Sistema Nacional de Refinación
A partir de un alarmante
“diagnóstico” que ha llevado a cuantiosas y crecientes
importaciones de gasolina, la burocracia de Pemex Refinación (PR) propone
la privatización del Sistema Nacional de Refinación (SNR) y
diseña planes de inversión privada. En ningún caso se
proponen acciones propias en la producción, almacenamiento, transporte y
distribución de petrolíferos, se omite la construcción de
nuevas refinerías por administración directa y se sugiere el
regreso de las “Guardias Blancas” para la administración de
integridad del sistema nacional de ductos.
Situación de Pemex Refinación
En la presentación de la
“Situación actual y futura de Pemex Refinación” (abril
17 de 2008), José Antonio Ceballos, director de Pemex-Refinación
(PR), analizó la situación del SNR, los desafíos, retos y
estrategias. En todos los casos, se sugiere la privatización como
única fórmula de solución.
El Sistema Nacional de
Refinación (SNR) está constituido por 6 refinerías:
Cadereyta que procesa 275 mil barriles diarios (bd) de crudo, Ciudad Madero (190
mil bd), Salamanca (245 mil bd), Tula (315 mil bd), Minatitlán (185 mil
bd) y Salina Cruz (330 mil bd). No obstante el crecimiento de la demanda, desde
1979 no se ha construido ninguna otra refinería.
El Sistema
Nacional de Almacenamiento y Distribución de productos
petrolíferos está constituido por: 8,886 km de poliductos, 5,181
km de oleoductos, 7,940 estaciones de servicio, 15 terminales marítimas,
77 terminales terrestres de almacenamiento, 7 buquestanque propios y 133 en
arrendamiento, 525 carrostanque propios y 306 fletados, 1,371 autotanques
propios y 2,639 fletados.
En 2007, el volumen total por venta de
destilados fue de 1 millón 186 mil bd, de los cuales, 905 mil bd
correspondieron a gasolinas y 426 mil a destilados intermedios. En cuanto a
residuales, el volumen de combustóleo fue de 257 mil bd. Hacia el 2012 se
estima un crecimiento anual de los destilados en 3.7% y una disminución
en los residuales del 25% anual.
En 2007, la elaboración de
gasolinas fue de 457 mil bd con una importación de 310 mil bd, es decir,
del consumo de gasolinas se importó el 40.8%. Eso condujo a un
déficit en el rendimiento neto de 45 mil 800 millones de pesos. Con esta
política, el país vende crudo y compra gasolina.
Alarmante y engañoso diagnóstico
Tratándose del desempeño
operativo “Las principales causas de las brechas operativas están
asociadas a prácticas y disciplina operativas, limitaciones de
infraestructura, rezagos en mantenimiento y recursos humanos”, dijo
Ceballos.
En el Diagnóstico de almacenamiento y
distribución se indica que, en el caso de los Oleoductos se tiene una
infraestructura con rezago tecnológico y 24 años de edad en
promedio, baja confiabilidad operativa e integridad mecánica, fugas y
tomas clandestinas y altos consumos de energía. El problema principal es
la confiabilidad operativa y la integridad mecánica.
En los
Poliductos, la edad promedio es de 28 años y las estaciones de bombeo son
obsoletas y fuera de norma. El 40% de los poliductos están saturados y
requiere descuellamiento, solucionar la integridad mecánica y nuevos
ductos.
Tratándose de los Buquestanque, el desempeño
está por debajo de los estándares internacionales y 12 unidades
están fuera de operación; se requieren por lo menos 20 unidades
más. El Transporte terrestre tiene baja eficiencia en procesos de carga y
descarga en terminales y refinerías por falta de infraestructura y
capacidad multifuncional; se requieren contratos de largo plazo para nuevas
rutas.
Acerca de las Terminales, las Marítimas están
deterioradas, con mantenimiento insuficiente y falta de capacidad en brazos de
carga; las Terrestres tienen instalaciones y sistemas de medición con
rezagos tecnológicos y hay la necesidad de reubicación de
terminales. Respecto al Reparto local, el 57% de la flota cuenta con más
de 10 años, con altos costos de operación y
mantenimiento.
Este discurso muestra una lamentable situación
resultado del deterioro sistemático a que ha sido sometido Pemex durante
décadas. Esta es la expresión de los deliberados planes del Estado
y gobiernos en turno para destruir a Pemex y, después, argumentar a favor
de la privatización.
Privatizar es el dogma
En el Diagnóstico del SNR se considera
insuficiencia en inversiones e ineficiente aplicación de recursos para
modernizar, ampliar y mantener la infraestructura existente, restricciones y
rezagos tecnológicos, rezagos en la ejecución de proyectos
ocasionados por problemas en la contratación, aplicación de una
regulación rígida que dificulta la competitividad de la empresa,
falta de autonomía de gestión y limitada adopción de
mejores prácticas corporativas, necesidad de concretar cambios
legislativos que fortalezcan a Pemex y elevada carga financiera en crecientes
niveles de endeudamiento y del pasivo laboral.
Es decir, todos los males
del SNR no derivan de la antinacional política petrolera oficial seguida
en, al menos, los últimos 30 años, ni por la corrupta
administración, todo se debe a que Pemex no se ha privatizado. Sí,
porque todas las sugerencias de Ceballos implican la privatización
expresada en las propuestas de la reforma energética neoliberal, es
decir, abrir la refinación del crudo a la inversión privada,
ampliar todo tipo de contratos, establecer una nueva regulación, dotar de
autonomía de gestión a la paraestatal y concretar cambios
legislativos anticonstitucionales.
Esto es, el discurso del supuesto
Diagnóstico es una repetición de las propuestas contenidas en las
primeras 5 leyes secundarias cuya reforma proponen Calderón, el PRI y el
PAN. En ningún caso, se proponen alternativas para el desarrollo propio.
Aunque se dice que las propuestas son para “fortalecer a Pemex”, se
trata de lo contrario: la entrega del SNR a las
transnacionales.
Desafíos, retos y estrategias privatizadoras
Los diversos planteamientos son un
conjunto de planes diseñados para que los ejecuten los inversionistas
privados, Pemex se limitaría a administrar los contratos.
Entre
los desafíos se menciona cubrir la demanda de gasolinas, diesel y
turbosina, cumplir con la normatividad ambiental, aumentar la rentabilidad de
las inversiones, modernizar la infraestructura de almacenamiento, transporte y
distribución y obtener servicios calificados de contratistas.
La
estrategia en la cadena de valor incluye: en Refinación de crudo, mejorar
el desempeño operativo de las refinerías, aumentar la oferta
nacional de destilados y mejorar la calidad de combustible; en
Distribución, mejorar el desempeño de los sistemas de
distribución, y ampliar la capacidad de transporte por ducto y buques
tanque; en Almacenamiento, mejorar el desempeño de los sistemas de
almacenamiento y reparto local; y, en Comercialización, modernizar el
proceso comercial y definir la estrategia de combustibles renovables.
En
la Estrategia integral de logística de suministro se propone: la
administración de integridad en sistema de ductos, la
administración de integridad de sistema de terminales y sistemas de
bombeo, la ampliación del sistema de ductos, la renovación de la
flota marítima, el desarrollo del transporte por carros tanque, la
renovación de la flota de reparto local y, por supuesto, un nuevo marco
regulatorio y de tarifas. En el caso de la Estrategia comercial se propone
desarrollar nuevos modelos de negocio y, tratándose de los combustibles
renovables, se propone el uso de etanol y biodiesel.
Para realizar estos
planes, Pemex NO necesita de las transnacionales y sus filiales, las que
obtendrían los contratos, pues se trata de funciones constitucionales que
constituyen el objeto de la paraestatal y deben realizar por ésta de
manera exclusiva. En cuanto al uso del etanol y biodiesel, la propuesta es
totalmente inaceptable.
El regreso de las Guardias Blancas
Para Ceballos el programa de inversión
puede ser uno de los elementos detonantes del desarrollo regional del
país. No es así y, en todo caso, los beneficios del desarrollo
regional serían para las corporaciones quienes usufructuarían el
uso del suelo, el agua, el petróleo crudo y el medio ambiente, poseyendo
la propiedad privada de las instalaciones, la vigilancia y el control de las
mismas.
Tratándose del sistema nacional de ductos, las propuestas
de la burocracia de Pemex anuncian el regreso de las tristemente célebres
“Guardias Blancas” de las compañías extranjeras, las
mismas que despojaron a pueblos enteros de sus terrenos y asesinaron impunemente
a muchos petroleros. Ahora, las nuevas “Guardias Blancas”
serían ejércitos privados de mercenarios como ocurre en otras
partes del mundo y que ya han iniciado su incursión en México.
Refinerías energéticas
Las propuestas de Pemex-Refinación en
ningún momento consideran la construcción de ninguna nueva
refinería siendo que la última data de hace 29 años. El
gobierno, recientemente, ha declarado que se preparan estudios para construir 2
refinerías pero jamás ha indicado que estarán a cargo de
Pemex. De hecho, se preparan las condiciones para que, de aprobarse la reforma
energética privatizadora de Pemex, las nuevas refinerías sean
construidas por inversionistas extranjeros.
Lo que hace falta es
construir, al menos, 3 refinerías con una capacidad de 150 mil bd para
satisfacer la presente demanda pero, al futuro próximo, se requiere
construir 5 refinerías. Estas deben ser del concepto
“refinerías energéticas”, es decir, refinerías
que produzcan gasolinas y, al mismo tiempo, generen electricidad. Esto
sería posible si se utilizan los residuos de alto vacío como
combustible para la generación eléctrica. La modalidad
sería mediante la co-generación de Pemex con CFE.
Para
financiar estas refinerías energéticas no se requiere del capital
transnacional, serían suficientes los recursos generados por la propia
paraestatal y sobrarían.
¡Alto a la privatización de Pemex!
Los mexicanos (as) en lucha estamos
en el camino correcto. Luchar contra la privatización energética
es la tarea del momento. La reforma energética neoliberal no resiste los
análisis, TODAS las propuestas son inconstitucionales y, por tanto,
ilegales. Sin embargo, el gobierno neoliberal se niega a entender razones y
argumentos. Es necesario, por tanto, multiplicar las acciones en todo el
país, tomando iniciativas y ejerciendo dinámica propia en todo el
territorio nacional.
Una de las miles
de gasolineras concesionadas por Pemex