El FAP prepara iniciativa
El 2 agosto, el Frente Amplio Progresista (FAP)
anunció el compromiso de sus bancadas legislativas, de las dirigencias
partidistas que lo integran y del “gobierno legítimo”, que
encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de asumir
íntegramente la propuesta sobre una reforma energética que elabore
un grupo de expertos. Esta propuesta debe abrirse a la discusión de la
resistencia en movilización. Los trabajadores de la energía
proponemos: ¡Integración del proceso de trabajo petrolero!, ¡No
a la “autonomía de gestión! ¡Desaparición de los
órganos reguladores!, ¡Derogar las reformas inconstitucionales de
1992 y 1995 en materia eléctrica y petrolera! ¡Cancelación de
todos los contratos, concesiones y permisos privados
inconstitucionales!
Dictaminar en contra de las iniciativas del PAN-PRI
El FAP señaló que la propuesta por elaborar tomará en cuenta las
iniciativas que han trabajado las corrientes partidistas, los planteamientos de
los Foros del Debate Oficial organizado por el Senado y los resultados de la
consulta popular del 27 de julio anterior.
¿Propuestas de corrientes
partidistas? ¿Eso incluiría a las del PRD, enfrentadas como lo
están? De los Foros oficiales, algunas propuestas son rescatables, otras
no y faltan algunas no consideradas. Respecto a los resultados de la consulta,
las preguntas fueron incompletas. Estimamos, por tanto, que el FAP debe elaborar
una propuesta seria y a fondo, ante una oportunidad histórica si asume
los sentimientos de la nación.
Se ha dicho que, en primera
instancia, se elaborarán dictámenes de rechazo a las iniciativas
del PRI y el PAN previendo que, en caso de ser aprobadas, se procedería a
interponer un recurso de inconstitucionalidad. La medida es muy acertada.
Seguramente se tomará en cuenta la experiencia en materia
eléctrica, con relación a la iniciativa eléctrica de
Zedillo y Téllez (1999), misma que rechazó el Senado en 2002 a
instancias del Lic. Manuel Bartlett, mismo que ahora integra una de las
comisiones formadas por el FAP.
Es necesario dictaminar en contra de la
iniciativa presentada por Felipe Calderón y apoyada por el PAN. Se trata
de una propuesta inaceptable e improcedente, ya que, el paquete de cinco leyes
secundarias en materia petrolera son violatorias de la Constitución.
Punto por punto, la propuesta neoliberal debe ser desechada.
Lo mismo en
el caso de la iniciativa presentada por Manlio Fabio Beltrones junto con varios
senadores y diputados del PRI. Esa propuesta debe ser dictaminada en contra por
tratarse de reiteradas violaciones constitucionales en materia de
hidrocarburos.
En el caso de que estos dictámenes fueran
rechazados por una mayoría de senadores del PRI y el PAN, quedaría
el recurso de inconstitucionalidad. Este, sin embargo, requeriría del 33%
de legisladores de la minoría.
La alianza PRI-PAN solo tiene la
opción de votar en contra de los dictámenes presentados por el
FAP. Quedaría en evidencia el atraco que hemos venido denunciando, junto
con otras fuerzas, de la alianza política de los privatizadores. La lucha
pasaría a otro nivel.
La propuesta del FAP
El FAP dio a conocer a la prensa que
prepararía, también, una propuesta de reforma energética.
La propuesta que elaborarían “expertos” se convertiría
en iniciativa una vez que haya concluido la consulta en los estados faltantes
prevista para los días 10 y 24 de agosto. De acuerdo a lo expresado, el
FAP considera que su propuesta será diferente a las del PAN y el PRI,
ambas caracterizadas por auspiciar la privatización de
Pemex.
¿Qué tan diferente será? La propuesta del FAP
debiera ser opuesta a las presentadas por el PRI y el PAN para expresar dos
modelos diferentes de nación y de industria energética.
El
FAP declaró que plantea presentar un proyecto de reforma presupuestal,
así como medidas hacendarias y fiscales que fortalezcan a Pemex.
Asimismo, se fijarían lineamientos para un plan nacional de
energía.
También, ante las denuncias hechas por Arturo
González de Aragón, titular de la Auditoría Superior de la
Federación, como la utilización de excedentes petroleros para
cubrir el déficit fiscal, el FAP propuso la creación en el
Congreso de la Unión de una comisión investigadora que analice el
tema. En su caso, deberán aplicarse sanciones, lo que motivaría
una denuncia ante la Procuraduría General de la República.
Integración del proceso de trabajo petrolero
Según el FAP, un aspecto
crucial es la defensa de Pemex como una industria integrada, controlada y
administrada por el Estado.
¡Muy bien! Eso significaría
derogar los aspectos regresivos en materia eléctrica y petrolera
relacionados con la reformas de 1992 y 1995 a la Ley de Servicio Público
de Energía Eléctrica y a la Ley Reglamentaria del Artículo
27 Constitucional en el Ramo del Petróleo. En el primer caso, se dio
margen a la privatización eléctrica que alcanza ya el 47% de la
generación eléctrica total a nivel nacional. En el segundo, se
reafirmó la privatización de la petroquímica
“secundaria” y de la distribución, transporte y
almacenamiento de gas.
En ambos casos, la privatización furtiva se
ha materializado mediante ilegales permisos privados otorgados por la
Comisión Reguladora de Energía, creada en la ley de 1993 que fue
reformada en 1995. Esta Comisión debe desaparecer lo que implica abrogar
la correspondiente ley.
Sobre estas bases, se podría pensar en una
industria verdaderamente integrada, acorde con lo dispuesto por el
artículo 27 constitucional. La integración implica a todo el
proceso de trabajo, es decir, la planeación, investigación
científica, desarrollo de la ingeniería, exploración,
perforación, producción de hidrocarburos, procesamiento de los
mismos (refinación, tratamiento del gas y petroquímica),
almacenamiento, transporte, distribución y comercialización de los
hidrocarburos, productos petrolíferos y petroquímicos.
Esto es, una iniciativa integradora de Pemex debe estar basada en el
proceso de trabajo y no en interpretaciones legislativas arbitrarias.
Eliminar la “autonomía de gestión”
Si el FAP pretende una iniciativa energética consistente debe eliminar toda
referencia al concepto pervertido de “autonomía de
gestión” porque “allí está el veneno”.
Ese concepto, promovido por el PAN y el PRI, constituye el mecanismo para
desintegrar a Pemex y privatizar todas las fases del proceso de trabajo,
otorgando todo tipo de contratos al capital privado extranjero, con base en
decisiones unilaterales de un gobierno corporativo.
La propuesta del FAP
debe suprimir el otorgamiento de contratos, concesiones y permisos privados a
los particulares, en congruencia con las disposiciones constitucionales y
teniendo en cuenta que, los diversos contratos en materia de exploración
petrolera conducen al riesgo compartido que implica la participación de
las transnacionales en los recursos naturales descubiertos y la consecuente
parte de la renta petrolera, mientras el gobierno y el Estado asumirían
solamente el papel de “mirar desde lejos” pues no tendrían
ningún control.
Además, ningún órgano
regulador tiene razón de ser en el caso de la industria energética
nacionalizada. La regulación fue propuesta en un esquema de mercado
privado que contraviene al Pacto político de la nación
tratándose de las industrias eléctrica y petrolera.
¿El PRD presentará otra propuesta?
El senador Graco Ramírez
declaró que el acuerdo del FAP “es una magnífica noticia,
porque hemos logrado ponernos de acuerdo e ir muy fuertes y unidos a esta
última fase de la reforma petrolera”.
Graco dijo que
“esta propuesta logró la unidad de todos los grupos y
corrientes” del PRD para sacar adelante el proyecto. Agregó que,
“con esta decisión se destraba el conflicto interno, porque
estábamos preocupados en los falsos dilemas: uno, que había que
privilegiar la movilización y rechazar cualquier propuesta, otro era
generar una confrontación de tal magnitud que impidiese que el PRI y el
PAN pudieran votar; iba a ser una confrontación muy fuerte, que al final
iba a dañar al país, y aunque apareciéramos como
víctimas, pero derrotados, el país sufriría una
privatización parcial o total como la plantea Felipe
Calderón”.
Luego expresó que “vamos a presentar
propuestas, iniciativas que estarán acompañadas de toda esa fuerza
moral y política de los intelectuales, especialistas y
científicos; la propuesta que presenten al FAP la vamos a defender, y se
construye por toda la diversidad y pluralidad que está de acuerdo en que
no se privatice Pemex”.
Pero, ¿estas declaraciones son reales
o ficticias? Durante mucho tiempo, una parte del PRD ha insistido en formular su
propia propuesta; encabezados por Graco han reiterado que trabajan al respecto.
En los medios se ha escrito, sin desmentirlo, que Graco se ha reunido en varias
ocasiones con Cuauhtémoc Cárdenas con ese
propósito.
Graco y su grupo ¿asumirán la propuesta
elaborada por los “expertos” que ha invitado el FAP?,
¿porqué no se suma Cárdenas a una propuesta única?, o
¿darán lugar a un mayor encono de insistir en otra
formulación? Lo último sería muy corrosivo para el
movimiento. Por lo demás, si el PAN y el PRI rechazan mayoritariamente el
dictamen del FAP en contra de las iniciativas privatizadoras, ¿se
evitará la confrontación?, ¿se suprimiría la movilización?
Abrir espacios para la discusión
El FAP declaró que el proyecto que
se presente no podrá considerarse iniciativa de ley en tanto no concluya
la última fase de la consulta popular, prevista para el 24 de agosto. Los
especialistas acordaron trabajar en comisiones y elaborar algunos borradores que
examinarán en la plenaria del 8 de agosto. A la semana siguiente
tendrán una discusión abierta con los grupos parlamentarios del
FAP, los partidos, el “gobierno legítimo” y el Movimiento en
Defensa del Petróleo, para que ellos reaccionen frente a los
planteamientos.
Los trabajadores de la energía no fuimos
invitados. No obstante, consideramos que, antes de que el FAP presente su
iniciativa, se debieran abrir espacios a la resistencia movilizada, seamos o no
obradoristas, al menos para opinar. Si esto no se hace, dejamos constancia de
nuestras consideraciones: ¡Integración del proceso de trabajo
petrolero!, ¡No a la “autonomía de gestión!,
¡Desaparición de la Comisión Reguladora de Energía!
¡Cancelación de todos los contratos, concesiones y permisos
privados! ¡Derogación de las reformas privatizadoras en materia
eléctrica y petrolera de 1992 y 1995! (b198, 6 ago 2008).
Resistencia civil pacífica en defensa de Pemex.
FOTO Marco Peláez, en www.jornada.unam.mx