Aspirinas anticrisis
Un nuevo paquete de medidas anticrisis fue
anunciado por el gobierno federal. Se trata de 25 acciones insuficientes,
superficiales y tardías, todas orientadas a favorecer al capital mediante
subsidios con recursos públicos, otorgamiento de contratos de toda clase
y “estímulos” financieros. Ninguna de las medidas es
favorable a los trabajadores. La respuesta sindical independiente es
prácticamente nula. Llamamos a organizar territorialmente la
resistencia.
Otro pacto más entre las cúpulas
El 7 de enero, Calderón
anunció ante políticos, empresarios y charros sindicales, el
llamado Acuerdo Nacional en favor de la economía familiar y el empleo. Es
un nuevo acuerdo o pacto como los innumerables que ha habido desde 1945 cuando
se firmó el Pacto Obrero Industrial de la época. De entonces a la
fecha, todos los gobiernos en turno han firmado pactos que jamás se
cumplen.
Esta vez, sin embargo, la diferencia estriba en que los
compromisos solamente son de parte del gobierno, empresarios y charros
sindicales se limitaron a oír y aceptar sin chistar. Esto es
lógico, ya que, el tal acuerdo beneficia al empresariado. Por lo que hace
al charrismo sindical, se trata de una mafia de agentes del capital que aceptan
todo lo que está en contra de los trabajadores.
Al evento
asistieron los partidos políticos, encabezados por los burócratas
mayores y gobernadores, la cúpula empresarial representada por el Consejo
Coordinador Empresarial, y la de los charros sindicales encabezada por
Joaquín Gamboa Pascoe, de la CTM.
Compromisos del gobierno neoliberal
Los compromisos del gobierno se refieren a los
siguientes aspectos:
a) Empleo
Al respecto, las
medidas son demagógicas por decir menos. Según el
“acuerdo”, se ampliarán los recursos de “empleo
temporal”, hasta alcanzar 2 mil millones de pesos. Esta
“ampliación” permitirá crear 250 mil plazas de
trabajo.
Eso quiere decir que, sin la “ampliación”
derivada del plan anticrisis, el gobierno proyectaba crear menos plazas. Ahora,
el número aumentará pero en una cantidad poco significativa, ya
que, la demanda de trabajo es mucho mayor. Lo más grave es que se trata
de trabajo “temporal” para ser realizado en condiciones precarias,
es decir, sin seguridad en el empleo, con bajos o bajísimos salarios, sin
prestaciones sociales y menos seguridad social.
Se anunció un
Programa de preservación del empleo, según el cual, el gobierno
federal aportará una cantidad a cada trabajador para “evitar su
despido” de empresas que tengan que frenar la producción y se
declaren en paro técnico.
Esta medida está orientada a
favorecer a la industria automotriz. Los empresarios podrán reducir la
jornada o el salario a los trabajadores, sin ninguna responsabilidad; el
gobierno podrá resarcirlas otorgando “una cantidad” a cada
trabajador, misma que no fue especificada pero que será apenas
simbólica. El gobierno dice que se “protegerán” casi
medio millón de empleos.
Asimismo, se anunció que mediante
una iniciativa de ley que se enviará en los próximos días
al Congreso de la Unión, se autorizará que “un mayor
número de trabajadores pueda ampliar su capacidad para realizar retiros
de sus cuentas individuales”. Se ha expresado que podría
autorizarse el retiro hasta del 60% de los ahorros.
Dadas las
circunstancias, es previsible que, la mayoría de trabajadores opte por
retirar buena parte de sus ahorros “a cuenta de su
jubilación”. La medida gubernamental está orientada a que
los trabajadores asuman el costo de la crisis pagándola con su propio
futuro. Los retiros fácilmente podrían rebasar los devaluados
montos ahorrados.
El gobierno dijo que, “con el propósito de
no mermar esos recursos al momento de su jubilación, propondrá
incrementar la cuota social que periódicamente paga el gobierno federal a
esas cuentas”. Obviamente, esa cuota social jamás será igual
a los recursos retirados.
Asimismo, el gobierno propone que “de
forma retroactiva al 1º de enero pasado, se extenderá de dos a seis
meses la cobertura de atención médica y de maternidad del
Instituto Mexicano del Seguro Social para los trabajadores que hubiesen perdido
su empleo”, lo cual parece más una dádiva que
protección social.
b) Energéticos
El
Acuerdo plantea “el congelamiento de los precios de las gasolinas y la
reducción del precio del gas LP”, lo que permitirá que las
familias ahorren un monto de 45 mil millones de pesos.
La medida es
ridícula y distinta a la adoptada en ocasiones anteriores. Antes, se
anunciaba la congelación de precios y, de inmediato, sobrevenían
los aumentos a todos los productos básicos. Esta vez, primero se dieron
los aumentos y luego se acuerda congelarnos. Es el caso de las gasolinas, que
fueron aumentadas 35 veces durante 2008, motivando aumentos en otros productos y
servicios. También aumentó el diesel que ha llevado al actual paro
nacional de pescadores. Sin embargo, el diesel ni siquiera fue
mencionado.
Respecto al gas LP, la medida del gobierno es tramposa y
engañosa. ¿Cómo podrá reducirse el precio del gas LP
que produce Pemex? Unicamente por la vía de venderlo más barato a
las transnacionales y sus filiales pues, la distribución y el transporte
de gas LP están privatizados. Es obvio que las corporaciones NO van a
sacrificar sus ganancias NUNCA. Si el gas LP llegara a venderse a precios
más baratos es porque habrá un generoso subsidio más, con
recursos públicos, para el capital privado.
Se
“acordó” también que “el gobierno federal
otorgará 750 millones de pesos en apoyos directos o de financiamiento
para que las familias de escasos recursos puedan sustituir sus aparatos
electrodomésticos por artículos nuevos, más eficientes en
el consumo de energía, y se incrementará 28 por ciento el
financiamiento a la vivienda popular, hasta alcanzar un monto de 181 mil
millones de pesos”. Las medidas son risibles porque lo primero que
necesitan las familias mexicanas es trabajo no comprar artículos nuevos
que, siendo necesarios no están al alcance de las economías de
sobrevivencia y menos mediante esquemas de un supuesto
“financiamiento” que significa esquilmar más a quien menos
tiene.
Respecto al financiamiento para vivienda, el gobierno incurre en
excesos demagógicos. Apenas hace unos días se ha producido un
escándalo debido a que el Infonavit, organismo estatal dedicado a la
vivienda, vendió su cartera vencida en menos del 10% de su valor a
empresas privadas extranjeras. Son más de 50 mil créditos cuyos
titulares están en riesgo de perder, ilegalmente, su patrimonio. El
“financiamiento” que ahora propone el gobierno es para favorecer,
precisamente, a los fraccionadores asegurándoles el negocio.
c) Tarifas
eléctricas
“A partir del 1º de enero
disminuirán las tarifas eléctricas industriales: la de alta
tensión, 20 por ciento; la de media, 17, y la de baja tensión y
comercial, 9 por ciento”. Tal como dijo el año pasado,
Calderón señaló que las empresas podrán optar por
una tarifa de cargos fijos durante 12 meses.
Esto es, el
“Acuerdo” propone que las tarifas eléctricas se reduzcan
pero, solamente, tratándose de los industriales, es decir, quienes
realizan los consumos más elevados. Esta medida es, nuevamente, un apoyo
al capital con recursos públicos.
¿Cómo se
hará la reducción de tarifas a industriales en un contexto en que
la CFE cada día genera menos energía propia? Los generadores
privados NO reducirán JAMAS los precios de la energía que generan
y venden a la CFE y LFC. Entonces, habrá un nuevo subsidio al capital
para favorecer a los otros capitalistas.
Se anunció,
también, que “Nacional Financiera y Bancomext incrementarán
el financiamiento directo en 21 por ciento, hasta alcanzar 176 mil millones de
pesos: el crédito para el sector rural aumentará 10 por ciento,
hasta llegar a 84 mil millones de pesos, y el que otorga la banca de desarrollo
crecerá 26 por ciento”.
¿Ese financiamiento será
para los campesinos, está orientado a la producción de alimentos?
De ningún modo, se trata de “estímulos” al capital
agropecuario.
d) Infraestructura
Se
anunció que “la inversión pública y privada en
infraestructura alcanzará 570 mil millones de pesos este
año”.
¿De qué inversión se está
hablando? De acuerdo al Programa Nacional de Infraestructura, se trata de obras
a realizar mediante el otorgamiento de contratos. De manera que los
beneficiarios serán otra vez los empresarios e inversionistas de la
construcción.
“Como resultado del esfuerzo fiscal y los
ingresos excedentes de 2008, Calderón manifestó que
Petróleos Mexicanos contará con 17 mil millones de pesos
adicionales para inversión, y las entidades federativas, con otros 14 mil
millones para infraestructura. De igual forma, el Banco de Obras y el Fondo
Nacional de Infraestructura otorgarán créditos y garantías
por más de 65 mil millones de pesos”.
Tal monto de
excedentes es inferior al obtenido en 2008 pero lo peor es que esa cantidad
está destinada nuevamente a los empresarios privados nacionales y
extranjeros, sobre todo después de la aprobación de la
contra-reforma energética que le asignó a Pemex la facultad para
otorgar “toda clase” de contratos para obras y servicios de todo
tipo.
e) Gasto público
Al
respecto, “el Acuerdo se refiere al ejercicio del presupuesto y plantea la
aplicación de la nueva Ley de Contabilidad Gubernamental aprobada por el
Congreso de la Unión, que fortalece la transparencia y determina las
reglas que deben cumplir los tres órdenes de gobierno”.
Calderón ofreció que “el gasto en el primer
trimestre del año será 30 por ciento mayor a lo observado en igual
periodo de 2008, para lo cual desde el año pasado se autorizó a
dependencias y empresas paraestatales a iniciar, desde el primer día de
enero, la licitación de obras, bienes y servicios”. Esas
licitaciones van en la dirección de favorecer, otra vez, a los
contratistas.
¿Y, respecto al gasto corriente? ¡Nada! Eso
significa que las burocracias gubernamental y sindical seguirán
comportándose como ni ninguna crisis hubiera.
Sindicalismo por los suelos
Gamboa Pascoe, empresario y contratista que supuestamente
representa a los trabajadores de la CTM, aplaudió las medidas, lo mismo
que los charritos del Congreso del Trabajo que no representan nada; otro tanto
hizo Carlos Romero Deschamps, charro del sindicato petrolero y, a la vez,
empresario, contratista y defraudador.
La UNT no objetó el
“Acuerdo” sino que no los hayan tomado en cuenta para la firma.
Francisco Hernández Juárez, charro de la UNT y del sindicato de
telefonistas, asistió como invitado pero, dijo, que no fue consultado.
Sin embargo, salvo excepciones como Benito Bahena de la Alianza Nacional de
Tranviarios, la UNT no está en desacuerdo con el “Acuerdo”,
ni mecho menos propone alguna alternativa, todo su problema reside en que los
inviten a tomarse la foto.
Otros sindicatos ni siquiera se han
pronunciado, prefieren vivir genuflexos y con la conciencia adormilada. Esa es
la expresión de la imagen deplorable que tiene el llamado sindicalismo
mexicano: Cero acción, solamente pasividad e, incluso, corrupción
y violencia al interior de sus propias organizaciones.
Los salarios, cada
vez más deteriorados, fueron ignorados en el “Acuerdo”. Para
los neoliberales la drástica caída en el “salario
real” simplemente no existe, la privatización de la seguridad
social tampoco, el aumento en los precios de todo tipo de artículos
básicos fue omitido, lo mismo que la devaluación monetaria, como
si los mexicanos viviéramos en un mundo irreal.
Es necesario que
los sindicatos cumplan, al menos, con sus deberes elementales que son la
compra-venta de la fuerza trabajo. De no hacerlo, los charros deben ser echados;
los trabajadores están llamados para recuperar a sus propias
organizaciones de clase.
Resistencia organizada necesaria
Calderón, usurpador de la presidencia
del gobierno en turno, convocó a la unidad, al margen de diferencias
políticas o ideológicas, y a cerrar filas “incluso en un
contexto electoral intenso” como el que se vivirá este año.
Se sigue reiterando la misma demagogia. En las actuales circunstancias
políticas, económicas y sociales que vive el país y el
mundo, NO puede ni debe haber NINGUNA unidad con el gobierno
neoliberal.
En la lucha de clases no se puede proceder “al margen
de diferencias políticas e ideológicas”. Estas, con el
gobierno pro-imperialista son irreconciliables. El ambiente electorero de 2009
no es ningún argumento para esa “unidad”. Al contrario, es un
motivo más para oponerse al gobierno y a los partidos políticos
neoliberales. Ni un solo voto a ningún partido privatizador, es decir,
todos pues no hay excepciones. La contra-reforma energética de 2008 la
votaron todos los partidos con registro. ¿Por qué, ahora,
había que votar por esos partidos?
Es evidente que urge una
alternativa independiente. Desafortunadamente, no se aprende mucho de las
propias experiencias y la izquierda mexicana sigue siendo, políticamente,
inexistente. No obstante, los mexicanos (as) dispuestos a defender nuestros
legítimos intereses de clase debemos reflexionar seriamente y hacer
esfuerzos para superar tan deplorable situación.
Llamamos a
articular organizadamente la resistencia a nivel nacional e internacional
enarbolando un Programa que incluya la expropiación del capital. Si no se
toman medidas de fondo, las enunciadas en el “Acuerdo neoliberal”
serán apenas aspirinas contra una crisis que tiende a profundizarse,
extenderse y ampliarse con severas consecuencias para el conjunto de la
población. Llevar adelante la resistencia implica, ante todo, construir
la organización social estructurada territorialmente para hacer posible
una adecuada respuesta. [elektron 9 (8) 1, 8 ene 2009].
Las propuestas del gobierno neoliberal, limitadas, insuficientes y
ridículas