B5- Re-nacionalización energética
El FTE de México, junto con
otros sectores sociales y populares, forma parte de la lucha independiente en
defensa de la nación viviente y sus derechos sociales. La reciente
experiencia en defensa del petróleo ha puesto a muchos mexicanos en pie
de lucha. Esta no ha terminado, ahora, se inicia una nueva etapa. Es tarea de
todos extender y consolidar el movimiento, concretando las tareas
políticas de nuestra época. Esto implica enarbolar unitariamente
un programa propio, construir organización social estructurada y
practicar la solidaridad.
Ruptura de la legalidad constitucional
El 23 y 28 de octubre de 2008, la mayoría de
senadores y diputados federales, respectivamente, aprobaron una reforma
energética que privatiza a los hidrocarburos de México, por la
vía de otorgar contratos a las transnacionales para la exploración
y producción de petróleo crudo. Esa reforma, también
reafirma la privatización eléctrica y del gas, y la extiende a
todas las fuentes de energía incluyendo a las renovables, al transporte y
distribución de productos petrolíferos, petroquímicos y
agrocombustibles por medio de ductos, así como su
almacenamiento.
Esta contrarreforma energética significa la
expropiación energética extranjera. Las propuestas fueron
formuladas por el gobierno federal, así como, todos los partidos
políticos con sus asesores y “expertos”. Debido,
precisamente, a sus “coincidencias” fue que aceptaron la
aprobación de siete dictámenes de los cuales, seis son
abiertamente privatizadores. Las reformas se refieren a leyes secundarias que
contravienen a la Constitución política del país,
especialmente a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales.
No son
medidas menores ni se ha “impedido” la privatización de
Pemex. No solo hay “rendijas” sino puertas abiertas al capital
privado extranjero, en las actividades estratégicas del sector
energético. Se trata de explícitos hechos
inconstitucionales.
El Estado de derecho no existe más. Hoy, en
materia energética, la legalidad que se aplica cotidianamente es la
indicada en las leyes reglamentarias. Hay, entonces, un manejo
esquizofrénico de la legalidad pues se invoca a la Constitución, a
la que se dice respetar, pero se aplica la legislación secundaria que
dice lo contrario, es decir, es inconstitucional.
El FTE por el camino de fuego
Los trabajadores mexicanos de la energía,
organizados en el FTE de México, estamos en total desacuerdo con la
contrarreforma energética neoliberal aprobada por la mayoría de
los legisladores de los partidos políticos, asesorados por
“expertos” que no lo son.
Con esta contrarreforma se ha llegado
al límite. La legalidad constitucional está rota. Las
cúpulas gubernamentales y políticas ratificaron a una
“Constitución” definida por el Tratado de Libre Comercio
(TLC) con Norteamérica. El TLC adicionó un inciso cinco (5) en
materia eléctrica que NO existe en el artículo 27 constitucional.
La Constitución fue modificada regresivamente incorporando, en tal inciso
cinco, figuras jurídicas ilegales para permitir la generación
eléctrica privada que, al momento, llega al 48% a nivel nacional. El
mismo proceso de desnacionalización está presente en materia de
gas, del agua e, incluso, del petróleo crudo. Con esto, la nación
ha perdido su soberanía pues el gobierno la ha entregado a las
corporaciones imperialistas.
Ante esta situación, el FTE declara que
es necesario recuperar para la nación el dominio directo sobre su
patrimonio colectivo y recursos naturales.
No hay negociación posible
con los gobiernos en turno ni con los partidos políticos estatales.
Recuperar a México supone la acción soberana del pueblo
organizado. El FTE propone organizar la resistencia con base en la lucha
política programática.
Nuestro camino tiene corazón
Los recursos naturales son de la
nación y no deben ser jamás de propiedad privada por ser recursos
patrimonio de la humanidad. A la nación mexicana viviente corresponde
restablecer la soberanía, en los términos definidos por la
Convención Revolucionaria de Aguascalientes, de 1914. Es decir, mediante
la acción directa sin esperar que un solo individuo o gobierno, por bien
intencionados que sean, resuelvan los problemas sociales del conjunto del
pueblo.
La soberanía se expresa en un programa propio, basado en la
independencia de clase, en principios y ética social, en el contexto de
la lucha de clases, que permitan realizar con éxito las tareas
políticas de nuestra época que incluyen la práctica de la
solidaridad internacional.
La defensa de las tierras, las aguas, los
bosques, los minerales, los energéticos, la biodiversidad y todos los
demás recursos naturales son una bandera de los trabajadores y los
pueblos del mundo. Es tesis del FTE de México que los recursos naturales
solo deben ser de propiedad colectiva. La lucha por la defensa de los recursos
naturales es una de las grandes causas del pueblo de México y es un
camino con corazón porque es un camino de victoria.
¡Re-nacionalización de México!
En un proceso conciente todos los mexicanos
tenemos el deber de re-nacionalizar a México. Esto significa, ante todo,
el derecho de propiedad colectiva sobre los recursos naturales, medios de
producción e infraestructura física, así como, el derecho a
la autodeterminación social, económica y política. Implica,
asimismo, el desarrollo de nuestra propia cultura.
Los mexicanos necesitamos
construir a una nación independiente y libre, democrática y
solidaria. Las estructuras estatales están caducas y, reiteradamente, se
han mostrado contra la nación. Ninguno de sus gobiernos y partidos
políticos son capaces de atender los grandes y graves problemas
nacionales. Su interés consiste, solamente, en expoliar a los mexicanos,
atropellando sus derechos sociales y políticos fundamentales, para
beneficiar al capital nacional y extranjero.
El Estado y partidos
políticos electoreros han vuelto a agraviar a los mexicanos y el momento
es de definición política, de ruptura y, al mismo tiempo, de
construcción. Re-nacionalizar a México significa enarbolar un
programa unificado. El FTE ha puesto a discusión un Programa Obrero de
transición que ahora ratificamos. Como parte del programa de los
mexicanos, proponemos a la nación organizar la lucha por la
re-nacionalización energética.
Banderas de la re-nacionalización
La re-nacionalización
energética incluye a todas las fuentes de energía, renovables y no
renovables. Es decir, proponemos re-nacionalizar a los energéticos
primarios y a la generación de energía eléctrica a partir
de todas las fuentes disponibles. Esto incluye al petróleo, el gas, el
carbón, el uranio, el agua, la geotermia, la energía de los
océanos, los vientos y la radiación del Sol que corresponden al
territorio nacional, en tierra firme y en el mar.
Las banderas de la
re-nacionalización energética son:
- 1- La propiedad colectiva sobre todos los recursos naturales
energéticos e infraestructura física de la nación.
- 2- La Política Energética Independiente basada en el uso
racional de los recursos naturales y la gestión colectiva de los
mismos.
- 3- La integración del proceso de trabajo energético bajo el
control obrero de la producción e investigación y el control
popular sobre los recursos e infraestructura
física.
Lucha independiente para rescatar a México
La re-nacionalización
energética es un proyecto de lucha para toda la nación mexicana.
Este proyecto requiere, como condición esencial, la lucha independiente
de los trabajadores y pueblo en general. Esto supone la construcción de
organización social y política, a todos los niveles y en todos los
lugares del territorio nacional.
El FTE de México propone la
organización de Consejos de Pueblos, a nivel local, regional y nacional.
Estos Consejos regirán su accionar a partir del programa y principios
definidos colectivamente y serán de carácter territorial. En el
caso de los trabajadores, se propone organizar Consejos Obreros en cada centro
de trabajo y en todas las ramas industriales.
Los Consejos son medios para
la lucha que incluyen las aspiraciones del poder político. La
Re-nacionalización no la hará ningún gobierno neoliberal ni
sus partidos. Necesitamos de un gobierno propio y de un nuevo pacto
político expresado en una nueva Constitución.
Para lograr lo
anterior se necesita definición y compromiso. No basta proclamar las
consignas, hay que materializarlas día a día, para forjar una
dirección política conciente surgida desde abajo, es decir, desde
el interior del movimiento.
El desafío que nos convoca
El desafío que convoca a los
trabajadores mexicanos, es el mismo que convoca a los pueblos y demás
mexicanos (as), porque se trata de una misma lucha con vertientes y acciones
múltiples.
La re-nacionalización de México es necesaria
y, por ser necesaria, se hará. La tarea dista de ser inmediata,
podría ser en ésta o en las siguientes generaciones, pero tiene
viabilidad histórica y política. No es sencillo lograrla porque se
necesita construir la organización, misma que, en el caso de los
trabajadores supone desafiar al charrismo sindical, y vencerlo en una lucha
generalizada, para reorganizar democráticamente al movimiento obrero y
construir una Central Unica de Trabajadores, democrática y
clasista.
En otro nivel, se necesita de la construcción de un Partido
político propio, que supere el estrecho marco electoral y enarbole
consecuentemente las banderas de la lucha social.
La organización
social de la nación mexicana es fundamental para ejercer el poder popular
verdadero. No se trata de aspiraciones burocráticas sino solidarias.
Necesitamos re-fundar a la nación desde los pueblos, es decir, a partir
de la organización independiente de la nación viviente que somos
la mayoría de los mexicanos.
La Re-nacionalización de
México significa expropiar al capital y recorrer un camino, al lado de
los demás pueblos del mundo, para construir una nueva nación
solidaria. Esta propuesta es de transformación social, de fase activa y
constructiva, y necesita del apoyo de todos los mexicanos que compartan este
proyecto.
¿Cuándo se hará? Cuando estemos listos.
¿Cuándo empezará? Ahora mismo, siguiendo la auténtica
tradición magonista, villista y zapatista, luchando incansables,
sembrando ideales, con alegría, conciencia y organización
¡Hasta la Victoria Siempre! ¡Viva Tierra y Libertad!
(b300, 10 nov
2008).
Bárbara
Oaxaca