Del Paso no pasa
El escritor Fernando Del Paso fue presentado por Andrés
Manuel López Obrador (AMLO) como miembro del Comité de
Intelectuales en Defensa del Petróleo, como tal firma cartas publicadas
en la prensa nacional, suscribe afirmaciones y conceptos pero, también,
escribe artículos asumiendo explícitamente las propuestas
privatizadoras del gobierno. Dice que deben perforarse 18 mil pozos porque lo
dijo (sic) Kessel, descalifica a la resistencia y adorna la entrega del
petróleo a las transnacionales. “Hay que apechugar”, dice.
“Más vale, pienso yo, compartir nuestra riqueza con los ladrones
que nuestra miseria con nadie” (sic).
Razones para desconfiar
El 15 de abril, Del Paso escribió: “Con
esta contribución me incluyo y me retiro al mismo tiempo del llamado
debate sobre el petróleo ... me retiro porque no tengo la capacidad, o en
otras palabras, la preparación, los estudios necesarios para opinar sobre
las implicaciones tecnológicas y económicas de una reforma
energética”. ¡Bien!
Después, dijo:
“Sí pertenezco, en cambio, a esa mayoría total –quiero
pensar que lo es– de mexicanos que estamos dispuestos a defender a
ultranza nuestro petróleo. ¿Quién no lo
está?”.
A la manera de López Velarde, Del Paso
reconoce que “el petróleo es un regalo que nos dio el
Diablo”. El escritor repasa algunas experiencias relacionadas con el
petróleo y las transnacionales apoyándose en Las Venas Abiertas
de América Latina (de Eduardo Galeano) y la Enciclopedia de
México (de Rogelio Alvarez). En su primera entrega concluye que
“Es, pues, la historia, y no la histeria, la que nos proporciona razones
más que suficientes para desconfiar de nuestra asociación con
cualquier empresa extranjera”.
Mala lectura del artículo 27
Citando a Narciso Bassols, sobre la
crítica que éste hizo a una propuesta de reforma petrolera de
Avila Camacho, Del Paso afirmó en una segunda entrega (16 de abril) que
“el propósito de privatizar Pemex, o al menos parcialmente,
nació casi al día siguiente de la
nacionalización”.
Muy pronto reconoce, afirma y concluye que
“Pemex está arruinado, entonces no hay más remedio que
admitir el ingreso de la inversión privada” (sic) porque,
según dice, “la triste realidad es que Pemex está
arruinado”. Por supuesto, no explica la situación productiva y
financiera de Pemex ni los elevados ingresos que obtiene. Sí se hace
referencia a la corrupción concluyendo su desconfianza
“también de las inversiones privadas de nuestros tiburones
locales”.
Para justificar la participación privada en Pemex,
Del Paso afirma que “El artículo 27 prohíbe expresamente los
contratos de riesgo, pero no los de desempeño”. Sin embargo, No es
así. El artículo 27 prohíbe todo tipo de contratos en
materia de hidrocarburos. En el párrafo 6º. se expresa textualmente
que “En esta materia no se otorgarán concesiones ni contratos a los
particulares”. A partir de algo explícitamente prohibido, Del Paso
se pregunta “¿Por qué no, entonces, buscar contratos de
desempeño con empresas nacionales?”.
El escritor toma nota
de lo que se dice en la televisión e indica haber entendido que “la
autonomía de Pemex no significaría que esta empresa pudiera hacer
lo que le diera en gana porque el Estado seguiría siendo el rector de la
empresa”. Esto es, repite el falso discurso del gobierno y voceros
oficiosos en un contexto en que el Estado está contra Pemex.
Comité de intelectuales de AMLO
El 25 de marzo AMLO dijo en el Zócalo: “les
informo que se ha constituido un Comité de Intelectuales en Defensa del
Petróleo con hombres y mujeres que además de ser grandes
escritores, son buenos ciudadanos mexicanos.
El 27 marzo se
publicó en la prensa una carta que expresaba: “Privatizar, con el
nombre que se le quiera dar, es despojo triple: a la gran herencia de la
soberanía, a la nación de hoy y a las generaciones siguientes.
Oponerse a la privatización del petróleo es sustentar las
realidades y las esperanzas en la ley”. Firma un grupo ampliado de
intelectuales incluyendo a Del Paso. Desde los siguientes días, ese
comité ha publicado frecuentes cartas en la prensa.
¡Qué manera de defender el petróleo!
En la tercera entrega (17 de abril),
Del Paso se deslinda de la defensa del petróleo. Un debate nacional le
parece una aspiración legítima siempre y cuando se transmita por
la televisión privada. El bloqueo de las instalaciones del Senado por las
Adelitas “fue, en un principio, justificable”. Respecto a la
posibilidad de que las 5 iniciativas PRIVATIZADORAS de legislación
secundaria fueran aprobadas en fast track, el escritor expresó que
“tal vez ese temor era infundado”. Acerca de la toma de las tribunas
parlamentarias, dijo que “la invasión (sic) de las tribunas de
ambas cámaras no se justifica tan fácilmente”. De manera
harto cuestionable escribió que “Todos aquellos que votamos por un
senador o un diputado perredista, lo hicimos para contar con un legislador que
representara aquellos de nuestros intereses que parecían coincidir con
los suyos, y no para que boicoteara las actividades del propio Congreso al que
pertenece, en el cual, y no en ninguna otra parte, debe defender esos
intereses”.
Del Paso insistió en un debate transmitido por
la televisión privada pero lo concibe solamente entre legisladores y
entre cuatro paredes. “Habrá que dejar a los legisladores en paz y
en libertad para que legislen donde deben legislar”, escribió.
Luego afirmó: “Si de cualquier manera en una sesión
extraordinaria se toma una decisión al vapor, que sepan de una vez los
señores legisladores que el pueblo mexicano no lo va a
tolerar”.
El defensor del petróleo mexicano
señaló que “cada uno de los puntos principales presentados
por Felipe Calderón exige una consideración cuidadosa y, en la
medida que sea posible, desapasionada. Sin gritos ni sombrerazos. Pero
también sin bloqueos de calles o aeropuertos que no sólo
servirán para exacerbar a los ciudadanos que estamos hartos ya de
manifestaciones” (sic).
¿Cuáles 18 mil pozos?
“Por otra parte, es absurda, en mi opinión, la
pretensión de que este debate desemboque en un referéndum”.
Dijo, entonces, que “Conocemos desde ya la respuesta: No. Pero este No no
nos serviría para la perforación, en un futuro cercano que se nos
echa encima, de más de 18 mil pozos, tal como lo asegura Georgina Kessel
–y quiero creer que es verdad–, para garantizar que Pemex vuelva a
ser la gran industria que fue en el pasado”.
¿De dónde
salieron esos 18 mil pozos que hay que perforar? Si lo dijo Kessel, la
declaración no es confiable pues esa señora no sabe cómo se
llama. Debe señalarse que, la perforación proyectada de pozos se
refiere a los recursos prospectivos en el Golfo de México y que, tales
recursos son de petróleo NO descubierto. Por otra parte, la
secretaría de energía (Sener) y Pemex han dado a conocer dos
escenarios de perforación para las tres décadas siguientes, uno,
consistente en 1 mil 700 pozos y, el otro, en 3 mil pozos. Si Del Paso cree que
lo dicho por Kessel es verdad, es su problema.
Después, Del Paso
continúo repitiendo el discurso del gobierno al parecer convencido del
mismo, “porque la grandeza que nos interesa no es la que cubra de gloria a
la patria, sino la que solucione nuestro futuro. Si para esto no nos queda
más remedio que acudir a la participación de la inversión
privada ... hay que apechugar y hacerlo, siempre y cuando, en verdad de verdad,
el Estado mexicano continúe siendo rector de nuestra industria
petrolera”.
Para concluir, el novelista expresó que
“Ésta es mi opinión, personalísima, y la asumo con la
conciencia limpia. Si alguien o álguienes piensan que no, que me queda
sucia, es problema de ellos, no mío. Más vale, pienso yo,
compartir nuestra riqueza con los ladrones que nuestra miseria con nadie”.
¡Vaya manera de defender el petróleo! ¡Qué manera de
aprender de la historia! Algunos han publicado cartas pidiéndole al
maestro que no se reitre del debate y que siga iluminándonos con sus
opiniones “personalísimas”. ¡No, por favor!