Destruyen al IMP desde adentro
Acrítico, desconocedor de la industria
petrolera nacionalizada, desinteresado en la investigación y desarrollo
tecnológico propios, Heber Cinco, director del Instituto Mexicano del
Petróleo (IMP), acudió a los Foros del Senado para apoyar la
reforma energética de Calderón que privatizaría a Pemex y
eliminaría al IMP. Para Cinco, la “solución” a la
gestión tecnológica es la “autonomía de
gestión” para Pemex y las distintas modalidades de
contratación. El desarrollo de la ingeniería, la
investigación básica y aplicada NO existen; para Cinco, lo que
cuenta son los negocios
(privados).
Investigación para los negocios
De entrada, Heber Cinco, director del IMP, dijo
el 3 de julio que asistía al Foro como “técnico, profesor,
investigador, consultor, empresario, funcionario de Pemex” y director
general del IMP. Sin embargo, se expresó como simple
“apoyador” de la reforma privatizadora de Pemex.
Cinco
señaló que “actualmente, existen diversos retos en la
Industria Petrolera que deben ser atendidos con nuevas
tecnologías”. En lo referente a la exploración y
producción de hidrocarburos expresó que “cualquier
desarrollo o asimilación de nueva tecnología deberá estar
orientada por las metas de negocio”. Para este burócrata la
investigación y desarrollo no deben orientarse a la solución de
problemas nacionales, que permitan satisfacer las necesidades humanas de los
mexicanos, sino a las metas de los negocios, es decir, de la ganancia
privada.
Para Cinco, de las metas con mayor impacto en el desarrollo
tecnológico “destaca el mantener la producción de aceite y
tener un crecimiento de la oferta de gas superior a la demanda, así como
mejorar los resultados exploratorios para mantener una relación reserva
probada vs. producción de 10 años”. Se trata de la misma
línea de argumentación de la burocracia de Pemex, cuya
antinacional política petrolera se ha reducido a producir cada vez
más para exportar.
Importan las aguas profundas
Tomando como base la declinación de
Cantarell, Cinco dijo que “esto plantea la necesidad de explorar los
recursos que se encuentran en las aguas profundas del Golfo de México,
donde se ubican más del 50% de los recursos prospectivos”. Sin
embargo, señaló que “el descubrimiento, desarrollo y
explotación de los yacimientos en estos ambientes requiere de
tecnología sumamente especializada, de inversiones de alto riesgo y de
una gran capacidad de ejecución”.
Otra vez la repetición del
rollo de Jesús Reyes Heroles y Georgina Kessel. A Cinco le interesan
también las aguas profundas del Golfo de México pero no para que
el país desarrolle tecnología propia sino para contratar esa
“tecnología sumamente especializada”. Con base en la
orientación basada en los negocios el IMP ha sustituido a los programas
de investigación por los portafolios de negocios, la investigación
se realiza escasamente, lo que importa es facturar a los clientes a quienes se
venden servicios no tecnología. A las administraciones en turno del IMP
no les interesa el desarrollo.
Autonomía para Pemex, la “solución”
Cinco planteó que
“para aprovechar adecuadamente las capacidades tecnológicas, desde
la investigación aplicada hasta el mantenimiento y actualización
tecnológica de los procesos productivos, se requiere dar mayor
autonomía y flexibilidad a Petróleos Mexicanos”.
Se
trata de una barbaridad. Los funcionarios del gobierno federal se apoyan en
cualquier cosa para insistir en una autonomía de gestión para
Pemex, misma que tiene hace décadas según se indica en la misma
Ley de Entidades Paraestatales. Pero no es la “autonomía de
gestión” lo que quieren sino la “autonomía
pervertida” para privatizar a Pemex.
Según Cinco,
“dicha flexibilidad administrativa y operativa deberá dar lugar a
prácticas y procedimientos que generen condiciones suficientes para que
las instituciones y empresas tecnológicas provean productos y servicios
más competitivos”. Cinco miente. La “flexibilidad” de
que habla sería para el otorgamiento de contratos a las transnacionales
en aquellas funciones estratégicas que corresponde realizar a Pemex, y al
IMP, de manera exclusiva.
La propuesta de Cinco es perversa no solo contra Pemex
sino contra el mismo IMP. Este no interesa a Pemex ni las transnacionales
porque, a éstas, no interesa desarrollar tecnología sino venderla.
Con la privatización de Pemex, el IMP quedaría condenado a la
inanición.
Fortalecer (privatizar) a Pemex, ¿fortalecería al IMP?
Otra de
las propuestas de Cinco para disponer de tecnologías de vanguardia es
“la de generar una cartera de proveedores de base tecnológica y
establecer reglas de adquisición a través de convenios para la
asimilación de las tecnologías correspondientes”. Para ello,
puso de ejemplo a Brasil.
Insistió en la “autonomía de
gestión” para Pemex y dijo que “las actuales condiciones con
las que opera Pemex, no permiten una adecuada gestión de
tecnología debido a que no es posible generar una visión de largo
plazo. Reiteró que “la iniciativa para fortalecer a Pemex ...
incluye elementos que favorecerán el establecimiento de prácticas
de gestión de tecnología”. ¿Cómo sería
eso? Según Cinco, con el “fortalecimiento del Consejo de
Administración de Pemex”, “la autonomía suficiente
para decidir”, “la diferenciación de las contrataciones
tradicionales de las contrataciones relacionadas con cuestiones
tecnológicas”, es decir, la privatización.
En
síntesis, dijo, “la reforma a la Ley Orgánica de Pemex le
dará una base mínima (sic) de gestión administrativa y
operativa para disponer y aprovechar oportunamente las opciones
tecnológicas” para cumplir con los “objetivos de
negocio”. “Fortaleciéndose a Pemex, es factible que el propio
Instituto Mexicano del Petróleo y las demás instituciones
dedicadas a la investigación y el desarrollo tecnológico, se vean
beneficiadas (sic)”, agregó. Concluyó señalando
“la importancia de aprobar” la reforma integral (sic) de
Calderón.
Heber Cinco, enemigo del IMP
¿Desmantelar al IMP? “Nada más alejado
de la realidad” dijo Cinco. El IMP “es una institución
sólida que no demuestra signos de deterioro ni se encuentra en un proceso
de desmantelamiento”, aclaró. ¿De veras? ¿Dónde
está la ingeniería que realiza el IMP? ¿Dónde
está la investigación? ¿Dónde están los
proyectos técnico-científicos? ¿Dónde están los
ingenieros e investigadores que han sido despedidos durante las gestiones de
Cinco y sus antecesores Chapela y Barnés de Castro? Esos
burócratas han sido, precisamente, los encargados de desnaturalizar al
IMP no de ahora sino desde hace años. (b165, 7 jul 2008).