B2- La resistencia popular
La resistencia popular contra la
privatización energética ha sido importante pero insuficiente.
El obradorismo ha sido el sector mayoritario. En algunos lugares, las bases
de este movimiento realizaron diversas acciones, no así en la mayor parte
del país. AMLO confió en “expertos” y cúpulas
políticas burocráticas. No fue posible detener la
privatización por la carencia de organización estructurada,
movilización concertada y dirección política adecuada.
“Victoria del PRD”: Perredistas
El 20 de octubre, Carlos Navarrete,
coordinador de los senadores perredistas, declaró que la
aprobación de los dictámenes, efectuada ese día, era una
“victoria del PRD” y aseguró que AMLO había
“sido enterado en detalle del contenido de los dictámenes”.
En el mitin de ese día, realizado en el Monumento a la
Revolución, AMLO dijo que “se han recibido “respuestas
positivas” de los legisladores del FAP. También
señaló que, “ya se han aceptado tres demandas que se
habían planteado como necesarias: mayores recursos a Petróleos
Mexicanos (Pemex), convertir los denominados Pidiregas en deuda pública y
la construcción de una nueva refinería”. Se refería a
los anuncios sobre el plan oficial anticrisis hechos días antes por
Calderón. Sin embargo, esos aspectos no son materia de las leyes
aprobadas.
El 21 de octubre, se pretendía dar “primera
lectura” a los dictámenes en el Senado pero este los difirió
para el jueves 23. El 21, los senadores del PRD pidieron revisar “el
artículo quinto de la ley reglamentaria del artículo 27
constitucional, para establecer la prohibición expresa a Petróleos
Mexicanos (Pemex) de otorgar áreas exclusivas o bloques de
exploración y producción de hidrocarburos a una sola empresa
contratista”.
Privatización conjurada: “Expertos”
En el mitin informativo del 21
de octubre, realizado en el Hemiciclo a Juárez, AMLO expresó que,
“en las reformas que se están discutiendo, aunque no se permite,
tampoco se prohíbe expresamente que empresas extranjeras puedan recibir
contratos para la exploración y perforación en bloques o
áreas en kilómetros cuadrados de nuestro territorio y aguas
nacionales”.
El mismo día, Cuauhtémoc Cárdenas
publicó una descripción de los dictámenes y, según
el, la reforma tiene “tres dimensiones: otorga a Petróleos
Mexicanos (Pemex) una mayor autonomía presupuestal y de gestión;
moderniza su diseño institucional y flexibiliza su sistema de
contratación de adquisiciones y de obra pública. Es una
legislación que quizás no sea todo lo profunda que se hubiese
deseado, según cada visión política, pero es, sin duda, de
gran amplitud”. Siempre acrítico, como acostumbra, omitió
cualquier cuestionamiento al nuevo “esquema de contratos”,
prohibidos constitucionalmente; de la “autonomía” está
absurdamente convencido.
Sí señaló “una
omisión importante en los dictámenes que llegarán al pleno
del Senado: el tema de los “bloques” o áreas exclusivas para
un solo contratista, asignados mediante alguna variante de los contratos de
servicios múltiples que no está considerado en los
dictámenes que este martes se dieron a conocer a la opinión
pública, lo que pudiera significar que se excluyera a Pemex del control
de las decisiones sobre esos trabajos de exploración y
extracción”.
En la noche del 21 de octubre, AMLO se
reunió con los “expertos” en la que estuvo presente Carlos
Navarrete. El vocero, Rolando Cordera, informó que “se cerró
la puerta (sic) de la propuesta privatizadora hecha por el gobierno (federal) y
secundada por el PRI”.
AMLO dejó en claro que “si bien
el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo evitó (sic), a
través de los legisladores (sic) del Frente Amplio Progresista, que entre
otras propuestas se establecieran las opciones de filiales (sic), contratos de
riesgo (sic), licitaciones públicas (sic) para contratos (sic) y
servicios en la paraestatal, el "gobierno legítimo" continuará en
la movilización en demanda de un pacto nacional en favor de la
economía popular” (sic). Al parecer, a ese momento, AMLO no
tenía claridad de lo que estaba pasando o no estaba bien informado. Todo
lo que decía que se había evitado es, exactamente, al
revés.
El economista Jorge Eduardo Navarrete -del grupo de
expertos del FAP- consideró que el resultado del proceso de
negociación de la reforma energética conjura (sic) la
privatización y por tanto "debe respaldarse (sic) totalmente (sic)".
Esto es un “éxito”: Gómez
Para el siguiente día, 22 de octubre, AMLO invitó al senador Pablo Gómez
(PRD), al embajador y “experto” José Eduardo Navarrete y al
ingeniero Felipe Ocampo para que explicaran a la resistencia qué se
había ganado y qué no. En el Hemiciclo, Gómez
detalló que “la disputa sobre el petróleo se expresó
principalmente en el intento por entregar la refinación y los ductos a
empresas privadas y, por ende, una parte del crudo a compañías
extranjeras a través de contratos de riesgo”.
Aseveró
que “una de las amenazas que aún se ciernen sobre la industria
petrolera mexicana es que se intente licitar áreas completas para
explotar los hidrocarburos”. Luego dijo que, pase lo que pase, y lo que se
decida en esa asamblea, "esto es un éxito" (sic).
En el mitin,
AMLO propuso realizar de inmediato una consulta con dos
preguntas:
“La primera: “aceptar lo hasta ahora logrado
(sic), vigilar que se cumplan los compromisos (sic) y seguir luchando para
evitar cualquier retroceso (sic) que signifique violar la Constitución,
privatizar o que continúe la corrupción en Pemex”.
Y
la segunda: “iniciar desde mañana mismo, antes de la
aprobación de las reformas en materia de petróleo en el Senado,
las acciones de resistencia civil pacífica hasta lograr que se incluyan
las demandas pendientes (sic)”.
11 mil 999 brigadistas (69.2 por
ciento de los votantes) optaron por la segunda opción, y 4 mil 713 (27.2
por ciento) por la primera, y hubo 625 votos nulos. Al parecer, solamente AMLO,
políticos y expertos del FAP creían en lo que se había
“logrado”, la mayoría no lo vio así.
Vacilante
aún después de la votación, AMLO preguntó a los
presentes: “¿Vamos a estar aquí mañana, desde las
siete?”. “¡Siiiií!”, respondieron a coro los
defensores del petróleo. “A ver, que levanten la mano (sic) los que
van a estar”, y miles de personas lo hicieron. “Bueno, aquí
nos vemos a las siete de la mañana”. Más a fuerza que de
ganas, tuvo que “iniciar” la resistencia, apenas unas horas antes de
que los senadores aprobaran los dictámenes previamente acordados.
Los preparativos de la resistencia
Durante meses se venían haciendo preparativos
para “impedir la privatización de Pemex” según
exclamó AMLO en varias “asambleas informativas”. Pero, no
tenía ese tema en su agenda política. Durante plena campaña
electoral presidencial, el 18 de marzo de 2006, en Salina Cruz, Oaxaca, propuso
seguir la misma política petrolera ¡de Fox!, especialmente con
relación a las plataformas de producción y exportación de
petróleo crudo.
Al año siguiente, el mismo día y en
el mismo lugar, los organizadores del evento excluyeron a los propios
colaboradores y apoyadores oficiosos del llamado “gobierno
legítimo”, sin darles oportunidad de intervenir para presentar las
“conclusiones” de un evento organizado al vapor días antes,
el 1 de marzo, en la ciudad de México.
En la “asamblea
informativa” del 20 de noviembre de 2007, AMLO llamó a la
Convención Nacional Democrática (CND) a reunirse el 18 de marzo de
2008 “para conmemorar” (sic) la expropiación petrolera. Pero
los acontecimientos privatizadores estaban en marcha mucho tiempo atrás.
Con la llegada del año, se hizo evidente la proyectada
privatización.
Fue entonces que se constituyó, por
designación, el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo. El 24
de febrero, frente a la Torre de Pemex, se dio a conocer un plan de resistencia
que incluía bloqueos de aeropuertos, carreteras, etc. También, se
informó que habían sido “designados (as)” los (las)
coordinadores (as) del Movimiento en cada uno de los Estados.
La movilización en el país
A partir del anuncio de Calderón, sobre su
propuesta de reforma energética, se organizaron brigadas que, en el caso
de las mujeres se les denominó “adelitas”, y se sucedieron
una serie de “asambleas informativas”. Las brigadas tuvieron una
participación destacada, específicamente en los plantones
realizados fuera del Parlamento, durante la toma de las tribunas de las
Cámaras por parte de los legisladores del FAP, que impidieron el
“fast track” del PRI y del PAN.
Se abrió, entonces, el
Debate Oficial organizado por el Senado. A este Debate, el FAP invitó a
sus amigos excluyendo, explícitamente, a los trabajadores de la
energía.
Durante los 71 días que duraron los foros
oficiales, dos actividades de la resistencia tuvieron importancia: Una, la
organización de círculos de estudio y, dos, la organización
de medios alternos de comunicación.
Varias brigadas, especialmente
en la capital del país, pero también en otros lugares como Xalapa,
Toluca, Monterrey y otras poblaciones organizaron conferencias sobre el
petróleo. Pero esta experiencia no se generalizó en el
país. En algunos lugares, las propias bases tomaron la iniciativa; en
otros, la mayoría, no hubo ninguna iniciativa.
Para el 27 de
julio, se había propuesto realizar una consulta popular sobre la
privatización petrolera, coordinada por Manuel Camacho Solís
(PRD). Las preguntas fueron, “deliberadamente”, MAL hechas por
desconocidos “académicos”. Aún así, más
del 87% de la población votamos en contra, principalmente en el Distrito
Federal y en el Valle de México. Los resultados de la consulta fueron
entregados por Marcelo Ebrard, jefe del gobierno del Distrito Federal, al Senado
sin que hubieran tenido ninguna trascendencia.
“Más de 200
mil brigadistas ya están listos”, se decía, y “se van
a movilizar en defensa del petróleo”. Durante meses, posteriormente
al fraude electoral de 2006, AMLO venía recorriendo el país. La
última vez, anunció que tenía ya 5 millones de
“representantes” del “gobierno legítimo”. En los
últimos meses, el centro de sus giras era promover la defensa del
petróleo y, supuestamente, la formación de brigadas. Pero los
millones no se vieron.
La voz de la resistencia
Las “asambleas informativas” son simples
monólogos monótonos. En algunas ocasiones, participan otros
oradores, todos oficiales u oficialistas. Jamás existe discusión,
el formato tipo mitin no lo permite. Pero sí hay propuestas, siempre
presentadas por el propio AMLO, y las correspondientes votaciones al
respecto.
En esas “asambleas”, buena parte del auditorio se
expresa con el incienso que se promueve por los organizadores para rendirle
culto a AMLO. “Es un honor estar con Obrador”,
“Pre-si-den-te!”, gritan muchos reiterando esas consignas hasta el
disgusto auditivo de los demás. Desde el templete se promueven esas
consignas, alimentado ese culto desde arriba y desde abajo.
En los
círculos de estudio la situación fue diferente. Muchos activistas
surgieron del movimiento y tomaron iniciativas. La situación fue
desigual, en algunos casos, las “discusiones” eran muy ligeras, en
otros casos había que estar “levantando el ánimo” a
cada rato. Pero hubo casos donde la participación fue amplia y el nivel
de discusión elevado.
Siempre hacía falta mucha
información. Eso era natural, la población en general no es
experta en petróleo ni tiene porqué serlo. Pero, en el curso del
movimiento, la información de todo tipo fue fluyendo.
Una de las
experiencias más relevantes fue la creación de blogs que
permitieron disponer de información diaria sobre el tema en debate. La
experiencia más sobresaliente fue
soberaniapopular.blogspot.com
que fue creciendo cada vez más e incluyó texto, imágenes,
audio, video e informes, opiniones y voces diversas, así como,
resistenciacivilpacificaennl.blogspot.com
y
resisteacapulco.blogspot.com
Los medios privados impresos, radio, TV e Internet, siempre estuvieron
contra el movimiento. Pero, cada vez más, los medios alternos e
independientes se abren paso.
La corrosión interna
En pleno movimiento se produjeron
elecciones internas en el PRD. Dos contendientes, Jesús Ortega y
Alejandro Encinas se enfrentaron en el nivel más bajo y terminaron
dividiendo al partido. AMLO tuvo una intervención desafortunada al
promover a Encinas y tratar de imponerlo.
El proceso se
desarrolló en medio de serias denuncias de corrupción y fraude.
Nada se ha aclarado a la fecha, ni se aclarará pues hubo deshigiene
política y, seguramente, intervención del Estado para producir una
votación alterada de ambas partes.
El conflicto en las
cúpulas repercutió hacia abajo. En las bases había
interés y disposición para defender el petróleo y evitar la
privatización de Pemex, pero se reprodujeron los vicios. Muchos
perredistas nunca fueron bajados de “traidores” y eso hizo
difícil el trabajo unificado, más aún, lo complicó.
Como resultado, han quedado heridas difíciles de
cicatrizar.
Arriba, no se tuvo ninguna intención para recomponer
la situación. De entrada, en una “asamblea informativa”, la
moderadora proclamó a Encinas “Pre-si-den-te”. A partir de
ese momento, Encinas jamás dejó ese templete, siempre salió
en las fotos y nunca promovió y menos organizó la lucha, ni
siquiera declaraciones hizo.
Durante el conflicto se ha observado que al
interior del PRD, AMLO y la corriente de Encinas, están en ínfima
minoría, tanto en el Congreso como en el Consejo Político. Eso es
muy contradictorio porque, al mismo tiempo, “los traidores” del
comité nacional del PRD apoyan financieramente los recorridos de AMLO por
el interior del país. En suma, el PRD no pudo elegir a su
representación nacional pero la polarización ha sido tal que ese
instituto político podría terminar “partido”.
Ausencia del Frente internacional
Además de estar ventilando
públicamente los asuntos caseros, el movimiento de AMLO se mantuvo entre
cuatro paredes, debido a los prejuicios que sostiene. Ese es un severo error.
Pretender que los problemas de México se resuelven internamente y que el
conflicto con las transnacionales e imperialismo es solo de los mexicanos, raya
en lo absurdo.
De no ser por los blogs de la resistencia y las acciones
de otras organizaciones no obradoristas, como el FTE de México, el mundo
solamente conocería las versiones oficiales del gobierno y sus
partidos.
Esta vertiente es una de las más serias deficiencias de
AMLO. Pareciera que quiere evitar toda relación con los procesos
democratizadores en Latinoamérica y el Caribe, para hacerse grato ante
los ojos del imperialismo, manteniéndose aislado. Se trata de una
ingenuidad.
Expertos e intelectuales del FAP
En una “asamblea informativa”, AMLO
presentó a quienes designó como Comité de Intelectuales en
Defensa del Petróleo. Más adelante, cuando el PAN y el PRI ya
habían presentado sus propuestas energéticas, anunció la
formación de un grupo de expertos quienes formularían una
iniciativa energética a nombre del FAP. Este grupo se integró por
muchos políticos que no son expertos, contados han trabajado en la
industria energética, muchos son economistas, otros sociólogos o
licenciados, pero nada más.
Lo más grave fue la propuesta
que hicieron pues presentaron una iniciativa energética privatizadora de
Pemex. La privatización eléctrica furtiva, la de la
petroquímica y la del gas natural fueron ratificadas. El actual 48% de
privatización en la generación eléctrica NO les dijo nada a
esos “expertos”. Más aún, la privatización de
las fuentes renovables de energía fue avalada, no se atrevieron siquiera
a hacer una simple crítica.
“Por prudencia”, los
“expertos” no cuestionaron el otorgamiento de contratos, mismos que
fueron propuestos por el FAP en la ley reglamentaria petrolera y en la ley de
Pemex. Luego, todos los partidos terminaron por aprobarlos. También
avalaron, sin chistar, la ley privatizadora de la Comisión Reguladora de
Energía y las reformas al artículo 33 de la Ley de la
Administración Pública Federal que le otorga facultades
privatizadoras a la secretaría de energía. Acerca de la ley de la
Comisión Nacional de Hidrocarburos, encargada de avalar los contratos en
exploración y producción de hidrocarburos, no dijeron
nada.
Esta iniciativa se estuvo procesando en la oscuridad, la
resistencia jamás fue enterada de nada. Al final se le llamó
“iniciativa ciudadana” y AMLO dijo que la apoyaba “sin
quitarle una sola coma”. Previamente, se había hecho una revoltura,
consecuencia de la negociación en las cúpulas, para incluir las
propuestas de Cuauhtémoc Cárdenas y de su grupo afín. La
operación política tiene las inocultables huellas de Camacho
Solís y de Cordera.
La iniciativa se puso, luego, en manos de los
senadores del PRD (Graco, Pablo y Núñez) que habían venido
trabajando con Cuauhtémoc, según lo publicó él
mismo. Finalmente, los senadores del PRD hicieron lo que quisieron y que los
“expertos” les habían dicho.
En los dictámenes
quedó la privatización de Pemex, vía los contratos de toda
clase, extendida al gas natural, los productos petrolíferos y
petroquímicos, y los agrocombustibles, así como, la
continuación de la privatización eléctrica y la
adición de las fuentes renovables que también serán privatizadas.
Las vacilaciones e incongruencias de AMLO
“Estamos listos señor
presidente”, se decía en las asambleas informativas previas al
desenlace del conflicto. “Estamos en alerta”, se expresaba.
También se dijo “Ya esta listo el plan” para la resistencia.
Pero ese plan jamás se conoció. Estén atentos, les vamos a
llamar, le decían a los brigadistas. Sin saber nada con certeza, en
algunos casos hasta se hicieron simulacros de resistencia sin que ésta se
llevara a cabo.
Siempre hablando al futuro, “Nos movilizaremos si
privatizan a Pemex”, AMLO dejaba transcurrir el tiempo, mientras los
senadores estaban dictaminando. Sin embargo, sabía lo que se
discutía. En el “cuarto de al lado”, siempre estuvo un grupo
reducido de “expertos”, entre éstos, Di Constanzo y
Sheinbaum, ambos de su propio “gobierno legítimo”.
Ya
se habían dictaminado los siete dictámenes, de los cuales, seis
son explícitamente privatizadores y AMLO no decía nada. Menos de
24 horas encontró “rendijas” a la privatización.
Jamás, hasta el momento, ha dicho nada de las “puertas
abiertas”, pues respecto al otorgamiento inconstitucional de contratos ha
callado, igual que los expertos.
Como la votación del 23 de
octubre fue a favor de movilizarse, AMLO se movió con base en las
“rendijas”. Los senadores hicieron caso omiso y los diputados
también.
El 21 de octubre se dijo en el Hemiciclo que “hoy
no pasó nada” (sic), entonces el mitin se disolvió. Al
siguiente día se votó por “iniciar” (sic) la
“resistencia”. El 23 de octubre, frente al Senado acudimos menos de
los que habían votado el día anterior. El 28, asistimos
todavía menos.
AMLO fue recibido por la mesa directiva de los
diputados. Una minoría de legisladores del PRD “tomó”
la parte alta de la tribuna en la Cámara. Abajo, se instaló la
sesión. Como había ocurrido en el Senado, la mayoría de
diputados del PRD y de Convergencia votaron a favor de la reforma.
“Traidores” les llamó AMLO y voceros oficiosos.
Claro
que traicionaron pero no fueron los únicos. Graco reviró de
inmediato y la polarización interna tiende a agravarse. Graco
reivindicó públicamente a los “expertos”. Algunos
“intelectuales” se “deslindaron”, no así los
“expertos”; “unidad no es unanimidad”, dijeron
acríticamente los escritores y políticos.
No se estuvo a la altura política requerida
Evidentemente, AMLO
terminó con un perfil muy bajo. Cuando tomó la bandera de la
defensa del petróleo creció revelando habilidad política.
Pero había una debilidad intrínseca: AMLO jamás ha estado
convencido de lo pernicioso que es para la nación la privatización
energética furtiva en marcha. Pareciera que “no sabe” que esa
privatización existe, porque siempre habla al futuro, de una
privatización por venir. Peor aún, siempre habló de una
movilización posterior (sic) a la privatización., lo cual fue un
error que advertimos oportunamente.
Organizativamente, la
situación fue peor. AMLO se niega a otorgarle la libertad al pueblo para
que ejerza el derecho a su propia autodeterminación. Los 5 millones de
afiliados de su “gobierno legítimo” no se vieron, los
coordinadores (as) estatales del Movimiento estuvieron, en su mayoría
ausentes, en algunos casos demostraron que no podían sostener ni siquiera
una conferencia de prensa. La mayoría de integrantes de su
“gobierno” no abrieron la boca, Encinas tampoco.
Haber dejado
la iniciativa en los senadores de la otra corriente del PRD lo limitó
más todavía. Los problemas sociales de México siempre se
han resuelto en las calles jamás en el Parlamento, hemos reiterado.
Reaccionar tarde ante los acuerdos legislativos, aprobar ciegamente la
iniciativa preparada por los expertos, avalar el contenido erróneo de las
preguntas en la consulta, vivir de las loas, lo perdieron y el movimiento se le
deshizo en las manos.
Mensaje al capital invasor
¿Por qué esa actitud de AMLO? Desde
nuestro punto de vista, porque carece de una estrategia correcta. Su
política se basa en el populismo con trasfondo neoliberal; no le interesa
la organización social, ni mucho menos, la afectación al
capital.
AMLO siempre ha omitido la crítica a las ya más de
300 transnacionales de la energía que han invadido a México. En la
iniciativa de los “expertos”, a ese capital NO lo tocan; tampoco
AMLO, al grado que, ya se aprobaron los dictámenes privatizadores que
avalan la privatización energética furtiva, su continuación
y ampliación y, al respecto, NO ha dicho NADA.
Comentarios del FTE
El FTE valora la lucha de los hombres y mujeres de la
resistencia civil. No lo decimos lo demostramos. Sin ser obradoristas hemos
estado presentes en las acciones, a varios niveles, más que muchos otros.
Sin embargo, lamentamos la política seguida por AMLO, ya que, al final
somos afectados todos. (b297, 7 nov 2008).
El 48.3% de la generación eléctrica ya es privada