Invertirá Slim en petróleo y electricidad
Rafael Cienfuegos
El capital no genera riqueza, el trabajo sí
Construcción de plataformas petroleras y perforación de pozos
son las actividades con que incursionará Carlos Slim Helú en el
sector energético de México. Esto es un hecho porque el mismo lo
anunció el 8 de enero pasado al expresar su opinión sobre el
Acuerdo Nacional en Favor de la Economía Familiar y el Empleo.
Para ello destinará un porcentaje importante de los tres mil
millones de dólares que invertirá en el presente año,
además de en desarrollo inmobiliario, el sector telecomunicaciones y en
muchos otros proyectos de infraestructura que licita el gobierno federal. Estima
crear 30 mil empleos.
Ese anuncio del empresario más versátil, exitoso y rico de
México y el tercero del mundo, pone en claro, sin dar paso a
especulaciones, que en efecto tiene y tendrá amplia participación
en la actividad petrolera, la más rentable del país, como lo hace
con la generación y distribución de energía a través
de Impulsora del Desarrollo y el Empleo en América Latina (IDEAL).
El 14 de enero de 2007, un periódico de circulación nacional
publicó un estudio publicado por Banamex-Citigroup en el que se
señala la apuesta de Slim a proyectos de inversión en el sector
energético mediante la construcción de obras de infraestructura
para Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de
Electricidad (CFE), de las que espera obtener contratos por más de seis
mil millones de dólares. Aprovechará, para ello, el mecanismo de
endeudamiento con el sector privado denominado proyectos de inversión con
impacto diferido en riesgo de gasto (Pidiregas) que emplean ambas empresas del
gobierno.
En 2006, precisa la publicación, los Pidiregas para el sector
energético sumaron más de 11 mil millones de dólares, por
lo que IDEAL, el consorcio constructor de la familia Slim, ya ha identificado un
total de 16 mil 600 millones de dólares distribuidos en 57 proyectos en
los que podría participar en México y el resto en
Latinoamérica durante los siguientes dos años.
Los planes de expansión incluyen la participación en
proyectos de energía, gas natural, petróleo, infraestructura en
materia de edificación, aeropuertos, servicios de salud y
educación, tecnología y tratamiento de aguas residuales,
principalmente, según el análisis de Banamex-Citigroup.
IDEAL, participaría principalmente en Pidiregas de inversión
condicionada, definida como proyectos en los que los activos se mantienen con
carácter de propiedad privada, mediante los cuales se suministra un bien
o servicio a una entidad gubernamental, salvo que ocurra alguna eventualidad
(incumplimiento de la entidad o fuerza mayor), que implique su
adquisición por la entidad contratante. Incluye proyectos bajo el esquema
de productor externo de energía (PEE).
Según los cálculos de Banamex-Citigroup, de los 83 mil
millones de dólares de inversión en infraestructura planeada entre
2007 y 2017, IDEAL estima adjudicarse al menos 7.5 por ciento, es decir, unos 6
mil 225 millones de dólares en toda la década.
Telmex y la generación eléctrica
David Bahen, doctor en física teórica, astronomía y
astrofísica, quien es miembro del Frente de Trabajadores de la
Energía (FTE) de México y fue dirigente de la corriente Tendencia
Democrática del Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la
República Mexicana (SUTERM), afirmó a Petróleo y
Electricidad que a la fecha la principal empresa de Carlos Slim,
Teléfonos de México /Telmex), ha obtenido de la Comisión
Reguladora de Energía (CRE) 123 permisos de generación
eléctrica de los cuales 103 están en operación, bajo la
modalidad de autoabastecimiento, con una capacidad total concesionada de 108.060
mw.
Explica: se trata de motores de combustión interna a base de diesel
que oscilan de una capacidad máxima de 6.25 mw a 0.6 mw como
mínimo. Tales plantas se encuentran distribuidas en 22 entidades del
territorio nacional: Baja California (4), Chiapas (1), Chihuahua (3), Coahuila
(1), Colima (1), DF (43), Estado de México (13), Guanajuato (3), Guerrero
(1), Hidalgo (1), Jalisco (6), Morelos (2), Nayarit (1), Nuevo León (1),
Puebla (4), Querétaro (1), Quintana Roo (1), Sinaloa (3), Sonora (4),
Tabasco (1), Veracruz (5) y Yucatán (2).
Adicionalmente, precisa el además exlíder de la Unión
Internacional de Sindicatos de Trabajadores de la Energía y la
Federación Sindical Mundial, Slim maneja su propia organización
industrial: el Grupo Carso, y una entidad financieras, Grupo Financiero Inbursa
(GFI), que de diversas formas están asociadas con otros actores en el
sector energético.
Eso, no solo en la construcción de obras de infraestructura,
directamente a través de empresas como Constructora de Infraestructura
Latinoamericana (CILSA), o la recientemente fundada Impulsora del Desarrollo y
el Empleo en América Latina SA de CV (IDEAL), o Swecomex, enfocada al
ramo petrolero, que recientemente ganó un contrato para perforar
más de 60 pozos en el sureste.
También participa de forma menos transparente asociado a diversas
empresas de perforación o exploración, mediante nexos raras veces
revelados (como en el caso de Bronco Drilling), sino también en la venta
directa de gas natural, e inclusive operando concesiones directas o
administradas en plantas hidroeléctricas de baja capacidad, así
como plantas de tratamiento de agua.
El doctor David Bahen, activo investigador y analista del Frente de
Trabajadores de la Energía (FTE) de México da las siguientes
referencias: La información sobre los permisos otorgados por la CRE en
materia de generación eléctrica, gas natural y gas licuado
están en www.cre.gob.mx. Lo relativo al contrato para perforar 60 pozos
en el sureste otorgado a Swecomex en 2006, mediante licitación, y las
obras de infraestructura de la hidroeléctrica La Yesca en la que Slim
participó sin éxito a través de IDEAL puesto que la
licitación fue otorgada a Ingenieros Civiles Asociados (ICA),
apareció en los medios de comunicación.
Los claroscuros
No obstante, las ligas de Carlos Slim con ICA, precisa el doctor Bahen, son
borrosas: en 2003, Slim “capitalizó” ICA, rescatándola
de problemas financieros (lo comentó en el artículo
“transnacionales corruptas”, cuando Slim se asoció con Alstom
para competir por la Parota). La inversión lo convirtió en
accionista mayoritario de ICA, aunque Inbursa (GFI) negó que tuviera el
control de la empresa.
Algo similar ocurre en la hidroeléctrica El Cajón, y en
cuanto a La Yesca fue otorgada por CFE, en segunda ronda, el 6 de septiembre de
2007 al grupo ICA-Adisa-La Peninsular. El Cajón se otorgó el 14 de
marzo de 2003 a Constructora Internacional de Infraestructura (consorcio formado
por ICA-Promotora e Inversora Adisa-La Peninsular Compañía
Constructora-Energomach Export Power Machine).
Es previsible que Slim hará lo mismo en materia de hidrocarburos:
utilizando la nueva legislación, creará consorcios en conjunto con
otras empresas. Sin embargo, tratándose de obtener derechos exclusivos
sobre “bloques”, la pelea será más dura y
tendrá que hacer mayores concesiones a las hermanas mayores.
A esto nos referimos, dice el especialista, como asociaciones “menos
transparentes”. Slim representa un claro ejemplo de la perversa
asociación del capital industrial y el capital financiero, que no tiene
patria.
¿La incursión de Carlos Slim implica mayor privatización
del sector eléctrico? – se le preguntó a David Bahen.
- Desconocemos (él y el FTE) los planes concretos de Slim para
incursionar en actividades directamente relacionadas con la producción de
crudo o electricidad. Sin embargo, podría hacerlo. La reciente
contrarreforma energética aprobada por todos los partidos
políticos le permite al capital nacional y extranjero participar en las
actividades estratégicas del sector energético, tanto en materia
de hidrocarburos como de energía eléctrica, incluyendo todas las
fuentes renovables y no renovables de energía.
A la fecha, Slim participa en la generación eléctrica
privada, a través de los permisos recibidos de la CRE mediante la figura
de autoabastecimiento, y en asociación con GN en la figura de productor
privado independiente. Con permisos privados de la CRE participa en la
distribución de gas natural asociado con GN. Interviene en la
extracción de crudo mediante contratos otorgados por Pemex a Swecomex,
para 49 plataformas marinas instaladas en el Golfo de México.
También en obras de infraestructura eléctrica a través de
otras empresas con las que está relacionado.
Es previsible que la participación de Slim se amplíe, pues es
un privatizador del sector de las telecomunicaciones.
- ¿Es preferible que se permitan inversiones nacionales por sobre las
extranjeras?
De ninguna manera. En las actividades constitucionalmente
estratégicas, las que están definidas por el proceso de trabajo
energético, no debe haber participación privada de ningún
tipo, así lo indica el párrafo sexto del artículo 27
constitucional. Estas actividades se deben realizar por administración
directa.
Lamentablemente, la contrarreforma energética aprobada dice lo
contrario y no distingue entre capital privado nacional o extranjero. Ambos,
además, se caracterizan exactamente por lo mismo: apropiarse de los
recursos de la nación por la vía de ejercer funciones
constitucionales estratégicas, creando su propia infraestructura y
obteniendo la máxima ganancia posible.
Al capital privado, sea nacional o extranjero, no le importa el desarrollo
nacional en ningún aspecto. Las privatizaciones, en ninguna parte del
mundo, han servido para favorecer el crecimiento económico ni el
desarrollo social, los empleos que crean son limitados, temporales y precarios.
En todos los casos, la riqueza es expropiada dejando cada vez mayor
pobreza.
Privatización furtiva
- ¿Se prestaría esto a la toma de decisiones discrecionales
para beneficiar a un próspero empresario?
- Por supuesto. Lo indicado por la nueva legislación
energética secundaria está diseñado para favorecer a
empresarios como Slim, en todas las actividades del sector energético. La
contrarreforma implica la privatización furtiva generalizada. Los
beneficiarios serán los grandes empresarios que crearán una
industria energética paralela. Esto ya está ocurriendo en la
industria eléctrica, petroquímica y del gas natural.
- ¿Implicaría un beneficio concreto para Pemex y la CFE?
- Sería un beneficio relativo, porque ambas paraestatales
podrían impulsar más y mayores proyectos, pero no los
ejecutarían directamente sino mediante contratos. Pemex y CFE
pagarían a tales contratistas, cediéndoles funciones y
ganancias.
La privatización energética furtiva consiste, precisamente,
en la transferencia de las funciones constitucionales estratégicas al
sector privado, no la venta de los actuales activos. Sin embargo, para ejercer
las funciones transferidas, los empresarios privados construyen una nueva
infraestructura industrial de propiedad privada.
El otorgamiento de contratos implica para Pemex y CFE compartir las
ganancias con el capital privado, disminuyendo sus rendimientos y
limitándose a ser empresas otorgadoras de contratos, reduciendo sus
funciones operativas.
- ¿La incursión de Slim iría de la mano con la reforma
petrolera?
- Sí, pero no solamente sería la incursión de Slim. La
contrarreforma energética, que no es solamente petrolera, permite la
participación de todo tipo de capitalistas, nacionales y extranjeros,
especialmente transnacionales. Ya a la fecha, cientos de transnacionales y sus
filiales participan en la generación eléctrica,
distribución, transporte y almacenamiento de gas natural y de gas licuado
de petróleo por medio de ductos, petroquímica
“secundaria”, perforación de pozos, exploración y
producción de gas seco, entre otras actividades.
La contrarreforma energética autoriza la participación
privada mediante permisos otorgados `por la Comisión Reguladora de
Energía, en la distribución y transporte de productos
petrolíferos, petroquímicos y agrocombustibles por medio de
ductos, así como su almacenamiento. Esta comisión también
podrá autorizar permisos a los particulares para la generación
eléctrica a partir de las fuentes renovables: agua, geotermia, mareas,
corrientes marinas, agrocombustibles, viento y radiación solar.
En el caso de los hidrocarburos, la nueva Ley de Pemex, así como la
Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del
Petróleo, permite “todo tipo” de contratos, incluidas la
exploración y extracción del petróleo crudo y el gas
natural. En la práctica, lo dispuesto por la contrarreforma
energética y la participación del capital privado son
sinónimos.
Actualmente, la participación privada en la industria petrolera es
mediante los contratos de servicios múltiples y los contratos de
servicios integrales. La nueva Ley de Pemex establece un capítulo
especial sobre el régimen de contratación.
Los contratos de obras y servicios al otorgarse incluyen la
exploración y explotación de los hidrocarburos, es decir, las
fases más importantes del proceso de trabajo. Estos se darán para
realizar tales actividades tanto en tierra como en el mar, especialmente las
aguas del Golfo de México.
Se prevé que la participación principal sea de las
transnacionales, pero SLIM seguramente está interesado, sea directamente
o en asociación.
Fuente: Revista Petróleo y
Electricidad, Año 13, Núm. 121, p.14-16, febrero-marzo
2009.
Plataforma en la Sonda de Campeche, de Swecomex, empresa del Grupo Carso de Carlos Slim