Corrupción en el STPRM
Según el IFAI, en los últimos 15
años, la cúpula charra del STPRM ha recibido 409 millones por
gastos de representación, casi 150 millones para cubrir sus “gastos
de viaje”, 239 millones para los “festejos por el Día del
Trabajo y la expropiación petrolera”, así como 219 millones
para “gastos” relacionados con la revisión de los contratos
colectivos de trabajo. Son más de 1 mil millones de pesos, aparte el
Pemexgate I y II.
Son más de 10 mil de millones de pesos
A partir de datos
proporcionados por el Instituto del Instituto Federal de Acceso a la
Información Pública (IFAI), se dieron a conocer las cuantiosas
cantidades de dinero que Carlos Romero Deschamps, secretario general del
Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) ha
recibido en los últimos tiempos.
La cifra rebasa los mil millones
de pesos, inferior a la cuenta del Pemexgate I estimada en casi 4 mil millones
de pesos, desviada en 2000 a la fallida campaña de Francisco Labastida
Ochoa, actualmente senador por el PRI y connotado cabildero de las
transnacionales petroleras. También es inferior al Pemexgate II, estimado
en más de 8 mil millones de pesos entregados en 2004 cuando Raúl
Muñoz Leos, era director de Pemex.
No obstante, la
información publicada (León G., en La Jornada, 2 ene 2009) revela
que la corrupción del panismo en mayor que la del priísmo, lo cual
ya es mucho decir. La corrupción no es solo de los partidos sino del
Estado.
Cuando Romero Deschamps asumió el cargo en 1993, “el
STPRM recibía 500 mil pesos del gobierno salinista por concepto de gastos
derivados de las revisiones anuales del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT). El
gobierno de Carlos Salinas de Gortari “sólo” le
entregó 8 millones 950 mil pesos en “ayudas”.
Sin
embargo, de 1993 a 2007 esta cantidad se ha incrementado 176 veces, según
un reporte del comité de información de Pemex, obtenido mediante
el IFAI”.
En todo el gobierno de Vicente Fox Romero Deschamps
recibió más de 93 millones de pesos sólo para “gastos
de viaje”, y 245 millones bajo el rubro de “apoyos económicos
al comité ejecutivo general (CEG)”.
En el primer año
de gobierno de Calderón el CEG obtuvo 222 millones de pesos en efectivo y
con cargo a Pemex, de los que más de 73 millones estuvieron contemplados
en el “acuerdo CMC-029” del contrato colectivo. Además
recibió 22 millones 316 mil 687 pesos para sufragar los viajes realizados
por el dirigente y su cúpula, lo que está estipulado en la
cláusula 251 del CCT, que precisa beneficios para los 68 funcionarios del
CEG e incluye “asesores sindicales y consejo general de vigilancia, cinco
consejeros sindicales, 86 integrantes de las comisiones nacionales mixtas y 162
comisionados nacionales, así como a 12 comisionados adscritos
directamente a las órdenes del secretario general”.
PAN más corrupto que PRI (sic)
El corporativismo sindical en México,
conocido como charrismo, corresponde a una estrategia del imperialismo. Se trata
de una superestructura política y económica incorporada al Estado
por la vía de la corrupción. El caso del sindicato petrolero
(STPRM) es elocuente. El PAN y su gobierno proporcionan a la cúpula
sindical mayores recursos que los gobiernos del propio PRI.
Además, en las cuentas del IFAI faltarían los datos del
Pemexgate I y II. Eso se desconoce porque, Pemex “ha clasificado como
reservada –por tres años, a partir de éste– la
información relativa a los recursos entregados al sindicato de 2001 a
2005, argumentando ante el Instituto Federal de Acceso a la Información
Pública (IFAI) que dichos datos forman parte de una averiguación
previa iniciada por una denuncia presentada por la Auditoría Superior de
la Federación, y del expediente de un juicio de nulidad promovido por
Raúl Muñoz Leos, ex director de Pemex, contra la
inhabilitación por 10 años para desempeñar cargos
públicos y penalidad económica por 862 millones de pesos,
impuestas por la Secretaría de la Función
Pública”.
Se trata de 12 mil millones de pesos más
por aclarar. ¿Lo hará el IFAI? ¿Lo hará el gobierno
neoliberal? Seguramente no y, aunque así fuera, Romero Deschamps le ha
pagado con creces al gobierno en turco al apoyar la contra-reforma
energética. En 2008, la cúpula charra no fue tocada en absoluto,
al contrario, se ratificó su presencia en el consejo de
administración de Pemex ahora con facultades plenipotenciarias para
entregar al imperialismo la industria petrolera de México.
Romero
Deschamps, oficialmente, es miembro del PRI pero, en la práctica,
está sometido políticamente al PAN. Lo mismo ocurre con los
demás charros sindicales. Esto es, el charrismo no depende de los
partidos políticos, ni del gobierno en turno, sino del Estado mismo.
Charros y gobierno se burlan del pueblo
Según el mismo IFAI, “Romero Deschamps
está registrado como empleado de planta sindicalizado nivel 28, y cuenta
con una percepción neta mensual de 9 mil 778 pesos, a los que se suman 2
mil 137 por productividad (sic), 2 mil 273 de apoyo para canasta básica y
bonificaciones para gas doméstico y gasolina”.
Ese
“mísero” salario es nada frente a las cuantiosas sumas que
recibe el charro por diversos conceptos contractuales. Se trata de un evidente
abuso del CCT por parte de los charros sindicales. El CCT es una conquista
obtenida con la Expropiación Petrolera en 1938. Lamentablemente, los
mismos petroleros sindicalizados, de base y transitorios, han permitido que ese
CCT sea desnaturalizado por la corrupción generalizada existente en Pemex
y en el STPRM.
Los charros sindicales petroleros y los trabajadores de
Pemex hacen que olvidan que la industria petrolera NO es de ellos, tampoco es
del gobierno, ni siquiera es del Estado, es de la nación. Ni la
burocracia ni el charrismo tienen NINGUN derecho para apropiarse de los recursos
nacionales. ¡Abajo el charrismo petrolero!
El corporativismo no tiene colores, la estrategia del Estado es la misma