Victoria chavista
La mayoría de los venezolanos (as) fueron
convocados a votar en el referéndum que le permitirá al presidente
Hugo Chávez postularse para gobernar por tiempo indefinido a partir de
las elecciones generales a celebrarse en 2012. El pueblo bolivariano está
dispuesto a continuar con el proceso bolivariano.
Vuelve a ganar Chávez
A la medianoche del 15 de febrero, el Consejo
Nacional Electoral venezolano dio a conocer que, con 94.2 por ciento del
escrutinio, la opción del “sí” a Chávez se
impuso con 54.36 por ciento contra 45.63 por ciento del “no”. Poco
más de un millón de votos de diferencia. La abstención fue
cifrada en 32.95 por ciento.
Es un importante triunfo mayoritario para el
proyecto revolucionario bolivariano. Una vez más, mediante el voto, los
venezolanos le otorgan a Hugo Chávez una amplia legitimidad para impulsar
el proyecto llamado “socialismo del siglo XXI”.
En Venezuela
la población apta para votar es de casi 17 millones de personas. De
acuerdo a los resultados, más de 9.2 millones apoyan a Chávez
siendo más de 7.7 millones los opositores. Numéricamente, la
diferencia es importante si bien falta consolidar al proceso.
Por la
noche del mismo día, una vez conocidos los resultados, Chávez
anunció en su arenga política que desde ahora pueden considerarlo
como su precandidato a la presidencia para seguir gobernando hasta
2019.
Los chavistas coreaban su deseo para que Hugo Chávez
gobierne “hasta el dosmilsiempre” pero él mismo
señaló que “sólo Dios y la Patria son
perpetuos”.
La victoria como obra de Dios
“– ¡Uh! ¡ah! ¡uh! ¡ah!
Chávez no se va, gritaban sus simpatizantes mientras Chávez
retomaba su veta mística y aseguraba que Dios concede la victoria a la
constancia, a la constancia y a la dignidad de un pueblo. Jaleado por la
muchedumbre que ondeaba banderas de Cuba y Venezuela, el gobernante
recordó a los amigos y, sobre todo, a los enemigos, que el
sí es para que Venezuela construya el socialismo”
(Zaldúa J., en La Jornada, 16 feb 2009).
“Chávez se
despidió de sus simpatizantes pidiendo a Dios sus bendiciones para este
bravo pueblo. Pese a sus reiteradas invocaciones a Dios –se define como un
ferviente creyente–, los jerarcas de la Iglesia católica lo
alucinan. Es la misma jerarquía que apoyó sin ambages el fallido
golpe de Estado que, alentado por Washington y otros gobiernos europeos, fue
encabezado por las cúpulas empresariales y sindicales y una
pequeña parte de las fuerzas armadas”.
La victoria como obra de los pueblos
Las reiteradas y públicas invocaciones de
Chávez a Dios involucra a éste innecesariamente en asuntos de
política electoral.
Las creencias personales de Chávez son
respetables pero también cuestionables porque no resisten los
análisis. La transformación social no es obra de ningún
Dios sino de los pueblos, unidos por la organización y dirigidos por el
saber acumulado de la humanidad.
No obstante, apreciamos y apoyamos al
proceso revolucionario bolivariano y esperamos que siga avanzando con la
solidaridad de los pueblos del mundo. “Si es socialismo del siglo
XXI” o no, ese es otro nivel de la discusión y conviene
desarrollarla fraternalmente. El socialismo no es una simple proclama, ni un
buen deseo, las aspiraciones éticas van más allá del
funcionamiento mecanicista de la sociedad. A Petróleos de Venezuela,
S.A., se le llama “PDVSA socialista” siendo una sociedad
anónima, cuyo proceso de trabajo se basa en la cuantiosa
extracción y exportación de petróleo crudo. Hay evidentes
contradicciones.
Independientemente, los trabajadores de la
energía organizados en el FTE de México saludamos la victoria del
presidente Chávez y del pueblo venezolano bolivariano. Nuestra
solidaridad está fuera de discusión pues valoramos el proceso
antiimperialista y estamos en la disposición de seguir apoyando los
esfuerzos de los venezolanos (as) en
movilización.
[.2009, elektron 9 (46)
1].
La mayoría del pueblo venezolano apoya al presidente Hugo Chávez y al proceso bolivariano