Anormalidad sindical en el SME
Por inconsistencias e incumplimiento de los
requisitos acostumbrados, la Secretaría del Trabajo y Previsión
Social negó la Toma de Nota a Martín Esparza, como ganador de las
recientes elecciones en el Sindicato Mexicano de Electricistas. El conflicto
postelectoral se agrava pero todavía hay salida SIN
intervención del Estado, depende de la decisión organizada de los
electricistas.
STPS niega Toma de Nota
Luego del conflicto electoral realizado en el SME, la
planilla Verde, encabezada por Martín Esparza, proclamó su triunfo
por una diferencia de apenas 352 votos respecto a la Planilla Naranja,
encabezada por Alejandro Muñoz. Entonces, procedió a solicitar la
llamada “Toma de Nota”, documento otorgado por la Secretaría
del Trabajo y Previsión Social (STPS), mediante el cual se otorga
personalidad jurídica a las representaciones sindicales para ostentarse
como tales ante las autoridades laborales y de la empresa, en este caso, Luz y
Fuerza del Centro (LFC).
En principio, la STPS, envió al sindicato
un documento cuyo asunto es “Observaciones” solicitando, entre otras
cuestiones, aclaraciones a la petición presentada que incluían la
definición del acta electoral, pues dijeron que se habían
presentado dos (fueron tres), así como, precisiones sobre los datos pues
resultaba que había más votos emitidos que votantes, así
como, la relación actualizada del “padrón” de
trabajadores que incluye a quienes tienen derecho al voto en el momento de
emitirse la convocatoria respectiva.
Más tarde, el 30 de
septiembre, en la Oficialía de Partes de la STPS, el grupo de Esparza
entregó a la STPS la nueva documentación requerida (Muñoz
P., en La Jornada 1 oct 2009).
El 5 de octubre, la STPS dio a conocer que
negaba el otorgamiento de la Toma de Nota a Esparza. Javier Lozano, titular de
la STPS, dijo en conferencia de prensa que la negativa era debida a que no se
había cumplido con los requisitos legales y “detalló que
después de un riguroso análisis, fueron siete inconsistencias
básicas, entre las cuales destacó que en la información
exhibida por Martín Esparza, se presentaron más boletas que los
votantes registrados. Tan sólo en las divisiones foráneas se
presentaron 9 mil una cédulas y se tienen computados 12 mil 399
sufragios” (Sánchez J., en El Universal, 6 oct 2009).
La
decisión de la STPS implica que la secretaría general y 12 cargos
más de la representación sindical del SME carecen de personalidad
jurídica reconocida.
Lozano también expresó que
“Esparza y su comité pueden recurrir al amparo directo, y que
incluso el 33 por ciento de los agremiados pueden convocar a una asamblea para
solucionar todos los asuntos. Dijo que falta por ver lo que resuelve la Junta
Federal de Conciliación y Arbitraje sobre el juicio entablado por
Alejandro Muñoz para demandar la nulidad de las elecciones, y
adelantó que es posible y probable que esta instancia ordene, hacia
finales de octubre o principios de noviembre, que se reponga el proceso
electoral en el SME”. La resolución de la Junta está
anunciada y cantada.
Conflicto poselectoral
Con la decisión administrativa del gobierno,
el SME queda momentáneamente sin representación jurídica
acreditada, la relación laboral está congelada y el sindicato
entra en una situación de anormalidad sindical.
Antes de
que el proceso electoral concluyera, la planilla Naranja había
interpuesto inconformidades internas que fueron soslayadas. La planilla Verde
procedió de inmediato para que Esparza y demás tomaran
posesión de sus cargos. Dentro del auditorio sindical el grupo de Esparza
impuso “un fuerte dispositivo de seguridad, impuesto por los propios
electricistas ante el temor de que irrumpiera la disidencia” (Muñoz
P., en La Jornada, 15 jul 2005). Fuera del recinto sindical, el grupo de
Alejandro Muñoz, acompañado de varios exsecretarios generales,
expresó su inconformidad con “la farsa que en estos momento se
lleva a cabo en el auditorio”.
El 3 de julio, la planilla Naranja
presentó una primera inconformidad ante las autoridades laborales. El 19
de julio, 5 mil electricistas jubilados del grupo Vanguardia de Jubilados del
SME anunciaron que impugnarían el proceso electoral ante la STPS
(Redacción, en La Jornada 20 jul 2009) “por violaciones
sistemáticas y continuas al estatuto (sindical).
En los medios,
Esparza reiteraba que “el proceso electoral concluyó” y
él era el secretario general en tercera reelección. El 29 de
julio, la planilla Naranja declaró que el proceso “no había
concluido” y que presentarían una nueva inconformidad firmada por 6
mil trabajadores. “Del resultado que emita la Comisión
Autónoma de Justicia se determinará si se recurre a juicio laboral
ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje”. Para la
mencionada Comisión, afín a “los verdes”, el proceso
electoral había concluido. A ese momento, Esparza no había
solicitado la Toma de Nota “por que no cumple con los requisitos que la
ley señala”, dijeron “los naranjas”.
El 3 de
agosto, todavía no había solicitud de Toma de Nota ante la STPS.
Los naranjas acusaron a Esparza de “poner en riesgo a los
electricistas”. El 12 de agosto, la STPS informó que “la
semana pasada” se había solicitado la Toma de Nota “en favor
de Esparza” (Muñoz P., en La Jornada, 13 ago 2009). La dependencia
dijo que revisaría la documentación presentada y que, de acuerdo a
la ley, tenía 60 días para resolver y/o pedir más
información.
El 20 de agosto, el conflicto llegó
formalmente a los tribunales a partir de una querella interpuesta por la
planilla Naranja ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje
(Junta) demandando la nulidad de las elecciones sindicales.
Ese
día, desde las 9:00 hs. se abrió la audiencia. Por su puesto, en
la primera etapa, NO hubo conciliación. Se pasó entonces a la fase
de presentación y desahogo de las pruebas. A las 21 horas se
suspendió la audiencia para continuar al día siguiente. Tan solo
la duración de la audiencia indica el nivel alcanzado por el conflicto.
En esa audiencia se detallaron los hechos y cada parte presentó sus
pruebas. Como siempre ocurre, la Junta “se reservó”, es
decir, no resolvió dejando el juicio para que la Junta, a su juicio y en
el tiempo que considere, emita su resolución.
El bloqueo del Periférico
El 3 de septiembre “Trabajadores del SME
cierran Periférico Sur frente a STPS”. Se publicó que,
“con 480 vehículos, entre autos, camiones, grúas y un
tráiler, casi 5 mil trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas
realizaron ayer un mitin durante más de 10 horas frente a la
Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en
Periférico Sur, para exigir la entrega de la toma de nota de
Martín Esparza Flores como secretario general” (Muñoz P., en
La Jornada, 4 sep 2009).
“Con 480 vehículos, entre autos,
camiones, grúas y un tráiler, casi 5 mil trabajadores del
Sindicato Mexicano de Electricistas realizaron ayer un mitin durante más
de 10 horas frente a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social,
en Periférico Sur, para exigir la entrega de la toma de nota de
Martín Esparza Flores como secretario general del
sindicato.
“Llegaron antes de las 9 de la mañana dispuestos
a permanecer en ese lugar hasta obtener respuesta positiva y levantaron el
plantón pasadas las 7 de la noche, cuando tras horas de discusión
las autoridades reconocieron que ahora sí estaba completo el expediente y
ya no faltaba nada para el trámite”.
“Los
electricistas pusieron de plazo el lunes 7 de septiembre para que la STPS
entregue la toma de nota que hará oficial el triunfo de Esparza en las
pasadas elecciones o de lo contrario, señalaron, paralizarán la
ciudad la próxima semana para exigir que se respete la autonomía
del sindicato”.
“El subsecretario del Trabajo, Álvaro
Castro, en entrevista con reporteros señaló que la dependencia no
cederá a presiones ni chantajes, que el plazo para responder a una
solicitud de toma de nota es de 60 días naturales, por lo que la STPS
tiene hasta el 5 de octubre para dar respuesta que se emitieron requerimientos a
los solicitantes de la toma de nota ya que el padrón de trabajadores
registrados ante la STPS es de 41 mil 975 y el padrón electoral, es
decir, el número de los que votaron fue de 66 mil 388, y se requiere
aclarar esta diferencia”.
Al término de la reunión,
Esparza declaró que “el lunes (7) regresarán con más
trabajadores a exigir que se entregue la toma de nota, pues ya se cumplió
con lo que establece la ley, y se revisaron las cifras de votantes, por lo que
no hay pretexto, ellos mismos dijeron que no falta nada y solo les queda cumplir
o de lo contrario el SME estaría dispuesto a paralizar la
ciudad” (Muñoz P., en La Jornada, 4 sep
2009)).
“La STPS declaró que “lamenta y
reprueba” el bloqueo realizado por los electricistas y agregó que
“en los términos del artículo 377, fracción I de la
propia ley, se establece que son obligaciones de los sindicatos proporcionar los
informes que les soliciten las autoridades del trabajo”.
Sobre el
particular, el titular de la STPS, “recordó que luego de que abril
a julio de 2009, el SME llevó a cabo el proceso electoral para elegir 13
cargos de su directiva, incluido el de Secretario General, en el que
contendieron dos planillas (la de Martín Esparza y de Alejandro
Muñoz), la citada Dirección les solicitó
información. En decir, emitió requerimientos a los promoventes
para que precisen, entre otros aspectos, los datos de la lista general de
electores, ya que el padrón de socios registrado en la STPS reconoce a 41
mil 975 trabajadores y el padrón electoral exhibido en la solicitud de
referencia suma 66 mil 388 agremiados, por lo que se requiere aclarar dicha
diferencia”.
También, “se solicitó
también informar si la Comisión Autónoma de Justicia del
sindicato, recibió alguna impugnación del proceso electoral y en
tal caso, se remita la resolución que se hubiere emitido”
(Sánchez J., en El Universal, 3 sep 2009).
Bloqueo en el Periférico Sur. FOTO: A. Domínguez, en ww.jornada.unam.mx
¿Paralizar la ciudad?
Al siguiente día (4), “Esparza Flores
advirtió que si el próximo lunes, antes de las 10 horas, no le
entregan las autoridades del trabajo la toma de nota como secretario general,
nuevamente bloquearán el Periférico, frente a la sede de la STPS,
pero con más gente en la calle” (León G., en La Jornada, 5
sep 2009).
“Esta situación implicaría,
señaló, activar su fase 2, en la que se movilizarán las 11
divisiones foráneas en una serie de acciones permanentes hasta que la
STPS entregue el reconocimiento oficial”, agregó.
Un
día después “El Sindicato Mexicano de Electricistas
advirtió que la intromisión del gobierno federal en la
autonomía y vida interna del gremio pone en riesgo la continuidad de
la prestación del servicio de Luz y Fuerza del Centro (LFC), porque
al impedir que su dirigencia cuente con la toma de nota, la propia empresa
detiene recursos y acciones pactadas entre ambas partes para su
modernización y productividad.
“Amezcua explicó que
apoyada por la STPS, la empresa se ha entrometido en la vida interna del SME al
parar los trabajos de productividad pactados, con la excusa de que la
representación sindical no ha presentado la toma de nota o una constancia
emitida por la Dirección General del Registro de Asociaciones de la
propia secretaría”.
“Reiteró que en el
transcurso de la mañana de este lunes, la STPS deberá entregar la
toma de nota al comité ejecutivo que encabeza Martín Esparza; de
lo contrario –advirtió-, la mayoría de los 66 mil agremiados
activarán su fase II” (sic) (León G., en La Jornada, 6 sep
2009).
Ese lunes (7 de septiembre) no se realizó ningún
nuevo bloqueo al Periférico Sur, el grupo de Esparza convocó a un
mitin frente al recinto sindical antiguo, solamente la calle de Antonio Caso fue
bloqueada. En las diversas intervenciones el discurso subió de tono
contra “los naranjas”. “Esquiroles, traidores” fue lo
menos que se dijo públicamente sobre “los
naranjas”.
¿Riesgo de apagones?
Se publicó que “el Ejecutivo federal
propone una asignación de sólo mil 641.7 millones de pesos para
los programas de inversión de Luz y Fuerza del Centro, empresa que presta
el servicio de suministro de energía eléctrica al Distrito Federal
y parcialmente al estado de México, Morelos, Puebla e Hidalgo, pese a que
el gobierno ejercerá el mayor presupuesto de su historia”
(Rodríguez I., en La Jornada, 15 sep 2009).
“Ante este
escenario, Martín Esparza, secretario general del Sindicato Mexicano de
Electricista, alertó sobre un posible colapso de energía
eléctrica en la zona central del país por la falta de recursos
financieros para dar mantenimiento y concluir las obras
necesarias.
“Alertó a la sociedad sobre posibles apagones y
hasta un colapso eléctrico en la zona central del país por falta
de materiales como fusibles, cables y transformadores, por lo que
responsabilizó al gobierno federal de los disturbios que pudiera sufrir
la población por fallas en el suministro”.
El 17 de
septiembre, “cuestionado sobre las acciones que tomará si la
Secretaría del Trabajo y Previsión Social no le entrega la toma de
nota como secretario general del gremio, Esparza Flores respondió que los
trabajadores ya votaron, la dependencia sólo tiene que hacer un
trámite administrativo que es entregar el documento, pero no puede
decidir si estuvieron bien o mal las pasadas elecciones, eso corresponde a la
asamblea general del SME” (Muñoz P., en La Jornada, 18 sep
2009).
El 21 de septiembre, “los verdes” anunciaron que
“el Sindicato Mexicano de Electricistas presentará este martes en
la Cámara de Diputados una solicitud de juicio político en contra
del secretario de Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano
Alarcón, por usurpación de atribuciones, al exigir más
requisitos de los que fija la ley para la toma de nota de los sindicatos”
(Méndez E., en La Jornada, 22 sep 2009).
Al siguiente día,
en un mitin realizado fuera de la Cámara de Diputados, Esparza
presentó una solicitud en la secretaría general de la
Cámara de Diputados para que se realice juicio político contra
Lozano Alarcón, a quien acusaron de intervenir en la vida interna de los
sindicatos, obstaculizar la entrega de tomas de nota a organizaciones que no
doblan las manos ante el gobierno, alentar la disidencia en el SME y fracturar a
los sindicatos de industria” (Méndez E., Garduño R.,
Méndez E., en La Jornada, 23 sep 2009).
Por su parte, “La
planilla denominada Transparencia Sindical del Sindicato Mexicano de
Electricistas, encabezada por Alejandro Muñoz, quien contendió en
las pasadas elecciones contra el grupo encabezado por Martín Esparza,
informó que se pretende expulsar de esta organización a varios de
sus miembros” (Redacción, en la Jornada, 24 sep 2009).
El
24, se realizó una asamblea de grupo de “los verdes”. En
ausencia, Alejando Muñoz (actual tesorero) y otros secretarios en
funciones fueron destituidos de sus cargos en ausencia, sin siquiera ser
escuchado en defensa y sin que se hayan cumplido los procedimientos
legales.
En una carta enviada por Fernando Antuña, director de
registro de asociaciones de la STPS (en La Jornada, 28 sep 2009), éste
indicó que “Las facultades de la STPS para revisar y cotejar la
información que presenten los sindicatos para el cambio de su directiva
están previstas en los artículos 365, 371 y 377, fracción
II, de la Ley Federal del Trabajo (LFT) y en la jurisprudencia de la Segunda
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“El
artículo 366 de la LFT, dispone que la autoridad registral tendrá
un plazo de 60 días para resolver sobre la procedencia o no de la llamada
toma de nota”.
“El señor Martín Esparza y
demás interesados tienen, como límite para integrar debidamente su
expediente hasta el 5 de octubre próximo. Si así ocurre, la STPS
procederá a la entrega de la toma de nota solicitada. En caso contrario y
a pesar de las amenazas, la autoridad registral no obsequiará dicho
documento”.
El 30 de septiembre, se informó que
“según señaló el dirigente (sic), los integrantes del
comité ejecutivo acudieron ayer a la Secretaría del Trabajo y
Previsión Social a solicitar una entrevista con el director del Registro
de Asociaciones, Fidel Antuña, para entregar la documentación
requerida -lista de electores, actas de asamblea, ratificación del
secretario de actas-, misma que dejaron en la oficialía de partes, ya que
no fueron recibidos” (Muñoz P., en La Jornada, 1 oct
2009).
Ese mismo día, Esparza “informó que en virtud
de que les será negada la toma de nota, interpondrán un amparo y
comenzarán a realizar movilizaciones para evidenciar que lo que se
pretende es privatizar Luz y Fuerza del Centro” (Sánchez J., en El
Universal, 1 oct 2009).
Bloqueo en el Periférico Sur. FOTO: A. Domínguez, en ww.jornada.unam.mx
La policía en Luz y Fuerza
El 3 de octubre, “el líder (sic) del Sindicato
Mexicano de Electricistas, Martín Esparza Flores, afirmó que todas
las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro están resguardadas (sic) por
personal sindicalizado ante el riesgo de que el gobierno federal “decida
bajar el switch y acusar a los trabajadores” (Poy L., en La
Jornada, 4 oct 2009).
El 5 de octubre, un propio de la STPS acudió
a las oficinas del sindicato para entregar el documento mediante el cual
“no ha lugar a su petición”, negando en consecuencia la Toma
de Nota solicitada por Esparza, argumentando inconsistencias e irregularidades
no aclaradas.
Con ello, el conflicto interno en el SME entra en una
clara alteración de la normalidad sindical.
La democracia sindical involucra a todo el sindicato no solamente a un grupo
La base electricista llamada a recuperar democráticamente al sindicato
Sindicato fracturado
En este conflicto se han reiterado acusaciones sobre la
intervención del gobierno en la vida sindical interna. La STPS argumenta
que basa en lo dispuesto por la Ley Federal del Trabajo, ley obsoleta y patronal
que tiene el grave inconveniente se ser la ley vigente.
Internamente,
“los verdes” acusan reiteradamente a “los naranjas” de
divisionistas, al tiempo que ni siquiera les permiten ingresar al auditorio
sindical. Lejos de favorecer un arreglo interno, la situación se ha
polarizado ante la intolerancia “verde”.
El resultado
momentáneo es público y evidente: El SME está fracturado,
el concepto de democracia (basado solo en el derecho al voto) está hecho
trizas, cientos de votaciones y experiencias electorales se han desbaratado en
un proceso aparentemente fraudulento, la práctica política
reciente ha oscilado del “endiosamiento” de Esparza a la rigidez de
la intolerancia a ultranza, y el hostigamiento interno a la oposición
cada vez es mayor al negárseles incluso el derecho a la voz. En suma, en
el SME existe una situación de alteración de la normalidad
sindical.
Entre tanto, el Estado ya ha anunciado las medidas que
podría tomar. De entrada, el secretario de gobernación de
Calderón ha dicho que el SME debe conducirse en el marco de la legalidad
y, de no hacerlo, el Estado respondería como tal. Ante las declaraciones
de “paralizar a la ciudad” y el anuncio de “posibles
apagones”, la respuesta del Estado está en marcha, ya dijo que
“intervendrá”.
Por el momento, la vigilancia
policíaca se ha hecho visible en la cercanía de algunas
instalaciones eléctricas de LFC. Se han dado casos de ingreso temporal de
elementos de la Policía Federal Preventiva en algunas subestaciones
importantes. Es obvio que el Estado tiene activadas posibles medidas
unilaterales iniciales de emergencia.
Por lo que hace al manejo
“oficial” de los “verdes”, corriente política que
lleva más de 10 años en el sindicato, a la que pertenece Esparza y
pertenecía Muñoz, se carece de brújula política,
insensibilidad y apoyo mayoritario, cada día se invita al enfrentamiento
innecesario con el Estado y se adoptan posturas de soberbia sin detenerse a
analizar detenidamente el fondo del asunto.
Lo que ahora se vive en el
SME es el resultado de una “política” cuyas causas conviene
analizar con detalle en sus aspectos históricos, industriales,
sindicales, políticos y sociales. Este conflicto se había venido
larvando largamente, no salió de la nada, hay motivos internos y
participación externa.
El descontento interno es inocultable,
nadie tiene consenso mayoritario evidente. En silencio, la mayoría de los
compañeros no está a favor de Muñoz pero sí en
contra de Esparza. Eso no es casual, tiene explicaciones
políticas.
Ante tal situación de crisis, los electricistas
no pueden quedarse solamente en la denuncia por la obvia ingerencia del Estado
sino que deben ir al fondo del asunto. Esencialmente se trata de recuperar
democráticamente al sindicato. Es el momento de la autocrítica de
conjunto y, ante todo, de la intervención organizada de la BASE
electricista.
¿Hay salida interna? LA HAY. Esta se ha omitido
deliberadamente dejando la iniciativa al Estado. Cada día que pasa la
situación se complica más tendiendo a provocar torpemente el
enfrentamiento con el Estado, cuya parte principal está representada por
las fuerzas represivas de coerción, en vez de eludir ese
enfrentamiento.
La salida desde abajo
Entre los trabajadores de la base hay preocupación,
en las organizaciones nacionales e internacionales, también. Todos
defendemos al SME, como institución social necesaria para México,
pero no podemos (ni debemos) apoyar a personas sino a políticas que sean
de clase. Sin embargo, en cualquier escenario, los únicos que pueden
Reestablecer la normalidad sindical son los propios electricistas debidamente
dirigidos, organizados, decididos y actuantes.
Hay experiencias previas,
especialmente en el sector eléctrico, que deben retomarse. El camino a
seguir, con todas sus limitaciones, está indicado en la ley laboral y en
los propios estatutos sindicales. Lo que ocurre es que las normas internas se
han omitido desde hace algún tiempo por razones
“explicables”.
En una primera instancia, los estatutos
indican que en ausencia del secretario general, el secretario del interior pasa
a fungir como representante general del sindicato. ¿Por qué no se
hace? Porque el compañero es “verde”, y se lo impiden,
además que él mismo incumple sus deberes con el sindicato.
¿Para qué destituir a Muñoz, quien por ahora es el tesorero,
y se desvía la acción demandando a la empresa por la
retención de las cuotas sindicales? La demanda implica un juicio ante la
Junta que sería prolongado y tortuoso afectando a toda la
organización.
¿Para qué esperar el dictamen de la
Junta que implicaría un “recuento” bajo el control de la
propia Junta? ¿Para qué provocar el enfrentamiento con el Estado en
una situación de evidentes condiciones desfavorables? No podemos cerrar
los ojos ante un manejo político estratégicamente erróneo,
cuyas consecuencias podrían pagarlas “todos” los
electricistas. Más aún, las consecuencias adversas serían
para la nación en su conjunto dando lugar a mayores retrocesos en una
industria en acelerado proceso de desnacionalización.
Entonces, la
base debe intervenir organizando un procedimiento interno SIN
intervención del Estado. Este procedimiento de la base es posible y es
real, cuesta trabajo ejecutarlo pero garantiza el éxito. Dicho
procedimiento se puede precisar y activar de inmediato. Este procedimiento
empieza por organizar la discusión colectiva unitaria SIN excluir
a ningún electricista, en todos y cada uno de los centros de
trabajo de LFC, a convocatoria de los propios trabajadores, con o sin
participación de los representantes sindicales oficiales. Los cuadros
medios (representantes departamentales) tienen el deber se asumir las decisiones
de la base, si no lo hacen se implicarían contra la organización.
Los jubilados consecuentes constituyen el sector electricista que debe recuperar
su autoridad moral e intervenir activamente.
Esta discusión en la
base, en asambleas o reuniones (conjuntas de activos y jubilados), es crucial
para organizar el proceso de re-establecimiento de la normalidad
sindical. Allí se deben tomar las primeras decisiones colectivas. Esa
práctica se ha abandonado desde hace tiempo viciando la vida sindical.
Pero la recuperación democrática del sindicato solamente puede y
debe hacerse desde la base porque el conflicto en el SME dista de ser formal y
administrativo, hay una crisis política que no se puede
soslayar.
Las decisiones de la base, además de considerar
detalladamente el procedimiento, mismo que se conoce, deben incluir un programa
que ubique la lucha electricista en el contexto social e incluya a la sociedad
en su conjunto ofreciendo alternativas concretas.
El SME no es propiedad
privada de nadie, es un organismo de interés social. El FTE de
México estima que se debe evitar el enfrentamiento imprudente con el
Estado. Este siempre tiende a enfrentar al movimiento pero no es lo mismo que le
invite a diario dándole pretextos gratuitos.
El procedimiento
“desde abajo” hay que iniciarlo YA para resolverlo cuanto
antes y proceder a planear la próxima revisión contractual y la
lucha para revertir la desnacionalización eléctrica ante el avance
desbocado de la privatización furtiva.
En cualquier circunstancia,
el FTE está y estará junto a la base electricista apoyando
propuestas que son reales, posibles, democráticas, esperanzadoras y
concretas.
Llamamos a los electricistas del SME a proceder en
consecuencia.
[2009, elktron 9 (237) 1-8, 6 oct 2009].
Peligrosa polarización sindical interna