Pemex NO es de los partidos
Guadalupe Acosta Naranjo, presidente provisional
del PRD, propuso al PRI y al PAN “dialogar” para “encontrar un
acuerdo político” sobre la reforma de Pemex. Entre otros puntos
propuso otorgarle a la paraestatal “autonomía de
gestión”, misma que comparte el PRI, el PAN y Calderón. Otra
propuesta de los “modernizadores” es el fortalecimiento de los
órganos reguladores para concretar la privatización por medio del
otorgamiento de permisos privados a los particulares. Acosta provoca al pueblo
de México en lucha. Pemex y el petróleo NO son de los partidos
políticos sino de la nación. Las iniciativas de Calderón
deben desecharse, en ningún caso procede la
negociación.
Propuesta de “dialogo” de Acosta Naranjo
El 11 julio, Guadalupe
Acosta Naranjo, presidente nacional sustituto del PRD, invitó a sus
homólogos del PAN y el PRI "a sentarnos a platicar" para elaborar una
propuesta de reforma energética que transforme a Pemex y conserve el
petróleo como propiedad de la nación.
Acosta dijo que
"Ellos dirán si están dispuestos a platicar o no, si están
dispuestos a salvaguardar con una iniciativa que nos ayude a todos a encontrar
un acuerdo político, como bien lo manifestó (sic) Manuel Camacho
en su última exposición que dio en el Congreso de la Unión,
en el Senado". Expresó que, de parte del PRD, “hay
disposición para lograr un acuerdo que transforme a Petróleos
Mexicanos (Pemex), pero que mantenga el hidrocarburo como parte de la propiedad
nacional”.
“Es importante que haya una reunión y
logremos un acuerdo, de nuestra parte tendríamos la mayor
disposición”, dijo Guadalupe y agregó que “entre los
principales puntos para lograr un acuerdo político para la
transformación de Pemex está darle autonomía a la
paraestatal” (sic).
¿De dónde surge esa iniciativa?
¿Del PRD, cuál de todos? ¿Quién autoriza a Guadalupe
para “encontrar un acuerdo político” con las cúpulas
del PRI y el PAN, proclives a la privatización de Pemex? ¿De
quién es la “disposición para lograr un
acuerdo”?
Lo menos que se puede decir es que Guadalupe se excede en
sus funciones. En realidad es un “presidente provisional” con
iniciativa pero incorrecta. Acosta adelantó que “entre los
principales puntos” para lograr el acuerdo está la
“autonomía de gestión”. Si ese es el caso, el PRI y el
PAN estarán encantados pues esa es su propuesta para la
privatización.
Por lo demás, ¿Guadalupe ha consultado
a la militancia del PRD? ¿Acaso tiene facultades para “acordar”
con sus homólogos privatizadores?
EL PRI responde dispuesto al “diálogo”
El PRI fue el primero en
reaccionar. La cúpula priísta señaló que
“siempre ha estado dispuesto a dialogar con todas las fuerzas
políticas”, pero “sin condicionantes ni
descalificaciones”.
Beatriz Paredes, presidenta del PRI,
manifestó su disposición para analizar propuestas sobre la reforma
de Pemex. Sin embargo, subrayó que “serán los legisladores
priístas los que finalmente concreten acuerdos en torno a temas y asuntos
en los que haya coincidencias”.
Los priístas saben bien el
juego que se traen entre manos. Buscan “dialogar” con el PRD (en
realidad Guadalupe Acosta) para engañarlo o pactar sucios acuerdos. Tan
es así que, Paredes dijo que a su propuesta, pueden sumarse otras fuerzas
políticas. “Modernización sin privatización es la
tesis” del PRI, aclaró. Uno de los aspectos clave de la
“modernización” que propone el PRI consiste en el
otorgamiento de “autonomía de gestión” a Pemex para
que, entre cuatro paredes, sin procedimientos ni controles, las cúpulas
administrativa y sindical, decidan “lo que quieran” sin rendirle
cuentas a nadie. Esa es la esencia del Proyecto SUMA, diseñado por el
gobierno norteamericano, que apoyan Reyes Heroles, Calderón y Paredes.
Otro punto clave es el “reforzamiento” a la entidad reguladora, la
Comisión Reguladora de Energía (CRE), para el otorgamiento de
permisos privados a las transnacionales, “sin privatización”.
¿Acosta está de acuerdo en esa “modernización”?
Labastida es coautor de la privatización
En el PRI hay voces
discordantes, sin embargo, dominan las cúpulas. Francisco Labastida Ochoa
es coautor de la reforma presentada por Calderón. Desde 2006 ha venido
cabildeando y arrastrando a legisladores de todos los partidos. Tan es
así que, en diciembre de 2006, los hizo firmar una iniciativa que fue
turnada al Senado para reformar la Ley Orgánica de la
Administración Pública Federal y otorgarle más atribuciones
a la Sener, todas privatizadoras. El 17 de abril de 2007 se aprobó en el
Senado por 94 votos a 0 (cero). Ahora, Calderón propuso esa misma Ley
como la primera del paquete inicial de cinco iniciativas de reforma
energética.
Las circunstancias políticas han cambiado pero
las intenciones de Labastida se mantienen. El 4 de julio, hablando a nombre de
los priístas, declaró que “Queremos una reforma de fondo,
nos parece que lo que nos enviaron es insuficiente, vamos a pelear, a defender
una reforma de fondo a la altura de los problemas, pero también a la
altura de las potencialidades que tiene el país". ¿En que consiste
esa “reforma de fondo”?
Labastida dijo que “se quiere
un órgano regulador y una Secretaría de Energía fuerte,
abocada a más planeación y a pensar más en energías
renovables”. ¿Se requiere un órgano regulador? ¿Ni
siquiera basta la CRE? Labastida está proponiendo que “se
requiere” la Comisión del Petróleo, exactamente lo mismo que
propone Calderón, También se implica que “se requiere”
de la CRE, como también insiste Calderón. No podría ser de
otra manera porque Labastida, reiteramos, es el coautor de la reforma
energética neoliberal.
Luego señaló que “otra
-alternativa- que le da mucho miedo a la gente, pero en la que hay que pensar,
como es la atómica (sic), que según los expertos es hacia donde
debemos transitar". No son los “expertos “quienes recomiendan esa
“alternativa” sino las corporaciones transnacionales urgidas de
rescatar de la persistente crisis a la energía nuclear de
fisión.
Para no dejar dudas, Labastida indicó que “se
desea un Pemex con autonomía y capacidad de decisión y un sistema
fiscal justo”. Nadie más convencido de la tal
“autonomía” (pervertida) que el propio senador
priísta.
Así, ¿es posible llegar a algún
“acuerdo” con los privatizadores como propone Acosta
Naranjo?
El PAN también dispuesto al “diálogo”
El 14 de julio,
Germán Martínez, presidente del PAN, aceptó “el
diálogo” convocado por Acosta y planteó que éste se
dé a partir de la iniciativa que el presidente Felipe Calderón
envió al Senado (sic). ¿Para eso quiere “dialogar”
Acosta?
Martínez dijo que se aceptaba esa propuesta para llegar a
un acuerdo, “no vamos para alargar la discusión”, y
puntualizó que le interesa también la participación del
PRI. Agregó que “espera la fecha y hora para la
reunión”. Reiteró que “el punto de partida es si se
comparte o no el diagnóstico del gobierno federal sobre Pemex”.
¿Acosta comparte ese “diagnóstico”?
Igual que
Paredes (PRI), el panista Rubén Camarillo, secretario de la
comisión de energía del Senado dijo que “cualquier acuerdo
entre presidentes de partidos tiene que aterrizarse entre los grupos
parlamentarios, que serán los que dictaminen la
iniciativa”.
López Obrador rechaza la propuesta
La propuesta de Acosta Naranjo fue rechazada
por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien dijo que el
único acuerdo posible es que Calderón retire la iniciativa de
reforma energética.
AMLO advirtió que no permitirá
que nadie “transe” con “los bandidos de cuello blanco, la
mafia de la política y con el ladronzuelo de Calderón” en
torno a la reforma de Petróleos Mexicanos (Pemex). “El único
entendimiento que puede haber en el tema de Pemex es el retiro de las
“iniciativas privatizadoras”, expresó AMLO quien dijo que
“las cúpulas de PRI y PAN no son confiables, ya que antes se
pusieron de acuerdo para aprobar el Fobaproa, desaforarlo, reformar la Ley del
ISSSTE, y hoy quieren dar marcha atrás a la expropiación
petrolera”.
Insistió en que “No hay diferencia en las
cúpulas de PRI y PAN. A esos dos partidos ya los compraron los potentados
que impusieron a Calderón; no podemos confiar en ellos”.
La voluntad popular no se negocia
AMLO tiene razón, no hay nada que
“dialogar” con los privatizadores de Pemex (y de TODAS las fuentes
de energía alternas a los hidrocarburos). Guadalupe Acosta propuso a PRI
y PAN “negociar” un acuerdo sobre Pemex, para presentar un proyecto
conjunto que no implique privatizar la paraestatal. Acosta se equivoca y excede
políticamente procediendo a espaldas del pueblo de
México.
Acosta, Paredes y Martínez debían saber que
el petróleo y Pemex NO son de los partidos políticos, tampoco son
del gobierno, ni siquiera son del Estado. Los recursos naturales
energéticos y la infraestructura física correspondiente son de la
nación. Ninguno de esos burócratas tiene facultades para
“negociar” lo que corresponde a la nación.
Acosta debe
retirar inmediatamente su propuesta y abstenerse de hacer torpes
señalamientos sobre Pemex. Con su actitud política, Guadalupe
provoca al pueblo de México, mismo que está en lucha y movilizado
en varias partes del país para IMPEDIR la privatización de Pemex
no para “negociarla”.
El PRD, que preside provisionalmente
Acosta, ha anunciado que participará en la organización de la
consulta ciudadana sobre la reforma energética. Debe proceder
cuidadosamente porque la voluntad popular NO se negocia, la Constitución
NO se negocia. (174, 15 jul 2008).
Partidos políticos en el Debate Oficial organizado por el Senado