Mafias en el mercado energético
El crimen organizado ha penetrado al
sector energético y manipula activos bursátiles, afirmó
Michael Mukasey, secretario de justicia de los Estados Unidos. No es novedad,
ese es el estilo de las corporaciones imperialistas. La certidumbre
jurídica que les otorgan los gobiernos neoliberales es para que
impunemente procedan al saqueo de los recursos naturales de las naciones, se
apropien del patrimonio nacional y vulneren la soberanía nacional
mediante acciones criminales. Eso proponen Calderón, el PAN y el PRI con
la reforma energética neoliberal.
Privatización y crimen
En el Centro de Estudios Estratégicos e
Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), Mukasey dijo que
“una de las principales amenazas derivadas de la "globalización" de
las organizaciones criminales”. Según un despacho difundido por la
agencia EFE y publicado el 24 de abril por el diario Vanguardia, de
España, Mukasey dijo que las mafias mantienen un control "significativo"
de los mercados energéticos mundiales, lo que, a su juicio, "puede tener
un efecto desestabilizador para los intereses geopolíticos"
estadounidenses (sic).
Lo anterior revela lo que hemos denunciado tiempo
ha. El mercado energético está asociado al crimen organizado en
alta escala, no solamente en Estados Unidos. Los fraudes de Enron y Halliburton,
los escándalos en la industria del gas de Rusia, la invasión de
transnacionales en Irak, las reacciones de agresión de ExxonMobil contra
Venezuela, la contratación de mercenarios para vigilar las instalaciones
petroleras en Nigeria, la presencia de tropas en la selva petrolera de Colombia
no son sino algunos ejemplos del poder que ejerce el imperialismo en materia
energética.
A lo anterior se suman las acciones del crimen para
lograr las concesiones a su favor en materia de energía eléctrica,
gas natural, petróleo crudo y agua ante las agencias supuestamente
“reguladoras” de los gobiernos neoliberales. Más aún,
están también las acciones en los mercados bursátiles para
especular con los precios de los hidrocarburos, los papeles y otros instrumentos
financieros.
La privatización energética no es solamente un
crimen por ceder las funciones estratégicas de la nación a las
transnacionales sino por entregarlas gratuitamente a las
mafias.
Crimen sin fronteras
John Pistole, el "número dos" de la
policía federal de Estados Unidos (FBI) calificó a esas
organizaciones como "monstruos sin fronteras". Mukasey dijo que Estados Unidos
aumentará la cooperación con gobiernos extranjeros para actuar
contra esas redes (sic).
El Departamento de Justicia también
afirmó que el crimen organizado "manipula las bolsas y lleva a cabo
fraudes sofisticados para robar miles de millones de dólares a los
inversores, consumidores y las agencias gubernamentales
estadounidenses".
Lo anterior preocupa a la justicia norteamericana misma
que defiende ante todo el interés de la propiedad privada. Si eso
“preocupa” a Estados Unidos, ¿qué será a los
países subordinados? Esas mafias tienen indefensas a las naciones y a los
pueblos.
Los gobiernos entreguistas, por su parte, no solo traicionan a
sus naciones sino que son cómplices de las mafias. En México, las
propuestas del gobierno, PRI y PAN para privatizar Pemex son criminales. Las
mafias, ejércitos paramilitares y mercenarios actuarían
impunemente no solo en el mercado bursátil y en las operaciones
energéticas concesionadas, desde la Comisión Reguladora de
Energía (CRE) y la Comisión del Petróleo (CP), sino en la
vida diaria.
Simplemente, para vigilar por vía terrestre,
aérea y/o satelital al Sistema Nacional de Ductos (SND), habría
policías y ejércitos de mercenarios paralelos que podrían
cometer todo tipo de tropelías sin sujetarse a ninguna ley interna. Si
antes de la Expropiación Petrolera, las “Guardias Blancas”
eran asesinos a sueldo de las companías petroleras extranjeras, ahora, el
crimen contra los mexicanos sería mas tecnologizado pero igualmente
repudiable.
¡Abajo criminales privatizadores!
El despojo que propone Calderón, Kessel,
Reyes Heroles, el PRI y el PAN sería el peor desde 1847 cuando Santana
entregó más de la mitad del territorio mexicano a los Estados
Unidos. A la fecha, cientos de transnacionales eléctricas y otras tantas
del gas operan en el país apropiándose de los recursos, territorio
y funciones de la nación. El SND está en proceso de
desincorporación, en algunos casos Pemex ha vendido ductos, en otros, se
han entregado al capital extranjero para su operación, mantenimiento y
vigilancia. Con la reforma energética se propone hacer lo mismo pero,
ahora, incluyendo al petróleo crudo y los sistemas de almacenamiento,
transporte (terrestre, marítimo y por ductos) y distribución del
crudo y sus derivados.
El pueblo de México rechaza la
privatización de Pemex por múltiples razones, incluyendo las de
soberanía y seguridad nacional. El FTE de México llama a
fortalecer la resistencia extendiéndola a todo el país y
consolidando la organización social a todos los niveles.
El
petróleo de México pertenece a la nación
mexicana