Toma de Teotihuacan
El 3 de febrero de 2009, en el 70 aniversario
del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y en el contexto
de la pretensión del gobierno del estado de México para imponer el
show mediático “Resplandor teotihuacano”, los sindicalistas
del INAH acompañados de otras organizaciones sindicales, sociales y
populares, llevaron a cabo la “toma” simbólica del
entrañable sitio arqueológico sometido a la privatización
furtiva.
El gobierno estatal auspicia la provocación
El acto se había anunciado
días antes y de inmediato el gobierno de Peña Nieto trató
sin éxito de impedirlo. Carente de argumentos, el gobierno
procedió a instrumentar la provocación. Parecían no
detenerse en nada. La noche del 31 de enero, con motivo de la Noche de las
Estrellas llevada a cabo en el sitio arqueológico, “justo en la
entrada de la puerta número 1, en la zona arqueológica de
Teotihuacan, personal de la dirección regional de gobierno mexiquense se
apostó para repartir cientos de volantes negros con letras verdes que
decían: “Sí a Resplandor teotihuacano” (Salinas J., en
La Jornada, 2 ene 2009).
Además, a los choferes de cientos de
combis y camiones de diversas rutas que dan servicio de transporte en la zona de
los 10 municipios de la región, el gobierno les ordenó colocar
pintas con la leyenda “Transportistas decimos sí a luz y
sonido”.
Sin embargo, los sindicalistas no dieron marcha
atrás sino que llamaron a la población “a unirse a la
protesta” del 3 de febrero en las puertas de acceso a Teotihuacan
“para exigir la cancelación del proyecto de luz y sonido
‘Resplandor teotihuacano’, que ha causado daños
físicos a los inmuebles y amenaza alterar la forma y presentación
de las pirámides del Sol y de la Luna”.
Denunciaron que el 1
de febrero había circulado “en las calles de San Juan y San
Martín, aledaños a la zona arqueológica, una camioneta con
altavoces que invitó a la población local a defender el proyecto
promovido por el gobierno del estado de México y a reunirse, a la misma
hora y lugar, con el argumento de que las pirámides “no son
propiedad de los sindicatos”.
El gobierno promueve el enfrentamiento con el pueblo
Las acciones de los trabajadores seguían adelante. El 2 de febrero reafirmaron que la
protesta se haría. Anunciaron que formarían un cerco humano en las
pirámides del Sol y de la Luna para manifestarse contra del show
multimedia ‘Resplandor teotihuacano’, y alertaron sobre un posible
“boicot” a su protesta”.
Esto tenía como base a
que “de modo paralelo a su protesta, personas a nombre de la
organización Consejo Consultivo del Valle de Teotihuacan han estado
llamando desde hace tres días a la población de los municipios
aledaños, utilizando camionetas con altavoces, a acudir a la puerta uno
de la zona a manifestarse en favor del proyecto multimedia (Rodríguez
A.M., Salinas J., en La Jornada, 3 ene 2009).
Los compañeros
denunciaron que “se está llamando a las personas a
‘tomar’ la zona, propalando que “sindicatos e investigadores
quieren apoderarse del patrimonio que es sólo de los
teotihuacanos”. Sergio Gómez, uno de los arqueólogos de
Teotihuacan y a nombre de la Comisión de Patrimonio Cultural y
Legislación del instituto, denunció que se trataba de “una
acción provocadora” para intentar “boicotear” la
protesta de los investigadores y “provocar
violencia”.
Teotihuacan es de la nación y de la humanidad
El día anunciado para tomar
Teotihuacan, “una enorme valla humana amuralló la Ciudad de los
Dioses. Teotihuacán se vio protegida por cerca de un millar de personas,
entre investigadores, académicos, trabajadores del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH) y activistas de diversas organizaciones
civiles” (Salinas J., en La Jornada, 4 feb 2009).
El acto fue por
demás significativo. “Una cadena humana rodeó la
Pirámide del Sol, como una forma simbólica de “protegerla de
la destrucción”, junto con la Pirámide de la Luna,
monumentos prehispánicos donde se instalaron miles de luminarias para el
montaje de luz y sonido Resplandor teotihuacano”
La acción
se desarrolló organizadamente y sin incidentes. Durante la marcha por la
Avenida de los Muertos y la concentración en la pirámide del Sol,
los participantes dejaron constancia en las consignas y pancartas que los
monumentos arqueológicos son de la nación y que serán
defendidos de la destrucción oficial.
¡No a la privatización arqueológica furtiva!
El INAH anunció la formación de una comisión de siete especialistas
“que integrarán el Grupo Técnico Evaluador que
emitirá una opinión técnica y académica sobre la
viabilidad del proyecto multimedia Resplandor teotihuacano”. Desde luego,
los sindicalistas y muchos otros expertos fueron excluidos.
No obstante,
los trabajadores han anunciado mayores protestas que incluyen un paro nacional
en todos los sitios arqueológicos del país a llevarse a cabo el 12
de febrero.
La defensa de Teotihuacan y demás zonas
arqueológicas interesa a toda la nación. La propuesta del gobierno
de Peña Nieto presenta enormes deficiencias. No se tiene plan de
desarrollo para el valle teotihuacano, no existe ningún proyecto cultural
y educativo, se privilegia solamente el negocio privado para hacer de la
‘ciudad de los dioses’ una réplica de Disneylandia.
Las irregularidades, que han causado serios daños a los
monumentos, tienen como base a la ilegalidad. Para realizar las obras ni
siquiera hubo licitación, de manera que, el contrato se entregó
discrecionalmente, violando la legalidad vigente. Consecuentemente, jamás
existió ninguna programación de obra, ni la observación de
las normas y, menos, la utilización de técnicas apropiadas. Tan
solo por ese hecho, los funcionarios implicados son sujetos a
sanción.
El Frente de Trabajadores de la Energía (FTE) de
México, afiliado a la Federación Sindical Mundial (FSM), reconoce
a los compañeros del INAH, se solidariza plenamente y exige la
cancelación del show. ¡Alto a la privatización
arqueológica furtiva! [2009, elektron 9 (35) 1].
El pueblo en Teotihuacan