La huelga no es un fetiche
Martín Esparza anuncia una huelga
contra Luz y Fuerza del Centro para exigir el reconocimiento del gobierno luego
de proceso irregular. El gobierno dice que aplicará la fuerza del Estado.
Es una seria advertencia. Sería la intervención militar en las
instalaciones de Luz y Fuerza del Centro. Esparza contesta retadoramente. Se
está invitando al enfrentamiento con el Estado, sin tener ningún
preparativo, ni condiciones políticas.
Esparza anuncia emplazamiento a huelga
En la Cámara de Diputados,
Martín Esparza anunció que “el Sindicato Mexicano de
Electricistas (SME) emplazará a huelga a Luz y Fuerza del Centro (LFC)
por violación al contrato colectivo de trabajo” (Garduño R.,
Méndez E., en La Jornada, 8 de oct 2009).
En la reunión
sostenida con la diputación del PRD, Alejandro Encinas, coordinador de la
fracción parlamentaria de su partido, dijo que acompañará
al SME “en la lucha por la defensa, la libertad y la
autonomía”.
Con el anuncio de la huelga Esparza pretende
escalar las medidas para presionar al gobierno para que le otorgue la Toma de
Nota que le acaban de rechazar por no haber acreditado documentalmente la
elección ni haber corregido las irregularidades denunciadas
internamente.
Pero, hablar de una huelga en el sector eléctrico,
así sea en una región, no es un juego, máxime que, en el
presente caso, la huelga carece de sustento legal pues, el reconocimiento de
Esparza, no es causal de ningún movimiento de huelga. Además,
¿quién emplazaría a huelga? Esparza no puede, precisamente,
por carecer de personalidad jurídica reconocida.
Las huelgas de
hecho se consideran paros, que son ilegales e implican el despido de todos.
Se aplicará la fuerza del Estado
Fernando Gómez Mont, secretario de
Gobernación de Calderón, dijo respecto a las declaraciones de
Esparza que se analizan escenarios ante la amenaza de Esparza y que no se
descarta aplicar la fuerza del Estado (sic) “en caso necesario”
(Martínez F., en La Jornada, 8 oct 2009).
“Las autoridades
federales toman previsiones en coordinación con el Centro de
Información y Seguridad Nacional (Cisen) para hacer frente a eventuales
acciones ‘radicales’ del gremio de
electricistas”.
“El gobierno federal, a través del
Cisen toma las medidas necesarias para actuar ante una eventual contingencia
`provocada por este conflicto”.
“Destaca la
coordinación con las entidades federativas que son áreas de
servicio de LyF y Fuerza del Centro, en especial con la administración
capitalina a cargo de Marcelo Ebrard”.
Por la tarde, los
smeítas realizaron una marcha a Los Pinos para insistir en que se
reconozca a Esparza como secretario general del sindicato. Como es acostumbrado,
lejos de la casa presidencial la marcha fue contenida por policías y
soldados. Por una puertita entró una comisión, integrada por
Esparza y Humberto Montes de Oca. Los recibió un funcionario menor, luego
se supo que fue Luis Felipe Mena, secretario particular de Calderón.
Esparza y Montes salieron sin dar
declaraciones.
“¡Aquí los esperamos!”
Ante las amenazas de huelga y la respuesta
del gobierno, respecto a utilizar la fuerza del Estado, Esparza
contestó:
"Éste es el inicio. Vamos a resistir contra la
política de intromisión del gobierno. Y si el Estado toma medidas,
aquí los estaremos esperando" (Notimex y Martínez F., en La
Jornada on line, 9 oct 2009).
“Esparza Flores reiteró que el
próximo lunes 11 de octubre, a las 8:00 horas, se reunirá con el
director de la Compañía de Luz y Fuerza, Jorge Gutiérrez
Vera, a quien demandará el cumplimiento irrestricto del contrato
colectivo de trabajo” (CCT).
“La dirección de la
empresa, acusó, ha violado varias cláusulas de ese documento, como
la retención indebida de las cuotas sindicales, así como apartados
relacionados con la contratación de personal y prestaciones
diversas”.
“Expuso que en función de los resultados de
esa plática, citarán a una asamblea general para que ésta
decida si procese un eventual emplazamiento a huelga por violación al
contrato colectivo de trabajo”.
“Respecto de la
reunión efectuada ayer con Luis Felipe Bravo Mena, secretario particular
del presidente Felipe Calderón, el dirigente de ese grupo del SME dijo
que esperarán la respuesta el lunes próxima
semana”.
El derecho de huelga en México
Hemos señalado reiteradamente que
en México el derecho de huelga NO existe. El derecho fue conquistado por
la Revolución Mexicana, está escrito en la Constitución
política vigente, pero NO se respeta.
Salvo en el breve
período del cardenismo, cuando se produjeron importantes huelgas en el
contexto de una amplia irrupción de las masas mexicanas posterior a la
Revolución, las huelgas en los sectores fundamentales de la
producción están literalmente prohibidas.
En 1976, los
electricistas de la Tendencia Democrática del SUTERM, promotores y
coautores de la nacionalización eléctrica, nos propusimos estallar
la Huelga Eléctrica Nacional. Eramos mayoría en el sindicato y
enarbolábamos un Programa de lucha para hacer avanzar la
Revolución Mexicana. Durante años, habíamos preparado la
huelga llevando a cabo importantísimas Jornadas Nacionales por la
Democracia.
El solo anuncio de la huelga endureció al gobierno en
turno, presidido por Luís Echeverría y Porfirio Muñoz Ledo,
secretario del Trabajo y luego presidente nacional del PRI. Provocaciones de la
empresa, charros y gobierno, golpes de los charros contra los electricistas
democráticos, cierre de espacios periodísticos solidarios,
hostigamiento policíaco y militar, fueron algunos hechos.
En el
curso de la noche y la madrugada del 16 de julio de 1976, día propuesto
para estallar la huelga, TODOS los centros eléctricos del país
fueron tomados por el Ejército federal, arrojando a los electricistas
democráticos de sus centros de trabajo. 400 mil esquiroles, apoyados por
20 mil soldados, se posesionaron de las centrales generadoras, subestaciones
eléctricas y demás instalaciones del Sistema Eléctrico
Nacional.
“La huelga para mejor ocasión”, se
publicó en la prensa vespertina de ese día. Cuatro semanas
estuvimos fuera del trabajo. Al regresar, fuimos postrados por el charrismo
sindical y, en breve plazo, todos despedidos siendo reemplazados por una
generación de compañeros desclasados.
Fue, sin embargo, el
primero, único y último ensayo de una huelga nacional que ha
habido en el sector eléctrico. Al final, la Tendencia Democrática
fue obligada a disolverse.
Ahora, en condiciones claramente
desfavorables, sin preparativos y sin aliados, Esparza anuncia una huelga
precipitada. ¿Quiere que en 2009 ocurra con el SME algo parecido o peor a
lo ocurrido en 1976 con el SUTERM?
Esparza juega con un
importantísimo recurso de lucha, tomando a la huelga como un fetiche. Si
insiste, la respuesta del Estado será comandada por los soldados, la
ocupación de LFC y la represión a los electricistas está a
la orden del día.
Enfrentamiento con el Estado
Todos los movimientos sindicales de importancia,
ubicados en los sectores industriales estratégicos, llevan al
enfrentamiento con el Estado. Este es el que enfrenta a los trabajadores,
creando una dinámica para que caigan en la provocación. Eso es,
precisamente, lo que ocurre con el SME. Una diferencia importante es que, desde
el interior del mismo sindicato, grupos radicalizados como el de Esparza, le
hacen el favor al Estado. No es la primera vez que se da este
fenómeno.
No se trata solamente del enfrentamiento con el gobierno
sino con el Estado. Este aparato separado de la sociedad está
especializado en la administración y aplicación de la violencia y
procede unilateralmente. El Estado no está formado nada más por el
gobierno, legisladores y ministros. La parte fundamental del Estado está
representada por los cuerpos de coerción, es decir, ejército,
marina, aviación, y policías especializadas.
Cuando ocurre
el enfrentamiento con el Estado, éste se vuelve cruel, insensible, sin
compasión ni misericordia para nadie.
¿Eso es lo que quiere
Esparza, ha olvidado que los representantes sindicales nos debemos a las bases y
que, en su nombre, debemos defender sus derechos laborales y sociales?
En
las presentes circunstancias, en el SME se ha alterado la normalidad sindical
resultado de un proceso electoral irregular. Lo que procede es restablecer la
normalidad interna y, para ello, deben aplicarse las disposiciones indicadas por
los propios Estatutos.
Desde el punto de vista político es
menester ELUDIR el enfrentamiento con el Estado. De no ser así, como lo
analizó el FTE la noche de antier, la ocupación militar de LFC
será la respuesta del Estado volviéndose un hecho irreversible que
afectaría a todos los smeítas.
Procedimientos de huelga
En México, país capitalista, existe el
derecho impuesto por el Estado. En el caso de las huelgas, existe el derecho
constitucionalmente pero está reglamentado en la Ley Federal del Trabajo.
Todas las huelgas deben seguir los procedimientos establecidos. Una huelga que
estalla sin cubrir la formalidad jurídica implica el despido ipso facto
de todos los trabajadores.
No hay sindicatos ni abogados, ni siquiera los
más charros, que omitan los procedimientos, salvo en el caso de huelgas
locas deliberadamente provocadas.
En la Ley se indican las causales de la
huelga. El reconocimiento a la fuerza de Esparza NO constituye causal de huelga.
El conflicto es de carácter sindical no laboral. Por lo mismo, emplazar a
huelga por violaciones al CCT pudiera ser la cobertura elegida pero es algo muy
débil.
Lo peor es que, en las condiciones en que se encuentra,
Esparza NO puede emplazar a huelga por la sencilla razón de carecer de
personalidad jurídica acreditada.
Preparativos de huelga
La huelga no puede ni debe reducirse a un simple fetiche.
Es decir, la huelga no es un asunto de hechicería. El fetichismo es el
estado más primitivo de la religión pero las huelgas no son
objetos ligados a espíritus con los cuales pueden lograrse cosas
extraordinarias tan solo con invocarlos.
La lucha se gana en los
preparativos, es tesis del FTE que también se aplica a las huelgas.
Cualquier huelga, debe prepararse adecuadamente e ir agotando las fases con la
mayor eficacia. Pero se debe proceder concientemente al momento de estallarla.
En un plazo de 10 días, como acostumbra emplazar el SME, no es posible
organizar absolutamente nada.
La huelga en el sector energético no
puede reducirse a simples declaraciones. La industria eléctrica no es
ningún juguete, es decir, tampoco es un fetiche.
Los preparativos
de la huelga incluyen poner en práctica un conjunto de procedimientos
especiales, tales como, Organización y funcionamiento de los
comités de huelga en las instalaciones eléctricas de
generación, transmisión y subtransmisión,
transformación, control, distribución y comercialización;
Integración de brigadas en todos los centros de trabajo; Resguardo de los
combustibles energéticos; Custodia de las instalaciones y materiales;
Protección física de las instalaciones eléctricas;
Operación y mantenimiento de emergencia; Planes de emergencia, interno y
externo; Clausura y reapertura de accesos y áreas en todas las
instalaciones; Vigilancia terrestre y aérea en todas las instalaciones;
Servicios de emergencia; Comunicaciones eléctricas, electrónicas y
computacionales; Plan de estallamiento de la huelga; Infraestructura de soporte
y abastecimientos; Plan de contingencia y defensa de la huelga; Plan de
levantamiento de la huelga; Solidaridad y relaciones obreras, a nivel nacional e
internacional, entre otros.
En el caso del SME ninguno de estos
procedimientos existen y mucho menos se han hecho los preparativos del
caso.
En plan de bravuconería, Esparza lleva al sindicato por un
camino que no tiene corazón. Por allí oyó huelga y la hizo
un fetiche para defender su interés particular. Olvida que el derecho de
huelga es de los trabajadores, no de ningún funcionario sea
gubernamental, patronal o sindical. Lo más grave, es que desconoce a la
industria, ignora el proceso de trabajo eléctrico y se le hace
fácil amenazar con una huelga sin sentido.
Condiciones políticas de la huelga
En cualquier caso, son fundamentales
las condiciones políticas que acompañan a una huelga. En el caso
del SME, van décadas sin que se haga ningún preparativo, todo
queda en declaraciones anuales o bianuales. Parece que ya se olvidaron hasta las
instrucciones especiales. La situación es seria porque, entre los
preparativos, es fundamental la movilización interna organizada. Nada de
esto existe.
Una huelga eléctrica requiere, por necesidad, de una
amplia movilización solidaria, a nivel nacional e internacional.
¿Qué aliados tiene el SME si durante la gestión de Esparza
contribuyó solo con declaraciones para recular a la hora buena dejando
embarcados a quienes le creían? Es el caso de la famosa “huelga
nacional” que, a tanto de manosearse ha terminado por vaciarse de
contenido.
Francisco Hernández Juárez, charro de los
telefonistas no va a mover un dedo, tampoco Agustín Rodríguez del
STUNAM ni ningún otro charro o charrito. El PRD habla pero nada
más, el propio AMLO se raja, lo demostró en 2008 con su supuesta
oposición a la contra-reforma energética, propuesta y apoyada por
sus propios “expertos”.
En suma, la política de
Esparza es motivo de preocupación porque sus adversas consecuencias
terminarán por afectar s los smeítas y a todos los trabajadores
mexicanos. Esparza se guía por el espontaneísmo, la
improvisación y la bravata, sin ninguna reflexión y menos
análisis político. Así, está invitando al
enfrentamiento con el Estado, cuya respuesta parece ser inminente y será
demoledora. ¿Qué hacen los demás? Si se limitan a ver de
lejos, están perdidos.
[2009, elektron 9 (241) 1-4, 10 oct 2009].
En caso de huelga, ¿quién o quiénes se encargarían del Centro
de Control de Energía, en la región central?