La última palabra es del pueblo
“Aquí nadie puede vender la tierra,
aquí la última palabra la decide la asamblea”, se dijo en
Luvianos, en la comunidad de Acatitlán donde se llevó a cabo un
Foro en defensa de la tierra, el agua y el petróleo de los mexicanos. Es
necesario estar bien organizados y concientes, “la patria no es cualquier
cosa, defendemos la libertad como defendemos la tierra”. En el Foro, se
anunció que en la región se prepara el Primer Congreso de Pueblos
de Tierra Caliente.
La tierra, el agua y el petróleo son de la nación
Organizado por el Nuevo Movimiento Democrático, el 20 de septiembre, se
realizó en Acatitlán, municipio de Luvianos, Estado de
México, el Foro “La tierra, el agua y el petróleo de los
mexicanos”. En “Puerto de Higos” se reunieron ejidatarios,
hombres y mujeres, jóvenes y pueblo en general de Tierra Caliente.
El doctor David Bahen (FTE) inició el evento refiriéndose
al conflicto de enormes proporciones que se libra actualmente en la
nación: la defensa del petróleo de los mexicanos. Pero no solo es
el petróleo, sino la tierra, las aguas y, en general, los recursos
naturales, cuyo dominio es un derecho de la nación. En la consigna
¡Tierra y Libertad!, enarbolada por Ricardo Flores Magón y Emiliano
Zapata, el derecho a la tierra incluyó a los recursos del subsuelo y,
especialmente, a la vida. Luego, la expropiación petrolera afirmó
el derecho sobre los hidrocarburos.
Rescatar a la tierra, el agua y el
petróleo para la nación significó una Revolución, la
más grande irrupción de masas de los últimos cien
años, seguida de una Expropiación apoyada también por las
masas obreras y populares movilizadas. La acción del pueblo y
trabajadores hizo posible que el gobierno pudiera pagar la indemnización
a las compañías petroleras extranjeras, enfrentar el boicot de sus
gobiernos, la amenaza de invasión a México y que, en
extraordinarias jornadas, fuera construida y puesta a funcionar la industria de
vanguardia de los mexicanos.
Pero la nacionalización no
concluyó debido a que se siguió una política petrolera
dependiente del imperialismo, consistente en exportar cada vez mayores
volúmenes de petróleo crudo a los Estados Unidos, en detrimento
del procesamiento petroquímico interno. Esto ha llevado a que,
actualmente, México siga produciendo petróleo para exportar y, al
mismo tiempo, se importen gasolinas, diesel, gas natural y productos
petroquímicos.
Ya nos han arrebatado mucho
Luego, la nacionalización fue pervertida,
específicamente con la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con
Norteamérica, en 1994. Violando la Constitución, en ese Tratado,
se fragmentó a la industria energética, tanto eléctrica
como petrolera, mismas que hoy están sujetas a severos procesos
desnacionalizadores.
La privatización petrolera empezó en
1992, cuando Pemex se dividió en cuatro subsidiarias más Pemex
Internacional. Luego, en 1995, mediante una ley secundaria, ajustada al TLC, se
quitó de la industria petrolera a la llamada petroquímica
“secundaria” que ahora es privada y, también, a la
distribución, transporte y almacenamiento de gas natural, y la
distribución de gas LP por medio de ductos, actividades que ahora
realizan las transnacionales y sus filiales.
El mecanismo seguido fue el
otorgamiento de permisos privados a los particulares, a través de la
Comisión Reguladora de Energía (CRE). Al momento, con 200 permisos
de ese tipo, las corporaciones y sus filiales ocupan el territorio nacional
dividido en 15 regiones geográficas. Algo peor ha ocurrido en materia
eléctrica, con 744 permisos privados que han permitido a las
transnacionales apoderarse ya del 47% de la generación eléctrica
total a nivel nacional.
La Patria es la tierra de todos
Ahora, con la llamada reforma energética,
el gobierno federal pretende destruir por completo a Pemex,
desintegrándola totalmente para entregar por pedazos cada función
constitucional al imperialismo, incluyendo la refinación del
petróleo, el sistema nacional de ductos, la exploración y
producción de petróleo crudo y gas, y la producción de
petroquímicos. La entrega de los hidrocarburos se proyecta, tanto en
tierra como en el mar, incluyendo las aguas profundas del Golfo de México
que las transnacionales tienen como objetivo geopolítico.
En todos
los casos, el PAN y el PRI proponen otorgar concesiones, contratos y permisos
privados, abiertamente en contra de lo dispuesto por la Constitución que
prohíbe el otorgamiento de contratos a los particulares. También
se propone privatizar todas las fuentes de energía e, incluso,
concesionar el Golfo de México, tanto en las aguas superficiales como las
someras, intermedias, profundas y ultraprofundas. El objetivo es buscar,
encontrar y sacar todo el petróleo que se pueda para satisfacer las
necesidades norteamericanas.
La propuesta del FAP también carece
de decoro porque elude ir al fondo del problema y, en busca de una
negociación de cúpula cede en aspectos fundamentales, avalando la
privatización energética furtiva en marcha, autorizando contratos
y aceptando la desintegración del proceso de trabajo petrolero y
eléctrico que “definió” el TLC en contra de la
nación.
La privatización de Pemex es inconstitucional
porque el petróleo no es del gobierno, ni del Estado, sino de todos los
mexicanos. Por tanto, ni Calderón ni los partidos políticos tienen
facultades para entregar los recursos naturales de la nación al
extranjero.
En consecuencia, los mexicanos debemos defender a la
nación porque es la tierra de todos. Si en 1997, el gobierno
abolió el ejido, si desde 1992 se ha venido privatizando la
energía y el agua, es la hora de ponernos en movimiento para
re-nacionalizar a México.
Esta es una gran causa del pueblo
mexicano. ¡Tierra, Independencia y Libertad! es nuestro grito de combate y
todos estamos llamados a hacer esta historia.
Las aguas nacionales se están privatizando
Luego, el sociólogo Angel
Martínez, de la Coordinadora de Trabajadores en Defensa del
Carácter Público del Agua, se refirió a la
privatización de las aguas nacionales (lagos, ríos, lagunas,
manantiales, ojos de agua). Hizo un recuento de las condiciones impuestas por el
Banco Mundial para el desmantelamiento de las instituciones estatales encargadas
y, así, dar paso a las concesiones privadas y a las diversas formas de
privatización del agua.
La privatización no está
solamente en las concesiones para producir agua embotellada, refrescos y
cervezas sino, también, en los permisos para perforar pozos, en la
apropiación privada del agua de los volcanes, en el mercado negro del
agua y en las concesiones privadas de los sistemas municipales del agua potable.
Con el otorgamiento de títulos de concesión y permisos de
explotación podrían privatizarse hasta los
manantiales.
Según la Secretaría del Medio Ambiente y
Recursos Naturales (Semarnap), de los 4,500 municipios del país, ninguno
tiene privatizado el sistema de agua. Sin embargo, las transnacionales
españolas están en Saltillo, Aguascalientes, Hermosillo, Navojoa y
Huixquilucan. En el Estado de Hidalgo, están en estudio 39 municipios
para privatizar el agua potable y el alcantarillado. En Querétaro y
Acapulco, aún no hay privatización pero existe la amenaza, lo
mismo en Zihuatanejo y Guadalajara, así como en San Luís
Potosí.
El Estado de México está en la mira,
especialmente Naucalpan y Tlalnepantla. En ambos casos, los gobiernos del PAN ya
cambiaron la ley de agua potable y alcantarillado para permitir la
intervención privada. La propia ley de biodiversidad permite la
explotación privada de los bosques y aguas. En ningún caso se
consultó a la población.
En suma, las aguas nacionales se
están privatizando desde 1992 y al momento existe un panorama
sombrío. De allí la necesidad de organizarnos, concluyó Angel.
Recuperar lo que ya está privatizado
“El agua nos está llegando al cuello, es
necesario luchar”, dijo un compañero que asistió al Foro de
Luvianos. La privatización es entregar lo nuestro al extranjero. Las
cosas no son como dice el gobierno porque esconde muchas cosas. Los diputados y
senadores pueden llegar a acuerdos “porque se venden”. Los
demás sufriremos las consecuencias de no defender las riquezas de
México. “Nos toca unirnos para impedir la reforma energética
y recuperar lo que ya está privatizado”, expresó. Luchemos
ahora para no arrepentirnos de no haber hecho nada.
Otro compañero
preguntó “¿cómo podemos salir al frente?”,
además de hablar. Organizando todo bien planeado, contestó el
mismo y, luego, se le explicó que construir la organización,
debidamente estructurada, unificada y coordinada es algo crucial para estar en
capacidad de tomar acciones. Es importante no quedarse en la comunidad sino
extender el movimiento por todos los rincones del país, empezando por los
cercanos ¿Qué apoyo se necesita? volvió a insistir. Por mi
parte “aquí estoy” pa’ lo que haga falta.
Las
acciones son variadas y múltiples y, en cada lugar, deben decidirse de
acuerdo a las condiciones y al nivel de organización alcanzado. Esto
significa que la organización local debe tener dinámica propia,
coordinada a nivel regional, estatal y nacional. Se necesita de un movimiento
territorial que incluya a todos y los integre con un programa de
lucha.
Un compañero más expresó “los intereses
de la nación son los intereses de todos”, estamos aplastados por
Estados Unidos y el gobierno, quieren tenernos comprometidos para no
levantarnos. “¿Cómo le vamos a hacer?”.
Hay
varios enemigos al frente que utilizan la represión y la
intimidación, contestó otro compañero. A lo mejor, muchos
van a caer, agregó. Así fue en la Guerra de Independencia pero,
cuando unos cayeron, otros se levantaron, dijo. Así ahora, hay que
unirnos, no hay que apartarnos para que no “acaben” al
movimiento.
Luego reflexionó ¿con qué contamos? Porque
hacen falta recursos, dijo. Si a la primera vamos a caer “no tiene
caso”. Tenemos que unirnos, “no tengamos miedo” si no mejor ni
nos metamos. Necesitamos conciencia, “entrega total”, señaló.
Primer Congreso de 16 Pueblos Calentanos
Otro compañero dijo que se
debía “estar claros” que, en este movimiento, “no se
van a recibir cosas a cambio”, como nos han acostumbrado los gobiernos.
“Este es un movimiento social, aquí están los intereses de
todos”, queremos la libertad como Hidalgo, como Morelos, que no se
vendieron ni entregaron. Entusiasmado dijo: “la patria no es cualquier
cosa, defendemos la libertad, como defendemos la tierra, es necesario estar bien
organizados y concientes de lo que vamos a buscar”.
Después, una compañera de “Unidad
Patriótica” en el Estado de México llamó a los
asistentes a “calibrar a que se está dispuesto”. Se trata de
ponernos de acuerdo para que no se privatice el petróleo, ni la
energía ni el agua. “Tenemos que ser claros en la búsqueda
de la unidad y tomar una bandera” porque los grandes problemas sociales de
la nación no se resuelven en las Cámaras sino en las calles.
Tenemos que organizarnos y movilizarnos. Por ello, dijo, en Luvianos se
está preparando el Primer Congreso de Pueblos de Tierra Caliente y se
está construyendo un Nuevo Movimiento
Democrático.
Después, el compañero Sebastián
Aguilar, expresidente del comisariado ejidal, comentó que las tierras y
los manantiales del pueblo se querían vender y “ya andaban
ofreciendo dinero a las comunidades” pero “aquí la
última palabra la decide la asamblea”. ¡Aquí no se
puede vender!, expresó, los acuerdos son a través de las
comunidades. Por eso, “vamos a hacer el Primer Congreso de 16 Pueblos
Calentanos este 22 de noviembre de 2008, contra la contaminación
ambiental y la pobreza extrema, y en defensa de los recursos naturales”.
Acto seguido, invitó a todos a participar en comisiones para el
éxito del evento. Previamente al Congreso, los 16 pueblos formarán
el Consejo de Pueblos de Tierra Caliente que incluirá a comunidades del
sur del Estado de México, así como de Michoacán y Guerrero.
“La última palabra será del pueblo”
Respecto del agua se dijo:
“los 16 pueblos deben saber lo que aquí se ha dicho”. Estos
asuntos se van a discutir en el Congreso de Pueblos, se
anunció.
También se comentó que el gobernador del
Estado de México ha propuesto un impuesto ambiental “para
reforestar”, como si los pueblos fueran los culpables de la
deforestación. Angel Martínez informó que en Neza, Chalco y
Ecatepec, el pueblo ya se amparó.
Un compañero dijo que con
el Programa de Certificación de Derechos Comunales, “el que venda
se quedará en extrema pobreza y ya no tendrá tierra”.
Alertó que, con ese plan, se divide a las poblaciones. Pero,
reiteró que “si se llevan el agua o no, la última palabra
será de nosotros”. Tenemos que organizarnos por
necesidad.
Para finalizar, otro compañero dijo que “la
unidad que necesitamos es la de todo el pueblo, no nos vayamos por partidos
políticos”. Los compañeros (as), muy animados, manifestaron
que iban a preparar el siguiente evento y vamos a leer los materiales que se
entregaron “para estar bien informados”, dijeron. (b241, 21 sep 2008).
Los ejidatarios de Luvianos defienden la tierra
Para el 22 de noviembre habrá congreso de los pueblos calentanos