Catastrofistas
El 9 de febrero, Carlos Slim asistió al Foro “México ante la
crisis ¿Qué hacer para crecer?” organizado por los
legisladores de todos los partidos. Con una expresión entre
crítica, contradictoria e incoherente, el magnate se refirió a la
crisis económica y financiera, aprovechó para regañar al
gobierno y provocó una irritada reacción de éste.
“Catastrofista” le llamó el gobierno, término antes
empleado para contestar las críticas de López
Obrador.
Calificación de cero
De entrada, Slim re refirió impropiamente a quienes lo
invitaron como “bloque revolucionario”. Evidentemente no hay tal,
los legisladores no tienen nada de revolucionarios. Dijo que “No
había un antecedente, creo, desde 1931, cuando La Gran Depresión,
en la que hubo esa unidad entre el bloque revolucionario del Congreso, con las
cámaras de Comercio e Industria, esa fue una reunión, una alianza
importante, que se formó y que permitió, con las políticas
públicas que en ese momento se adoptaron, crecer 6.2 por ciento de 1932 a
1982”.
Luego, empezó la andanada que irritó al
gobierno. “Apena que desde 82, después de la gran crisis de la
deuda externa, hayamos crecido cero en términos de per cápita, no
es mediocre, es cero, que es mucho peor que mediocre, sobre todo si tomamos en
cuenta la población que se ha expulsado”.
Se siguió
de frente. “Y de ahí de esa deuda externa con varios fines, entre
ellos cobrar, vino el plan y el modelo del Consenso de Washington, modelo que
tiene varias virtudes, pero cuyos defectos hemos sufrido durante tantos
años y que, por supuesto, los países en desarrollo no los
contemplan, no les hacen caso”.
No se detuvo e incluyó a
diversos sectores. “Hemos visto que en estos abusos que ha habido al Fondo
Monetario los tecnócratas, los académicos, los dogmáticos,
ideólogos, brillaron por su ausencia, en ningún momento dado
llamaron la atención”.
Crítica a neoliberales y neófitos
A su manera, explicó que
“Esta crisis que se inicia en los 90, que trata de frenar Greenspan con su
exuberancia irracional, en 2000, 2001, hay un susto por la destrucción de
riqueza de esa época y vienen una serie de políticas excesivas,
agresivas, laxas monetaria, fiscal, que hicieron que esa crisis, que se estaba
corrigiendo en el 2001, que empezó a corregirse en 2000, 2001, 2002, se
saliera de toda proporción y nos lleve a lo que estamos viviendo
hoy”.
Hasta quiso criticar los excesos del neoliberalismo al
señalar que, “En donde el gran epicentro es la gran crisis de las
instituciones financieras por los excesos, los grandes excesos que tuvieron en
sus políticas liberales, neoliberales, con falta de todo sentido de
cuidado, yo diría que principalmente el Gobierno de Estados Unidos, y
obviamente las consecuencias vienen en las decisiones de la falta de
regulación y de supervisión de las instituciones financieras
internacionales, creando nuevos instrumentos y derivados en que su factor
principal es lo que llaman apalancamiento, o sea, la posibilidad de hacer con un
peso, 20, 30 ó 50”.
Entonces, volvió a la carga
contra los “neófitos” y los juegos de
“muchachos”. “Fue la especulación con el
petróleo, la especulación con los alimentos, que afortunadamente
se vino abajo, los comodities en general, porque no había que dar nada y
se creó una serie de jugadores, apostadores, neófitos, muchachos
que llegaban creyendo que todo iba a ser para arriba para siempre, y apostaban y
apostaban, y bueno, esto es lo que estamos pagando”.
Al buen
entendedor, pocas palabras, si bien desvió la atención hacia
fuera. “Pero, lo grave es que, aunque el epicentro es Estados Unidos, las
grandes consecuencias o más consecuencias se están teniendo
afuera, por ejemplo, Japón. Mientras Estados Unidos cayó 3.8, el
PIB, en Japón cayó ocho; en Alemania ocho, en Japón por
ahí, o nueve, el último trimestre”.
Slim anuncia la catástrofe en marcha
Después se refirió al
desempleo y empezó a describir un panorama sombrío.
“Está desmedido el crecimiento del desempleo, se habla de dos
dígitos, España ya está también en dos
dígitos y altos; Japón, Alemania, todo el mundo decreciendo
mucho”.
Más aún, hizo pronósticos para
México reiterando lo que es sabido. “No cabe duda que el Producto
Interno Bruto mexicano se va a desplomar, se va a caer, va a ser negativo, ya
desde el último trimestre del año pasado; no sabemos cuánto
dure, pero va a ser muy fuerte el efecto”.
Reiteró:
“Ahí es donde digo: el PIB va a ser negativo, va a ser
sustancialmente negativo por la caída del petróleo y de la
exportación, entre otras cosas, y las consecuencias, también
internas, pero hay que cuidar el empleo”.
Enseguida matizó y
empezó a dar consejos. “No hay que preocuparnos si es menos dos o
menos uno o cero, hay que cuidarnos cuál es la masa salarial, cuál
es el empleo, y hay que establecer, como el acuerdo nacional que encabezó
el Presidente de la República (Felipe Calderón Hinojosa), buscar
medidas que protejan el empleo y el ingreso familiar, eso es lo fundamental que
hay que hacer en este momento”.
Propone desarrollar al capitalismo interno
Slim criticó a la inversión
extranjera y apoyó la economía interna, en forma imprecisa y
discutible. Dijo que “Pensábamos que la inversión extranjera
es maravillosa, parece que fuera donativo, la inversión extranjera no es
un donativo, la inversión extranjera viene porque estamos ofreciendo
buenas utilidades”.
Aclaró el magnate que “Las
empresas modernas son como los viejos ejércitos, los ejércitos
conquistaban territorios y cobraban tributos, las empresas conquistando mercados
y cobran dividendos, regalías, royalties, transferencias de X y de Y y de
Z”.
El rico empresario peca de lo mismo que critica. En
México está aliado con las transnacionales apoderándose de
funciones estratégicas constitucionales, violentando la legalidad y
obteniendo enormes riquezas que comparte con las
corporaciones.
Planteó entonces que “hay que volcarse a la
economía interna, obviamente necesitamos inversión extranjera y
adoptar tecnología y tal, pero tenemos que volcarnos a la economía
interna, cuidar mucho nuestra economía interna”.
Con su
particular punto de vista, afirmó que “Si los países no
tienen empresas fuertes, están volviéndose neocolonias, de alguna
forma necesitan tener la fuerza no internamente, sino hacia afuera, de poderse
proyectar”. Contradictorio expresó que “Por eso vemos
países que han impulsado mucho a las empresas fuertes en su
trasnacionalización, inclusive con impulsos fiscales, como es
España, que les da deducible el 75 al 90 por ciento de la
inversión; Brasil, que apoya con el Banco de Desarrollo,
etcétera”.
A Slim le preocupan sus propios intereses empresariales
Siguiendo con los
consejos a los legisladores oyentes y demás destinatarios de su discurso,
manifestó que “Tenemos que volver, también, a hacer
infraestructura para mejorar nuestro capital humano, pues tenemos un gran
presupuesto”.
Ese tema es de especial interés para Slim, ya
que, el Programa Nacional de Infraestructura del gobierno le favorece, multitud
de obras se le han encargado a su grupo empresarial, su participación es
cada vez más amplia. Se trata de consejos en interés
propio.
Luego, cambió de tema. “Ahí va la calidad; es
baja calidad, necesitamos modernizarla, mejorar la calidad y pasar ya a la
cultura digital, ya no alfabetizar, sino alfabetizar digitalmente a la
población”. Eso lo motivó a decir que “Necesitamos ser
competitivos en esta civilización de conocimiento de la
información, etcétera, necesitamos competencia, estoy de acuerdo
con la competencia, es muy importante, es como si fuéramos un atleta que
no compite con nadie, pues no va a progresar nunca”.
Puso ejemplos
para reafirmar su concepto de competitividad. “Necesitamos usar en la
competencia referencias internacionales, qué tiempo hizo esto,
cuánto salta en lo otro, cómo juega el beisbolista, cómo el
futbolista, qué técnico es el mejor”.
Slim es, por
supuesto, un convencido de la globalización neoliberal. “Sin duda,
tenemos que estar abiertos a la competencia y la globalización no es una
alternativa, es una necesidad, es un paradigma esta nueva civilización,
aunque en este momento se está retrayendo porque el colapso
económico, la falta de empleo, la falta de consumo, la caída de la
economía americana y de las economías desarrolladas, obviamente a
los países que exportan les van a bajar sus importaciones, va a bajar los
precios de los primarios, como ya bajaron, etcétera, etcétera,
entonces va a haber una caída importante del comercio
internacional”.
La caída que viene
Nuevamente volvió al panorama patético que
antes había empezado a describir. “Pero, aparte, el comercio
internacional se va a caer, se va a caer el empleo, va a haber mucho desempleo,
va a subir el desempleo como no teníamos noticia en nuestra vida
personal, sólo historia de los 30”.
Continúo sus
pronósticos. “Se van a quebrar las empresas, muchas chicas,
medianas y grandes, van a cerrar los comercios, va a haber locales cerrados por
todos lados, los inmuebles, va a haber vacíos, y pues es una
situación que va a ser delicada”.
Tal vez pensando en la
respuesta del gobierno, se apresuró a señalar: “No quiero
ser catastrofista, pero hay que prepararse para prever y no estar viendo las
consecuencias después y estar llorando” (sic).
Consejos y regaños al gobierno
Sus consejos al gobierno fueron específicos.
“Las escuelas, hay 30 mil escuelas en mal estado, hay que arreglarlas, hay
que modernizarlas, hay que llevar ventanas, baños, techos, que
están realmente deplorables, pinturas”.
“Igual hacerlo
en los hospitales, en los centros de salud, en las oficinas de Gobierno, en las
zonas arqueológicas, cuidando la biodiversidad del ambiente,
etcétera”.
“Yo creo hay una capacidad en México
tal de dar empleo intensivo con muy poco dinero, y por supuesto, hay que buscar
la combinación del capital público y privado, para impulsar
aquellos proyectos que lo justifiquen de esa forma”.
Queriendo o
no, iba directo a las políticas del Estado neoliberal. “Yo creo que
tenemos que buscar salir, como decía, más fuerte de esto, a
mí me llama la atención que todavía sigan los dogmas,
después de 26 años de fracaso”.
Siendo neoliberal,
Slim criticó al neoliberalismo supersticioso.
Generalidades sobre la riqueza y su distribución
A continuación, Slim hizo
una disertación sobre la riqueza y la distribución del ingreso.
Incoherentemente en la expresión dijo que “Buena parte de lo que
señalaba el presidente de la Comisión de Competencia, del que es
el 30 ó 40 por ciento de los ingresos, porque no tienen ingresos, la
gente no tiene ingreso”.
Explicó que “Se discute
muchas veces entre riqueza e ingreso, creo que el que la riqueza sea privada,
colectiva, pública, tiene que manejarse con eficacia para crear
más riqueza, y su fruto, que es el ingreso, tiene que tener una mejor
distribución del ingreso”.
A su entender, se refirió
a generalidades al expresar. “Y vemos cómo fue, sin duda, una de
las formas de mejorar la distribución del ingreso es con
educación, es con empleo y fuentes de empleo, la educación no
solamente tiene la ventaja de formar capital humano, sino que es mejor oferta, y
el que tiene buena educación tiene mayores alternativas de trabajo”.
¿18% de corrupción?
Volvió a la crítica hacia el
gobierno y se manifestó por “Crear más riqueza
pública y que no se usen, cuando falla una iniciativa fiscal en el
Congreso, que no se usen los monopolios del Estado para recaudar, para sustituir
la recaudación fiscal”.
“Que no se sume la
energía, como se ha estado haciendo, para recaudar fiscalmente, que no se
use la gasolina para recaudación fiscal, esas cosas deben estar aparte,
deben ser empresas que se manejen con autonomía y fuera del presupuesto,
para evitar que cuando no se autoriza un ingreso, no se sume un punto, la red o
tal, o tal, se les suben los precios y se tiene esa
recaudación”.
En pocas palabras, pidió más de
lo mismo, es decir, más privatización energética. Para
concluir, dirigió otra vez sus baterías contra las
políticas del gobierno al señalar que “las razones
principales, más problemáticos factores de México es:
ineficiencia de la burocracia gubernamental, primero; 18 por ciento
corrupción, inadecuada infraestructura, regulaciones restrictivas,
regulaciones de impuestos, acceso a financiamiento, tax raves, crimen, crimen y
robo, inadecuada educación de la fuerza de trabajo”.
Gobierno irritado
De inmediato se desató una severa campaña
del gobierno contra el empresario. “Catastrofista”, le dijeron
todos, hasta Calderón fue subido al ring. El mismo calificativo lo
habían endosado previamente a Andrés Manuel López Obrador
(AMLO) por sus críticas al gobierno en materia económica. Se trata
de una respuesta oficial sumamente débil. Ante la carencia de argumentos,
el procedimiento mediático fácil es recurrir a la
descalificación.
Slim anunció que reduciría las
inversiones en Telmex. Al respecto, jamás hizo la mínima
alusión al enriquecimiento logrado precisamente por las políticas
neoliberales que le regalaron a la industria mexicana de
telecomunicaciones.
El magnate defiende sus propios intereses y sus
críticas parecen chantaje y presión para el gobierno. Cada vez es
mayor la intervención de Slim en la industria petrolera, eléctrica
y del gas. En su plan de compras diarias la coyuntura le es favorable. En algo
tiene razón Slim, el deterioro económico es grave y se
pondrá peor. Eso no le gusta al gobierno que piensa que podrá
seguir engañando a todos los mexicanos. Desde luego, los consejos de Slim
no resuelven la situación. [2009, elektron 9 (41) 1].
Vendedores ambulantes FOTO: A.
Domínguez,en
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