Provocación de Reyes Heroles
La sobrevivencia de Pemex depende de la
aprobación de la reforma energética, declaró Jesús
Reyes Heroles en Cancún. Es al revés, con la aprobación de
la reforma privatizadora Pemex no sobrevivirá porque se perdería
el dominio de la nación sobre los hidrocarburos. Para que Pemex sobreviva
se precisa que tal reforma sea rechazada totalmente por inconstitucional. Reyes
Heroles confiesa ser enemigo de Pemex y promueve la ruptura del pacto
político de la nación.
“Su director” contra Pemex
En el marco del Foro Económico
Mundial sobre América Latina llevado a cabo en Cancún,
Jesús Reyes Heroles, quien funge como director de Pemex, aseguró
el anterior 16 de abril que si los diputados y senadores no aprueban la reforma
energética que en días pasados envió Calderón,
“se estaría condenando a Pemex a una situación de inercia,
de estancamiento”. “Hay que tener claro que para Pemex esta reforma
es un asunto de sobrevivencia'', dijo.
Reyes Heroles es un individuo
cínico. Las propuestas del gobierno para reformar 5 leyes reglamentarias
en materia petrolera son ilegales por contravenir a la Constitución.
Pero, según ese individuo, para que Pemex “sobreviva” debe
cancelarse el Pacto político de la nación.
Durante siete
décadas, Pemex ha funcionado produciendo elevados volúmenes de
petróleo crudo que, en su mayor parte, se han destinado a la
exportación. La paraestatal se convirtió en la petrolera
más rentable del mundo y la principal fuente de ingresos del Estado
mexicano. Pemex ha sobrevivido, no obstante las deliberadas acciones para
destruirlo, tanto por las administraciones en turno como por el charrismo
sindical. Pero, con la aprobación de la reforma privatizadora, Pemex se
convertiría en una empresa tipo Sociedad Anónima con diferente
régimen de propiedad.
Violación constitucional
El párrafo 6º. del artículo 27
constitucional establece dos decisiones políticas fundamentales. En
primer lugar, se afirma que corresponde a la nación el dominio sobre los
hidrocarburos. Esto implica que el régimen de propiedad de los recursos
naturales de hidrocarburos, y la infraestructura física necesaria para su
aprovechamiento, son propiedad de la nación no del Estado. El control (no
la propiedad) de la industria petrolera está a cargo del sector
público, según se indica por el párrafo 4º. de los
artículos 25 y 28 constitucionales, es decir, en el caso del proceso de
trabajo con los hidrocarburos, se trata de actividades
“estratégicas” a cargo exclusivo del Estado.
Eso es
precisamente lo que se viola reiteradamente, en todas y cada una de las primeras
5 iniciativas de reforma a las leyes secundarias que promueven el gobierno, el
PRI y el PAN. Se trata de cambiar el régimen de propiedad convirtiendo a
las actividades “estratégicas” en “prioritarias”.
Esto último implica, según el propio artículo 25, que en
tales actividades (prioritarias) puede participar el sector privado.
Con
ello, se define una modalidad de privatización que no se reduce a la
simple compra-venta de mercancías o infraestructura sino a la
transferencia de FUNCIONES esenciales que llevan a un cambio en el
régimen de propiedad. Lo que proponen las 5 leyes es la
privatización de las funciones constitucionales de Pemex. Se trata,
entonces, de una violación flagrante a la Constitución.
En
segundo lugar, el mismo párrafo 6º. del artículo 27
constitucional indica que, en materia de hidrocarburos, NO se otorgarán
concesiones ni contratos a los particulares. Lo que se propone por el paquete de
las 5 leyes es, precisamente, el otorgamiento de concesiones, contratos y
permisos a particulares en TODAS las actividades que constituyen el proceso de
trabajo petrolero (exploración y producción de petróleo
crudo, petroquímica, gas natural, refinación del crudo). Eso, es
abiertamente violatorio de la Constitución.
De manera que, si
Reyes Heroles pretende sujetar la “sobrevivencia” de Pemex a la
reforma energética privatizadora estaría condenando a la
paraestatal a su desaparición como empresa pública para volverla
privada, así como, a la anulación de la Constitución pues
el cambio en el régimen de propiedad de Pemex implica acciones
anticonstitucionales. Lo que Reyes Heroles propone, entonces, constituye una
verdadera “rebelión neoliberal” expresada en la ruptura
deliberada de la legalidad constitucional.
Cinismo provocador
Reyes Heroles advirtió que el gobierno no tiene
una propuesta alternativa, debido a que la actual es ''muy sensata, es una
propuesta muy conciliatoria''. ¿Sensata? ¿Conciliatoria? No, se trata
de lo opuesto. Violentar la legalidad constitucional es algo insensato que no
concilia sino provoca.
Las propuestas legislativas de la ultraderecha
carecen de razones técnico-económicas e, incluso, de bases
jurídicas. De acuerdo al artículo 133 constitucional, la
Constitución y las leyes que emanen de ella que “estén de
acuerdo con la misma” constituyen la Ley Suprema de la Unión. En el
presente caso, las leyes secundarias propuestas por el gobierno no
“están de acuerdo” con la Constitución, por lo que, no
se pueden considerar legales ni válidas.
El gobierno federal, en
sus tres niveles: ejecutivo, legislativo y judicial incurren en
irresponsabilidad política y, sus acciones anticonstitucionales,
configuran delitos. Los abogados que asesoran al gobierno también
incurren en actos delictivos. Reyes Heroles provoca a la nación, incumple
sus funciones al frente de la paraestatal y confiesa ser enemigo de
Pemex.
Con mayor decisión y convicción los mexicanos (as)
debemos intensificar la movilización para IMPEDIR con todos los recursos
al alcance la privatización de Pemex. La reforma neoliberal NO se
discute, se rechaza. En materia energética, la Constitución NO se
negocia.
Estudios sísmicos 3P realizados por Pemex en el Golfo de
México