Recesión, desempleo y respuesta
Crecimiento económico cercano a cero,
cero o abajo de cero, según las estimaciones oficiales; aumento
drástico en el desempleo y en los precios de los artículos de
consumo y servicios básicos; fortalecimiento de las instancias represivas
del Estado. Frente a esta situación, derivada de la crisis capitalista,
proponemos articular la lucha social con un programa independiente.
Crecimiento debajo de cero
El Banco de México estima que en 2009 el
Producto Interno Bruto (PIB) tendrá un decrecimiento de entre 0.8 y 1.8
por ciento, en tanto que, la secretaría de hacienda (SHCP) mantiene un
pronóstico de “crecimiento cero” para este
año.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), artífice de
todas las fallidas medidas neoliberales, ha hecho pronósticos muy
pesimistas para todo el orbe. “La magnitud y el alcance de la actual
crisis financiera han conducido a la economía mundial hacia un terreno
desconocido”, ha dicho. A nivel mundial, se espera un crecimiento de
apenas 0.5%; para México, pronostica que tendrá un decrecimiento
del 0.3% con un desempeño de la actividad productiva inferior al de
Brasil y al promedio latinoamericano.
En este panorama, el desempleo
será una de las principales consecuencias. El gobierno de la ultraderecha
ha declarado que, “en 2009, la tasa oficial de desocupación abierta
en el país se mantendría, “razonablemente”, en la cota
“que hoy observamos”, es decir, 4.3 - 4.5% de la población
económicamente activa”. Pero ese optimismo es irreal. Algunos
analistas estiman que es más probable alcanzar el nivel reportado en
1995; ese año, el desempleo abierto afectó al 6.2% de la
población económicamente activa.
Tan solo en los
últimos 15 años, se crearon 290 mil plazas, siendo la demanda
anual de más de 1 millón; 2009, entonces, apunta a ser uno de los
peores en ese aspecto.
Para el Centro de Estudios Económicos del
Sector Privado, en 2009 se profundizará el deterioro de la actividad
económica, el producto interno bruto decrecerá en 1.3% y se
perderán 170 mil empleos. En tanto, un estudio elaborado por el Instituto
Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) prevé la
pérdida de 250 mil plazas laborales en este año.
Esto es,
aún con datos y declaraciones diferentes, los propios organismos
financieros, empresarios y gobiernos neoliberales expresan una inocultable
recesión.
Desempleo galopante
La Organización Internacional del Trabajo (OIT),
que apenas sirve para estimar algunas estadísticas, ha declarado que, en
un escenario optimista, en 2009 “alrededor de 20 millones de empleos
serían cancelados a lo largo y ancho del planeta, para incrementar a 210
millones el número de integrantes del ejército de reserva”.
Esa es la versión oficial, la realidad es peor. La misma OIT
indica que 30 millones de personas más podrían perder sus puestos
si persisten las dificultades durante 2009, impulsando la tasa de desempleo
mundial al 7.1%.
Por lo pronto, en varias partes del mundo ya se anuncian
despidos tras despidos. General Motors, Pfizer, Caterpillar, Phillips, Home
Depot, Texas Instruments, Nextel, Toyota, Ford, Renault, Toshiba y muchas otras,
ya recortaron decenas de miles de puestos de trabajo en Estados Unidos y en
Europa.
En Africa y Asia, la situación es ya alarmante,
especialmente en el Africa subsahariana, el sur de Asia y Medio Oriente. Tan
solo en materia de energía eléctrica, 2 mil millones de personas,
casi la tercera parte del planeta, carece del acceso este derecho.
En
México, las noticias de despidos cada día son más
abundantes, principalmente, en el sector automotriz, aéreo y en las
maquiladoras. Se avecina una situación de desastre y hundimiento,
contrariamente a lo que declara el gobierno. Esto será más grave
con la contracción en la industria de la construcción que, junto
con la automotriz, son detonantes de las crisis.
Mientras los bancos
crecieron en 2008 a niveles históricos con ganancias del 38%, la
población vive los estragos de la crisis con aumentos en el desempleo y
en todos los productos básicos, que incluyen a la tortilla y demás
alimentos, las tarifas eléctricas, de gas, gasolinas y diesel. Lejos de
aminorar, las condiciones de vida tienden a empeorar. En unos cuantos meses, tan
solo la devaluación monetaria llega a más del
40%.
Respuesta obrera y popular
Para el gobierno, las prioridades están en acudir
al rescate de los empresarios y banqueros, sin que haya tomado medidas adecuadas
de auxilio a la población. Ni siquiera existe algún plan de
acción para la conservación y creación de
empleos.
Lo más grave es la poca respuesta de las organizaciones
populares y sindicales, la que sigue siendo extremadamente lenta, por decir
menos. En el caso de las organizaciones políticas, el año
electoral las mantiene obnubiladas creyendo que ese camino representa alguna
opción.
Es la hora de la acción social. La crisis es de
alcance mundial pero no puede aceptarse como pretexto para que el gobierno y el
Estado en su conjunto eludan las responsabilidades que hace tiempo han
abandonando.
Tampoco se puede esperar a que el gobierno dé
respuestas suficientes al reclamo popular. Si la crisis es mundial, la respuesta
debe ser de tal alcance y, en cada país, es preciso articular una
movilización unificada. Esta implica activar la lucha social, derribar a
los gobiernos y partidos neoliberales e impulsar proyectos independientes en el
contexto de la lucha de clases.
Las tareas amplias tienen vigencia
incluyendo a las reivindicaciones inmediatas. Estas incluyen: la escala
móvil de salarios indexada a la inflación y devaluación
monetaria, la reducción de la jornada de trabajo a 6 horas diarias, cinco
días a la semana con dos de descanso (pagados), para favorecer el empleo
a más trabajadores, la congelación y reducción de los
precios de todos los artículos y servicios básicos, entre
otras.
Lo anterior requiere del accionar de los sindicatos,
organizaciones campesinas, estudiantiles y populares, integrando las
aspiraciones en una sola lucha a nivel nacional e internacional. En
México, esta lucha incluye el desafío al charrismo sindical para
recuperar a los sindicatos.
Llamamos a los trabajadores y pueblo de
México a tomar iniciativas colectivas y desarrollar una intensa
movilización coordinada en todo el territorio nacional. No hay que
esperar más, en los próximos meses la crisis capitalista
estallará a plenitud. [2009, elektron 9 (29) 1].
Bolsa Mexicana de Valores, centro de la especulación