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Volumen 9, Número 121, febrero 15 de 2009 www.wftucentral.org
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Foro-taller con el SUNTUAP

 

Los universitarios poblanos, agrupados en el SUNTUAP, son parte de la lucha histórica de los mexicanos, en defensa de los derechos sociales, recursos naturales y patrimonio colectivo de la nación. El SUNTUAP es partícipe de una larga y difícil resistencia democrática. En las actuales circunstancias, organizaron un Foro-taller sobre Energía en el cual se expresaron importantes cuestiones a ser consideradas para enfrentar los desafíos de la nación.

En 2008: contra-reforma energética

El 4 de febrero, en el local del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla (SUNTUAP), se realizó un Foro sobre la Reforma Energética al que acudieron muchos trabajadores, mayoritariamente mujeres, quienes participan de un taller de formación sindical.

Invitados por el Dr. Guillermo López Mayo, secretario general del SUNTUAP, integrantes del FTE asistimos para analizar con los compañeros (as) la situación energética del momento.

Inicialmente, el doctor David Bahena hizo una presentación con datos e imágenes explicando a los (las) presentes los alcances e implicaciones de la reforma energética aprobada en 2008 por los legisladores de todos los partidos políticos.

Luego, se inició un intercambio de opiniones y puntos de vista al tiempo que se hicieron varias e interesantes preguntas.

Política obrera independiente

De entrada, una compañera preguntó ¿de qué manera participó (sic) el FTE en la defensa del petróleo? En breve respuesta, se recordó que participamos de la defensa del petróleo y los demás recursos naturales hace más de tres décadas, de manera ininterrumpida y creciente, siendo críticos acérrimos de la política energética oficial.

Se destacó que el FTE enarbola una política energética independiente, expresada en un conjunto de propuestas, incluyendo un proyecto de ley eléctrica y petrolera. Nuestras propuestas se refieren a las vertientes teórica, política, técnica, jurídica, social y cultural.

Luego, se hizo un brevísimo recuento de las actividades realizadas durante 2008, entre otras, la participación en 90 (noventa) eventos nacionales e internacionales, la edición impresa y digital de cientos de documentos, y la distribución de miles de éstos. Eso nos permitió interaccionar con muchos mexicanos y analizar colectivamente la situación política.

De manera especial fue el viaje a Europa, con ocasión del Congreso internacional de Sindicatos de la Minería, la Metalurgia y el Metal, habiendo obtenido la solidaridad de diversas organizaciones de cuatro continentes. La Federación Sindical Mundial (FSM), en la que militan los mexicanos de más amplia y duradera militancia al lado de la FSM, organizados en el FTE, se manifestó en solidaridad con el pueblo de México.

Paso a paso se fue siguiendo al movimiento y, desde el interior de éste, realizamos análisis inmediatos. Con base en una política propia, el conocimiento y experiencia acumulados, se previó correctamente el curso de los acontecimientos. Oportunamente, se dijo que (todos) los partidos políticos y sus “expertos” habían presentado propuestas privatizadoras.

Pero el movimiento no tiene una dirección política coherente y clara, ni existe suficiente organización social, ni estructurada ni movilizada. Entonces, en 2008, no fue posible superar la situación y se impuso una contra-reforma energética que, lejos de impedir la privatización la extiende, profundiza y generaliza a todas las fuentes de energía, renovables y no renovables.

Al momento, el FTE no ha dejado de luchar, continuamos impulsando el Debate Popular contra la Reforma Energética Neoliberal, promoviendo la organización social estructurada y la movilización programática. De manera específica, nos proponemos estudiar y defender los mares mexicanos como el Golfo de México.

El FTE no tiene elevada jerarquía pero si gran significación política. Nos hemos movilizado unitaria y solidariamente con los mexicanos (as) en resistencia. Llevamos a cabo la lucha desde el interior del movimiento, en difíciles condiciones dada la represión y violencia que ejercen el Estado, gobierno, empresas y charrismo sindical contra los trabajadores.

Los partidos políticos contra la nación

Un compañero preguntó, ¿de qué manera los partidos políticos han perjudicado o combatido? Como lo hemos dicho en varios momentos e instancias, los partidos políticos (todos) están contra los intereses de la nación. No solamente lo decimos, sus hechos corroboran su incongruencia. En los discursos dicen una cosa pero lo que votaron es lo contrario.

En esta ocasión hay evidencias palpables. Todos aprobaron reformas inconstitucionales y privatizadoras a la legislación secundaria que son lesivas a los mexicanos. A la propuesta inicial de Calderón, los partidos la maquillaron pero jamás la modificaron; peor aún, ampliaron las medidas. El PAN y Calderón deseaban la reforma constitucional pero, no la propusieron, prefirieron la modificación a 10 leyes secundarias y lo lograron.

Contrariamente a lo expresado en los discursos y/o los medios, la reforma no representa ningún logro más bien se perdió mucho. Se trata de la mayor contra-reforma posterior a la expropiación petrolera de 1938 y a la nacionalización eléctrica de 1960.

De manera que, los partidos políticos actuales no solamente traicionaron a la nación sino que son un estorbo para los anhelos de ésta. No solamente los partidos, sino casi todos los personajes políticos, marchan a favor o a la cola del Estado neoliberal y gobierno en turno.

Es por ello que el FTE propone luchar organizados en la resistencia independiente. Los políticos tradicionales solamente están interesados en procesos electorales, en la burocracia y el control de las masas para desorientarlas por el camino trazado por el imperialismo.

“¿Qué hacer como ciudadanos?”

Ante la ilegalidad del Ejecutivo, ¿qué hacemos? preguntó otra compañera. Primero, se dijo, debemos comprender cabalmente que esa “ilegalidad” significa la ruptura, en materia energética, del pacto político de la nación. En consecuencia, es preciso re-establecer la legalidad constitucional. Eso no quiere decir, “defender” las reformas regresivas a la Constitución. Sin embargo, en materia energética, las disposiciones constitucionales vigentes son correctas; el problema es que no se respetan sino que se han vulnerado unilateralmente por el Estado.

Se comentó que el recurso de inconstitucionalidad no se puede ejercer porque no se reúnen los requisitos para interponerlo, ya que, la mayoría de legisladores aprobaron la reforma. Se está, entonces, ante un estado de ilegalidad constitucional.

Hoy lo que prevalecen y aplican son las “reformas de facto a los párrafos cuarto y sexto del artículo 27” acordadas en el Anexo 603.2 del Tratado de Libre Comercio con Norteamérica. Eso ha llevado a un proceso de privatización energética furtiva desde 1992 y la reciente contra-reforma de 2008. Eso, lo tenemos que revertir tomando las medidas necesarias para lograrlo.

Para lograrlo, necesitamos de la presencia en las calles y plazas públicas del país de millones de mexicanos, hombres y mujeres, mayores, jóvenes y niños. Tal movilización debe ser organizada y conciente. Esto, que se dice fácil, significa que debemos construir la correspondiente organización social en todo el territorio nacional, una dirección política correcta, y asumir dinámica propia. Esto lo tenemos que hacer como estrategia.

El objetivo es re-nacionalizar a México, recuperar lo que hemos perdido y volver a rescatar para la nación el dominio sobre sus tierras, mares, recursos naturales, espacio radioeléctrico, infraestructura industrial y financiera, y patrimonio cultural. Esto va a suponer un gobierno a la altura de las circunstancias. Pero con éste o sin él, el pueblo de México en su conjunto debemos hacer valer nuestro derecho a la soberanía.

En lo inmediato, hay que mantenerse informados, discutir colectivamente, analizar los cursos de acción alternativos, participar cada vez mejor, prepararse política y culturalmente, desplegar iniciativas creativas e integrar a más mexicanos (as) a la lucha.

En lo concreto, hay que fortalecer a las organizaciones existentes, afiliarse a alguna de éstas y/o construir nuevas. Al mismo tiempo, debemos avanzar en la formulación y aplicación de un programa unificado.

La organización es un medio para concretar a este programa. La unidad y la solidaridad son cuestiones políticas cuyas referencias están en el programa y los principios.

En la medida en que vayamos ampliando nuestras miras y desarrollemos la conciencia, se debe pasar, inmediatamente al siguiente nivel. El proceso será desigual y combinado puede ser, incluso, prolongado. Por ahora no podemos ponerle fecha, hay prisa relativa, lo más importante es avanzar sólidamente más allá de la coyuntura.

El papel de los sindicalistas

¿Qué papel deben de jugar los sindicalistas? fue otra pregunta. El papel de los trabajadores organizados debe ser de primer orden, se contestó. En 1938, la huelga nacional de los petroleros desembocó en la Expropiación Petrolera. Aquella vez, los petroleros se habían unificado en un solo sindicato (1935) luego de una intensa y desigual lucha contra las bandas asesinas de las compañías extranjeras. La nacionalización eléctrica fue propuesta de los electricistas, movilizados en la capital e interior del país. Hoy, la ausencia política del proletariado mexicano es alarmante.

La-nacionalización de la energía, el agua y los demás recursos naturales, es una tarea de los trabajadores. Este es proceso enmarcado en el contexto de la lucha de clases pues no se trata solamente de un acto jurídico o administrativo sino, ante todo, político.

Tal proceso implica el desafío al charrismo sindical, superestructura económica y política al servicio del imperialismo y sus corporaciones transnacionales. De manera que, la lucha pasa por la necesaria reorganización democrática del movimiento obrero, estructurado en grandes sindicatos nacionales por rama industrial incluyendo a la tercera generación de proletarios integrados en los sectores tecnologizados y de servicios.

Pero esta lucha implica a todos los mexicanos. En este sentido, es preciso unificar a los diversos sectores, especialmente a la juventud. Esto supone estructurar un movimiento nacional territorial que sea partícipe activo de la resistencia independiente.

De especial importancia es la solidaridad internacional. Los trabajadores debemos promoverla al lado de una organización obrera clasista, democrática e independiente. Enfrentar exitosamente al imperialismo es una tarea generalizada.

¿Cómo empezar? De entrada, proponiéndonos hacer el trabajo (hacer es más importante que decir), clarificar posiciones, avanzar unitaria y solidariamente. En todo momento es preciso proceder organizadamente, superar los métodos primitivos de trabajo, fortalecer la formación y educación política, salirse de las cuatro paredes cerradas del sindicalerismo.

El movimiento obrero tiene tareas más importantes adicionales que cumplir a la sola lucha en el terreno de la circulación de mercancías. La lucha por las reivindicaciones inmediatas es necesaria pero éstas no son suficientes ni las únicas, el sindicalismo clasista debe favorecer también la lucha en el espacio del saber, formular propuestas alternativas y comprometerse en hacer lo que haga falta para concretarlas junto al pueblo movilizado.

Tomar conciencia social más profunda

En el Foro del SUNTUAP se hicieron más preguntas e intervenciones, con amplia participación de las compañeras universitarias, criticando la política del gobierno, el contratismo y la corrupción. En una de las intervenciones se dijo que estamos acostumbrados a que el poder político “ve” por el interés público pero hace lo contrario, siempre a favor del bien privado. Como el gobierno nunca lo hará, debe “hacerlo” la sociedad.

La lucha laboral es muy limitada si se ignora al ambiente y las condiciones sociales, como la salud, la educación y la cultura. Tenemos que tomar una conciencia social más profunda. Todos los mexicanos aspiramos a un mejor país pero el Estado hace lo que quiere. Eso, por supuesto, no debe seguir como hasta ahora. Una maestra dijo que se necesita de un nuevo enfoque cultural que incluya la correspondiente ética política.

Solidaridad con el SUNTUAP

El FTE de México reconoce a los trabajadores universitarios organizados en el SUNTUAP que lleva más de 14 años luchando por que se reconozca a sus legítimos representantes sindicales. Durante años han sufrido la represión laboral y sindical de los rectores y gobernadores en turno. Al momento, se sigue negando al comité ejecutivo la “Toma de Nota”, la relación laboral está prácticamente rota y se favorece al sindicalismo patronal.

No obstante, el SUNTUAP no ha dejado de luchar. En la región es el centro de la actividad sindical. En las presentes circunstancias se tienen diversos proyectos en marcha y otros en desarrollo para intensificar la lucha nacional.

Expresamos nuestra solidaridad con el SUNTUAP y continuaremos luchando con el sindicalismo universitario democrático. [2009, elektron 9 (39) 1].



Foro-taller energético con el SUNTUAP



Conferencia de prensa en Puebla


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