Contratismo, mecanismo privatizador
Contratistas ligados al PAN se han
beneficiado de los contratos otorgados por Pemex, el gobierno federal los
favorece. Asimismo, el propio director de la paraestatal cabildea a favor de las
transnacionales. Con las propuestas de reforma energética el gobierno
pretende legalizar los actuales contratos de riesgo, como los Contratos de
Servicios Múltiples (CSM). Esto contraviene a la Constitución, la
que indica que, en materia de hidrocarburos NO se otorgarán concesiones
ni contratos a los particulares. Las propuestas de Calderón, sin embargo,
pretenden entregar todo tipo de contratos a las
transnacionales.
Funcionarios beneficiarios del contratismo
Durante el Foro de Debate sobre la
Reforma Energética que organiza el Senado, el 10 de julio, los
legisladores del FAP cuestionaron severamente al gobierno federal, ya que,
contratistas ligados al PAN han utilizado la legislación vigente para
beneficiarse con licitaciones en su favor.
Como ejemplos fueron mencionados los
casos de Jesús Reyes Heroles (JRH), actual director de Pemex, así
como, César Nava, secretario particular de Calderón, quienes
apoyaron y negociaron tres contratos para la explotación de gas seco en
la cuenca de Burgos.
Alfonso Hickman, de la Asociación Ingenieros
Constitución del 17, aseguró que esos contratos se entregaron a
empresas privadas como si la reforma de Calderón ya estuviera aprobada.
Eso, es transgredir el marco normativo. Luego se refirió al contrato para
el aseguramiento de la integridad de los ductos de Pemex, es decir, la
licitación pública internacional 1857511-06-07, que realizó
Pemex Exploración y Explotación (PEP) en mayo de 2007 para
contratar el aseguramiento de los ductos en Chiapas, Tabasco, Veracruz y Oaxaca.
Este contrato “se realizó como si ya estuvieran vigentes las
reformas a la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional y la ley
orgánica de Pemex”, dijo Hickman. Además, denunció
que JRH participó como negociador; “como representante de GEA
realizó labores de cabildeo”, precisó.
Víctor
Rodríguez Padilla, ex asesor en materia energética en el Senado,
hizo una seria crítica a la ilegalidad de los Contratos de Servicios
Múltiples (CSM) otorgados para la exploración y explotación
de gas seco en la cuenca de Burgos. Dijo que cuando senadores y diputados
presentaron un juicio de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia
de la Nación (SCJN), el gobierno federal suspendió algunas
licitaciones, pero Calderón “volvió a la carga y
entregó más”.
Los legisladores del PAN defendieron el
mecanismo de contratos a terceros y dijeron que, con la modalidad de
“incentivos” a los inversionistas que exploten con éxito
yacimientos petroleros, no privatizan la extracción de petróleo ni
permitirán compartir la renta petrolera, porque “se pagarán
en efectivo”. Los diputados y senadores de PRD, PT y Convergencia
señalaron que “se trata de legalizar los convenios ya firmados por
el gobierno federal y entregar a extranjeros la producción nacional de
hidrocarburos”. Así es, se trata de un descarado despojo a la
nación.
El gobierno pretende legalizar los contratos de riesgo
En su intervención,
Víctor Rodríguez señaló que la propuesta del
gobierno federal busca legalizar los contratos de riesgo y abrir la posibilidad
de poner en marcha nuevas modalidades contractuales al margen de la
Constitución.
Señaló que “Las seis iniciativas
establecen un marco legal, regulatorio, fiscal e institucional aplicable a la
fase extractiva de la industria petrolera, con dos efectos notables: las
compañías petroleras internacionales remplazarían a Pemex
en regiones enteras del territorio nacional, al tiempo que el organismo
público profundizaría su papel de instrumento funcional de la
apertura, al actuar como regulador del acceso al subsuelo y agencia
comercializadora y pagadora de impuestos de los hidrocarburos extraídos
por las transnacionales”.
Expresó que, “de aprobarse la
propuesta del ejecutivo federal ocurrirían dos cosas:
1- Se
solventarían algunas de las ilegalidades de los CSM, aunque de ninguna
manera se resolverían sus numerosas transgresiones constitucionales.
2- Se
abriría la posibilidad de que Pemex otorgue nuevos contratos de
naturaleza equivalente a concesiones o contratos prohibidos por la
Constitución”.
Reiteró que “Los CSM ya son
contratos de riesgo, por lo que sería de esperar que los nuevos arreglos
contractuales le permitan al contratista adquirir, de jure o de facto, derechos
de propiedad, mayores espacios de control de los procesos operativos y de
planeación, así como una porción más abultada de la
renta petrolera. En cualquier caso, se permitirían “contratos de
exploración y desarrollo”, con pagos indexados a los resultados,
otorgados por asignación directa y manteniendo oculto su
contenido”. Dijo que, “de aprobarse las iniciativas, se le
permitiría hacerlo apoyado en la ley, aunque obviamente al margen de la
Constitución”.
Palpables evidencias
Rodríguez dijo que “Las conclusiones
anteriores se refuerzan cuando se toman en cuenta cuatro elementos:
1- La trayectoria de los esquemas de contratación que ha venido
utilizando Pemex, especialmente en la última década: contratos de
servicios específicos, contratos de servicios por zona geográfica,
contratos de servicios integrales, contratos de servicios múltiples y
contratos que Pemex no ha osado poner en práctica como los contratos
alianza, los CSM para crudo y otras modalidades reveladas a la prensa nacional
por altos funcionarios de Pemex.
2- La negativa de las grandes compañías petroleras
internacionales a venir al “rescate” de Pemex y de la industria
petrolera mexicana, si se les limita a la simple prestación de servicios
tecnológicos, administrativos o de ingeniería. Shell, BP, Exxon
Mobil, Petrobras, Statoil y otras trasnacionales han sido muy claras en advertir
que ellas desean operar mediante concesiones o modalidades contractuales que
impliquen compartir reservas, producción o el ingreso de la venta de los
hidrocarburos extraídos, como es práctica corriente en la
industria petrolera internacional.
3- La voluntad firme y decidida por parte de las dos últimas
administraciones en llamar, abrir la puerta y dar facilidades a las
compañías petroleras internacionales para que se instalen, se
acomoden y crezcan, justificándose en la necesidad de compensar las
carencias de Pemex, reales o imaginarias, en tecnología, capital,
conocimientos, experiencia y personal directivo, que le impiden localizar y
extraer el tesoro localizado en las profundidades del Golfo de
México
4- La existencia de una subdirección en Pemex dedica exclusivamente
a idear cómo transferir a empresas privadas, grandes porciones del
territorio nacional con alto potencial petrolero, campos en producción,
así como equipos, plataformas, tanques, ductos y otra infraestructura. Ya
dividió el territorio nacional en bloques, tal como hacen las comisiones
reguladoras del subsuelo en Noruega, Brasil, y otros
países”.
Contratismo = privatización
La argumentación de Rodríguez
disgustó a los panistas quienes, como han acostumbrado en los diversos
Foros, ante la falta de razones acuden a la diatriba. Pero las evidencias son
contundentes. Al permitirse, en las diversas iniciativas presentadas por
Calderón y el PAN, el otorgamiento de TODO TIPO de contratos a los
particulares, en actividades reservadas de manera exclusiva al Estado, se
contraviene flagrantemente la Constitución. Eso implica la
privatización explícita de Pemex.
Como fue indicado en el Foro del
Senado, los CSM son inconstitucionales; por ello existe interpuesto un recurso
ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, misma que, hace tiempo
debió atender el fondo del asunto y no lo ha hecho. Al contrario, el
gobierno de Fox procedió a otorgar 5 CSM a Repsol, Petrobrás y
otros inversionistas privados, mismos que ya producen gas seco en la cuenca de
Burgos. Más aún, Calderón ya otorgó otros 2 CSM,
otra vez, al margen de la Constitución.
La privatización de Pemex
se expresa en el otorgamiento de FUNCIONES CONSTITUCIONALES a las
transnacionales. El mecanismo es a través de los contratos. Todas las
iniciativas de Calderón tienen esta característica. De entrada,
las reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública
Federal se refieren a dotar a la secretaría de energía (Sener) de
nuevas atribuciones, destacando la de promover la participación privada
en las actividades estratégicas relacionadas con los hidrocarburos,
así como la facultad de otorgar concesiones y contratos. La Sener,
otorgaría los permisos privados en materia de refinación,
transporte y almacenamiento de productos petrolíferos, así como de
agrocombustibles, incluyendo el Sistema Nacional de Ductos (SND), a
través de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), cuya ley
sería reformada.
Peor aún, las concesiones y permisos privados en
materia de exploración y producción de hidrocarburos,
serían otorgados mediante la Comisión del Petróleo, la cual
sería creada por una nueva ley. En la iniciativa de reforma a la Ley
Orgánica de Pemex se le faculta a la paraestatal para celebrar convenios
en todas las actividades estratégicas que le corresponde realizar de
manera exclusiva. Para concluir, la iniciativa de reformas a la Ley
Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del
Petróleo reitera que se otorgarán contratos a los particulares en
prácticamente todo el proceso de trabajo petrolero, es decir, se
autorizaría al gobierno a CEDER las funciones constitucionales al capital
privado. Eso significa, llanamente, la privatización de Pemex.
Asimismo,
la iniciativa para reformar la Ley Federal de Derechos, con relación al
régimen fiscal de Pemex, le otorgaría a las corporaciones todo
tipo de facilidades para sus inversiones, mismas que estarían al margen y
en contra de la Constitución.
Contratismo, arma del charrismo y del imperialismo
Actualmente, más de diez
mil contratistas grandes y pequeños se encargan de corroer a Pemex,
incluido el propio sindicato petrolero (STPRM). El contratismo ha sido el
mecanismo para desnaturalizar a Pemex y corromper a la industria nacionalizada
en exceso.
Suficientes argumentos se han dado demostrando la inconstitucionalidad
de las iniciativas de reforma energética neoliberal. Lo que procede es
DESECHARLAS por improcedentes y lesivas a la nación. El gobierno federal
y partidos políticos que le apoyan se resisten pretendiendo la
imposición.
El pueblo de México movilizado debemos impedir
semejante agravio a la nación redoblando las acciones en todo el
territorio nacional. El asunto no es solamente de argumentos sino de fuerza
social y política organizada para impedir el atraco del gobierno coludido
con el contratismo e imperialismo. (b173, 14 jul 2008).