«La privatización ha llegado a niveles alarmantes...»
Entrevista realizada
al FTE de México por el periódico Estrategia Obrera, de la Liga de
Trabajadores por el Socialismo- Contracorriente.
EO:
¿Cuál es la posición del Frente de Trabajadores de la
Energía ante la privatización?
CB: El Frente está
contra las privatizaciones, lucha por la defensa de los recursos naturales y por
la propiedad colectiva de los medios de producción, en este caso, de la
industria energética. Propone el derecho a la propiedad colectiva de los
medios de producción y al control obrero sobre la producción e
investigación, para que los procesos de trabajo se orienten a la
satisfacción de necesidades humanas. Para los trabajadores luchar contra
las privatizaciones es una necesidad. Las privatizaciones son parte de la
acumulación salvaje del capital, con consecuencias adversas para los
trabajadores y los pueblos.
EO: ¿Cuál es dimensión del
avance encubierto de la privatización de la industria energética?
CB: En México hay un proceso de privatización
energética furtiva, de acuerdo a los dictados del imperialismo. En 1992
se modificó regresivamente la Ley de Servicio Público de
Energía Eléctrica, que conquistamos en 1975 con la lucha de la
Tendencia Democrática (del SUTERM). Con las reformas se estableció
que la generación eléctrica, a través de ciertas figuras
jurídicas, no constituye servicio público. Consecuentemente, estas
actividades pueden realizarse por el sector privado.
En 1994,
entró en vigor el TLC. Éste definió lo que abarca la
industria petrolera, reduciéndola en varios aspectos, lo que ratificaron
todos los partidos políticos en 1995 cuando modificaron regresivamente la
Ley Reglamentaria del Art. 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo. A
la petroquímica «básica» le dejaron sólo 9
productos y a la que llamaron «secundaria» le otorgaron la
elaboración de los cientos de productos restantes. Así, la
petroquímica «secundaria» dejó de ser una actividad
«estratégica» a cargo exclusivo del Estado para convertirse en
«prioritaria», en la que puede participar el sector privado. Los
legisladores aprobaron que el transporte, almacenamiento y distribución
del gas natural no sean parte de la industria petrolera y, por tanto, se
aprobó que esas actividades también se privatizaran.
Al 13
de junio de 2008, la Comisión Reguladora de Energía ha otorgado
744 permisos privados de generación eléctrica en sus diversas
modalidades. Esto representa el 47% de la generación eléctrica
total a nivel nacional, misma que ya es privada y está en manos de 300
transnacionales y sus filiales, encabezadas por las españolas Iberdrola,
Unión Fenosa y Gas Natural, así como Mitsubishi, Sempra y otras.
En materia de gas natural, la CRE ha otorgado 200 permisos a transnacionales
como Gas Natural, Gaz de France, Repsol y Tractebel.
Durante el foxismo
se entregaron a corporaciones como Repsol y Petrobrás cinco Contratos de
Servicios Múltiples (CSM) para la exploración y producción
de gas seco en la Cuenca de Burgos. Calderón ya otorgó dos nuevos
CSM. También existen los Contratos de Servicios Integrales referidos a
diversos trabajos y estudios que corresponden a Pemex. En particular,
está la perforación de pozos petroleros. Empresas como
Schlumberger y Halliburton han recibido cientos de contratos para perforar en
tierra, específicamente en las regiones sur y sureste del país.
Transnacionales como Petrolia Drilling, filial de la noruega Petromena,
también han recibido contratos para perforar en el mar. De manera que la
privatización eléctrica y petrolera ha llegado a niveles
alarmantes. En el caso eléctrico, de la petroquímica y del gas, la
industria ya está desnacionalizada.
EO: ¿Qué opina de
la propuesta de reforma de López Obrador?
CB: Las propuestas de
Calderón, el PAN y el PRI, son completamente privatizadoras. Proponen
desintegrar a Pemex, otorgar todo tipo de contratos a las transnacionales,
promover la participación privada en actividades reservadas al Estado,
privatizar todas las fuentes de energía, fortalecer a los órganos
reguladores y entregar los recursos energéticos naturales al capital
extranjero. Todas estas iniciativas contravienen al Artículo 27
constitucional.
Las propuestas del Frente Amplio Progresista
señalan una cosa en el discurso y otra en el texto de sus iniciativas.
Constan de tres partes:
1) Dictamen de las iniciativas. Se analiza la
iniciativa del PAN y se concluye que debe rechazarse por inconstitucional.
Luego, se analiza la iniciativa del PRI, pero sólo parcialmente. No se
mencionan las propuestas del PRI relativas a la Ley Orgánica de la
Administración Pública Federal, que promueven la
participación privada en el sector, ni la Ley de la Comisión
Reguladora de Energía, encargada de concretar la privatización
mediante el otorgamiento de permisos privados, lo que supone que hay acuerdo al
respecto.
2) Plan inmediato para Pemex. El FAP propone reducir el pago
por concepto del Derecho Ordinario sobre Hidrocarburos (DOSH), de una tasa
actual del 74% al 65% desde 2008. Además de una serie de medidas
consistentes en apoyos presupuestales para la exploración,
producción, petroquímica, refinación, ductos,
investigación y desarrollo. Propone realizar una auditoría
integral a Pemex y una comisión especial sobre las relaciones
contractuales entre Pemex y el sindicato. Esto parte es correcta.
3)
Finalmente, el FAP propone la reforma a siete leyes secundarias. Sin embargo,
mantiene tal cual la privatizadora Ley Orgánica de la
Administración Pública Federal y tampoco dice nada sobre la
Comisión Reguladora de Energía. En otro aspecto, el FAP propone
una Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional y una nueva Ley
Orgánica de Pemex, en las que se acepta que siga la
«definición» de industria petrolera que hizo el TLC. Eso
significa que la privatización de la electricidad y el gas natural pueden
continuar, así como el otorgamiento de los permisos privados. En
síntesis, se apoya que continúe la privatización
energética furtiva.
EO: ¿Qué perspectiva hay en la
lucha de PEMEX?
CB: Pemex ha estado siempre sometido a una
política deliberadamente destructiva. Van siete décadas de una
política basada en la extracción de petróleo crudo en
volúmenes crecientes, destinados en su mayor parte a la
exportación. El procesamiento interno del crudo se abandonó y, a
la fecha, quienes elaboran los productos petroquímicos son las
transnacionales. Al mismo tiempo, las importaciones crecen, especialmente de
gasolinas, petroquímicos y gas natural.
Con reforma o sin
reforma, es necesario rescatar a Pemex. El FTE plantea la
re-nacionalización energética, que implica en lo inmediato anular
todos los contratos, concesiones y permisos privados en materia de
petroquímica, gas natural, electricidad y agua, derogar las reformas
legislativas de 1992, 1995, 1996 y 2006 en materia eléctrica y petrolera,
desaparecer a la Comisión Reguladora de Energía e impedir la
aprobación de la reforma energética mediante la lucha en las
calles.
Es importante construir refinerías que produzcan
gasolinas y generen electricidad al mismo tiempo, así como impulsar la
investigación a través de un sólo Instituto de
Energía, que estudie lo concerniente a la exploración y
explotación en aguas profundas, así como, el desarrollo de todas
las fuentes de energía, incluyendo las renovables.
La
re-nacionalización significa que los recursos naturales y la industria
energética sólo pueden ser de propiedad colectiva social, es
decir, de la nación; una política energética independiente
que implica producir hidrocarburos para su procesamiento interno, no para la
exportación, así como la utilización de fuentes
energéticas alternas, principalmente renovables, para la
generación de electricidad; y la integración del proceso de
trabajo energético bajo control obrero de la producción e
investigación.
No es tarea sencilla, requiere un alto grado de
organización, conciencia y movilización pero es viable. No hacerlo
implicará un gran desastre nacional. El capitalismo no tiene
solución a su crisis energética. La opción imperialista es
depredadora y aniquiladora. Por ello, los trabajadores debemos enarbolar nuevas
banderas, como la lucha por la energía, el agua y el medio ambiente, tan
importantes como el salario o la solidaridad.
México, 16 de
septiembre de 2008.
Fuente: www.ltscc.org.mx
Objetivo de la reforma energética: Privatizar la exploración y producción
de
hidrocarburos en el Golfo de México