Campaña oficial: “Nuestro tesoro, fortalecimiento de Pemex” La mentira como argumento
Víctor Rodríguez Padilla
Facultad de
Ingeniería, Universidad Nacional Autónoma de México
14
de marzo de 2008
El doctor Víctor Rodríguez Padilla es
investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México y
especialista en temas energéticos. A continuación el FTE de
México se permite publicar el análisis que el Dr. Rodríguez
hizo sobre la campaña televisiva de Pemex. Este texto ha sido tomado de
Internet. Por su importancia para la lucha del pueblo mexicano lo difundimos
agradeciendo las atenciones recibidas.
La aplanadora
mediática está en marcha. El gobierno de Felipe Calderón ha
iniciado una costosa campaña en los medios de comunicación sin
reparar en gastos, para tratar de convencer a la sociedad mexicana de la urgente
necesidad de extraer el petróleo localizado en aguas profundas del Golfo
de México, con ayuda de quienes ya lo hacen en otras partes del mundo.
Con ese objetivo plantea “fortalecer” a Pemex para que pueda
“contratar la mejor tecnología”, como si la
problemática petrolera del país se resumiera a una mera
cuestión técnica.
Las televisoras repiten sin cesar un spot
de larga duración consistente en un cúmulo de mentiras,
exageraciones, medias verdades, buenos deseos y falsas promesas, al tiempo que
deja sin aclarar temas cruciales, como la clase de empresas que le
ayudarían a Pemex; el tipo de contrato que se firmará y los
términos y condiciones del mismo; la cuestión de los derechos de
propiedad sobre las reservas y la producción de hidrocarburos; el
tratamiento fiscal que se le dará tanto a la actividad extractiva, como a
las firmas que participen incluyendo a la paraestatal; la regulación que
se deberá cumplir y la autoridad encargada de aplicarla. Pemex le pide a
la sociedad mexicana un cheque en blanco.
Por las declaraciones de altos
funcionarios públicos sabemos que se trata de Shell, Exxon-Mobil,
Chevron, Petobrás, Statoil, Repsol YPF y otras compañías
extranjeras multinacionales. Asimismo, que se trata de contratos que le
permitirán al “socio tecnológico” extraer el
petróleo y quedarse con la mitad, lo cual está prohibido por el
marco jurídico vigente.
A continuación se comentan las
afirmaciones y propuestas de Pemex en dicho spot
televisivo.
“México tiene
un gran tesoro, un tesoro escondido debajo del fondo del mar. El petróleo
es nuestro tesoro y es una riqueza inmensa que pertenece a todos los
mexicanos de hoy, y de
mañana”.
FALSO.
Nadie ha podido
demostrar que existan cantidades inmensas de petróleo debajo del
fondo del mar en la parte profunda del Golfo de México. Pemex piensa,
estima, cree, especula que existen hidrocarburos pero no tiene certeza. No sabe
cuántas acumulaciones existen, ni sus dimensiones, tampoco sabe si
contienen petróleo suficiente para desarrollar una explotación
comercial; tampoco sabe donde están, ni a qué profundidad marina
se encuentra; tampoco sabe si la complejidad geológica será
escasa, moderada o muy
relevante.
Las
estimaciones de Pemex son de petróleo NO
descubierto.
“Representa la
principal fuente de energía que ha permitido la modernización y el
progreso de nuestro país y del mundo. México cuenta con amplia
experiencia en la explotación de pozos petroleros que se encuentran en
tierra y muy cerca de las costas”.
“Pero el mundo
enfrenta ahora una nueva
realidad”.
FALSO.
NO
se trata de una “nueva realidad”. Es parte de una tendencia que
inició en la década de los años 60 con la
perforación petrolera costa afuera. En la fase actual la búsqueda
y explotación de petróleo en aguas profundas no es una necesidad
de la industria petrolera mundial, ni mucho menos de Pemex. Es una necesidad de
las grandes compañías internacionales, que han estado buscando
donde reconstituir sus reservas luego de que fueron excluidas de los grandes
países productores a raíz del nacionalismo de la década de
los años 70, y que no han logrado regresar a sus antiguos dominios porque
la apertura de los años 90 ha resultado muy estrecha. Al instalarse en
países políticamente seguros pero de geología modesta, las
compañías han buscado aprovechar al máximo los recursos a
los que se le ha permitido el acceso, lo cual las han llevado a adentrarse cada
vez más lejos en mar abierto y a operar en profundidades cada vez
más importantes. Primero fue el lado estadounidense del Golfo de
México, el Mar del Norte, Alaska y Australia; luego África
Occidental, el Caribe, el sudeste asiático, la costa este de
Canadá, Brasil y otros. Ya prácticamente todos los países
con acceso al mar has sido objeto de perforaciones exploratorias (excepto las
islas volcánicas). La industria petrolera internacional considera la
porción mexicana del Golfo de México como una zona frontera, que
ha generado enormes expectativas y feroz competencia entre
compañías por llegar primero y obtener las zonas con mayor
potencial.
Las mayores
reservas de petróleo se encuentran en aguas profundas, a 3000 metros
bajo el mar, es decir, a una profundidad de 15 veces el edificio más alto
de México.
FALSO.
No
es cierto que las mayores reservas de petróleo se encuentren a
3000 metros bajo el mar. A esa profundidad México no cuenta con reservas,
ni grandes ni pequeñas, simplemente NO tiene reservas, de
ningún
tipo.
Para que una
acumulación de hidrocarburos pueda ser considerada “reserva”
debe haber sido descubierta y su explotación comercial evaluada
positivamente.
Lo que
Pemex ha evaluado en esa zona es “recurso prospectivo”, es decir,
petróleo NO descubierto.
De acuerdo con el
propio Pemex, las reservas
“Se definen como aquellas
cantidades de hidrocarburos que se prevé serán recuperadas
comercialmente de acumulaciones conocidas a una fecha dada. Es conveniente
mencionar que todas las reservas estimadas involucran algún grado de
incertidumbre. La incertidumbre depende principalmente de la cantidad y calidad
de la información geológica, geofísica, petrofísica
y de ingeniería, así como de su disponibilidad al tiempo de la
estimación e interpretación de esta información. El nivel
de incertidumbre puede ser usado para colocar reservas en una de dos
clasificaciones principales, probadas o no probadas”.
También de acuerdo con
Pemex, recurso prospectivo
“Es la cantidad de
hidrocarburos evaluada, a una fecha dada, de acumulaciones que todavía
no se descubren pero que han sido inferidas, y que se estima pueden ser
recuperables”.
Técnicamente,
hoy es imposible explotar petróleo a 3000 metros bajo el fondo del mar.
Aún no existe tecnología para
ello.
El record mundial
de profundidad marina es de 2,400 metros para pozos de producción.
La humanidad aún no sabe extraer petróleo a profundidades
mayores.
El record
mundial de pozos de exploración es de 3,060 metros.
Esa diferencia de
profundidad se explica porque es más complejo realizar un pozo de
producción que un pozo de
exploración.
Ahora es
necesario llegar hasta allá para poder
extraerlo.
FALSO.
No
se puede extraer el petróleo que NO se ha
descubierto
Y si el
petróleo ya hubiera sido ubicado con precisión, no se le
podría extraer, porque actualmente nadie puede extraer petróleo a
3,000 metros de profundidad
marina.
En la
actualidad México no tiene necesidad de explotar el
petróleo que eventualmente pudiera existir a esa
profundidad.
¿Por
qué la insistencia de ir a lo más difícil, lo más
caro, lo más complejo, lo más arriesgado, cuando aún se
tienen grandes oportunidades en zonas de fácil acceso, donde Pemex
reconoce que México cuenta con una amplia experiencia en la
explotación de pozos que se encuentran en tierra y muy cerca de las
costas?
¿Por
qué concentrar atención, esfuerzo y recursos en aguas profundas
cuando el 75% del territorio nacional queda aún por
explorar?
Pemex tiene
ubicadas 300 localizaciones en tierra y en aguas someras, es decir, sitios
idóneos para perforar pozos de exploración.
Pemex estima que el
país cuenta con un total de 54 mil millones de barriles de
petróleo crudo equivalente de recursos prospectivos, de los cuales el 55
por ciento (30 mil millones de barriles de crudo equivalente), se localizan en
Aguas Profundas.
Es
decir, Pemex quiere que el país concentre toda su atención en
30,000 millones de barriles de petróleo NO descubierto, cuando se
tiene una cantidad similar en petróleo YA descubierto.
El mayor potencial
petrolero del país está en convertir las reservas probables y
posibles (29,862 millones de barriles de petróleo crudo equivalente) en
reservas probadas. Se trata de petróleo ya descubierto y
explotable
comercialmente.
Ante la
disyuntiva de concentra toda la atención en 30,000 millones barriles de
petróleo YA descubierto o 30,000 millones barriles de
petróleo NO descubierto Pemex prefiere esto último. Es
insensato. El Director de Pemex debe renunciar pues no está en su sano
juicio.
Una de las zonas en donde
existe la mayor riqueza de petróleo en aguas profundas es el Golfo de
México. Ahí está nuestro tesoro y debemos llegar a
él.
El
petróleo que pudiera existir en aguas profundas del Golfo de
México no se puede considerar como un “tesoro” por dos
razones: la primera es que aún no ha sido descubierto y, la
segunda, es que si existiera no podría ser monetizado porque hoy no se
podría extraer.
Esto
significa nuevos y enormes retos, que otros países alrededor del mundo ya
están enfrentando con
éxito.
FALSO.
Ningún
país está extrayendo petróleo en placa de agua de 3,000
metros
Brasil un país con
un nivel desarrollo similar a México comenzó a explotar sus
yacimientos en aguas profundas hace 15 años. Gracia a esto, Brasil que
antes importaba petróleo logró duplicar su producción y hoy
es autosuficiente:
Cuba es
otro país latinoamericano ya está tomando acciones para explotar
su petróleo en aguas profundas. De ser un país que hoy importa la
mayor parte del petróleo que consume, se estima que en la siguiente
década podría convertirse en un país exportador
Estados Unidos inició
trabajos de explotación de petróleo en sus aguas territoriales del
Golfo de México, hace ya 17 años, y se calcula que su
producción de crudo podría duplicarse hacia el año 2012.
Algunas de las zonas donde están trabajando se encuentran cerca de las
aguas territoriales de México. Nosotros también debemos ir en
busca de nuestro tesoro. Y para eso tenemos descender a profundidades a las
cuales nunca antes hemos llegado.
México enfrenta hoy,
un reto completamente nuevo: ¡trabajar en aguas
profundas!
El equipo
submarino debe estar diseñado para soportar presiones de hasta 3
toneladas por centímetro cuadrado. A 3000 metros de profundidad es como
si una lata de refresco tuviera que soportar el peso de 60 camiones. La
tubería que transporta el petróleo, debe soportar bajas
temperaturas, porque a más de 600 metros de profundidad hace tanto
frío que se crean cristales de hielo, que bloquean el flujo de
petróleo hacia la
superficie.
Trabajar en aguas
profundas requiere de tecnología de punta como sistemas satelitales
georeferenciados, construcción de plataformas semisumergibles, manejo de
vehículos submarinos de control remoto y
robótica.
Afortunadamente,
como lo han hecho otros países del mundo, México puede aprovechar
la tecnología y la experiencia de quienes ya extraen el petróleo
en aguas profundas. Podemos aprovechar ese conocimiento para sacar el
petróleo que es nuestro.
“Aprovechar
la tecnología de quienes ya extraen el petróleo en aguas profundas
para sacar el petróleo que es nuestro” esconde la verdadera
intención, que no es otra que contratar a una compañía
extranjera, para que extraiga el petróleo y se quede con la mitad de la
producción en pago a sus
servicios.
El petróleo
representa una enorme fuente de riqueza para México. No podemos ni
debemos quedar fuera de esta oportunidad histórica.
FALSO.
Es
falso que no podamos desarrollar otros proyectos petroleros que no sean los de
aguas profundas.
También es
falso que se trate de una oportunidad pasajera. El petróleo que
eventualmente se encuentre en aguas profundas no se va ir. Lo conveniente es que
México lo aproveche cuando se encuentre suficientemente preparado para
ello y cuando realmente lo
necesite.
Debemos fortalecer a Pemex
para que pueda contratar la mejor tecnología.
ES UNA SIMULACIÓN
“Fortalecer a
Pemex” significa cambiar la ley para permitirle contratar a
compañías petroleras extranjeras pagándoles con
hidrocarburos, es decir, con una parte del volumen o el valor de la
producción.
Llegar hasta
nuestro petróleo en aguas profundas nos permitirá vivir
mejor; más petróleo para tener más hospitales y
medicinas, más empleos, más y mejores carreteras, más
escuelas, y prosperidad para
todos.
FALSO
No
es necesariamente cierto que el petróleo de aguas profundas nos
permitirá vivir mejor. Esa producción adicional significará
mayor contaminación local y global, mayor contribución al efecto
de invernadero y al cambio climático global, así como mayores
riesgos de mareas negras por accidentes y
huracanes.
No es ni
automático ni directo que más petróleo permitirá
tener más hospitales, medicinas, empleos y carreteras. La
aprobación del presupuesto público es una atribución del
Congreso, específicamente de la Cámara de Diputados. La
distribución de los ingresos petroleros no depende del Ejecutivo Federal.
Pemex promete lo que no puede
cumplir.
El spot omite
señalar cuántos impuestos pagarán las
compañías petroleras extranjeras por el petróleo
extraído.
En aguas profundas
tenemos la riqueza. Alcanzarla es uno de los mayores retos de nuestro tiempo y
México requiere tomar las acciones necesarias para lograrlo, sin que
Pemex deje de ser la empresa de todos los mexicanos.
SIMULACIÓN.
Las “acciones necesarias” no significan otra cosa que contratar
a las compañías petroleras extranjeras mediante concesiones o
contratos de riesgo, en ambos caso prohibidos por la
Constitución.
“La
recompensa será garantizar nuestro futuro y el de las nuevas
generaciones”.
FALSO.
No
se puede hablar de recompensa, especialmente cuando el petróleo no
ha sido descubierto. El resultado de la exploración no se puede
anticipar. No se puede saber de ante mano los resultados de la
perforación.
Tener
petróleo no garantiza por si sólo el futuro de los mexicanos y la
mejor prueba es lo que ha sucedido en los últimos 30
años.
Tomar la
decisión de sacar el petróleo hoy es totalmente contrario a
garantizar el futuro de las nuevas generaciones. Dejar el petróleo en el
subsuelo es dejarles una herencia. Sacarlo hoy es heredarles depósitos
geológicos vacíos.
¡El petróleo es de los
mexicanos y vamos por
él!
El spot
omite señalar que la “ayuda” nos costará muy cara a
los mexicanos, pues, de acuerdo declaraciones de altos funcionarios
públicos la firma extranjera se llevará la mitad de la
producción como pago por sus servicios; la otra mitad será para
compartir entre Pemex y la
SHCP.
El spot
también omite que la firma extranjera será la que ira por el
petróleo de los mexicanos, porque será ella la encargada de las
operaciones.
No
puede haber debate serio sin honestidad.
Un gobierno
responsable debería cancelar esa publicidad.