBDIRECCIÓN |
Subdirección/Gerencia. |
FINANZAS |
CONTABILIDAD |
|
PRESUPUESTOS |
|
FINANZAS |
RECURSOS HUMANOS |
PERSONAL |
|
RELACIONES LABORALES |
|
RECURSOS HUMANOS |
|
PREVISION SOCIAL |
|
PRESTACIONES |
|
JUBILADOS |
|
TIENDA |
PLANEACION ESTRATEGICA |
PROGRAMACION |
|
INGENIERIA |
PRODUCCION |
GENERACION |
|
OPERACIÓN |
|
TRANSMISION Y TRANSFORMACION |
DISTRIBUCION Y COMERCIALIZACION |
OPERACIÓN REDES DE DISTRIBUCION |
|
DISTRIBUCION |
|
COMERCIALIZACION |
|
METROPOLITANA NORTE |
|
METROPOLITANA ORIENTE |
|
METROPOLITANA PONIENTE |
|
PACHUCA |
|
TOLUCA-CUERNAVACA |
ABASTECIMIENTO Y TRANSPORTES |
ADQUISICIONES Y ALMACENES |
|
TRASPORTES |
|
SERVICIOS |
CONSTRUCCION |
OBRAS DE POTENCIA |
|
OBRAS DE DISTRIBUCION |
|
PROYECTOS |
SERVICIOS TECNICOS |
TELECOMUNICACIONES |
|
SISTEMAS |
|
ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD |
FABRICAS Y TALLERES |
TALLERES AUTOMOTRICES |
|
FABRICAS DE ESTRUCTURAS Y TALLERES
ELECTROMECANICOS |
|
TALLERES CIVILES |
En dicha estructura es posible ver de que manera se procedió a
aislar las áreas que la administración consideraba "no
sustanciales" (y por tanto susceptibles de eliminarse y hasta darse en
concesión, ante una privatización): Construcción (lo que
quedaba), servicios técnicos (de donde se desprendería
LFC-Telecom, según el plan de Esparza), fábricas y talleres, y
abastecimiento y transportes.
Por cierto, solamente una área
objetó fuertemente el sindicato de la nueva estructura:
Distribución y Comercialización, esta última inexistente
antes, hasta que logró separarlas, en una de las más recientes
modificaciones al Estatuto. Este punto fue, tal vez, lo que provocó
realmente la salida de Fenosa, ya que ésta se oponía y para lograr
sus intenciones, gentes de la Comercial se aliaron a los opositores a
Fenosa.
El Estatuto se había venido reformado además en
otras materias, reasignando las funciones de las Subdirecciones, de la Junta de
Gobierno, del órgano de vigilancia, de las unidades administrativas; el
Órgano Interno de Control, la Gerencia de Desarrollo de Recursos Humanos
y del propio Director General del
Organismo.
WL Comunicaciones y la fibra óptica
Mucho se ha insistido en la prensa que parte del
conflicto actual del SME-gobierno deriva de la diputa por la red de fibra
óptica de LFC. No parece así pero allí hay algo muy turbio.
De entrada la denuncia (extemporánea) de Esparza y, en segundo lugar, el
empeño de Lozano (y de LFC) de desconocer el contrato de arrendamiento de
la infraestructura de la distribución de LFC.
La concesión
de 1 (mil) kilómetros de fibra óptica, infraestructura construida
por LFC con recursos públicos para ser entregada a empresas privadas de
las telecomunicaciones es algo grave e inaceptable pero, NO es el fondo del
asunto en LFC. En este caso, el fondo es la privatización
eléctrica furtiva que afecta a las funciones constitucionales
estratégicas de la industria eléctrica. En le caso de LFC se trata
de la distribución eléctrica NO de las telecomunicaciones.
No obstante, se ha querido desviar la atención de la industria
eléctrica y muchos están ayudando, dicha red ya es
visible
A una semana del decreto para la extinción de la LFC, la
empresa WL Comunicaciones estaba instalando una red de fibra óptica en
algunas partes de la ciudad de México. Trabajadores de diversas empresas
privadas abren "ductos", que consisten en un pequeño corte en el
pavimento (a unos 2-2.5 m de la banqueta) de unos 5-6 cm de ancho por cuando
más 30 cm de profundidad, aproximadamente, en donde colocan dos ductos de
más o menos una pulgada.
Estos trabajos comenzaron días
antes del asalto policiaco a LFC y se llevaban a cabo principalmente durante la
noche y madrugada, pero desde hace una semana ya trabajan a pleno
día.
Esta situación puede comprobarse en al menos dos
sitios: en la colonia Condesa, donde el ducto sale (llega) a la
subestación de LFC del mismo nombre y corre por la avenida
Mazatlán hasta Alfonso Reyes (en sentido norte-sur), con derivaciones en
el eje Juan Escutia y en la calle Juan de la barrera; así como en la
colonia Santa María la Ribera, calles Mariano Azuela y Amado Nervo, ambas
en la delegación Cuauhtémoc en la ciudad de
México.
Pueda ser coincidencia que la red pase frente a una
subestación de LFC que cuenta con cable subterráneo, pero
sería mucha coincidencia, porque precisamente en ese punto el ducto cruza
el camellón. La derivación de Juan de la Barrera pasa luego frente
a la central Telmex (Condesa) ubicada atrás de la subestación en
la calle Cuernavaca (no se ve conexión allí) y luego se prolonga
por la calle de Acapulco, rumbo norte.
En este rubro, la
“alternativa” del sindicato consistía en que la
creación de una empresa, filial de LFC, administrada (sic) y financiada
(sic) por el SME haciendo uso del fondo de jubilaciones
(sic).
Empresa administrada por el SME: propuesta incorrecta
“Nos echan la culpa de los resultados
de la empresa y no la tenemos nosotros; sin embargo, yo le he dicho al gobierno
que nos deje administrar la empresa y le vamos a demostrar que le vamos a sacar
adelante para ver quien está mintiendo”, declaró Esparza
(Alcántara P., en Milenio Diario, 24 octubre 2009,
p.6).
Contratistas en el Distrito Federal. FOTO: V. Camacho
Otra declaración desafortunada en términos de
bravuconería que revela desconocimiento de la industria eléctrica
y una carencia de alternativas en la materia.
1- Esparza NO tiene facultades para pedirle al gobierno que “nos
dejen administrar a la empresa”, tampoco se trata de demostrarle al
gobierno que miente. Esos retos callejeros suenan infantiles y de antemano
perdidos.
2- Esparza desconoce a la industria eléctrica y, también, a
la historia del movimiento obrero mexicano, incluyendo la del propio SME.
“Administrar la empresa” NO es propuesta obrera correcta. Luego de
la primera huelga de 1915, el gobierno en turno puso a la Telefónica de
la época en manos del SME y fracasó. Más aún, cuando
Lázaro Cárdenas puso en 1937 la industria ferrocarrilera y, luego
en 1938, la petrolera en manos de la “administración obrera”,
ésta FRACASÓ estrepitosamente. No podía ser de otra manera,
las “empresas” (nacionales) estaban con enormes dificultades
financieras.
3- Pero, lo fundamental reside en la contradicción que se produce
entre trabajadores y patrones (los mismos). El sindicato se vuelve, al mismo
tiempo, representante del patrón ante los trabajadores y de éstos
ante los primeros. Las contradicciones de los intereses de clase jamás se
resuelven a favor de los trabajadores. En el presente caso, ¿cómo
volvería Esparza eficiente a LFC siendo que no genera energía
eléctrica y debe compararla (cara) a la CFE para luego venderla
(más cara) a la población? ¿Cómo administraría
Esparza a LFC en estado de permanente quiebra financiera? Lo que propone es
convertir al SME en patrón (sic), en una versión más
pervertida a la de Hernández Juárez con los
telefonistas-accionistas de Telmex.
4- Por lo demás, la propuesta es inviable, el gobierno neoliberal
jamás premiaría a Esparza otorgándole una empresa,
así sea quebrada. Para los trabajadores, mejor es que no prospere la
propuesta porque mucho daño ya le ha hecho al sindicato la
política aventurera de Esparza y demás “verdes”.
5- Es un error estratégico seguir pensando en LFC como
“nuestra empresa”, dejando de lado todos los problemas
(técnicos, económicos, financieros, de servicio) y creyendo que la
“empresa” es una isla de la fantasía. ¡NO!, no se trata
de defender a ninguna empresa sino a la INDUSTRIA eléctrica, en este
caso, las funciones constitucionales estratégicas que deben realizarse en
la región central del país. Si Esparza sigue viendo solamente a
“nuestra empresa”, eso lo hubiera visto antes de provocar con una
política infantilista el enfrentamiento frontal con el Estado que
está extinguiendo en los hechos, tanto a la empresa como al
sindicato.
Alternativa nacionalizadora
Ante tan desfavorables escenarios, ¿existe
alguna otra alternativa? ¿Es posible que se implemente una propuesta
favorable a los electricistas y a la nación? ¡Hay propuesta, viable
y favorable! Por supuesto, no se concreta sola, se necesita del accionar
colectivo y organizado de la base smeíta.
Todo empieza por
decidirse, discutir colectivamente la situación política,
industrial, laboral, sindical y social. Inmediatamente, deben tomarse decisiones
firmes para formular y acordar las vías alternas, favorables y oportunas,
de solución al actual conflicto.
[2009, elektron 9 (275) 1-12, 25
oct 2009].
Bloqueo del Pueblo de Salazar a la carretera México-Toluca en La Marquesa
en protesta por fallas en el suministro eléctrico
Esparza recibiendo la comunión durante la misa realizada en el SME
posterior a la ocupación de LFC. FOTO: C. Ramos
Electricistas del FTE en la marcha del 15 de octubre de 2009