Sucios bonos ciudadanos
El gobierno federal, apoyado por los
especuladores financieros, pretende una reforma privatizadora de Pemex
inconstitucional y corrupta. En la iniciativa de nueva Ley Orgánica de
Pemex se considera la emisión de “bonos ciudadanos” para que
los mexicanos se beneficien de la “riqueza” petrolera. No hay tal,
se trata de una sucia maniobra. El dominio sobre los recursos naturales
energéticos es de la nación, misma que constituimos la gran
mayoría de mexicanos. Lo que se necesita es una industria petrolera
nacionalizada al servicio del pueblo, no migajas ni
sobornos.
Privatizar a cambio de bonos ciudadanos
En la iniciativa de reformas a la Ley
Orgánica de Pemex se incluye la facultad de la paraestatal para emitir
los denominados bonos ciudadanos. Según Calderón, “se trata
de un mecanismo innovador tendiente a que los mexicanos se beneficien de manera
directa del buen desempeño de Pemex”.
Se dice que este
esquema es para “que haga apreciar, de manera tangible, que ese invaluable
recurso natural efectivamente es patrimonio de todos”. Según la
iniciativa, los bonos han sido concebidos como “títulos de
crédito que otorgarán a sus tenedores una contraprestación
vinculada al mismo”. Indica Calderón que “los bonos
estén a disposición de la población en general y puedan ser
adquiridos por personas físicas mexicanas, directamente o a través
de administradoras de fondos para el retiro, fondos de pensiones y sociedades de
inversión, así como por otros intermediarios financieros, en este
último caso, exclusivamente para el propósito de que sirvan de
formadores de mercado”.
Asimismo, “el rendimiento de los
bonos” estaría asociado “al comportamiento económico y
al desempeño” de Pemex. Esos bonos serían “un
instrumento para que los mexicanos se beneficien” del desempeño de
Pemex “pero a la vez beneficia al organismo “proveyéndolo un
nuevo medio de financiamiento”.
Información previa a especuladores
Según fue publicado en la prensa
nacional, los banqueros y “especuladores financieros” fueron
advertidos del negocio que podían hacer con la emisión de los
llamados bonos petroleros ciudadanos, por el presidente de la Bolsa Mexicana de
Valores (BMV), Guillermo Prieto Treviño, 10 días antes de que
Calderón presentara al Congreso sus iniciativas de reforma petrolera, y
tres días antes de que georgina Kessel, secretaria de energía,
entregara el diagnóstico sobre la situación de Petróleos
Mexicanos (Pemex). Es decir, el 28 de marzo pasado (Alma E. Muñoz, en La
Jornada 16 abril 2008).
Mario di Costanzo, secretario de hacienda
pública del gobierno legitimo de Andrés Manuel López
Obrador (AMLO), entregó copia del correo electrónico que, en
nombre de Prieto Treviño, envió Marcos Ramírez Miguel, alto
funcionario del Grupo Santander Serfin, a directivos de diversas instituciones
financieras. En ese correo se indica que “Les podría agregar
confidencialmente que efectivamente en la reforma petrolera que está en
el horno se está contemplando una emisión de un instrumento
híbrido que pague mínimo inflación, pero que en
upside está ligado a los resultados de Pemex (tipo Colombia).
Nuestro reto (yo creo) va a ser ayudar en esto sin hacer mucho ruido hasta que
esté aprobada y luego ya trabajar en la
implantación”.
Di Costanzo señaló que de
aprobarse, por ejemplo, mil millones de pesos en bonos, los banqueros
podrían obtener 100 millones de ganancia anual.
Los especuladores
bursátiles organizados (Bolsa Mexicana de Valores y las casas de bolsa)
juraron que “el sector financiero del país no recibió de
parte del gobierno de la República ninguna información material
sobre el contenido de la reforma energética” antes de que el
espurio Calderón “la presentara a la nación”, es
decir, el pasado 8 de abril.
“No sabíamos nada, nada, nada,
nada”, dijo Guillermo Prieto Treviño, presidente de la Bolsa
Mexicana de Valores (BMV), el 22 de abril pero agregó que
“sería un grave error” que esos instrumentos no se
repartieran entre gran número de mexicanos.
Sin embargo, Guillermo
Prieto Treviño había declarado desde días antes que
“el mercado de capitales está listo para operar títulos de
Pemex... La reforma energética es un objetivo en la bolsa y el sector
financiero” (Antonio Castellanos, en La Jornada, 2 de abril de 2008). De
manera que bien sabían de la medida, privatizar a Pemex y engañar
al pueblo es el “objetivo” de los especuladores, saban que ellos
serían los beneficiados.
¿Accionistas de Pemex?
Según el artículo 41 de la iniciativa de Ley
Orgánica de Pemex, los bonos ciudadanos tendrán como finalidad
poner a disposición de los mexicanos “los beneficios de la riqueza
nacional”. En la propaganda televisiva se ha insistido que se
emitirían “bonos petroleros ciudadanos de 100 pesos cada
uno”. La idea es que cualquier mexicano se haga "accionista" (sic) de
Pemex.
La fracción del Partido Revolucionario Institucional (PRI)
en la Cámara de Diputados propuso que en el marco del debate y propuestas
para enriquecer la reforma energética se incluya la figura de bonos
petroleros para migrantes. El diputado federal, Edmundo Ramírez
Martínez, del PRI, indicó a su vez que se podrían utilizar
una parte importante de los 25 mil millones de dólares que están
enviando en promedio los paisanos cada año para fortalecer a
Petróleos Mexicanos (Pemex) y evitar el ingreso de capitales
especulativos y extranjeros.
Por su parte, la Secretaría de
Hacienda informó que “diseñará una estructura para
que la población de bajos recursos y los pequeños inversionistas
no tengan que pagar impuestos por la adquisición de los llamados
“bonos ciudadanos” de Pemex”.
Repudio a la privatización corrupta de Pemex
El gobierno federal, para
privatizar a Pemex, sigue múltiples vías incluyendo la
corrupción explícita. La propuesta de los “bonos
ciudadanos” es inaceptable. Con la reforma energética no solamente
se propone entregar al capital extranjero las FUNCIONES constitucionales de
Pemex relativas a sus funciones estratégicas sino también los
recursos económicos que genera.
Los beneficiarios de esos
“bonos” serían los especuladores financieros, las
fraudulentas Afores y las sociedades de inversión creadas ex profeso.
Así ocurrió en la década de los 1970s cuando el gobierno en
turno propuso los Petrobonos, mismos que fueron acaparados y pronto
desaparecieron del mercado. Esta vez, los mismos especuladores fueron advertidos
de la propuesta orientada a corromper la aprobación del paquete inicial
de reformas inconstitucionales a la legislación petrolera
secundaria.
El FTE rechaza los bonos ciudadanos porque el dominio sobre
los recursos naturales es de la nación y ésta no puede ser
traicionada a cambio de supuestos bonos que quedarían en manos de los
mismos privatizadores.
Frente de
Trabajadores de la
Energía,
de
México