Petroleros en el Senado
Procedentes de varias partes del país
trabajadores petroleros hacemos presencia en el Senado de la República.
El objetivo es manifestar la opinión de los trabajadores del sector ante
la reforma energética promovida por el gobierno, y partidos
políticos afines, tendiente a privatizar a Pemex. Los trabajadores fuimos
excluidos del Debate Oficial pero somos parte del Debate Popular. En el mitin
que realizaremos exigiremos rendición de cuentas, tanto de Pemex como del
STPRM, y nos pronunciaremos contra la corrupción administrativa y
sindical que ha desnaturalizado a Pemex y al sindicato
petrolero.
La corrupción es privatización
Con nuestros propios medios los petroleros
mexicanos hacemos presencia en la capital del país. De varias partes nos
movilizamos para presentar ante el pueblo de México nuestra
crítica, opiniones y propuestas alternativas con motivo de la propuesta
gubernamental consistente en un paquete de 6 iniciativas de reforma a la
legislación petrolera secundaria que pretende la privatización de
la industria petrolera nacionalizada y la entrega de los recursos naturales
propiedad de la nación a las corporaciones transnacionales. Esas
iniciativas contravienen a la Constitución y deben ser
desechadas.
Las iniciativas proponen otorgar todo tipo de contratos al
capital extranjero en áreas reservadas de manera exclusiva al Estado que
deben ser realizadas por Pemex. Las correspondientes actividades forman parte de
nuestra materia de trabajo; pero, lo más importante, se trata de
funciones que constituyen un patrimonio colectivo de la nación para
ejercer su soberanía energética.
La política
petrolera oficial, seguida en ya varias décadas, debe cambiar
radicalmente. A la fecha, esa política ha significado la pérdida
cuantiosa de los hidrocarburos, mismos que deben procesarse internamente para
satisfacer las necesidades de productos petrolíferos y
petroquímicos. La sola extracción de petróleo crudo y su
consecuente exportación es inconveniente para los mexicanos. El
despilfarro de las reservas probadas debe cesar, reponer esas reservas es una
necesidad a partir del desarrollo de los campos de la plataforma terrestre y de
las aguas someras. No es necesario comprometer los recursos no descubiertos
aún de las aguas profundas.
Uno de los mecanismos que ha afectado
a la industria petrolera nacionalizada es la corrupción que las sucesivas
administraciones en turno y las cúpulas sindicales han seguido. En el
pasado reciente, primero fue el PemexGate I, luego el PemexGate II. En el primer
caso, más de 1,400 millones de pesos fueron entregados a Carlos Romero
Deschamps y su grupo; en el segundo, más de 7,500 millones de pesos se le
volvieron a entregar. Con el PemexGate I hubo desvío de los recursos de
Pemex, a través del STPRM, para financiar campañas presidenciales
fallidas. Con el PemexGate II, los recursos entregados al STPRM para supuestos
beneficios a los trabajadores se quedaron en manos de unos
cuantos.
Tratándose de la paraestatal, la transparencia es
inexistente. Miles de trabajadores son considerados en una categoría de
confianza que ni es tal ni se justifica legalmente. Por su parte, los
funcionarios y mandos medios han sido favorecidos políticamente por los
gobiernos en turno.
Pemex es una de las empresas petroleras más
rentables del mundo pero resulta que opera con pérdidas. Esto se debe no
solamente al régimen fiscal depredador de la paraestatal, sino a la
creciente corrupción. Tal parece que Pemex tiene dos o tres
contabilidades paralelas. Baste señalar que ni los trabajadores ni el
pueblo de México sabemos de los ingresos que obtiene Pemex International.
El actual director ha dicho ante el Senado que la información está
contenida en los datos globales de Pemex pero nadie conoce los respectivos
documentos. Tampoco se conocen los datos operativos y financieros de las
gasolineras que operan en Estados Unidos, en alianza con la Shell, ni tampoco se
sabe de los resultados accionarios con Repsol. Si sabemos, en cambio, de la gran
cantidad de contratos ilegales entregados a las transnacionales para explorar y
producir gas seco en la cuenca de Burgos, y otros, para perforar pozos en el
sur, y en el sureste marino.
Ahora, con la reforma energética se
propone otorgar todo tipo de contratos, incluyendo los contratos de riesgo, para
la exploración y producción de petróleo crudo y gas natural
asociado. Los petroleros no estamos de acuerdo. La corrupción
también significa privatización.
¡Unidos Venceremos!
Los petroleros mexicanos defendemos nuestros
legítimos derechos, laborales, sindicales, políticos y sociales
pero, también, defendemos los intereses de la
nación.
Fueron los trabajadores petroleros de la época
quienes, enfrentando innumerables atropellos y asesinatos, lograron fundar a un
sindicato que en su momento fue ejemplar. La huelga de 1937 desembocó en
la Expropiación Petrolera decretada por el Gral. Lázaro
Cárdenas, con la participación destacada del Gral. Francisco J.
Múgica. El decreto expropiatorio “llegó al alma del
pueblo” y éste se desbordó en apoyo solidario a una de las
grandes causas del pueblo de México. Con ello, el petróleo y la
infraestructura industrial fue rescata para la nación. Luego, los
petroleros apoyados por universitarios y politécnicos construimos a la
industria más importante de la nación, incluyendo el desarrollo
tecnológico necesario a través del Instituto Mexicano del
Petróleo.
Hoy, los políticos neoliberales proyectan la
acción política de despojo más grave que se recuerde en el
último siglo. ¡No lo permitiremos! El pueblo de México, el
mismo que apoyó la Expropiación de la industria petrolera,
está nuevamente en las calles del país. Los petroleros no somos
ajenos a esta lucha. En medio de serias dificultades resultado de la
antidemocracia y represión que se viven cotidianamente en el STPRM
también somos parte de la nueva causa del pueblo.
Llamamos a todos
los compañeros (as) a movilizarnos en todo el sistema petrolero y
defender nuestra materia de trabajo, nuestros derechos sindicales y el
patrimonio de la nación. Llamamos a todos (as) a ser parte activa de un
mismo movimiento unitario sin distinciones de ninguna índole. Llamamos a
luchar unidos (as) con el carácter de trabajadores (as) petroleros (as) y
de mexicanos (as).
Hoy 17 de julio de 2008, nuestra protesta ante el
Senado de la República deja constancia que los petroleros (as)
también somos mexicanos (as) y que, aún en duras circunstancias,
hay trabajadores (as) dispuestos a defender a Pemex, a la Patria y a nuestros
derechos de clase.
Invitamos al pueblo de México a
acompañarnos y estrecharnos en un abrazo solidario. No nos quedaremos
desmovilizados. En las diversas partes del país promoveremos las acciones
al alcance para defender a Pemex, al artículo 27 constitucional en
materia de hidrocarburos y, también, a nuestro propio sindicato mismo que
rescataremos y refundaremos democráticamente. El STPRM es nuestro, de los
trabajadores petroleros en lucha. ¡Unidos Venceremos! (B177, 17 jul
2008).
P.D. Los trabajadores petroleros mexicanos expresamos nuestra
solidaridad con los trabajadores petroleros brasileños, agrupados en la
Federación Unica de Petroleros (FUP), en huelga contra Petrobrás
en las plataformas marítimas de la cuenca de Campos, Río de
Janeiro, Brasil.