Foro-taller con el SUNTUAP
Los universitarios poblanos, agrupados en el
SUNTUAP, son parte de la lucha histórica de los mexicanos, en defensa de
los derechos sociales, recursos naturales y patrimonio colectivo de la
nación. El SUNTUAP es partícipe de una larga y difícil
resistencia democrática. En las actuales circunstancias, organizaron un
Foro-taller sobre Energía en el cual se expresaron importantes cuestiones
a ser consideradas para enfrentar los desafíos de la
nación.
En 2008: contra-reforma energética
El 4 de febrero, en el local del
Sindicato Unitario de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla
(SUNTUAP), se realizó un Foro sobre la Reforma Energética al que
acudieron muchos trabajadores, mayoritariamente mujeres, quienes participan de
un taller de formación sindical.
Invitados por el Dr. Guillermo
López Mayo, secretario general del SUNTUAP, integrantes del FTE asistimos
para analizar con los compañeros (as) la situación
energética del momento.
Inicialmente, el doctor David Bahena hizo
una presentación con datos e imágenes explicando a los (las)
presentes los alcances e implicaciones de la reforma energética aprobada
en 2008 por los legisladores de todos los partidos
políticos.
Luego, se inició un intercambio de opiniones y
puntos de vista al tiempo que se hicieron varias e interesantes preguntas.
Política obrera independiente
De entrada, una compañera preguntó
¿de qué manera participó (sic) el FTE en la defensa del
petróleo? En breve respuesta, se recordó que participamos de la
defensa del petróleo y los demás recursos naturales hace
más de tres décadas, de manera ininterrumpida y creciente, siendo
críticos acérrimos de la política energética
oficial.
Se destacó que el FTE enarbola una política
energética independiente, expresada en un conjunto de propuestas,
incluyendo un proyecto de ley eléctrica y petrolera. Nuestras propuestas
se refieren a las vertientes teórica, política, técnica,
jurídica, social y cultural.
Luego, se hizo un brevísimo
recuento de las actividades realizadas durante 2008, entre otras, la
participación en 90 (noventa) eventos nacionales e internacionales, la
edición impresa y digital de cientos de documentos, y la
distribución de miles de éstos. Eso nos permitió
interaccionar con muchos mexicanos y analizar colectivamente la situación
política.
De manera especial fue el viaje a Europa, con
ocasión del Congreso internacional de Sindicatos de la Minería, la
Metalurgia y el Metal, habiendo obtenido la solidaridad de diversas
organizaciones de cuatro continentes. La Federación Sindical Mundial
(FSM), en la que militan los mexicanos de más amplia y duradera
militancia al lado de la FSM, organizados en el FTE, se manifestó en
solidaridad con el pueblo de México.
Paso a paso se fue siguiendo
al movimiento y, desde el interior de éste, realizamos análisis
inmediatos. Con base en una política propia, el conocimiento y
experiencia acumulados, se previó correctamente el curso de los
acontecimientos. Oportunamente, se dijo que (todos) los partidos
políticos y sus “expertos” habían presentado
propuestas privatizadoras.
Pero el movimiento no tiene una
dirección política coherente y clara, ni existe suficiente
organización social, ni estructurada ni movilizada. Entonces, en 2008, no
fue posible superar la situación y se impuso una contra-reforma
energética que, lejos de impedir la privatización la extiende,
profundiza y generaliza a todas las fuentes de energía, renovables y no
renovables.
Al momento, el FTE no ha dejado de luchar, continuamos
impulsando el Debate Popular contra la Reforma Energética Neoliberal,
promoviendo la organización social estructurada y la movilización
programática. De manera específica, nos proponemos estudiar y
defender los mares mexicanos como el Golfo de México.
El FTE no
tiene elevada jerarquía pero si gran significación
política. Nos hemos movilizado unitaria y solidariamente con los
mexicanos (as) en resistencia. Llevamos a cabo la lucha desde el interior del
movimiento, en difíciles condiciones dada la represión y violencia
que ejercen el Estado, gobierno, empresas y charrismo sindical contra los
trabajadores.
Los partidos políticos contra la nación
Un compañero
preguntó, ¿de qué manera los partidos políticos han
perjudicado o combatido? Como lo hemos dicho en varios momentos e instancias,
los partidos políticos (todos) están contra los intereses de la
nación. No solamente lo decimos, sus hechos corroboran su incongruencia.
En los discursos dicen una cosa pero lo que votaron es lo contrario.
En
esta ocasión hay evidencias palpables. Todos aprobaron reformas
inconstitucionales y privatizadoras a la legislación secundaria que son
lesivas a los mexicanos. A la propuesta inicial de Calderón, los partidos
la maquillaron pero jamás la modificaron; peor aún, ampliaron las
medidas. El PAN y Calderón deseaban la reforma constitucional pero, no la
propusieron, prefirieron la modificación a 10 leyes secundarias y lo
lograron.
Contrariamente a lo expresado en los discursos y/o los medios,
la reforma no representa ningún logro más bien se perdió
mucho. Se trata de la mayor contra-reforma posterior a la expropiación
petrolera de 1938 y a la nacionalización eléctrica de
1960.
De manera que, los partidos políticos actuales no solamente
traicionaron a la nación sino que son un estorbo para los anhelos de
ésta. No solamente los partidos, sino casi todos los personajes
políticos, marchan a favor o a la cola del Estado neoliberal y gobierno
en turno.
Es por ello que el FTE propone luchar organizados en la
resistencia independiente. Los políticos tradicionales solamente
están interesados en procesos electorales, en la burocracia y el control
de las masas para desorientarlas por el camino trazado por el imperialismo.
“¿Qué hacer como ciudadanos?”
Ante la ilegalidad del Ejecutivo,
¿qué hacemos? preguntó otra compañera. Primero, se
dijo, debemos comprender cabalmente que esa “ilegalidad” significa
la ruptura, en materia energética, del pacto político de la
nación. En consecuencia, es preciso re-establecer la legalidad
constitucional. Eso no quiere decir, “defender” las reformas
regresivas a la Constitución. Sin embargo, en materia energética,
las disposiciones constitucionales vigentes son correctas; el problema es que no
se respetan sino que se han vulnerado unilateralmente por el Estado.
Se
comentó que el recurso de inconstitucionalidad no se puede ejercer porque
no se reúnen los requisitos para interponerlo, ya que, la mayoría
de legisladores aprobaron la reforma. Se está, entonces, ante un estado
de ilegalidad constitucional.
Hoy lo que prevalecen y aplican son las
“reformas de facto a los párrafos cuarto y sexto del
artículo 27” acordadas en el Anexo 603.2 del Tratado de Libre
Comercio con Norteamérica. Eso ha llevado a un proceso de
privatización energética furtiva desde 1992 y la reciente
contra-reforma de 2008. Eso, lo tenemos que revertir tomando las medidas
necesarias para lograrlo.
Para lograrlo, necesitamos de la presencia en
las calles y plazas públicas del país de millones de mexicanos,
hombres y mujeres, mayores, jóvenes y niños. Tal
movilización debe ser organizada y conciente. Esto, que se dice
fácil, significa que debemos construir la correspondiente
organización social en todo el territorio nacional, una dirección
política correcta, y asumir dinámica propia. Esto lo tenemos que
hacer como estrategia.
El objetivo es re-nacionalizar a México,
recuperar lo que hemos perdido y volver a rescatar para la nación el
dominio sobre sus tierras, mares, recursos naturales, espacio
radioeléctrico, infraestructura industrial y financiera, y patrimonio
cultural. Esto va a suponer un gobierno a la altura de las circunstancias. Pero
con éste o sin él, el pueblo de México en su conjunto
debemos hacer valer nuestro derecho a la soberanía.
En lo
inmediato, hay que mantenerse informados, discutir colectivamente, analizar los
cursos de acción alternativos, participar cada vez mejor, prepararse
política y culturalmente, desplegar iniciativas creativas e integrar a
más mexicanos (as) a la lucha.
En lo concreto, hay que fortalecer
a las organizaciones existentes, afiliarse a alguna de éstas y/o
construir nuevas. Al mismo tiempo, debemos avanzar en la formulación y
aplicación de un programa unificado.
La organización es un
medio para concretar a este programa. La unidad y la solidaridad son cuestiones
políticas cuyas referencias están en el programa y los principios.
En la medida en que vayamos ampliando nuestras miras y desarrollemos la
conciencia, se debe pasar, inmediatamente al siguiente nivel. El proceso
será desigual y combinado puede ser, incluso, prolongado. Por ahora no
podemos ponerle fecha, hay prisa relativa, lo más importante es avanzar
sólidamente más allá de la coyuntura.
El papel de los sindicalistas
¿Qué papel deben de jugar los
sindicalistas? fue otra pregunta. El papel de los trabajadores organizados debe
ser de primer orden, se contestó. En 1938, la huelga nacional de los
petroleros desembocó en la Expropiación Petrolera. Aquella vez,
los petroleros se habían unificado en un solo sindicato (1935) luego de
una intensa y desigual lucha contra las bandas asesinas de las
compañías extranjeras. La nacionalización eléctrica
fue propuesta de los electricistas, movilizados en la capital e interior del
país. Hoy, la ausencia política del proletariado mexicano es
alarmante.
La-nacionalización de la energía, el agua y los
demás recursos naturales, es una tarea de los trabajadores. Este es
proceso enmarcado en el contexto de la lucha de clases pues no se trata
solamente de un acto jurídico o administrativo sino, ante todo,
político.
Tal proceso implica el desafío al charrismo
sindical, superestructura económica y política al servicio del
imperialismo y sus corporaciones transnacionales. De manera que, la lucha pasa
por la necesaria reorganización democrática del movimiento obrero,
estructurado en grandes sindicatos nacionales por rama industrial incluyendo a
la tercera generación de proletarios integrados en los sectores
tecnologizados y de servicios.
Pero esta lucha implica a todos los
mexicanos. En este sentido, es preciso unificar a los diversos sectores,
especialmente a la juventud. Esto supone estructurar un movimiento nacional
territorial que sea partícipe activo de la resistencia
independiente.
De especial importancia es la solidaridad internacional.
Los trabajadores debemos promoverla al lado de una organización obrera
clasista, democrática e independiente. Enfrentar exitosamente al
imperialismo es una tarea generalizada.
¿Cómo empezar? De
entrada, proponiéndonos hacer el trabajo (hacer es más importante
que decir), clarificar posiciones, avanzar unitaria y solidariamente. En todo
momento es preciso proceder organizadamente, superar los métodos
primitivos de trabajo, fortalecer la formación y educación
política, salirse de las cuatro paredes cerradas del sindicalerismo.
El movimiento obrero tiene tareas más importantes adicionales que
cumplir a la sola lucha en el terreno de la circulación de
mercancías. La lucha por las reivindicaciones inmediatas es necesaria
pero éstas no son suficientes ni las únicas, el sindicalismo
clasista debe favorecer también la lucha en el espacio del saber,
formular propuestas alternativas y comprometerse en hacer lo que haga falta para
concretarlas junto al pueblo movilizado.
Tomar conciencia social más profunda
En el Foro del SUNTUAP se hicieron más
preguntas e intervenciones, con amplia participación de las
compañeras universitarias, criticando la política del gobierno, el
contratismo y la corrupción. En una de las intervenciones se dijo que
estamos acostumbrados a que el poder político “ve” por el
interés público pero hace lo contrario, siempre a favor del bien
privado. Como el gobierno nunca lo hará, debe “hacerlo” la
sociedad.
La lucha laboral es muy limitada si se ignora al ambiente y las
condiciones sociales, como la salud, la educación y la cultura. Tenemos
que tomar una conciencia social más profunda. Todos los mexicanos
aspiramos a un mejor país pero el Estado hace lo que quiere. Eso, por
supuesto, no debe seguir como hasta ahora. Una maestra dijo que se necesita de
un nuevo enfoque cultural que incluya la correspondiente ética
política.
Solidaridad con el SUNTUAP
El FTE de México reconoce a los trabajadores
universitarios organizados en el SUNTUAP que lleva más de 14 años
luchando por que se reconozca a sus legítimos representantes sindicales.
Durante años han sufrido la represión laboral y sindical de los
rectores y gobernadores en turno. Al momento, se sigue negando al comité
ejecutivo la “Toma de Nota”, la relación laboral está
prácticamente rota y se favorece al sindicalismo patronal.
No
obstante, el SUNTUAP no ha dejado de luchar. En la región es el centro de
la actividad sindical. En las presentes circunstancias se tienen diversos
proyectos en marcha y otros en desarrollo para intensificar la lucha
nacional.
Expresamos nuestra solidaridad con el SUNTUAP y continuaremos
luchando con el sindicalismo universitario democrático. [2009, elektron 9
(39) 1].
Foro-taller energético con el SUNTUAP
Conferencia de prensa en Puebla