Normal rural
Por Alberto Híjar *
La Escuela
Normal Rural de Tenería celebra sus 81 años de vida con una semana
de actividades culturales diversas, comunitarias todas, no sólo para los
internos sino para el vecino pueblo de Tenancingo camino a Ixtapan de la Sal y
para los invitados del centro del país. La Escuela se llama Lázaro
Cárdenas del Río y forma parte de la red de más de setenta
instituciones para formar profesores con raíces campesinas capaces de
crecer en beneficio del pueblo, ese ente que no está ahí, sino hay
que construirlo con educación, cultura y promoción de proyectos
productivos más allá de la especulación mercantil. El
gobierno de Cárdenas impulsó la formación de un sujeto
nacionalista como fundamento de un Estado-nación con base obrera,
campesina y civil y para ello, las Normales Rurales fueron compañeras de
las Misiones Culturales para formar al sujeto histórico nacionalista,
antiimperialista, solidario con los procesos libertarios del mundo
entero.
Hoy sabemos que el imperialismo NO es la fase superior del
capitalismo y que el nacionalismo ha sido expropiado por el Estado de donde los
pueblos han sido expulsados para ser sustituidos por representantes espurios al
servicio de los consorcios trasnacionales. El Imperio ha logrado imponer un gran
desorden en el mundo entero y un súper gobierno comandando por el Banco
Mundial y el Fondo Monetario Internacional ha liquidado las soberanías
nacionales. Pero un fantasma recorre el mundo, el fantasma cada vez más
evidente del poder popular construido con democracia directa de los explotados.
Es la minga colombiana, ese trabajo despojado de individualismos y
negocios mercantiles en beneficio de todos. Es el encuentro internacionalista de
Vía Campesina en Maputo, Mozambique, es el encuentro de Partidos
Comunistas y organizaciones obreras en Sao Paulo, es la APPO, el Frente de
Pueblos en Defensa de la Tierra, las Juntas de Buen Gobierno y Los Caracoles
zapatistas, la organización de las bases magisteriales con los usuarios
padres de familia combativos de Morelos y sus alrededores, las organizaciones
indígenas y obreras de Bolivia, Venezuela, Ecuador, Paraguay, Brasil,
Chile, Argentina. Ahora el antiimperialismo prueba su inclusión contra el
Imperio al que opone la autogestión productiva y cultural de los pueblos,
esas naciones sometidas históricamente por oligarquías infames que
prolongaron las invasiones coloniales como guerra civil de exterminio de los
pobres y de la naturaleza hasta el extremo actual de poner en peligro la vida
del planeta y la humanidad entera.
Por esto conmueve la actualidad de
las frases pintadas en la larga barda de acceso a la Normal de Tenería,
el orgullo de comunicar los lugares de las 17 escuelas sobrevivientes
desparramadas desde Chihuahua y Sonora hasta Chiapas y Campeche. Pese a que las
500 hectáreas originales con campos de cultivo, establo, áreas
deportivas, talleres, dormitorios, comedor, auditorio, corrales, han sido
reducidas a 50, la Escuela luce limpia, resplandeciente con su azul cielo, con
jardines arbolados bien cuidados y con dos monumentos identitarios: Aquiles
Serdán, el anarquista adelantado de la Revolución de 1910 en
Puebla quien con toda su familia resistió en su casa hasta ser capturado
y fusilado y Misael Nuñez Acosta, el egresado de Tenería en 1961 y
asesinado por las huestes de Elba Esther Gordillo en 1981. Misael de cuerpo
entero hacia el frente con placa firmada con el lema de su escuela de origen:
“Ciencia, Libertad, Trabajo”.
Falta reconocer a las figuras
históricas de articulación con los pueblos. Algún
día destaparán el mural de Hernández Delgadillo, semejante
a los que pintó en todas las Normales Rurales del país, en este
caso oculto y maltratado en el auditorio. Narciso Bassols, el asombroso
Secretario de Educación Pública que logró modificar el
Artículo 3º constitucional con la proclama de educación
socialista y logró desarrollar un programa de educación sexual
desde la primaria hasta que las derechas cristeras lograron su
destitución con el apoyo de la ortodoxia seudomarxista que
consideró absurdo el proyecto socialista en un Estado capitalista.
Había que seguir, según estos conservadores, apoyando a la
burguesía nacionalista (sic). Nunca entendieron ni
entenderán el programa de transición. Desde 1927, en
Tenería fue fundada la Escuela Campesina Agrícola luego
transformada en Escuela Regional Campesina en 1933-34 hasta que en 1936 fue
fundada la Escuela Normal Rural Lázaro Cárdenas del Río.
Este proceso arraigado en la formación del pueblo en lucha ahora es
orientado al exterminio de las Normales Rurales para ser sustituidas por
Escuelas Tecnológicas con patrocinio de los consorcios trasnacionales. Ya
lo hicieron en El Mexe, Hidalgo y sólo sobreviven 17 de las más de
40 originarias, suficientes para mantener el pie la Federación Campesina
de Estudiantes Socialistas que ha tenido dirigentes tan ilustres como Lucio
Cabañas Barrientos.
Una disciplina estricta, necesaria para la
formación libertaria, se concreta en la autogestión escolar con
todo y vigilancia permanente con la articulación de bases, activistas,
comisiones y dirigencia con actividades que no descuidan la formación
política incluyente de los deportes y las artes. Cinco discos son
señal de esto. Destaca el conjunto Jaramaos y las composiciones
de orgullo normalista Recuerdos del ayer, de Armando Mancilla,
Enamorado y Gracias de Josué Caballero. Jaramao es
un vegetal casi extinto tan comestible como el quelite. Cuenta la leyenda que
gracias a él la comunidad en lucha sobrevivió a un cerco militar y
policíaco. Jaramaos se nombran los de Tenería, campesinos
de origen, profesores con capacidad plena de educar en sentido amplio. Por esto
la inquina del Estado represor contra ellos. Pero resisten, ejercen la
autogestión, mantienen un proyecto de tránsito al socialismo desde
ahora.
Normalistas rurales contra la privatización de la educación