En 2001, la privatización eléctrica en México
avanzó considerablemente mediante acciones gubernamentales unilaterales.
El gobierno de derecha ha impulsado medidas regresivas en materia fiscal,
económica y laboral. La respuesta obrera ha sido completamente
insuficiente. El charrismo sindical sigue manteniendo el control apoyado por el
gobierno en turno. La situación de la clase obrera es penosa,
principalmente por los bajos salarios y el creciente desempleo, la
antidemocracia y la desmovilización. Este año, se
constituyó formalmente el FTE de México que contribuye a la lucha
obrera democrática con amplias propuestas en materia energética y
sindical.
El FTE de
México
Un acontecimiento obrero fue la constitución del Frente de
Trabajadores de la Energía el 24 de febrero de 2001. En la Universidad
Obrera de México, petroleros, electricistas y nucleares propusieron a los
trabajadores mexicanos la lucha por la democracia sindical y la defensa del
sector energético nacionalizado.
El FTE es una organización
político-sindical que agrupa a sectores obreros de oposición
democrática, en términos de sus principios y programa. Diversos
proyectos se han puesto en marcha, entre otros, relacionados con la
investigación en materia energética, la prensa y cultura obreras.
Los trabajadores de la energía en lucha, activos y jubilados, de la
capital e interior del país, han marchado con el Frente en diversos
eventos y movilizaciones.
El FTE se distingue de otras organizaciones
obreras por su política e independencia de clase, desarrollando
alternativas de interés para el conjunto del movimiento obrero.
Específicamente, el FTE participa de la lucha de los trabajadores de la
energía con acciones concretas de unidad, solidaridad, elaboración
de la política y organización obrera.
Nuestra
organización organizó 4 foros: Defensa del Petróleo de
México, el 18 de marzo; Democracia y Lucha Obrera, el 29 de abril; La
Huelga Electricista de la Tendencia Democrática, el 21 de junio y el I
Foro Eléctrico Nacional, el 26 de septiembre y fechas posteriores. En
estos eventos participaron investigadores, profesores universitarios y
trabajadores de la energía.
El 11 de marzo fuimos parte de la
multitud que recibió a la comandancia del Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN) en el zócalo capitalino, e18 de marzo
nos manifestamos en dos mítines con motivo del Aniversario de la
Expropiación Petrolera, el 1o. de mayo día internacional de los
trabajadores marchamos en la capital del país y el 13 de septiembre
estuvimos junto a otros sectores en la protesta contra la reforma fiscal del
Fox.
La I Asamblea del FTE se realizó el 2 de junio habiéndose
aprobado a la Declaración de Guadalajara como nuestro programa
obrero y un conjunto de documentos que integran a nuestra Política
Energética Independiente.
En la lucha petrolera, el FTE ha estado
presente con acciones de todo tipo. También somos parte del movimiento
obrero y nos integramos con el proyecto de la Asamblea Nacional de los
Trabajadores (ANT). Asimismo, participamos de la solidaridad con los maestros
del SNTE, obreros de Ford, indígenas de Chiapas y las huelgas de
Aeroméxico y Volkswagen.
Contra la privatización de la
industria eléctrica nacionalizada, el FTE se mantiene en la primera
línea de combate. En tal razón, se han intensificado las
investigaciones, denuncias y propuestas alternativas. Participamos en el Debate
Eléctrico organizado los días 3 y 4 de abril por la
fracción parlamentaria del PRD y organizamos el I Foro Eléctrico
Nacional, habiendo realizado 13 trabajos. En 4 libros, 1 CD, 14 números
de energía y 1 página Web, así como 32 volantes
escritos y miles repartidos, discursos, conferencias y cursos, se expresan
nuestras elaboraciones técnicas y políticas realizadas en el
año.
Democracia
Sindical
La lucha democrática más importante se llevó a
cabo en el sector petrolero. Existen diversos grupos de trabajadores en lucha al
interior del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República
Mexicana (STPRM). En varios momentos se ha producido la lucha que, sin embargo,
no ha podido cristalizar porque el charrismo petrolero es muy violento y
altamente corrupto.
Desde fines de 1999, en varias secciones, existe fuerte
inconformidad y protesta entre los petroleros como consecuencia de los procesos
electorales fraudulentos. Eso motivo que se hicieran impugnaciones legales,
mismas que están en marcha. Una importante resolución fue la
concesión de un amparo a la Sección 45 de Villahermosa, que no ha
significado la realización de nuevas elecciones pero sí muestra
que la razón la tienen los trabajadores. Fue en esta sección que
se llevó a cabo una huelga de hambre a principios de año, misma
que se prolongó por varias semanas.
La lucha petrolera se ha
extendido a nivel nacional, sobre todo en el sureste. El 1º de mayo hubo
protesta, varias secciones de Veracruz, Tabasco y Chiapas se manifestaron en
Coatzacoalcos.
Los diversos grupos han impulsado sus propios proyectos,
estructurando su organización a nivel nacional así como sus
actividades de prensa incluyendo Internet. Una de las organizaciones fundadoras
del FTE es la Coordinadora Nacional de Trabajadores Petroleros
Democráticos que agrupa a compañeros de diversas secciones en la
capital y el sureste del país. Esta organización participó
en el VI Foro Nacional Petrolero, organizado por la Asociación Nacional
de Técnicos y Profesionistas Todos por PEMEX. Junto con otras
agrupaciones, el 19 de mayo se constituyó la Coordinación Nacional
por el Desarrollo de la Industria Petrolera habiéndose aprobado
también una propuesta para el desarrollo integral de PEMEX.
Con
motivo de la revisión contractual con Petróleos Mexicanos (PEMEX),
el FTE participó de la movilización de los petroleros
democráticos, estuvo en la organización de las acciones y
apoyó las propuestas de los trabajadores. Varios mítines se
realizaron en las oficinas centrales de PEMEX, en la capital del país y
otras acciones en el interior. En el Valle de México se integró la
Coalición Petrolera Metropolitana con la participación de
trabajadores de varias secciones sindicales.
La revisión contractual
del sindicato petrolero con PEMEX fue altamente desfavorable para los
trabajadores y para la Nación, en tanto, se acordaron cláusulas
que permiten al gobierno avanzar hacia la privatización de la industria
petrolera nacional.
El proceso de revisión causó un mayor
descontento entre las bases de petroleros. En varias partes del país la
movilización está en ascenso. Tal es el caso de Minatitlán,
Ciudad PEMEX y Salamanca, que se suman a Poza Rica y Villahermosa, donde se ha
tenido una resistencia ejemplar. En Agua Dulce-Veracruz, los compañeros
de la Sección 22 tomaron las instalaciones sindicales durante varias
semanas reclamando sus legítimos derechos.
Para concluir el
año, varios grupos sindicales de petroleros se reunieron en diciembre en
la Ciudad de México y acordaron continuar la lucha por la democracia
sindical.
Política
Energética Independiente
En el año 2001, los trabajadores mexicanos de la energía
avanzamos en el desarrollo de una Política Energética
Independiente, esto es, propia, independiente del gobierno, de las empresas y
del imperialismo.
Esta política tiene importancia porque marca las
referencias básicas y principales directrices para las acciones de
política energética en materia de hidrocarburos, electricidad y
energía nuclear. La Política Energética Independiente no es
un conjunto de postulados plenamente válidos pero irrealizables. No, se
trata de la propuesta sobre energía que los trabajadores queremos para
México y su aplicación es altamente viable.
Dos razones, entre
otras, apoyan a lo antes dicho, una, que ya hemos avanzado considerablemente en
el pasado y por lo mismo no empezamos de cero y, dos, que se trata de banderas
con hondas raíces históricas de la lucha de electricistas,
petroleros y nucleares.
Existen logros de alta significación
histórica para el pueblo de México, entre otros, la
expropiación de la industria petrolera, la nacionalización de la
industria eléctrica; las modificaciones propuestas por los trabajadores
al artículo 27 constitucional en materia nuclear, la primera ley de
servicio público de energía eléctrica, la
interconexión del sistema eléctrico nacional, la soberanía
nacional sobre los minerales radiactivos, la ley reglamentaria del
artículo 27 constitucional en materia nuclear, etc.
De acuerdo a la
Política Energética Independiente, es conveniente para la
Nación la integración de la industria petrolera nacional, de la
industria eléctrica nacionalizada y de los institutos de
investigación del sector. Las razones son
técnico-económicas, políticas y sociales. Esta propuesta es
la única alternativa coherente a la privatización, la
única que garantiza la soberanía nacional en materia de
energía, la única para atender debidamente el interés
general de los mexicanos en cuanto al servicio público de energía
eléctrica..
En su I Asamblea, el FTE acordó las bases de esta
política, los criterios, instrumentos y acciones. Se trata del proyecto
más acabado, sin ser el último, que los trabajadores mexicanos
hemos formulado sobre política energética nacional. Nuestra
propuesta no es únicamente de alto nivel técnico, es
también política con una visión de clase. La
Política Energética Independiente se expresa en un programa
nacional de energía, el cual se constituye de tres planes, a saber, Plan
Nacional de Hidrocarburos, Plan Eléctrico Nacional y Plan Nacional de
Investigación y Desarrollo en Energía.
Los petroleros del
país han avanzado considerablemente al haber acordado en mayo de 2001 una
propuesta para el desarrollo integral de la industria petrolera nacional.
Partiendo de un diagnóstico seriamente establecido se hacen un conjunto
de propuestas detalladas sobre todas las fases del proceso de trabajo petrolero.
Las aportaciones de los ingenieros y técnicos petroleros tienen una
indudable importancia para integrar, junto al FTE, el plan nacional de
hidrocarburos.
En materia eléctrica, los electricistas del m27-SME
han venido desarrollando esfuerzos tendientes a concretar un plan
eléctrico nacional. Integrados en la comisión de energía
del FTE han formulado múltiples propuestas y realizan las actividades de
investigación y estudio sobre el tema más serias en el movimiento
obrero de México. Falta la incorporación plena de los
electricistas del SUTERM que, a pesar de todo, mantienen la lucha en el interior
del país a nivel de las secciones más importantes del sindicato.
También falta una mayor decisión de los nucleares del SUTIN para
reactivar la movilización democrática.
La Política
Energética Independiente del FTE tiene, además expresiones
concretas que distinguen a nuestra organización obrera. Somos los
trabajadores, quienes estamos al interior de los centros de trabajo, operamos y
mantenemos a la industria energética y llevamos a cabo esta lucha en el
espacio del saber. Se trata de nuestra materia de trabajo y, con las propuestas
de política energética, asumimos nuestro doble papel de
proletarios, como asalariados y como productores.
Desarrollar esta
política representa una importante aportación a la lucha de los
trabajadores y pueblo de México en defensa de su patrimonio, recursos
naturales, soberanía e independencia. Además, nuestra lucha no se
queda en la propuesta, se asume en acciones concretas.
Privatización
Eléctrica y Petrolera
El año que concluye se caracterizó por el avance de la
privatización furtiva de la industria eléctrica que el gobierno
federal lleva a cabo, no obstante la protesta y desacuerdo de la
Nación.
La privatización eléctrica se ha incrementado.
Entre 1999 y 2000, luego de la iniciativa presidencial que pretendía
reformar a la Constitución para privatizar a la industria
eléctrica nacionalizada, la privatización de facto rebasa los 13
mil Mwe en construcción por casi una centena de nuevas empresas
eléctricas privadas. Esta cifra equivale a los requerimientos que en 1999
plantearon Zedillo y Téllez para el año 2006, sin contar que
día a día aumenta más la capacidad de generación
privada.
Este proceso privatizador ha tenido como base a las modificaciones
regresivas a la Ley de Servicio Público de Energía
Eléctrica, auspiciadas por Salinas de Gortari en el marco de las
negociaciones del Tratado de Libre Comercio con Norteamérica. El
instrumento para concretar la privatización furtiva ha sido la
Comisión Reguladora de Energía (CRE). Esta comisión se ha
constituido en la entidad privatizadora de la industria energética
nacionalizada, en estos momentos, con relación a la industria
eléctrica y al gas natural, pero no miras a todos los procesos
productivos sobre hidrocarburos, electricidad y energía nuclear.
El
mecanismo que se ha seguido es el otorgamiento de permisos privados para
generación eléctrica. Partiendo de permisos con una capacidad de
generación ínfima, pronto se otorgan ampliaciones mayores. Al
incorporarse nuevos socios, la capacidad aumenta. A la fecha, son casi 200
permisos privados que se han otorgado a empresas transnacionales: Enron,
Iberdrola, Fenosa, Electricitè de France, Mitsubishi, etc. y a multitud
de nuevas empresas eléctricas de prestanombres y oportunistas. La
situación ha llegado al grado de favorecerse la formación de
nuevos monopolios (privados), mediante la compra de las nuevas empresas (y sus
permisos) por otras empresas mayores. Ya existen monopolios privados.
Lo
anterior está creando una situación en la cual el Estado
tendrá que otorgar a los inversionistas privados el uso de la red
nacional de transmisión eléctrica. Esto está permitido por
la Ley de 1992, lo cual es muy grave. No nadamás, se están creando
presiones para que los capitalistas privados comercialicen directamente la
energía eléctrica que produzcan. Actualmente, debieran vender sus
excedentes (que son todos) a la CFE pero no quieren hacerlo porque no les
interesa vender excedentes quieren vender todo lo que producen al precio que
estimen pertinente, desde luego, altos precios.
En junio, Vicente Fox
publicó un decreto para que los capitalistas privados puedan
comercializar la energía eléctrica. Esto es, desde luego,
anticonstitucional. Los Diputados federales interpusieron ante la Suprema Corte
de Justicia una controversia constitucional aún no resuelta. El FTE no
confía en la Corte pero, en todo caso, el problema no es formal porque el
Fox no consultó al Congreso, cuya gran mayoría es privatizadora.
Con o sin decreto, lo grave de la política foxista es que, en la
práctica, con los mecanismos seguidos por la CRE, se está
suprimiendo el concepto de servicio público de energía
eléctrica. El FTE, a través de su comisión de
energía ha demostrado fehacientemente esta aseveración.
Casi
todos los que hablan, en público y en privado, consideran que debe
apoyarse a la CRE y ampliarle las funciones para, ilusamente, regular bien lo
que no se ha hecho en California ni en otras partes del mundo. El FTE discrepa
completamente de esta apreciación y proponemos que la CRE desaparezca por
atentar contra el interés de la Nación desnacionalizando a la
industria eléctrica de México.
Más aún, dicha
comisión también es la encargada de otorgar permisos en materia de
gas natural. Ya, a la fecha, se han abierto las puertas en el norte del
país a las 7 hermanas transnacionales del petróleo, mediante
permisos otorgados a la Shell, Amoco, Texaco, etc. para instalar plantas de
regasificación en Altamira y suministrar el hidrocarburo a PEMEX, CFE y
las demás empresas eléctricas privadas. Como en el caso
eléctrico, el gobierno facilitaría a los capitalistas la red
nacional de ductos. Asimismo, con base en los acuerdos con los charros
petroleros, seguramente ya se preparan permisos en otras fases del proceso de
trabajo petrolero, como la exploración, perforación de pozos y
distribución de petrolíferos.
El FTE ha demostrado que, en los
hechos, mientras se sigue un discurso engañoso de decir No a la
privatización y Sí a la inversión privada, los capitalistas
y el gobierno nos han arrebatado ya el equivalente a un tercio de la Patria.
Pero, no es asunto únicamente de números, sino de política
general. Urge una respuesta coherente y generalizada contra la
privatización eléctrica y petrolera, para impedir que se sigan
otorgando permisos privados, cancelar los existentes y reorientar a la industria
por la vía de su cabal integración. Para los trabajadores, esto es
vital, porque las reorganizaciones internas de PEMEX, CFE y LFC representa la
pérdida de materia de trabajo y de empleo. No es esto lo principal pero
la privatización tiende a arrasar con todo poniendo en serio peligro a
las organizaciones sindicales y a las conquistas laborales históricas.
Nada parece detener al gobierno, ni siquiera parece posible hacerle entender
alguna razón, menos cuando nunca falta un vocero oficioso que en
cualquier foro se dedica maquillar la (anti) política del gobierno y del
imperialismo.
La lucha contra la privatización energética y la
lucha por la democracia sindical están en el centro de la política
nacional. Ambas son, precisamente, las banderas del FTE. No es fácil ser
consecuente, es por ello que muchas fuerzas están por la
disgregación y prefieren a los aparatos antes que ser coherentes. Contra
la privatización eléctrica se ha venido desarrollando la
hipocresía de las burocracias y la complacencia de cierta intelectualidad
mediana. Los trabajadores, en general, han estado asumiendo pasivamente este
proceso desnacionalizador.
Los trabajadores de la energía mantenemos
en alto nuestras banderas de lucha.
Para presentar nuestras propuestas y los
resultados de las investigaciones que hemos realizado, llevamos a cabo en
septiembre el I Foro Eléctrico Nacional. En este evento, de gran nivel
técnico-político y de gran significación propiamente
política, el FTE demostró una a una nuestras aseveraciones de
crítica contra la política privatizadora del gobierno e
imperialismo. Al mismo tiempo, se presentaron un conjunto de propuestas sobre
política energética y se sugiere la integración de los
esfuerzos nacionales en una propuesta única que represente la bandera de
los mexicanos en lucha contra la privatización energética. Los
diversos trabajos están contenidos en un libro, en un disco y
también están en línea en la página Web del
FTE.
Lucha Salarial
y Laboral
En 2001, los trabajadores de la energía participamos de la lucha
por la revisión contractual y de salarios. En nuestras propias
organizaciones sindicales estuvimos presentes. En el caso de los electricistas
del SME y del SUTERM, así como los nucleares del SUTIN, hubo
revisión salarial.
La lucha fue muy desigual y correspondió al
SME encabezarla aunque con bajo perfil. El resultado fue la aplicación de
un 12% de incremento a los salarios por cuota diaria más un 4% aplicado
en diversas prestaciones sociales. Estos términos se hicieron extensivos
al caso del SUTIN y, luego, al SUTERM. Tales revisiones serían las
más importantes del año en el movimiento obrero mexicano. A otros
sectores el trato fue diferente e, incluso, inferior.
Destaca el caso de los
petroleros, en cuyo caso, los charros sindicales pactaron con el gobierno tan
solo un 8.5% de aumento salarial y 0 (cero) en prestaciones, aún cuando
se trató de la revisión integral del contrato colectivo de
trabajo. Lo más grave es que hubo nuevas modificaciones regresivas al
clausulado. Tal es la cláusula 34, reformada para aceptar el incremento
del contratismo y la participación privada en importantes actividades
como son la exploración, perforación de pozos y
distribución de hidrocarburos a nivel nacional.
Las consecuencias de
la revisión contractual habrán de agravarse como se había
previsto, ahora con la propuesta de compactación de PEMEX que
llevaría al despido de algunas decenas de miles de trabajadores. Esto
estaba previsto antes de firmarse el nuevo contrato colectivo de trabajo y fue
denunciado oportunamente por los petroleros.
Con motivo de la
revisión contractual de petroleros, los compañeros que participan
con el FTE tomaron varias decisiones interesantes y correctas. Acordaron
presentar una propuesta propia de revisión contractual.
A tal
propósito se definieron las demandas más sentidas por el sector
expresadas en las cláusulas-bandera. Estas se refieren a la materia de
trabajo, contratismo, empleados de confianza, seguridad e higiene en el trabajo,
jubilaciones y otros aspectos. El conjunto de propuestas está contenido
en un libro que incluye la revisión de todas las cláusulas del
contrato. Además, los petroleros se constituyeron en Coalición
Petrolera Metropolitana y llevaron a cabo varias acciones que impulsaron la
movilización que hoy crece más y más.
En la lucha sobre
la revisión petrolera el FTE tuvo una participación en todos los
niveles, técnicos, políticos, organizativos, etc. en apoyo
incondicional a nuestros compañeros en lucha compartiendo una experiencia
extraordinaria.
Unidad y
Solidaridad
Para los trabajadores mexicanos en su conjunto, el 2001 es un
año de más pérdidas, especialmente el empleo además
de la propia Patria. 200 mil empleos menos reconoce el mismo gobierno foxista,
pero son más de 600 mil según lo ha investigado la Universidad
Obrera de México. Esta calamidad mundial se padece en México, con
una fuerza directamente proporcional a las ocurrencias y mentiras del Fox.
A
lo anterior, se suma con vergüenza la antidemocracia sindical. El charrismo
sigue atropellando a los trabajadores, y sus derechos, contando con el apoyo
explícito del gobierno en turno. La razón es relativamente simple:
al foxismo le interesa el apoyo del charrismo porque ambos son privatizadores;
consecuentemente, existe reciprocidad.
Como en ocasiones pasadas, las
revisiones salariales y contractuales fueron escasas; la gran mayoría de
los 15 mil sindicato y sindicatitos no revisaron sus condiciones de trabajo, en
aquellos casos en que existen esas condiciones. Las organizaciones que
participaron de la revisión obtuvieron aumentos realmente bajos, al menos
inferiores al sector energético. Las huelgas fueron contadas destacando
la realizada por los sobrecargos de aviación de Aeroméxico y los
obreros automotrices de Volkswagen. Con ambos movimientos nos solidarizamos de
inmediato y sin reservas, lo mismo con los compañeros automotrices de
Ford y maestros de la CNTE.
Por lo que hace a la unidad obrera de
México, la situación siguió harto difícil. Existen
diversas propuestas que no cristalizan, prevalece el gremialismo y las acciones
inmediatistas a pesar la enorme necesidad de una organización de clase.
Las cúpulas sindicales están interesadas en seguir sosteniendo al
Congreso del Trabajo o en proyectos sin atractivo por seguir los mismos estilos
del charrismo sindical.
El FTE participa de los esfuerzos para concretar en
las actuales condiciones al proyecto de la Asamblea Nacional de los Trabajadores
(ANT). Junto con otras organizaciones obreras sumamos nuestras fuerzas. A nivel
internacional, el FTE desarrolla relaciones fraternas con otras organizaciones,
especialmente con la FSM.
¡Salud y Revolución Social!
¡Unidos Venceremos!