Pemex NO es de Reyes Heroles ni de Kessel
Jesús Reyes Heroles, operador de Bush y
director de facto de Pemex, considera que el pueblo mexicano no tiene capacidad
para opinar, y menos decidir, sobre la reforma energética
pro-imperialista. Georgina Kessel, representante de Bush en el gobierno de
Calderón, dijo que la decisión “ya se tomó en
2006” implicando que el fraude electoral incluye la privatización
de Pemex. Son Kessel y Heroles quienes carecen de autoridad moral y
política para decidir la entrega a las transnacionales de los recursos
naturales y patrimonio energético colectivo de la nación.
Gobierno enajenado y dictatorial
No es el pueblo sino el gobierno el que
carece de capacidad no solo para opinar sino para decidir, unilateralmente, la
flagrante violación constitucional en marcha. En los propios Foros de
Debate sobre la Reforma Energética, organizados por el Senado, la
mayoría de las voces han expresado que tal reforma es INCONSTITUCIONAL.
Los promotores de la privatización NO han tenido ni argumentos, ni
razones, ni datos convincentes.
El 4 de junio, Jesús Reyes Heroles
(JRH) se manifestó en contra de la propuesta de Consulta Ciudadana para
decidir sobre la reforma energética privatizadora. La propuesta de la
Consulta fue hecha por Marcelo Ebrard, jefe del Gobierno del Distrito Federal
(GDF), durante su comparecencia a uno de los mencionados Foros.
La
respuesta del gobierno es desproporcionada. Sin argumentar nada simplemente la
descalifican creyéndose poseedores de las decisiones y omitiendo que los
hidrocarburos NO son de las burocracias menores, ni tampoco del gobierno, ni
siquiera del Estado, sino de la nación. Esta, aún dividida en
clases sociales, la constituimos todos los mexicanos cuya mayoría nos
oponemos a que los recursos naturales energéticos se entreguen al capital
privado.
Heroles dijo que, en los países donde se usa la figura de
la Consulta Ciudadana se aplica sólo cuando “la ciudadanía
tiene una comprensión muy completa” sobre el tema a opinar. El
falsificador de encuestas cree que los mexicanos no sabemos leer. Basta una
ligera lectura a las 6 (seis) leyes secundarias tendientes a privatizar Pemex
para darse cuenta que contravienen a la Constitución proponiendo la
descarada entrega del petróleo y gas natural a las transnacionales. Esas
iniciativas significan la desintegración de Pemex, el otorgamiento de
contratos de TODO TIPO, la intervención de “terceros”, es
decir, contratistas privados nacionales y extranjeros en las actividades
estratégicas que corresponde realizar al Estado de manera exclusiva, y la
pérdida total de la seguridad, independencia y soberanía
energética nacional.
Comparó el funcionario a la propuesta
de reforma energética con el aborto. Este, dijo, “no es lo mismo
que la Ley Federal de Derechos o si hay un capítulo especial en la Ley
Orgánica de Pemex para que puedan hacerse otro tipo de licitaciones
más flexibles. Son grados de complejidad, no quiero menospreciar el otro
problema”.
Reyes Heroles siente que su reforma energética
abortó, de allí la comparación. Pero su
argumentación es tramposa. La consulta al pueblo es pertinente porque,
precisamente, la Ley de Derechos que propone Calderón es nociva para
Pemex y para la nación. En esa Ley se le impone una excesiva carga fiscal
a la paraestatal en el caso de la exploración y explotación de los
hidrocarburos en las aguas profundas (71.5%) mientras se exime del 100% de
impuestos a los inversionistas.
Las propuestas de
“flexibilidad” contenidas en la iniciativa de reformas a la Ley
Orgánica de Pemex no es un asunto complejo sino simplista pues se
pretende ceder las funciones básicas a las corporaciones imperialistas
mediante ilegales concesiones, contratos y permisos privados. Esas
“licitaciones flexibles” están expresamente prohibidas por la
Constitución.
En 2006 hubo fraude no decisión popular
Georgina Kessel, la misma que
escribió el Plan Puebla-Panamá dictado por Bush, aprovechó
su presencia en la Conferencia 2008 del Súper Corredor Comercial de
Norteamérica, realizada en Silao, Guanajuato, para calificar de
inconstitucional la consulta promovida por Ebrard y, sobre las decisiones para
privatizar a Pemex, dijo que, “esas decisiones fueron tomadas ya en
2006”.
Esa señora, verdaderamente incapacitada en materia
energética, dijo que son “las instituciones donde se debe debatir,
discutir abierta, públicamente, recibiendo todas las opiniones, por
diversas que éstas sean. Y los foros del Senado han sido expresión
de la forma como los mexicanos podemos discutir, analizar y debatir, de manera
abierta y plural. De la misma manera, nuestro marco jurídico dice que es
a través de estas instituciones que debemos modificar o hacer las
adecuaciones o crear las leyes que sea necesario para poder seguir actuando bajo
nuestro marco legal vigente”.
Esa señora no ha leído
la Constitución, especialmente el artículo 26 referido a la
planeación democrática, para cuya formulación el gobierno
federal está obligado a la Consulta Ciudadana.
Kessel
agregó que “nuestro marco legal vigente no contempla la figura de
la consulta pública para este tipo de cosas” y debemos
“respetar nuestro marco constitucional”.
Violadores “defensores” de la constitucionalidad
Reyes Heroles y Kessel son unos
desvergonzados, por decir menos. Ambos son promotores de la violación
EXPLICITA a la Constitución y quieren imponer compulsivamente la ruptura
de la legalidad constitucional. Eso lo pretenden hacer solos, entre las cuatro
paredes parlamentarias, mediante la votación mayoría mafiosa del
PRI y el PAN, previa compra de los votos.
A la propuesta de Consulta
ciudadana le llaman inconstitucional pero, a sus fechorías, las
consideran “constitucionales”. Hay una evidente perversión
del lenguaje. Heroles y Kessel son vulgares mentirosos y manipuladores. El
primero, “torció” las encuestas, que promovió su
empresa GEO, durante la pasada campaña electoral presidencial para
otorgarle a Calderón las preferencias que nunca tuvo. Después, en
premio, éste lo nombró director de Pemex. No fue decisión
de Calderón sino de Bush. Heroles NO sabe nada de energía,
jamás ha trabajado en Pemex, su único “mérito”
ha sido estar ligado a la familia petrolera de Bush. Otro tanto ocurre con
Kessel.
El pueblo ejercerá sus derechos constitucionales
Quieran o no Heroles y Kessel, el pueblo
decidirá sobre los asuntos fundamentales de la nación. El pueblo
de México tiene suficientes elementos para discernir sobre la
INCONSTITUCIONALIDAD de las propuestas privatizadoras de Pemex. Ya desde ahora,
en el Debate Popular en marcha, los mexicanos y mexicanas se están
expresando: ¡No a la privatización de Pemex! (b150, 6 junio
2008).