Foro con la ASTINVI
El 29 de abril de 2008, trabajadores del Instituto
de Vivienda (INVI) del Gobierno del Distrito Federal (GDF), pertenecientes a la
Asociación Sindical de Trabajadores del INVI (ASTINVI), organizaron un
Foro sobre la Reforma Energética e invitaron como ponente al FTE de
México.
En el auditorio del INVI, el doctor David Bahen hizo una
presentación sobre la Reforma Energética Neoliberal, indicando
diversos aspectos, mismos que fueron comentados por los asistentes en un
interesante intercambio de preguntas y respuestas con los electricistas y
petroleros agrupados en el FTE, así como trabajadores en defensa del
agua, presentes en dicho evento.
Primero, se explicó a los
asistentes que el derecho sobre los hidrocarburos, cualesquiera que sea su
estado físico, corresponde a la nación. Así está
expresado en el artículo 27 constitucional, mismo que es es el resultado
de un Pacto político surgido de la Revolución Mexicana. Con la
Expropiación Petrolera de 1938, decretada por Lázaro
Cárdenas, en el contexto de la huelga de los trabajadores petroleros,
quienes la estallaron en 1937 luego de haber constituido al Sindicato de
Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) en 1935, se
afirmó el derecho de la nación sobre los recursos naturales
energéticos y la infraestructura petrolera industrial.
En el Foro
se indicó que, desde 1995, se lleva cabo un proceso de
privatización petrolera furtiva. En esa ocasión, los legisladores
de todos los partidos políticos aprobaron reformas regresivas a la Ley
Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del
Petróleo (LRRP). De acuerdo a estas reformas, la industria petrolera fue
arbitrariamente redefinida y, a la fecha, la petroquímica indebidamente
llamada “secundaria” está privatizada, lo mismo que la
distribución, almacenamiento y transporte del gas natural, a
través de 185 permisos privados otorgados por la Comisión
Reguladora de Energía (CRE).
Después, se explicaron las
primeras iniciativas de reforma a la legislación petrolera secundaria,
enviadas por Felipe Calderón al Senado el anterior 8 de abril. Se
destacó que todas las cinco iniciativas presentadas se caracterizan por
contravenir a la Constitución Política del país, al
permitir el otorgamiento de contratos a los particulares, en todas las fases del
proceso de trabajo petrolero, hecho explícitamente prohibido por la
propia Constitución.
Se trata de una nueva redefinición
unilateral y burocrática de la industria petrolera tendiente a privatizar
a Pemex pues, se incluye a la refinación del petróleo crudo,
así como el Sistema Nacional de Ductos (SND) y la exploración y
producción de crudo y gas natural.
Las diversas medidas
privatizadoras serían concretadas por dos órganos reguladores, la
CRE y una nueva Comisión del Petróleo. La primera se
encargaría de continuar con el proceso privatizador que, a ese momento,
implicaba que el 43% de la generación eléctrica privada total a
nivel nacional hubiera llegado al 43%, y algo similar tratándose del gas
natural. La segunda, se encargaría de otorgar los correspondientes
permisos en materia de exploración y explotación petrolera. Estos
hechos son inconstitucionales e implican, mediante la cesión de funciones
constitucionales, el cambio en el régimen de propiedad de la paraestatal
mexicana.
En la sesión de preguntas y respuestas, se
discutió la importancia de defender el patrimonio nacional
energético desde una perspectiva clasista. Se hicieron serias
críticas al desarrollo de Pemex basado en una política oficial
antinacional y corrupta. Al charrismo sindical petrolero se le cuestionó
severamente y se hizo un llamado para que los trabajadores mexicanos en su
conjunto seamos parte activa de la movilización nacional en defensa de
todos los recursos naturales.
Los electricistas, petroleros y
trabajadores del agua presentes en el Foro señalaron que la presente
movilización es parte de la lucha de clases y que es importante avanzar
con una política propia, en el marco de un programa obrero que incluya la
reorganización democrática del movimiento obrero, así como
la lucha por la energía y el agua, como banderas proletarias.