Foro energético en la BUAP
El 4 de febrero de 2009, se realizó el Foro
“Dimensiones de la Reforma Energética” en la
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), con la
asistencia de estudiantes y maestros universitarios, así como, de la
sociedad poblana. De lo expresado en el evento se concluye que la reforma
energética aprobada en 2008 no impide la privatización sino que la
generaliza a todas las fuentes de energía, renovables y no
renovables.
Se están perdiendo importantes conquistas del pueblo
El evento, realizado
en el auditorio “José María Morelos” de la Facultad de
Derecho y Ciencias Sociales de la BUAP fue organizado por: RENACIMIENTO
HUMANISTA, el FRENTE ESTUDIANTIL DEMOCRATICO POR LA CONSOLIDACION ACADEMICA
(FEDCA) y el INSTITUTO CULTURAL CUBANO-MEXICANO JOSE MARTI. A.C.
El
doctor David Bahena y el arqueólogo Aarón Hernández,
integrantes del Frente de Trabajadores de la Energía (FTE) de
México, organización obrera afiliada a la Federación
Sindical Mundial (FSM), destacaron en sus presentaciones los elementos
fundamentales de la reforma energética aprobada por los legisladores en
octubre de 2008, misma que ha sido promulgada por el poder ejecutivo federal
para entrar enseguida en vigor.
En el Foro se llevó a cabo un
análisis de tal reforma, partiendo de los antecedentes históricos
surgidos de la Revolución Mexicana, destacando tres momentos
trascendentes, a saber, la promulgación de la Constitución
política del país, considerada el pacto político de la
nación porque expresa decisiones políticas fundamentales, la
expropiación petrolera de 1938 y la nacionalización
eléctrica de 1960 que reafirmaron el dominio de la nación en
materia energética.
Estas grandes conquistas del pueblo de
México, sin embargo, han venido siendo vulneradas unilateralmente por los
diversos gobiernos en turno, al grado que en 1994, con motivo de la firma del
Tratado de Libre Comercio (TLC), se aceptaron disposiciones inconstitucionales
indicadas en el Anexo 602.3 de dicho Tratado. Mediante tales acuerdos, la
Constitución fue modificada de facto al establecer términos
inexistentes en la Carta Magna que contravienen lo indicado por el
párrafo sexto del artículo 27 constitucional.
Con esa base,
se produjeron dos reformas regresivas, la primera en 1992 para modificar la Ley
del Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE) y, la
segunda, en 1995 para reformar a la Ley Reglamentaria del Artículo 27
Constitucional en el Ramo del Petróleo (LRRP). Estas reformas condujeron
a un proceso de privatización furtiva.
Mediante 736 permisos
privados otorgados por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) a
más de 300 transnacionales y sus filiales, la generación
eléctrica total a nivel nacional ya es privada en un 48.3%. Algo similar
ocurre en materia de gas, al haberse otorgado 200 permisos a los particulares
para la distribución, transporte y almacenamiento de gas natural y
distribución y transporte de gas LP por medio de ductos.
Dimensiones abiertamente privatizadoras de la reforma
La situación se torna
más alarmante con la reforma energética aprobada en 2008, misma
que se refiere a modificaciones a la legislación secundaria que
contravienen lo indicado por los artículos 25, 27 y 28
constitucionales.
En el Foro realizado se analizaron detalladamente los
siete dictámenes que, al ser aprobados, se convirtieron en leyes. En seis
de éstas se ratifica al TLC, se reafirma el proceso de
privatización furtiva y se generaliza ampliándolo a las fuentes
renovables de energía. En ningún momento se impide la
privatización sino que se favorece y extiende.
1- La reforma al
artículo 33 de la Ley Orgánica de la Administración
Pública Federal, misma que había sido aprobada por el Senado el 17
de abril de 2007, otorga a la Secretaría de Energía (Sener)
facultades para promover la participación privada en el sector
energético, cuyas actividades constituyen funciones constitucionales
estratégicas que deben ser realizadas por el Estado mexicano de manera
exclusiva. Se le indican, también, facultades para otorgar concesiones,
autorizaciones y permisos a los particulares en materia energética,
siendo que la Constitución prohíbe la participación privada
en el sector. Asimismo, se le faculta para regular las fuentes de energía
alternas a los hidrocarburos, lo que implica ceder las funciones
constitucionales al sector privado, tratándose de las fuentes de
energía renovables como no renovables.
2- Con esa base, se
aprobó crear a la Comisión Nacional de Hidrocarburos, como un
órgano cuyo objetivo será regular las actividades de
exploración y explotación de los hidrocarburos, mismas que son las
fases principales del proceso de trabajo con los hidrocarburos. Esta
comisión definirá la política de exploración y
extracción de hidrocarburos, así como, el diseño y el
dictamen de los proyectos, llevará el registro de los contratos otorgados
y mantendrá la información bajo reserva y confidencialidad. Esta
comisión asumirá facultades extraconstitucionales pues el objetivo
es la incursión de las corporaciones petroleras internacionales en las
aguas profundas del Golfo de México, de acuerdo a las oportunidades
presentadas por el gobierno federal para iniciar los trabajos en 239 bloques que
han sido identificados, cada uno con una extensión de 933
kilómetros cuadrados, aún cuando las estimaciones gubernamentales
se basan en recursos “`prospectivos”, que se refieren a
hidrocarburos “no” descubiertos.
3- Esta comisión
seguirá, en materia de hidrocarburos, las acciones desnacionalizadoras
que actualmente realiza la Comisión Reguladora de Energía (CRE)
tratándose de la generación eléctrica y del gas natural. No
obstante, a la CRE ahora se le adicionaron funciones para encargarse de regular
la distribución y transporte de productos petrolíferos que se
obtengan de la refinación del petróleo, de petroquímicos
básicos y de agrocombustibles, por medio de ductos, así como, su
almacenamiento. El mecanismo será el otorgamiento de permisos privados a
los particulares ampliando, con plena autonomía, las funciones
inconstitucionales en materia energética. Esta comisión es una
recomendación que, en 1995, hizo el Banco Mundial al gobierno federal en
turno con la pretensión de privatizar el 100% de la generación
eléctrica nacional.
4- La reforma de 2008, ratificó las
reformas de 1992 a la LSPEE y de 1995 a la LRRP. Con base en las primeras, la
CRE funciona discrecionalmente a favor del capital privado. Con base en las
segundas, la industria petrolera nacional fue fragmentada para sustraerle
funciones a Pemex, en el marco del TLC. Tratándose de la
petroquímica, impropiamente llamada “secundaria”, del gas
natural, del gas LP, y de los productos petrolíferos se cambió la
denominación de funciones “estratégicas” para que sean
“prioritarias” en las cuales puede participar el sector privado, el
que puede ser propietario de la nueva infraestructura industrial, incluyendo
instalaciones, equipos y ductos. Lo más grave de la reforma es permitir
el otorgamiento de contratos a los particulares en las actividades
“estratégicas” originalmente a cargo exclusivo de Pemex. Esto
es explícitamente contrario a lo indicado por la Constitución.
Aún cuando se prevén algunas acotaciones, en ningún momento
se salvaguarda el interés nacional pues los contratos están
orientados a la realización de las actividades de exploración y
extracción de petróleo crudo y gas natural, tanto en tierra firme
como en las aguas someras, intermedias y profundas del Golfo de
México.
5- Con base en las reformas a la LPRP, se aprobó
una nueva Ley de Pemex, la cual reafirma la inconstitucionalidad anterior. Pemex
podrá celebrar toda clase de contratos, en todas las fases del proceso de
trabajo existiendo, incluso, habrá un régimen especial para la
contratación mismo que no excluye sino promueve la participación
del capital privado extranjero en las actividades estratégicas del
sector. El mecanismo, basado en el otorgamiento de contratos, no implica la
venta de los actuales activos pero sí la transferencia de funciones
constitucionales. Los contratos, además, podrán ser modificados
durante la ejecución de las obras. Con ello, las corporaciones
ejercerán facultades que les son constitucionalmente impropias,
obtendrán ganancia a partir de los recursos naturales de la nación
y serán los propietarios de la nueva infraestructura industrial. Las
decisiones al respecto serán tomadas por un gobierno corporativo con
facultades extraordinarias que, complementadas, con la autonomía de
gestión otorgada a la paraestatal, podrán endeudar a ésta,
suprimirle funciones e, incluso, fragmentarla más aún. Para ello,
podrán acordar la creación de organismos subsidiarios, filiales y
sociedades mercantiles, en México y en extranjero. Además, la
nueva Ley de Pemex faculta a éste para convenir la aplicación del
derecho extranjero y la jurisdicción de tribunales extranjeros, lo cual
afecta a la soberanía nacional.
6- La reforma aprobada no se
limitó a los hidrocarburos, ni siquiera a la generación
eléctrica actual, sino que, fue extendida para privatizar a las llamadas
fuentes renovables. Estas incluyen a los causes de agua, el vapor terrestre, la
energía de los océanos, los agrocombustibles, el viento y la
radiación del Sol. Todas estas fuentes serán reguladas por la CRE,
es decir, quedarán sujetas al otorgamiento de permisos privados con base
en las reformas de 1992 a la LSPEE. Para ello, las corporaciones que ya
intervienen en estos aspectos podrán arrendar los predios y terrenos
incurriendo en verdaderos despojos, y auspiciando el enfrentamiento entre los
pueblos y guardias blancas al servicio de las transnacionales.
Se trata,
entonces, de la mayor contra-reforma energética posterior a 1938 y 1960.
La reforma de 2008 es un agravio legislativo a la nación. Tal reforma
implica la privatización de todas las fuentes de energía. Las
decisiones legislativas son ilegales por inconstitucionales al vulnerar la
supremacía constitucional indicada por la misma Carta Magna.
El pueblo mexicano ejercerá su derecho a la soberanía
Al promoverse la privatización energética, por la vía de la
legislación secundaria, se incurre en el rompimiento de la legalidad
constitucional, del pacto político de la nación. Para los
mexicanos concientes tal situación se debe corregir, empezando por
cancelar todos los contratos y permisos privados ilegales, desaparecer a la CRE
por ser lesiva al interés de la nación y derogar el conjunto de
leyes secundarias aprobadas en 2008.
Los poderes de la Unión
tienen su consabida responsabilidad, podrán corregir o no; los mexicanos,
que constituimos a la nación viviente, tenemos el derecho constitucional
para ejercer el derecho a la soberanía.
En el Foro realizado en la
BUAP se documentó ampliamente que la reforma energética de 2008 es
contraria al interés nacional. Sí hay privatización, misma
que empezó desde 1992, sí se contraviene a la Constitución,
se pierde soberanía y se compromete la seguridad de la nación.
Toca al pueblo de México, a través de su organización
social estructurada en todo el territorio nacional y allende las fronteras,
recuperar lo que se ha perdido, lo que los gobiernos en turno han entregado al
extranjero y volver a re-nacionalizar a México.
[2009, elektron 9
(37) 1].
Universitarios de la BUAP
Universitarios poblanos de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
Presencia del FTE de México en la BUAP